--- Diego Sánchez ---

Estoy hecho un mar de nervios, por más que intente convencer a mi madre o, a Cassandra de no seguir con su plan, ellas insisten en que lo mejor es que Isa se quede refundida en la cárcel. Se que soy un maldito cobarde, no eso puedo hacer bien, yo fui quien la metió en todo este problema, yo fui quien provocó todo esto, creí que al comprometerme haría que mi madre se pusiera tan contenta que el juicio pasaría a segundo término, pero, al parecer, me equivoqué.

Cassandra por el contrario, esta emocionadísima, no ve el día que fijemos la fecha, incluso parece niña chiquita, no para de mirar su maldito anillo de compromiso, el cual mande a mi asistente a comprar, ella dice que es la joya más hermosa que ha visto, para mí es cualquier cosa, no le veo el valor, ni la belleza.

Soy un puto marica, jamás debí acceder a la propuesta de mi padre, al principio todo parecía tan, tan, como decirlo, todo parecía excelente. Ser el presidente de la firma, vaya, eso me subiría de st