Estimadas lectoras y lectores ¿Será que Diego le dijo algo a Alexis? ¿Por qué ambos hombres estaban fuera del tocador? ¿que ganaba Cassandra insultando a Ana?
--- Alexis Betancourt ---Ana se levanta de la mesa y va al tocador, debo reconocer que el chef sabe cocinar deliciosos platillos aquí. Tal vez es la costumbre, pero, los días que tengo libres o más bien, que encuentro un espacio para comer, siempre voy a lugares que ya conozco, prefiero eso a andar experimentado, no me gusta llevarme sorpresas; sin embargo, este lugar, definitivamente ahora entró en mi lista de sitios a visitar.Hago una nota mental para recordarme que, mañana, durante el transcurso del día, necesito hablar con Edgar Díaz, mi abogado, necesito que trabaje en la cesión de derechos de la casa que he decidido regalarle a Ana. Además de que necesito que revise el status del apartamento en donde actualmente vive, sé que no le agradará lo que voy a hacer, pero quiero y puedo, así que le pediré que revise cuánto es lo que se adeuda, para finiquitarlo.Estoy meditando como será mi día, cuando una voz masculina y no es la de Leo, me saca de mis pensamientos, sacudo de mi cabez
La idea de venir a mi estudio era tomar un trago y tranquilizarme, no quería que Ana se percatara de que ese idiota había logrado cabrearme, además, consideré que ella necesitaba un momento a solas. Desconozco que sé algo que haya ocurrido, pero si ella quiere decirme, la escucharé; si no, no la voy a obligar, solo ella sabe contra qué está luchando y no quiero parecer insistente.Cuando me doy cuenta es media noche, esto siempre me ocurre, comienzo a revisar mis mails y se me va media noche, incluso hay ocasiones en las que amanece y yo estoy dormido en mi escritorio, el trato que fui a cerrar esta semana es bastante jugoso, debo reconocer que el que Camila me presentara con aquel hombre del gobierno me ha traído bastantes beneficios.Dejo caer mi espalda en el respaldo de mi silla, me masajeo un poco la sien, no he podido sacarme de la cabeza la mirada y actitud de Ana, me molesta que no pueda entender qué es lo que le sucede, pero no quiero irrumpir en su privacidad.Precisamente es
--- Cassandra Riva ---Toparme con esa zorra me puso de mal humor, pero no podía permitir que nuestros invitados se dieran cuenta, estaba molesta, estaba lo que le sigue de molesta, Diego, mi Diego, se atrevió a dudar de mi palabra, ¿Por qué? ¡No lo sé! Pero por un segundo lo hizo, eso me dolió, no soy idiota, él realmente llegó a sentir cosas por ella, pero debo soportarlo, mi familia depende de esa fusión, las cosas no van bien y si perdemos esa unión, perdemos todo.Me compongo para regresar a la sala donde es mi cumpleaños, me limpio las lágrimas, agarro fuerza y dibujo la mejor sonrisa que puedo. Todos ahí nos hacen burla del porqué nos desaparecimos por casi 30 minutos, solo sonrío y hago como si nada hubiese ocurrido.Por un momento creo que ya todo se calmó y que la fiesta seguirá como si nada, cuando la voz de Diego me saca de mi tranquilidad.- Cassandra, ¿Qué hace él aquí?Volteo y veo a Joan, él y Diego eran muy buenos amigos hasta hace algunos años, luego de que me fui del
--- Dominik Müller ---La idea de que hasta dentro de tres meses Ana Teyssier se una a mi equipo, es porque antes de ello, me quiero largar a Alemania, todo el maldito desastre que se desató aquí fue por Ashley, mi m*****a asistente. No puedo negar que el divorcio me ha afectado, ya han pasado años, pero no puedo dejar de pensar en Martina, no me la puedo sacar de la cabeza, más cuando de vez en cuando, tal como hoy, estamos haciendo el amor en la oficina.Claramente, sé que algo quiere, sé que algo me va a pedir, de lo contrario, ella no estaría aquí encima de mí, no estaríamos tirados desnudos en la costosa alfombra de mi oficina. ¡Demonios! Cada vez que la tengo así, cada vez que la veo desnuda sobre mí, no puedo evitar pensar: ¿Cómo demonios fue que terminamos? ¿Por qué? ¿Por qué m*****a sea? ¿Por qué no puedo retener a ninguna mujer?Estaba perdido en esas preguntas sin respuesta, cuando escucho un gran gemido de parte de ella, ¡Maldita sea! Se ve tan hermosa cada que llega al cl
Traérmela aquí --- Alexis Betancourt --- Luego de escuchar como Ana había vivido su relación con Diego, entendí muchas cosas, su timidez, la tristeza que veía en sus ojos, a pesar de haber vivido con alguien, ella no conocía su cuerpo, no conocía lo que le gustaba y lo que no. La observo por largo rato, ella se veía hermosa cuando esta dormida, me encanta sentirla así de cerca, si por mi fuera, le pediría que viva conmigo hasta que se vaya, pero estoy seguro de que eso será excesivo y podría asustarse. Este fin de semana ha sido uno de los mejores que he tenido en estos dos años, se que he tenido y tengo mujeres por montones, se que muchas de ellas solo son de una noche, pero, Ana, ella es una chica diferente, puedo ver y sentir su dolor. Luego de observarla por un rato más, finalmente, acerco más su cuerpo al mío, acaricio su piel desnuda, beso su frente y caigo en un pesado sueño. Tres horas después despierto, debo ir al gimnasio, pero me duele todo, estoy cansado y el calor de
--- Dominik Müller ---Mientras espero a que el avión privado salga, mi pecho siente una gran opresión, luego de mi plática con Bruno, mi corazón se volvió a romper. Martina, tal como siempre lo sospecho, quería algo; esta vez eran vacaciones y una camioneta. Juro que esta es la última, seguramente, se larga con Walter Roberts, al maldito hombre con el que me puso el cuerno por años.Cambiar de aires me servirá para poder apagar esto que siento, este dolor incesante que, por más que intento, no se va, ver a Martina y saber que ya no es mía, me lástima, me destruye. Tengo la esperanza de que irme a Alemania ayudará a reponerme, no verla, no buscarla, no estar cerca de ella, me ayudará.Mi tía Lorelei Müller vive en Füssen, Alemania, ella prácticamente es como mi madre, aunque no lo digo en voz alta, ya que no quiero herir susceptibilidades, ella sabe todo de mí y sabe mi situación actual. Mi padre y ella son hermanos muy unidos, pero a ella no le gusta la vida en Nueva York, ella prefie
--- Alexis Betancourt ---Estaba en la cocina preparando café, llevábamos buen tiempo, de pronto me percaté de que Ana no había llegado a la cocina, camino hacia la habitación y la veo recargada en el marco de la puerta.- ¿Qué sucede? – Le susurro al oído, llegando por detrás y la tomo de la cintura.Hoy lleva puesta una de las tantas prendas que había guardado en mi alcoba, su aroma me enloquece, si no fuera porque debemos ir a trabajar y debo revisar algunos contratos, me encerraría con ella todo el día.- Nada… Dice dando un respingo al sentir mi aliento en su oído.No puedo negar que esas reacciones me fascinan, ella no me parece una chica experta, me seduce con su inocencia. La verdad es que al principio cuando escuche que ella había vivido con el tipejo aquel del café, me molesto, soy hombre e imaginar que la mujer con la que te acuestas ya estuvo con alguien más, sinceramente me encabronaba, pero siendo objetivo, no tengo ningún derecho de molestarme por esa nimiedad.- Ven… Pr
--- Diego Sánchez ---Mi fin de semana fue un completo desastre, Cassandra estaba lo que seguía de encabronada conmigo, mi futuro matrimonio pendía de un hilo y lo peor no era eso, lo peor era que en mi cabeza solo rondaban las escenas que viví en aquel puto café. El idiota que acompañaba a Isa, ese malnacido, la llama Ana, ella no es Ana, ella es mi Isa, sí que soy un maldito pendejo, no sé qué demonios me está ocurriendo, pero no puedo sacarme de la cabeza a Isa y ese pendejo.En la oficina, por más que intento, nada me cabe, nada me entra en la cabeza, así que lo mejor que puedo hacer es tomar mi blazer y largarme de aquí. Es lo que precisamente estoy haciendo cuando mi padre irrumpe en mi oficina.- ¿Qué demonios piensas que estás haciendo? – Me dice en tono obviamente molesto.- ¿Tan pronto te llegó el chisme…? – Le respondo de manera indiferente.- ¿Eres idiota o te haces?- ¡No lo sé! Tú dímelo, porque hasta hace meses, era tu campeón, ¿No?- Si perdemos la oportunidad de unirno