3: AMAR ES LIBERAR

Amar es liberar

—¿Mi amor?— pregunta viendo que su novia está seria, mientras su padre lo mira y ella estira su mano— gracias por no dejarme, mi vida— lo abraza cuando él se acerca y Roger también se hace presente— se que lo que ha pasado no solo me duele si no también a ti y a nuestra familia— sus lágrimas caen nuevamente pero no deja de hablar— el problema soy yo Bennett— dice y él la calla con un minúsculo beso pidiéndole que no diga eso— te amo mi amor y se que es la verdad, ha sido mi culpa por no ser tan fuerte como quiero, he sido muy poca cosa para ti.

—¡Basta Sandra!— el hombre levanta la voz haciendo que a más de uno le sorprenda su furia— no quiero escuchar que digas esas cosas, no eres débil ni poca cosa, eres la mujer que amo y no pienso dejar que sigas sufriendo de esta manera, se acabó— dice entre lágrimas.

—¿Se acabó?— pregunta ella temblando.

—Si, se acabó, no quiero hijos.

Dice con actitud de roble pero quienes lo conocen saben que eso no es así, su padre pone la peor de las caras ante las palabras de su hijo, Anna llora viendo que su hija también lo hace y Nicolás pide que se retiren ya que las emociones fuertes pueden hacerle daño pero ninguno lo hace, James sigue al lado de Sandra diciéndole a Bennett que no diga cosas de las cuales se puede arrepentir y Roger apoya lo mismo aunque no de la mejor manera ocasionando otra pelea.

—Es nuestra vida y yo no voy a permitir que nadie se meta— vocifera el banquero.

—Pues no me importa porque yo soy tu padre y te guste o no me vas a escuchar— su rabia es enorme— es mentira eso de que no quieres ser padre, se que siempre has anhelado una familia, una que no pudiste tener, la muerte de tu madre ha sido hasta hoy lo más doloroso de mi vida, sin embargo hoy conozco un dolor más fuerte viendo cómo mi hijo renuncia a su vida soñada— rueda también una lágrima de sus ojos oscuros— amar también es dejar ir— se dirige a Sandra que agacha la cabeza.

—Amo a Bennett por encima de todo, nosotros nos elegimos desde siempre, por favor yo he intentado darle un hijo, formar una familia porque yo también quiero lo mismo— dice mirando a su padre y al hombre que ama— lo he intentado casi todo, pero hay algo más— dice mientras su novio empieza a irritarse.

—No vas a tener a otro bebé, si no te tengo que tocar nunca más no lo haré pero no te vas a embarazar, no voy a dejar que te mates por complacer a nuestras familias— habla serio y directo.

—No es por nuestras familias, también quieres ser padre y yo no te voy a quitar eso, la del problema soy yo y por eso estoy buscando una solución— presiona la mano de James— mi sueño más grande es sentir que una criatura nuestra se mueva en mi interior— solloza y ve cómo los ojos de él también lagrimean— lo quieres tanto como yo, lo sé, lo he visto, he visto todas las veces que lloras en silencio cuando ves la primera ropa que compramos juntos pensando que vivíamos un sueño que en semanas se transformó en pesadilla, he visto los zapatos tan pequeños que tienes escondidos cuando pensamos que llegaría el segundo— la situación es bastante dolorosa para ambos sabiendo de sus sentimientos— se que también lo añoras Bennett, por favor déjame solucionarlo.

Si podemos ser padres dice y su mirada nuevamente es confusa.

—¿De qué estás hablando?— pregunta con miedo al pensar que ella está perdiendo la razón por la seguridad con la que lo dice.

—Lo que escuchas, mi hija te ama y desea tanto un bebé que está dispuesta a algo maravilloso para darle vida a un hijo de ustedes, un sacrificio que no cualquier mujer haría— interviene James en una postura de apoyo absoluto a su hija que sufre— un hijo, un nieto y una mujer que aunque tú padre diga que es débil no lo es, mi hija es la mejor del mundo— la abraza haciendo que el sentimiento de admiración de Sandra crezca y se sienta protegida a pesar de todo.

—Sandra es prácticamente estéril— dice Roger— puede ser, pero es una mujer enamorada y dispuesta a todo por ser feliz y hacer feliz a tu hijo— la pelea empieza pero Elba, la abuela de Bennett termina aquello de una vez.

—¡Basta!— grita molesta ante tanto alboroto— no puedo creer que toda la educación y la presencia se les vaya a los pies cuando se trata de tener algo de empatía con sus propios hijos— interviene la distinguida mujer— tanto Bennett como Sandra acaban de perder a su hijo, no el tuyo— se dirige a James— ni el tuyo— señala a Roger— el hijo de ellos y a nadie le va a doler como le duele a ellos. ¿Qué es lo que está pasando?— pregunta viendo que su nieto la mira y nadie dice más nada— ¿Ya no quieren hablar?— estampa el bastón en el suelo— estoy haciendo una pregunta.

—Pasa que no pienso dejar que la mujer que amo se muera intentando tener un hijo, ya te dije que no te pienso arriesgar.

—No lo haré, he tomado una decisión, entiendo que mi cuerpo no puede y eso es un maldito vacío que siempre voy a llevar conmigo pero mis brazos aún pueden hacernos felices, podemos tener un hermoso niño que tenga tus lindos ojos que tanto amo— ríe y llora al mismo tiempo— lo haremos Bennett, lo haremos, nos casaremos y seremos muy felices.

—Eso no va a pasar— interviene más calmado Roger, ¿acaso van a adoptar un niño idéntico a mi hijo o que diablos les pasa?— pregunta y pocos entienden— no será un niño adoptado, será nuestro hijo, de mi esposo y mío, con un vientre de alquiler.

La seguridad de Sandra es una que puede ser arrolladora cuando se lo propone y este es uno de esos momentos, las caras de varios indican que no lo puede creer y una de ellas es la de su prometido que no entiende pero el solo mirarla sabe que no está jugando, que es algo muy serio para ella y está decisión, ha sido tomada.

—Estas loca— suelta— ¿quieres que tenga un hijo con otra mujer?— pregunta totalmente incrédulo— te das cuenta de lo que me dices, eso no va a pasar, decidiste poner en riesgo tu salud quitando el anticonceptivo de tu cuerpo, no me entero que estabas embarazada de mi hijo— grita molesto— hasta que veo como su vida se acaba ante mis ojos, ahora pretendes que embarace a otra mujer que no seas tú, definitivamente eres una egoísta— refuta haciendo que Sandra no pueda creer lo que escucha— he sido muy paciente pero a mí también me duele, he perdido tres hijos pero no quiero perderte, no si lo puedo evitar, yo no voy a tener un hijo con otra mujer.

—Pues entonces tu padre tiene razón, y amar también es liberarte, y yo te libero de mi incapacidad para darte un hijo— la mujer se quita el anillo con lágrimas y lo pone en la hilera de la cama— eres libre Bennett.

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