Hazel
Las ganas de huir en este mismo instante son casi tan poderosas como el terror que me recorre el cuerpo… casi. Pero aunque cada fibra de mis músculos lucha por moverse, simplemente no soy capaz de hacerlo. Siento un estremecimiento mientras veo los ojos de Erik, se nota en su mirada que disfruta ver mi cara de desconcierto y pánico.
Los lobos que tengo frente a mí parecen sacados de una película de miedo. Son altos, caminan en dos patas y parecen una extraña mezcla entre humanos y bestias. Sus ojos son amarillos o azules, pero todos coinciden en mirarme con ganas de devorarme ahí mismo. Algunos parecen reírse y otros están más preocupados por el siguiente movimiento de Erik.
Mi corazón palpita a toda velocidad cuando uno de ellos se ve lo suficientemente interesado como para acercarse. Pronto me doy cuenta de que no es un él, es una mujer. Su cuerpo es más esbelto y aunque su pecho está lleno de un pelaje marrón, se le nota un bulto que sobresale, son sus sen0s.
La mujer cierra los ojos y su cuerpo regresa a la normalidad de un momento a otro. El pelaje se le cae de golpe y se reduce como dos veces de altura, hasta que queda como una guapa chica de cabellera rubia igual a la de él. Está desnuda, así que aparto la vista mientras ella se cubre con una bata de seda rosada.
—¿Qué estás haciendo Erik? —le pregunta la chica, con una naturalidad que me escarapela el cuerpo. ¿Acaso no le tiene miedo?
—Solo le doy el tour a nuestra nueva invitada permanente —contesta con un ligero gruñido en la voz.
—¿Así es como tratas a la madre de tu cachorro? —le cuestiona.
Siento una arcada al escuchar la palabra “madre”. Todavía no entiendo muy bien del todo lo que ha pasado. Él dice que soy la madre de su cachorro, pero estoy bastante segura de que no ha pasado nada entre nosotros. A menos que…
—Cariño, estás temblando —me dice la chica apartándome de él. Erik le enseña los colmillos y un gruñido gutural sale de su garganta.
—Tranquilo, no te la voy a robar —bromea. Luego voltea a mirarme a mí—. Soy Rosie, la hermana del hombre lobo Alfa aterrador —dice y me guiña un ojo.
—¿Her-hermana? —tartamudeo.
Ella se ríe, como si esto fuese lo más normal del mundo, como si hace un par de horas todo esto no hubiese sido parte de la fantasía de una imaginación muy creativa.
—Llévatela, encárgate de enseñarle lo que haga falta y prepárala para el festival —ordena Erik.
Rosie me arrastra lejos de ese jardín aterrador lleno de bestias sacadas del infierno. Sigo en shock, caminando a su lado hasta que me hace entrar a una habitación diferente de la casa.
—Debes estar muy asustada —comienza a decir—, pero te aseguro que mi hermano no es tan malo como parece.
—Lo dudo —murmuro, tan bajo, que pienso que no me ha escuchado. Sin embargo, Rosie me sonríe mientras exprime una toalla que estaba empapada en agua.
—No ha tenido mucho trato con humanos desde… Mmm, creo que desde el 1900, hace como cien años.
Trago en seco… ¿cien años? Ella nota mi expresión de sorpresa.
—En realidad, Erik tiene trescientos años, pero ¿quién los cuenta? —dice encogiéndose de hombros.
Rosie comienza a limpiarme la suciedad del cuerpo. Tengo tantas preguntas atoradas en la garganta que no sé por dónde empezar.
—¿Por qué…? —Ella levanta la mirada, y por un instante veo un ligero destello dorado en sus ojos— ¿Por qué estoy aquí?
—Porque, por alguna razón, eres la primera mujer que sobrevive a una inseminación del Alfa.
Vuelvo a tragar grueso. He escuchado esa palabra antes, pero no estoy segura de lo que significa.
—¿Qué?
—Mi hermano lleva siglos buscando reproducirse para dejar un descendiente, nuestro siguiente Alfa. Pero por alguna razón… nadie sobrevive. Ni de forma natural o asistida. Erik tiene… bueno, eso no importa. Lo que importa es que sobreviviste, eres la elegida.
—Pero yo no quiero… yo no puedo… apenas acabo de salir del orfanato y yo… —digo con un nudo en la garganta.
—Por los próximos cinco meses serás tratada como una reina loba aquí. No te preocupes, Erik se cortaría un brazo antes de dejar que alguien te lastime. Estás embarazada del Alfa, eso significa que eres el miembro más importante de la manada ahora.
Embarazada… no quería aceptar esa palabra, no quería usarla hasta que ella la dijo. Rosie termina de limpiarme y me recuesta en la cama como si fuese mi hermana mayor.
—Descansa, mañana habrá un festival. Es algo anual, vienen manadas de otros lados para la bendición de la diosa Luna. Es un día importante para los lobos porque se manifiesta el lazo lycan que nos une con nuestra pareja destinada —cuenta ella con tanta emoción, pero para mí no significa nada—. Tal vez mañana por fin me enlace con mi Mate —dice chillando de alegría.
Rosie se va y me deja sola en esa habitación oscura. Me abrazo a mí misma y llevo una mano a mi vientre sin poder creer lo que sucede.
Estoy embarazada de un hombre lobo… y ni siquiera he tenido mi primera vez con nadie.
Las lágrimas fluyen de mis ojos sin que pueda detenerlas. Esto es peor que una pesadilla. Lloro hasta quedarme dormida.
A la mañana siguiente el sol se asoma desde el horizonte. Miro por la ventana y alcanzo a observar la ciudad a lo lejos. A pesar de que podría llegar en pocas horas si camino, me siento como si me hubieran transportado a otro mundo.
De pronto escucho la puerta que se abre detrás de mí. Me giro con el corazón acelerado, pensando que será él, pero no. Es Rosie.
—Buenos días, Hazel. Te he traído el vestido que usarás esta noche —anuncia. Lleva colgando de su mano un bellísimo vestido plateado con brillos, bastante apegado al cuerpo, pero dudo que me quede bien algo así.
—¿Para mí?, pero no soy… no soy como ustedes, ¿para qué querría ir a un festival de lobos? —pregunto.
Ella sonríe y me mira con condescendencia.
—Obvio que no vas a participar de la bendición, pero Erik te quiere a su lado para poder protegerte. Vienen Alfas de otras manadas, es por seguridad. Solo estarás sentada y mirarás —asegura—. Bueno, pruébatelo.
Suspiro. No tengo otra opción. Aunque dudo que Erik quiera protegerme, él solo quiere cuidar al cachorro que crece dentro de mí.
CAPÍTULO 5: EL FESTIVALHazelLas horas en este lugar pasan tan lento, que desde que me probé el vestido hasta ahora que ha salido la luna llena, siento que han transcurrido años. Por suerte no lo he visto en todo el día. Su hermana ha estado explicándome cómo funciona este mundo sobrenatural.Hay tipos de lobos, los Alfas son los más poderosos; con ojos rojos carmesí, después están los Betas de ojos amarillos como ella, y por último los Omegas de ojos azules.Esta noche voy a verlos a todos, pero me advirtió que debía tener mucho cuidado con los Alfas, porque son los más impredecibles y peligrosos.Yo apenas estoy asimilando que vivo en una mansión llena de criaturas y que en mi vientre crece algo que ni siquiera puedo explicar. Pero aun así me pongo el vestido plateado con brillos y ceñido a mi cuerpo y me preparo para el festival de Luna.Cuando acabo de arreglarme me miro al espejo y no me reconozco. Parece que mi vida de humillación y maltratos en el orfanato no eran nada en comp
CAPÍTULO 6: NOCHE DE LUNAErikNo sé cómo demonios he llegado a este punto. Toda mi vida he controlado cada aspecto de mi existencia, pero ahora estoy al borde del colapso, atrapado entre mi responsabilidad como Alfa y el insaciable deseo que esta humana despierta en mí…. Hazel.Mi lobo ruge dentro de mí, reclamándola, exigiéndome que la tome, que marque lo que nos pertenece. El poder de la luna llena intensifica cada emoción, cada instinto, y aunque he pasado años perfeccionando mi autocontrol, ella lo está desmoronando todo con su mera presencia y esos maldit0s movimientos en la pista de baile que provocaron una erecci0n entre mis pantalones. A pesar de todo, ella no puede ser mi Luna, ella solo es una pequeña humana.Mis manos envuelven su figura, tan pequeña, tan delicada, y por un instante me detengo. Si no fuera por el cachorro que crece en su vientre, podría romperla sin siquiera intentarlo. Esa única verdad me mantiene lo suficientemente cuerdo para no perderme por completo.P
CAPÍTULO 7: PRIMERA VEZHazelEstoy completamente perdida. Mi mente es un caos, pero mi cuerpo parece tener ideas propias. Todo lo que siento es la boca del Alfa, sus manos, su calor envolvente entre mis piernas. No sé cómo llegamos a esto, pero cada fibra de mi ser se enciende bajo su toque.Cuando me empujó contra la pared con tanta fuerza, pensé que mi vida terminaría en ese instante. Pero no. Esto… esto es otra cosa. Es un fuego que nunca supe que podía arder en mí. Mis piernas temblaron al principio, pero ahora lo único que siento es un plac3r que roza lo insoportable.Mis ojos buscan los suyos, y lo que veo me deja sin aliento. Hay una intensidad en él, una mezcla de deseo salvaje y algo más oscuro, algo que debería asustarme, pero en lugar de eso me atrae como una polilla a la llama. Pensé que me odiaba, que me despreciaba. Pero la forma en que me mira ahora… esto no puede ser odio.Cuando Erik se aparta, el aire frío golpea mi piel, arrancándome un jadeo involuntario.—Erik —s
CAPÍTULO 8: SE DESVANECE EL EFECTOHazelPasé la noche en su habitación. Mientras mi mente repasaba lo que había ocurrido, la fatiga terminó por vencerme. Pero al abrir los ojos por la mañana, me encuentro en un lugar diferente. Ya no estoy en el refugio cálido de su cama; ahora estoy de vuelta en la habitación donde Rosie me había llevado inicialmente.Una bata ligera envuelve mi cuerpo, apenas me cubre. Al intentar ponerme de pie, un dolor profundo y punzante atraviesa mis caderas, muslos, pecho y vientre. Cada movimiento es un recordatorio fresco de la intensidad de la noche anterior. Me acerco al espejo, temerosa y curiosa, solo para confirmar lo que imaginé mientras conciliaba el sueño.Moretones. Marcas. Su rastro.Las huellas de sus dedos están grabadas en mi piel como un testamento de lo que hicimos. En lugar de sentir dolor, son un recordatorio que enciende un calor inesperado en mi interior. Mi reflejo me devuelve una mirada que no reconozco del todo: mis labios hinchados, m
CAPÍTULO 9: LA CEREMONIA DE ACEPTACIÓNHazelMe siento como una completa tonta. No puedo creer que, por un momento, me permitiera pensar que Erik podría sentir algo por mí. Qué ingenua. Por supuesto que lo de anoche no fue más que un capricho suyo, una necesidad carnal satisfecha con la presa más fácil y accesible. Mi dignidad quedó aplastada junto a la pared donde me tuvo.Aprieto la mandíbula con fuerza, tratando de fingir que sus palabras no me han lastimado hasta lo más profundo de mi corazón.—Yo… no iba a decir nada —murmuro con la voz más firme que consigo reunir, intentando aparentar una seguridad que no siento.—Bien. Más te vale —contesta con una frialdad que me hiela la sangre. Luego suelta, sin siquiera mirarme—: Y espero que te hayas duchado bien. No quiero habladurías en la manada.Parpadeo, desconcertada, hasta que sus palabras se hunden completamente en mi mente. Mi rostro arde al comprender lo que quiere decir. Los lobos pueden oler… eso.Mis ojos se abren como platos
CAPÍTULO 10: ESPEJOErikUna transgresión en menos de veinticuatro horas. Es lo único que estoy dispuesto a tolerar. Después de lo que hice anoche con Hazel necesito recuperar el control, no solo sobre mí mismo, sino sobre toda mi manada. La luna llena se desvaneció llevándose consigo cualquier rastro de ese instinto animal que me dominaba, pero cuando regresó la razón, ya era demasiado tarde.Pero no cometeré otro error. No voy a permitir que Rosie Stone, mi hermana, una de las Betas más fuertes y estratégicas que tenemos, se enlace con un convertido. Un lobo de segunda categoría que apenas y sobrevivió a la mordida y pertenece a una manada insignificante.Me alejo del comedor, dejando tras de mí un silencio tenso y cargado. Puedo sentir las emociones de mi manada, sus pensamientos revolotean como chispas en el aire. Por suerte, no están transformados; si lo estuvieran, el bullicio mental sería insoportable. No me importa. Mi decisión está tomada.Nunca había negado un vínculo lunar.
CAPÍTULO 11: PROMETIDAHazelEl shock de haber vomitado frente a un montón de lobos que seguramente pueden percibir el asqueroso olor a kilómetros, no se compara con lo que acaba de decir Rosie. ¿Acaso Erik también lo sintió? No, peor aún, no solo lo sintió sino que vomitó también.Sé que soy nueva en este mundo sobrenatural, pero algo me dice que no es nada normal.Después de limpiar muy bien mi boca, Rosie entra en la habitación con una pastilla para las náuseas.—Toma, bebe esto, te hará sentir mejor —dice con desánimo. Dista mucho de ser la misma Rosie de esta mañana o la de ayer.—¿Estás bien? —le pegunto. Ella suspira y cambia la cara.—¡Claro! Debo cuidarte y a mi sobrino —dice poniendo una mano sobre mi vientre.—No necesitas fingir conmigo, sé que la negativa de tu hermano debió ser devastadora para ti.Rosie no dice nada de inmediato. Se pone de pie y suspira con pesadez evitando mirarme.—Erik cree que puede decidir mi futuro, pero no lo permitiré. Me iré de la manada si es
CAPÍTULO 12: POR CURIOSAErikLa pequeña humana se está convirtiendo en un problema que no puedo ignorar. Por un momento me pareció absurdo, incluso adorable, que creyera que caminando en puntillas iba a pasar desapercibida. Pero la diversión terminó cuando sentí sus latidos erráticos. No solo los escuché, los sentí, como si su desesperación se hubiera conectado directamente a mi pecho.Y entonces, su pensamiento llegó claro en mi mente como un grito desesperado: “Por favor, di que no”.En trescientos años, nadie, ni siquiera otro Alfa se había atrevido a ordenarme algo, mucho menos una humana.Termino la reunión con los viejos del consejo, más irritado de lo habitual, y me lanzo hacia su habitación. Su aroma aún impregna el aire, dulce y perturbador, pero ahora mezclado con la amargura de sus lágrimas y la desesperación. Esa angustia me persigue, me envenena. Lo de anoche fue un error monumental, y sin embargo, aquí estoy, incapaz de dejarlo pasar.Abro la puerta de un golpe, y el so