4: SU MEJOR OPCIÓN

—Te dejo libre mi amor. 

Las palabras de la mujer que ha sido su vida por muchos años, resuenan en los oídos de Bennett que no puede procesar lo que está pasando, demasiadas emociones juntas pueden hacer que cualquier cabeza explote sin embargo él siempre se ha caracterizado por un ser hombre sensato aunque en este momento nada de ello quepa, el amor que siente por Sandra es tan real que está dispuesto a desechar el sueño de formar una familia mientras que ella está dispuesta a hacer el sacrificio de dejar ir al hombre de su vida para que tenga lo que tanto anhela. 

Nada más que sollozos se escuchan en este momento, excepto por la voz de James quien le dice a su hija que estará bien, que el estado de sensibilidad en el que está es comprensible y si nadie más lo entiende él si, el diamante hermoso brilla en la cama y es Bennett quien lo toma para repasar la joya que con tanto amor dio y ahora le es devuelta después de 4 años. 

—¿Estos son 4 años para ti?— le pregunta a la rubia que llora desconsolada— ¿No valen nada para ti?— la mira suspirando y sabiendo que también sufre. 

—No te quiero dejar— tiene casi un shock al llorar y querer hablar al mismo tiempo— nunca he amado ni amaré a nadie como a ti, por eso no te voy a sacrificar, tu mereces ser feliz— vuelve a decir— a tu lado ¡Maldita sea!, contigo— se acerca tomando su rostro con desesperación— no sin ti, yo también sueño con un hijo nuestro pero se mejor que nadie lo que es crecer sin una madre— también llora mirando los ojos celestes de la mujer— mi abuela, mi padre, les agradezco que me acompañen, desde que mamá murió pero aún así, era mi madre y no quiero criar a un niño que sufra por eso, no te quiero perder— se aferra a ella— no hagas esto por favor. 

—Seamos felices entonces— es ella ahora quien toma su rostro— te lo ruego, es un bebé que no crecerá en mi vientre, pero si en nuestros corazones, tuyo y mío, mi amor por lo que más quieras— se miran  y ambos se abrazan— será un Hamilton— dice Roger siendo mirado por su madre— será nuestro nieto— comenta James mientras Anna no está de acuerdo pero ella nunca le llevaría la contraria— ayúdanos Nicolás— dice Sandra aún suspirando— ayúdanos a encontrar a la mujer perfecta para que lleve a nuestro bebé— lo haremos hija, los vamos a ayudar. 

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Unas semanas importantes han pasado y con ello la recuperación física de Sandra se ha hecho del todo bien, el viaje que tuvieron ella y Bennett a las hermosas colinas italianas ha logrado que parte de aquel dolor emocional sea sobrellevado de la mejor manera más aún con la ilusión de la pintora por saber que en algún momento llegará la mujer que le dará el bebé que tanto desea aunque eso no sea tan fácil como parece. 

—No entiendo, si no te emociona. ¿Para que aceptaste?— pregunta intrigado Andrew, mejor amigo de Bennett. 

—Ya te dije, estoy agotado de todo esto— revisa los muchos documentos que tiene entre el trabajo acumulado y las hojas de vida que Sandra ha seleccionado para ser la mujer que alquile su vientre— supongo que la parte más fácil de todo esto, será venirte en un pote del tamaño de un plato— intenta ser gracioso pero está vez no funciona— estás algo insoportable Bennett. 

—Déjame en paz, estoy harto de esto, todavía no puedo procesar que el día del cumpleaños de mi papá todo se haya arruinado, no me interesa la opinión de los demás pero es detestable ver cómo la pérdida de mi hijo— y solo decirlo le duele enormemente— haya hecho que un par de socios retiren sus acciones del banco, es una estupidez y una locura mas grande seleccionar papeles como si se tratara de algún empleado, elegir a la mujer que me dará un hijo y no se arrepienta en el camino no es nada normal pero veo la ilusión de Sandra— habla viendo la fotografía que tiene de los dos— cuando se trata de ella, todo mejora— habla Andrew sabiendo cuáles son los sentimientos de su amigo. 

—Lamento que las cosas estén pasando así pero no te olvides que cuentas conmigo— palmea su hombro— sin embargo es hora de pensar con cabeza fría y si tú no lo haces, nadie lo hará por ti, la obsesión de Sandra y sus familias por un bebé los ha traído a este punto y es momento de elegir— ordena los documentos y nuevamente los pone en la mesa, debes elegir. 

—Quizá sea eso, quizá no quiero elegir, quizá quiero que el tiempo pase, que Sandra se olvide de lo que pasó y podamos vivir en paz, así. 

—¿Sin hijos?, eso no es lo que tú quieres y lo sabemos perfectamente, siempre has soñado con una familia, hermano ya estás en esto, tu mujer es feliz, tu padre ni se diga, después de todo ese bebé llevará tu sangre, tus genes y parte de ti siempre será el, ¿no te emociona ni un poco?— pregunta viendo la duda en el— no, no tengo ningún interés en pensar que pondré mis genes en el cuerpo de una mujer que es capaz de vender una parte de ella, porque ese niño sería mi hijo, pero también de ella, de alguna desconocida que me quiera alquilar su vientre aun con todo y mi compromiso— mira el nombre de Sandra en el celular diciéndole que espera una respuesta de sus opciones y que deje de darle largas al asunto. 

—Esto es una m****a…

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MANSIÓN SMITH 

—El tiempo pasa y por mucho que he rechazado buenas ofertas, nada es lo que necesito, convencer a Sandra de hacer esto no fue nada fácil pero finalmente se logró— habla por teléfono James en la seguridad de su despacho— claro que se tendrá el dinero, eso no lo dudes pero necesito encontrar lo que yo estoy buscando— cuelga la misteriosa llamada. 

—Señor, lamento mucho la interrupción— ingresa el chófer y uno de los hombres de confianza de James. 

—¿Qué quieres?, ¿Estabas escuchando? 

—Si— confiesa ante la rabia de su jefe— pero no es lo que piensa, no lo hice porque sea mi costumbre, solo fue una casualidad que oí desde hace semanas y con mucho respeto quiero decirle que yo tengo lo que usted busca— hablo con algo de miedo por el riesgo pero la mirada fría de James le indica que hable— se que le preocupa que en el camino, el instinto maternal de una mujer pueda interferir en sus planes, que el calor de una madre haga que quizá no quieran luego dar al bebé— y es totalmente cierto— sin embargo, como digo, yo tengo lo que usted quiere y necesita. 

—¿Te vas a embarazar o de qué diablos hablas? 

—Nada de eso señor, yo conozco a una mujer que por dinero sería capaz de entregarle su vida al diablo, capaz de gestar un hijo sin el más mínimo vínculo, mientras que la cantidad de dinero le abra las alas, alquilar su vientre por 9 meses no será nada a todo lo que puede ganar. 

—¿De quién estás hablando Denis?. 

—De mi novia, una mujer que por conseguir lo que quiere no le importará dar a luz y dejar al bebé en un basurero si hay dinero de por medio, lo que Hellen más odia en el mundo es la maternidad, le aseguro que ella sería la mujer perfecta que le dé el nieto que tanto desea y necesita. 

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