—Te dejo libre mi amor.
Las palabras de la mujer que ha sido su vida por muchos años, resuenan en los oídos de Bennett que no puede procesar lo que está pasando, demasiadas emociones juntas pueden hacer que cualquier cabeza explote sin embargo él siempre se ha caracterizado por un ser hombre sensato aunque en este momento nada de ello quepa, el amor que siente por Sandra es tan real que está dispuesto a desechar el sueño de formar una familia mientras que ella está dispuesta a hacer el sacrificio de dejar ir al hombre de su vida para que tenga lo que tanto anhela. Nada más que sollozos se escuchan en este momento, excepto por la voz de James quien le dice a su hija que estará bien, que el estado de sensibilidad en el que está es comprensible y si nadie más lo entiende él si, el diamante hermoso brilla en la cama y es Bennett quien lo toma para repasar la joya que con tanto amor dio y ahora le es devuelta después de 4 años. —¿Estos son 4 años para ti?— le pregunta a la rubia que llora desconsolada— ¿No valen nada para ti?— la mira suspirando y sabiendo que también sufre. —No te quiero dejar— tiene casi un shock al llorar y querer hablar al mismo tiempo— nunca he amado ni amaré a nadie como a ti, por eso no te voy a sacrificar, tu mereces ser feliz— vuelve a decir— a tu lado ¡Maldita sea!, contigo— se acerca tomando su rostro con desesperación— no sin ti, yo también sueño con un hijo nuestro pero se mejor que nadie lo que es crecer sin una madre— también llora mirando los ojos celestes de la mujer— mi abuela, mi padre, les agradezco que me acompañen, desde que mamá murió pero aún así, era mi madre y no quiero criar a un niño que sufra por eso, no te quiero perder— se aferra a ella— no hagas esto por favor. —Seamos felices entonces— es ella ahora quien toma su rostro— te lo ruego, es un bebé que no crecerá en mi vientre, pero si en nuestros corazones, tuyo y mío, mi amor por lo que más quieras— se miran y ambos se abrazan— será un Hamilton— dice Roger siendo mirado por su madre— será nuestro nieto— comenta James mientras Anna no está de acuerdo pero ella nunca le llevaría la contraria— ayúdanos Nicolás— dice Sandra aún suspirando— ayúdanos a encontrar a la mujer perfecta para que lleve a nuestro bebé— lo haremos hija, los vamos a ayudar. * * * Unas semanas importantes han pasado y con ello la recuperación física de Sandra se ha hecho del todo bien, el viaje que tuvieron ella y Bennett a las hermosas colinas italianas ha logrado que parte de aquel dolor emocional sea sobrellevado de la mejor manera más aún con la ilusión de la pintora por saber que en algún momento llegará la mujer que le dará el bebé que tanto desea aunque eso no sea tan fácil como parece. —No entiendo, si no te emociona. ¿Para que aceptaste?— pregunta intrigado Andrew, mejor amigo de Bennett. —Ya te dije, estoy agotado de todo esto— revisa los muchos documentos que tiene entre el trabajo acumulado y las hojas de vida que Sandra ha seleccionado para ser la mujer que alquile su vientre— supongo que la parte más fácil de todo esto, será venirte en un pote del tamaño de un plato— intenta ser gracioso pero está vez no funciona— estás algo insoportable Bennett. —Déjame en paz, estoy harto de esto, todavía no puedo procesar que el día del cumpleaños de mi papá todo se haya arruinado, no me interesa la opinión de los demás pero es detestable ver cómo la pérdida de mi hijo— y solo decirlo le duele enormemente— haya hecho que un par de socios retiren sus acciones del banco, es una estupidez y una locura mas grande seleccionar papeles como si se tratara de algún empleado, elegir a la mujer que me dará un hijo y no se arrepienta en el camino no es nada normal pero veo la ilusión de Sandra— habla viendo la fotografía que tiene de los dos— cuando se trata de ella, todo mejora— habla Andrew sabiendo cuáles son los sentimientos de su amigo. —Lamento que las cosas estén pasando así pero no te olvides que cuentas conmigo— palmea su hombro— sin embargo es hora de pensar con cabeza fría y si tú no lo haces, nadie lo hará por ti, la obsesión de Sandra y sus familias por un bebé los ha traído a este punto y es momento de elegir— ordena los documentos y nuevamente los pone en la mesa, debes elegir. —Quizá sea eso, quizá no quiero elegir, quizá quiero que el tiempo pase, que Sandra se olvide de lo que pasó y podamos vivir en paz, así. —¿Sin hijos?, eso no es lo que tú quieres y lo sabemos perfectamente, siempre has soñado con una familia, hermano ya estás en esto, tu mujer es feliz, tu padre ni se diga, después de todo ese bebé llevará tu sangre, tus genes y parte de ti siempre será el, ¿no te emociona ni un poco?— pregunta viendo la duda en el— no, no tengo ningún interés en pensar que pondré mis genes en el cuerpo de una mujer que es capaz de vender una parte de ella, porque ese niño sería mi hijo, pero también de ella, de alguna desconocida que me quiera alquilar su vientre aun con todo y mi compromiso— mira el nombre de Sandra en el celular diciéndole que espera una respuesta de sus opciones y que deje de darle largas al asunto. —Esto es una m****a… * * * MANSIÓN SMITH —El tiempo pasa y por mucho que he rechazado buenas ofertas, nada es lo que necesito, convencer a Sandra de hacer esto no fue nada fácil pero finalmente se logró— habla por teléfono James en la seguridad de su despacho— claro que se tendrá el dinero, eso no lo dudes pero necesito encontrar lo que yo estoy buscando— cuelga la misteriosa llamada. —Señor, lamento mucho la interrupción— ingresa el chófer y uno de los hombres de confianza de James. —¿Qué quieres?, ¿Estabas escuchando? —Si— confiesa ante la rabia de su jefe— pero no es lo que piensa, no lo hice porque sea mi costumbre, solo fue una casualidad que oí desde hace semanas y con mucho respeto quiero decirle que yo tengo lo que usted busca— hablo con algo de miedo por el riesgo pero la mirada fría de James le indica que hable— se que le preocupa que en el camino, el instinto maternal de una mujer pueda interferir en sus planes, que el calor de una madre haga que quizá no quieran luego dar al bebé— y es totalmente cierto— sin embargo, como digo, yo tengo lo que usted quiere y necesita. —¿Te vas a embarazar o de qué diablos hablas? —Nada de eso señor, yo conozco a una mujer que por dinero sería capaz de entregarle su vida al diablo, capaz de gestar un hijo sin el más mínimo vínculo, mientras que la cantidad de dinero le abra las alas, alquilar su vientre por 9 meses no será nada a todo lo que puede ganar. —¿De quién estás hablando Denis?. —De mi novia, una mujer que por conseguir lo que quiere no le importará dar a luz y dejar al bebé en un basurero si hay dinero de por medio, lo que Hellen más odia en el mundo es la maternidad, le aseguro que ella sería la mujer perfecta que le dé el nieto que tanto desea y necesita.—¿Aún sigues pensando lo que te dije? Mi amor es el negocio de nuestras vidas y así salir de este lugar de una vez por todas.—Yo no quiero ser madre, los niños no son lo mío. —Pero el dinero sí. Desde que la madre de Hellen tomara la triste decisión de quitarse la vida, la joven de 23 años quedó huérfana cuando tenía 10 y desde ese día la inocencia se perdió dándole espacio a una mujer que respira y vive por conseguir dinero, con pocas oportunidades y una vaga educación, lo máximo que ha podido ser es mesera de un bar en una zona peligrosa de New York donde casi nadie conoce la forma de vivir mejor, pues la escasez es bastante. Su relación con Denis se dió desde los 18 años y aunque él la ha ayudado económicamente, Hellen no es el tipo de mujer que busque ser dependiente de nadie pues hasta cierto punto aunque está enamorada también vive amargada por las oportunidades que no ha tenido, sin padre ni madre y la dureza de la calle donde pasó un tiempo después de quedar huérfana la h
LA ELEGIDA —Tu no eres nadie para decidir algo que solo nos compete a Sandra y a mí— explota Bennett que comúnmente es un hombre mesurado pero la situación es estresante— está mujer es una ladrona.—Y este hombre un asesino— pelea Hellen— él me atropelló con su auto— dice y Sandra abre los ojos de par en par— me dijo que mi bicicleta era muy poca cosa para el lugar donde estaba, estaba con la camisa llena de sangre— se aleja de él y mira a la rubia llorosa— no estoy mintiendo— la ve— más bien deberías alejarte de este— lo señala como si nada— no entiendo como quieres darle un hijo a este tipo. Las palabras de la impulsiva mujer salen con veneno de sus bonitos labios ante la mirada de los presentes que la ven con confusión, molestia y hasta miedo pues después del trato a solas, James no se quiere imaginar que ella desista de alguna manera pues ante lo poco que sabe y ha escuchado de ella, le parece la mujer perfecta para tener al bebé que su hija tanto anhela y le daría el poder que
7. EL HOMBRE QUE TU MATASTE Las cartas están puestas sobre la mesa y cada uno está en busca de lo que más le conviene juntos o separados, el trato está hecho y la felicidad de Sandra no cabe en su cuerpo. —Mil gracias, papá gracias por todo— abraza la rubia a su padre que no podría estar más satisfecho— gracias Hellen y tu— abraza y besa a Bennett— amor mío. —Mi vida— la besa con ternura al ver el brillo de emoción que hay en ella y no veía hace mucho— Sandra haría y haré todo por hacerte feliz y ver esos hermosos ojos brillar como el día en que nos conocimos. El amor se siente en el aire para los dos como siempre, Sandra toma feliz la mano del hombre que ama mientras Hellen mira como también le estira la mano a ella dudando en porque lo hace y es que la mujer es una persona sensible y ahora más que nunca, después de varios segundos la mujer de cabello oscuro acepta tomarla y es la rubia quien junta las manos de la mujer que será la madre del bebé que tanto anhela y la de su
RAZONES TORMENTOSAS —Harás lo que te digo— habla James sirviéndose un trago— no hay esto para ti— señala el alcohol— después de todo por lo que entiendo, mataste a ese hombre drogada y borracha. —¡No es verdad!— estampa su delicada mano Hellen en la mesa— las cosas no fueron así y no estoy aquí para darle explicaciones— ella es desafiante y eso enfurece a James— si hubiese querido decir algo ya lo hubiese hecho, pero no, después de todo entre ratas no nos vamos a poner caretas. —¡Cómo te atreves!.—Es la verdad, ¿qué clase de padre le pide a una desconocida que le quite el marido a su hija?— pregunta con sarcasmo— ¿A qué está jugando Señor Smith?. —Al juego del poder dónde muy bien beneficiada estarás— responde molesto. Para un hombre que no está acostumbrado a que ninguna mujer le diga que no, el desafío de Hellen a pesar de verse amenazada lo hace sentirse confundido y molesto, forzado a tener que dar explicaciones comienza a hablar de sus planes de forma escueta, sin dar mucho
DÍAS FÉRTILES —No puede estar bien.—¿De qué hablas?— la mira Bennett dándose cuenta que no está bien— se supone que eres una mujer sana, tenemos un contrato— se desespera un poco— mírame— la toma del rostro para revisar qué le pasa— mírame. —!No me toques!— se suelta rápido odiando la palabra contrato— yo estoy perfectamente bien— finge estar repuesta pero sigue pálida— estoy bien. —Claro que no— la ve temblar— mírate como estás, pareces una hoja, estás pálida— intenta tocar su frente pero se aleja a la defensiva— déjame— respira hondo y se empieza a recomponer— yo estoy muy bien y no necesito de tu ayuda. Las palabras siempre pueden ser simples si no cargarán tanto detrás, Hellen ya no luce feliz como estaba por ver el dinero, ahora tiene la mirada oscura como su alma y eso se lo hace saber a Bennett que no está feliz con lo que ve mucho menos ahora, la dureza de la mujer es incómoda a diferencia de la dulzura con la que sabe tratar a Sandra y pensar que la mujer joven, hermosa
10. ESTOY EMBARAZADA —Todo va a salir bien— le dice Nicolás a Hellen que ya está vestida como debe ser— ¿tienes miedo verdad?. —Para nada— responde ella— muy bien no te preocupes, no te presiono solo recuerda que la probabilidad de embarazo es del 25% en cada intento de inseminación. —¿Tan pocas probabilidades hay de que quede embarazada ahora?— se empieza a desesperar sabiendo que entre más tiempo demore, más peligro corre con James sabiendo su pasado— tiene que ser ahora. —Es médico, no Dios— aparece Bennett después de un buen rato sin corbata y de mal humor al ver que lo miran— ya basta, ponte a trabajar y tú— grita a Hellen que se ríe al verlo— ¿Te estás burlando de mi?. —No, y no me señales con esa mano que habrá estado muy ocupada— dice la mujer de cabello oscuro haciendo que Nicolás aplauda su buen humor y Bennett lo quiera matar— así es como debes estar Hellen— la felicita mientras el pelinegro pierde la paciencia. —Más vale que si hagas milagros y ella quede embarazada
MIEDOS Y RAZONES —¡Dios mío!— habla Sandra con los ojos cristalizados— estás embarazada. Toma la prueba de embarazo que Hellen tiene en las manos y la abraza emocionada confirmando el resultado con emoción, emociones que están a flor de piel cuando el tan esperado momento ha llegado con la rapidez que es la esperanza que la rubia no dejó de soñar y no es la única, Roger y la abuela de Benett también se suman a ello y felicitan con algarabía a la mujer que gestara al heredero, el abuelo no puede ocultar su emoción y eso causa algo de tristeza en la rubia quien ve como su suegro es cariñoso y agradecido con Hellen que no podría estar más abrumada y nerviosa. —Vas a ser mamá— dice Elba acariciando el cabello castaño y largo de la mujer. —Solo soy el vientre que llevará a su bisnieto— responde con una media sonrisa que no es la de una mujer feliz— haré lo mejor que pueda lo prometo— recibe la mano de ella a la que se suma Sandra nuevamente agradeciendo y hablándole a la única p
Una imagen maravillosa —Tienes toda la razón, a mí ese niño me importa de la misma manera que a ti tu hija no te interesa— encara Hellen a James que lejos de molestarse, está vez se ríe y le dice que ella no entiende nada. Y es lo más seguro, la mujer se va rauda a su habitación y lo hace tan rápido que casi tropieza renegando y dándose cuenta que no siente nada más que miedo por ella, su situación no es la que ella pensaba mucho menos acompañada de las náuseas que tiene y eso no la puede hacer sentir más tonta e infeliz por sus decisiones. —¡Soy una estúpida!— golpea la cómoda viendo su reflejo en el espejo— pronto seré una pelota— levanta su camiseta y mira su abdomen plano sabiendo que son solo apenas semanas las que tiene— te pasa igual que a mí— le habla a su vientre— no parece pero nadie te quiere, solo eres un objetivo para cada una de las personas que estamos aquí— sigue viendo su barriga— me incluyo porque Sandra está obsesionada con darle gusto a su padre, tu padre ni siq