Amar es liberar
—¿Mi amor?— pregunta viendo que su novia está seria, mientras su padre lo mira y ella estira su mano— gracias por no dejarme, mi vida— lo abraza cuando él se acerca y Roger también se hace presente— se que lo que ha pasado no solo me duele si no también a ti y a nuestra familia— sus lágrimas caen nuevamente pero no deja de hablar— el problema soy yo Bennett— dice y él la calla con un minúsculo beso pidiéndole que no diga eso— te amo mi amor y se que es la verdad, ha sido mi culpa por no ser tan fuerte como quiero, he sido muy poca cosa para ti. —¡Basta Sandra!— el hombre levanta la voz haciendo que a más de uno le sorprenda su furia— no quiero escuchar que digas esas cosas, no eres débil ni poca cosa, eres la mujer que amo y no pienso dejar que sigas sufriendo de esta manera, se acabó— dice entre lágrimas. —¿Se acabó?— pregunta ella temblando. —Si, se acabó, no quiero hijos. Dice con actitud de roble pero quienes lo conocen saben que eso no es así, su padre pone la peor de las caras ante las palabras de su hijo, Anna llora viendo que su hija también lo hace y Nicolás pide que se retiren ya que las emociones fuertes pueden hacerle daño pero ninguno lo hace, James sigue al lado de Sandra diciéndole a Bennett que no diga cosas de las cuales se puede arrepentir y Roger apoya lo mismo aunque no de la mejor manera ocasionando otra pelea. —Es nuestra vida y yo no voy a permitir que nadie se meta— vocifera el banquero. —Pues no me importa porque yo soy tu padre y te guste o no me vas a escuchar— su rabia es enorme— es mentira eso de que no quieres ser padre, se que siempre has anhelado una familia, una que no pudiste tener, la muerte de tu madre ha sido hasta hoy lo más doloroso de mi vida, sin embargo hoy conozco un dolor más fuerte viendo cómo mi hijo renuncia a su vida soñada— rueda también una lágrima de sus ojos oscuros— amar también es dejar ir— se dirige a Sandra que agacha la cabeza. —Amo a Bennett por encima de todo, nosotros nos elegimos desde siempre, por favor yo he intentado darle un hijo, formar una familia porque yo también quiero lo mismo— dice mirando a su padre y al hombre que ama— lo he intentado casi todo, pero hay algo más— dice mientras su novio empieza a irritarse. —No vas a tener a otro bebé, si no te tengo que tocar nunca más no lo haré pero no te vas a embarazar, no voy a dejar que te mates por complacer a nuestras familias— habla serio y directo. —No es por nuestras familias, también quieres ser padre y yo no te voy a quitar eso, la del problema soy yo y por eso estoy buscando una solución— presiona la mano de James— mi sueño más grande es sentir que una criatura nuestra se mueva en mi interior— solloza y ve cómo los ojos de él también lagrimean— lo quieres tanto como yo, lo sé, lo he visto, he visto todas las veces que lloras en silencio cuando ves la primera ropa que compramos juntos pensando que vivíamos un sueño que en semanas se transformó en pesadilla, he visto los zapatos tan pequeños que tienes escondidos cuando pensamos que llegaría el segundo— la situación es bastante dolorosa para ambos sabiendo de sus sentimientos— se que también lo añoras Bennett, por favor déjame solucionarlo. Si podemos ser padres dice y su mirada nuevamente es confusa. —¿De qué estás hablando?— pregunta con miedo al pensar que ella está perdiendo la razón por la seguridad con la que lo dice. —Lo que escuchas, mi hija te ama y desea tanto un bebé que está dispuesta a algo maravilloso para darle vida a un hijo de ustedes, un sacrificio que no cualquier mujer haría— interviene James en una postura de apoyo absoluto a su hija que sufre— un hijo, un nieto y una mujer que aunque tú padre diga que es débil no lo es, mi hija es la mejor del mundo— la abraza haciendo que el sentimiento de admiración de Sandra crezca y se sienta protegida a pesar de todo. —Sandra es prácticamente estéril— dice Roger— puede ser, pero es una mujer enamorada y dispuesta a todo por ser feliz y hacer feliz a tu hijo— la pelea empieza pero Elba, la abuela de Bennett termina aquello de una vez. —¡Basta!— grita molesta ante tanto alboroto— no puedo creer que toda la educación y la presencia se les vaya a los pies cuando se trata de tener algo de empatía con sus propios hijos— interviene la distinguida mujer— tanto Bennett como Sandra acaban de perder a su hijo, no el tuyo— se dirige a James— ni el tuyo— señala a Roger— el hijo de ellos y a nadie le va a doler como le duele a ellos. ¿Qué es lo que está pasando?— pregunta viendo que su nieto la mira y nadie dice más nada— ¿Ya no quieren hablar?— estampa el bastón en el suelo— estoy haciendo una pregunta. —Pasa que no pienso dejar que la mujer que amo se muera intentando tener un hijo, ya te dije que no te pienso arriesgar. —No lo haré, he tomado una decisión, entiendo que mi cuerpo no puede y eso es un maldito vacío que siempre voy a llevar conmigo pero mis brazos aún pueden hacernos felices, podemos tener un hermoso niño que tenga tus lindos ojos que tanto amo— ríe y llora al mismo tiempo— lo haremos Bennett, lo haremos, nos casaremos y seremos muy felices. —Eso no va a pasar— interviene más calmado Roger, ¿acaso van a adoptar un niño idéntico a mi hijo o que diablos les pasa?— pregunta y pocos entienden— no será un niño adoptado, será nuestro hijo, de mi esposo y mío, con un vientre de alquiler. La seguridad de Sandra es una que puede ser arrolladora cuando se lo propone y este es uno de esos momentos, las caras de varios indican que no lo puede creer y una de ellas es la de su prometido que no entiende pero el solo mirarla sabe que no está jugando, que es algo muy serio para ella y está decisión, ha sido tomada. —Estas loca— suelta— ¿quieres que tenga un hijo con otra mujer?— pregunta totalmente incrédulo— te das cuenta de lo que me dices, eso no va a pasar, decidiste poner en riesgo tu salud quitando el anticonceptivo de tu cuerpo, no me entero que estabas embarazada de mi hijo— grita molesto— hasta que veo como su vida se acaba ante mis ojos, ahora pretendes que embarace a otra mujer que no seas tú, definitivamente eres una egoísta— refuta haciendo que Sandra no pueda creer lo que escucha— he sido muy paciente pero a mí también me duele, he perdido tres hijos pero no quiero perderte, no si lo puedo evitar, yo no voy a tener un hijo con otra mujer. —Pues entonces tu padre tiene razón, y amar también es liberarte, y yo te libero de mi incapacidad para darte un hijo— la mujer se quita el anillo con lágrimas y lo pone en la hilera de la cama— eres libre Bennett.—Te dejo libre mi amor. Las palabras de la mujer que ha sido su vida por muchos años, resuenan en los oídos de Bennett que no puede procesar lo que está pasando, demasiadas emociones juntas pueden hacer que cualquier cabeza explote sin embargo él siempre se ha caracterizado por un ser hombre sensato aunque en este momento nada de ello quepa, el amor que siente por Sandra es tan real que está dispuesto a desechar el sueño de formar una familia mientras que ella está dispuesta a hacer el sacrificio de dejar ir al hombre de su vida para que tenga lo que tanto anhela. Nada más que sollozos se escuchan en este momento, excepto por la voz de James quien le dice a su hija que estará bien, que el estado de sensibilidad en el que está es comprensible y si nadie más lo entiende él si, el diamante hermoso brilla en la cama y es Bennett quien lo toma para repasar la joya que con tanto amor dio y ahora le es devuelta después de 4 años. —¿Estos son 4 años para ti?— le pregunta a la rubia que llo
—¿Aún sigues pensando lo que te dije? Mi amor es el negocio de nuestras vidas y así salir de este lugar de una vez por todas.—Yo no quiero ser madre, los niños no son lo mío. —Pero el dinero sí. Desde que la madre de Hellen tomara la triste decisión de quitarse la vida, la joven de 23 años quedó huérfana cuando tenía 10 y desde ese día la inocencia se perdió dándole espacio a una mujer que respira y vive por conseguir dinero, con pocas oportunidades y una vaga educación, lo máximo que ha podido ser es mesera de un bar en una zona peligrosa de New York donde casi nadie conoce la forma de vivir mejor, pues la escasez es bastante. Su relación con Denis se dió desde los 18 años y aunque él la ha ayudado económicamente, Hellen no es el tipo de mujer que busque ser dependiente de nadie pues hasta cierto punto aunque está enamorada también vive amargada por las oportunidades que no ha tenido, sin padre ni madre y la dureza de la calle donde pasó un tiempo después de quedar huérfana la h
LA ELEGIDA —Tu no eres nadie para decidir algo que solo nos compete a Sandra y a mí— explota Bennett que comúnmente es un hombre mesurado pero la situación es estresante— está mujer es una ladrona.—Y este hombre un asesino— pelea Hellen— él me atropelló con su auto— dice y Sandra abre los ojos de par en par— me dijo que mi bicicleta era muy poca cosa para el lugar donde estaba, estaba con la camisa llena de sangre— se aleja de él y mira a la rubia llorosa— no estoy mintiendo— la ve— más bien deberías alejarte de este— lo señala como si nada— no entiendo como quieres darle un hijo a este tipo. Las palabras de la impulsiva mujer salen con veneno de sus bonitos labios ante la mirada de los presentes que la ven con confusión, molestia y hasta miedo pues después del trato a solas, James no se quiere imaginar que ella desista de alguna manera pues ante lo poco que sabe y ha escuchado de ella, le parece la mujer perfecta para tener al bebé que su hija tanto anhela y le daría el poder que
7. EL HOMBRE QUE TU MATASTE Las cartas están puestas sobre la mesa y cada uno está en busca de lo que más le conviene juntos o separados, el trato está hecho y la felicidad de Sandra no cabe en su cuerpo. —Mil gracias, papá gracias por todo— abraza la rubia a su padre que no podría estar más satisfecho— gracias Hellen y tu— abraza y besa a Bennett— amor mío. —Mi vida— la besa con ternura al ver el brillo de emoción que hay en ella y no veía hace mucho— Sandra haría y haré todo por hacerte feliz y ver esos hermosos ojos brillar como el día en que nos conocimos. El amor se siente en el aire para los dos como siempre, Sandra toma feliz la mano del hombre que ama mientras Hellen mira como también le estira la mano a ella dudando en porque lo hace y es que la mujer es una persona sensible y ahora más que nunca, después de varios segundos la mujer de cabello oscuro acepta tomarla y es la rubia quien junta las manos de la mujer que será la madre del bebé que tanto anhela y la de su
RAZONES TORMENTOSAS —Harás lo que te digo— habla James sirviéndose un trago— no hay esto para ti— señala el alcohol— después de todo por lo que entiendo, mataste a ese hombre drogada y borracha. —¡No es verdad!— estampa su delicada mano Hellen en la mesa— las cosas no fueron así y no estoy aquí para darle explicaciones— ella es desafiante y eso enfurece a James— si hubiese querido decir algo ya lo hubiese hecho, pero no, después de todo entre ratas no nos vamos a poner caretas. —¡Cómo te atreves!.—Es la verdad, ¿qué clase de padre le pide a una desconocida que le quite el marido a su hija?— pregunta con sarcasmo— ¿A qué está jugando Señor Smith?. —Al juego del poder dónde muy bien beneficiada estarás— responde molesto. Para un hombre que no está acostumbrado a que ninguna mujer le diga que no, el desafío de Hellen a pesar de verse amenazada lo hace sentirse confundido y molesto, forzado a tener que dar explicaciones comienza a hablar de sus planes de forma escueta, sin dar mucho
DÍAS FÉRTILES —No puede estar bien.—¿De qué hablas?— la mira Bennett dándose cuenta que no está bien— se supone que eres una mujer sana, tenemos un contrato— se desespera un poco— mírame— la toma del rostro para revisar qué le pasa— mírame. —!No me toques!— se suelta rápido odiando la palabra contrato— yo estoy perfectamente bien— finge estar repuesta pero sigue pálida— estoy bien. —Claro que no— la ve temblar— mírate como estás, pareces una hoja, estás pálida— intenta tocar su frente pero se aleja a la defensiva— déjame— respira hondo y se empieza a recomponer— yo estoy muy bien y no necesito de tu ayuda. Las palabras siempre pueden ser simples si no cargarán tanto detrás, Hellen ya no luce feliz como estaba por ver el dinero, ahora tiene la mirada oscura como su alma y eso se lo hace saber a Bennett que no está feliz con lo que ve mucho menos ahora, la dureza de la mujer es incómoda a diferencia de la dulzura con la que sabe tratar a Sandra y pensar que la mujer joven, hermosa
10. ESTOY EMBARAZADA —Todo va a salir bien— le dice Nicolás a Hellen que ya está vestida como debe ser— ¿tienes miedo verdad?. —Para nada— responde ella— muy bien no te preocupes, no te presiono solo recuerda que la probabilidad de embarazo es del 25% en cada intento de inseminación. —¿Tan pocas probabilidades hay de que quede embarazada ahora?— se empieza a desesperar sabiendo que entre más tiempo demore, más peligro corre con James sabiendo su pasado— tiene que ser ahora. —Es médico, no Dios— aparece Bennett después de un buen rato sin corbata y de mal humor al ver que lo miran— ya basta, ponte a trabajar y tú— grita a Hellen que se ríe al verlo— ¿Te estás burlando de mi?. —No, y no me señales con esa mano que habrá estado muy ocupada— dice la mujer de cabello oscuro haciendo que Nicolás aplauda su buen humor y Bennett lo quiera matar— así es como debes estar Hellen— la felicita mientras el pelinegro pierde la paciencia. —Más vale que si hagas milagros y ella quede embarazada
MIEDOS Y RAZONES —¡Dios mío!— habla Sandra con los ojos cristalizados— estás embarazada. Toma la prueba de embarazo que Hellen tiene en las manos y la abraza emocionada confirmando el resultado con emoción, emociones que están a flor de piel cuando el tan esperado momento ha llegado con la rapidez que es la esperanza que la rubia no dejó de soñar y no es la única, Roger y la abuela de Benett también se suman a ello y felicitan con algarabía a la mujer que gestara al heredero, el abuelo no puede ocultar su emoción y eso causa algo de tristeza en la rubia quien ve como su suegro es cariñoso y agradecido con Hellen que no podría estar más abrumada y nerviosa. —Vas a ser mamá— dice Elba acariciando el cabello castaño y largo de la mujer. —Solo soy el vientre que llevará a su bisnieto— responde con una media sonrisa que no es la de una mujer feliz— haré lo mejor que pueda lo prometo— recibe la mano de ella a la que se suma Sandra nuevamente agradeciendo y hablándole a la única p