CAPÍTULO 7: PRIMERA VEZHazelEstoy completamente perdida. Mi mente es un caos, pero mi cuerpo parece tener ideas propias. Todo lo que siento es la boca del Alfa, sus manos, su calor envolvente entre mis piernas. No sé cómo llegamos a esto, pero cada fibra de mi ser se enciende bajo su toque.Cuando me empujó contra la pared con tanta fuerza, pensé que mi vida terminaría en ese instante. Pero no. Esto… esto es otra cosa. Es un fuego que nunca supe que podía arder en mí. Mis piernas temblaron al principio, pero ahora lo único que siento es un plac3r que roza lo insoportable.Mis ojos buscan los suyos, y lo que veo me deja sin aliento. Hay una intensidad en él, una mezcla de deseo salvaje y algo más oscuro, algo que debería asustarme, pero en lugar de eso me atrae como una polilla a la llama. Pensé que me odiaba, que me despreciaba. Pero la forma en que me mira ahora… esto no puede ser odio.Cuando Erik se aparta, el aire frío golpea mi piel, arrancándome un jadeo involuntario.—Erik —s
CAPÍTULO 8: SE DESVANECE EL EFECTOHazelPasé la noche en su habitación. Mientras mi mente repasaba lo que había ocurrido, la fatiga terminó por vencerme. Pero al abrir los ojos por la mañana, me encuentro en un lugar diferente. Ya no estoy en el refugio cálido de su cama; ahora estoy de vuelta en la habitación donde Rosie me había llevado inicialmente.Una bata ligera envuelve mi cuerpo, apenas me cubre. Al intentar ponerme de pie, un dolor profundo y punzante atraviesa mis caderas, muslos, pecho y vientre. Cada movimiento es un recordatorio fresco de la intensidad de la noche anterior. Me acerco al espejo, temerosa y curiosa, solo para confirmar lo que imaginé mientras conciliaba el sueño.Moretones. Marcas. Su rastro.Las huellas de sus dedos están grabadas en mi piel como un testamento de lo que hicimos. En lugar de sentir dolor, son un recordatorio que enciende un calor inesperado en mi interior. Mi reflejo me devuelve una mirada que no reconozco del todo: mis labios hinchados, m
CAPÍTULO 9: LA CEREMONIA DE ACEPTACIÓNHazelMe siento como una completa tonta. No puedo creer que, por un momento, me permitiera pensar que Erik podría sentir algo por mí. Qué ingenua. Por supuesto que lo de anoche no fue más que un capricho suyo, una necesidad carnal satisfecha con la presa más fácil y accesible. Mi dignidad quedó aplastada junto a la pared donde me tuvo.Aprieto la mandíbula con fuerza, tratando de fingir que sus palabras no me han lastimado hasta lo más profundo de mi corazón.—Yo… no iba a decir nada —murmuro con la voz más firme que consigo reunir, intentando aparentar una seguridad que no siento.—Bien. Más te vale —contesta con una frialdad que me hiela la sangre. Luego suelta, sin siquiera mirarme—: Y espero que te hayas duchado bien. No quiero habladurías en la manada.Parpadeo, desconcertada, hasta que sus palabras se hunden completamente en mi mente. Mi rostro arde al comprender lo que quiere decir. Los lobos pueden oler… eso.Mis ojos se abren como platos
CAPÍTULO 10: ESPEJOErikUna transgresión en menos de veinticuatro horas. Es lo único que estoy dispuesto a tolerar. Después de lo que hice anoche con Hazel necesito recuperar el control, no solo sobre mí mismo, sino sobre toda mi manada. La luna llena se desvaneció llevándose consigo cualquier rastro de ese instinto animal que me dominaba, pero cuando regresó la razón, ya era demasiado tarde.Pero no cometeré otro error. No voy a permitir que Rosie Stone, mi hermana, una de las Betas más fuertes y estratégicas que tenemos, se enlace con un convertido. Un lobo de segunda categoría que apenas y sobrevivió a la mordida y pertenece a una manada insignificante.Me alejo del comedor, dejando tras de mí un silencio tenso y cargado. Puedo sentir las emociones de mi manada, sus pensamientos revolotean como chispas en el aire. Por suerte, no están transformados; si lo estuvieran, el bullicio mental sería insoportable. No me importa. Mi decisión está tomada.Nunca había negado un vínculo lunar.
CAPÍTULO 11: PROMETIDAHazelEl shock de haber vomitado frente a un montón de lobos que seguramente pueden percibir el asqueroso olor a kilómetros, no se compara con lo que acaba de decir Rosie. ¿Acaso Erik también lo sintió? No, peor aún, no solo lo sintió sino que vomitó también.Sé que soy nueva en este mundo sobrenatural, pero algo me dice que no es nada normal.Después de limpiar muy bien mi boca, Rosie entra en la habitación con una pastilla para las náuseas.—Toma, bebe esto, te hará sentir mejor —dice con desánimo. Dista mucho de ser la misma Rosie de esta mañana o la de ayer.—¿Estás bien? —le pegunto. Ella suspira y cambia la cara.—¡Claro! Debo cuidarte y a mi sobrino —dice poniendo una mano sobre mi vientre.—No necesitas fingir conmigo, sé que la negativa de tu hermano debió ser devastadora para ti.Rosie no dice nada de inmediato. Se pone de pie y suspira con pesadez evitando mirarme.—Erik cree que puede decidir mi futuro, pero no lo permitiré. Me iré de la manada si es
CAPÍTULO 12: POR CURIOSAErikLa pequeña humana se está convirtiendo en un problema que no puedo ignorar. Por un momento me pareció absurdo, incluso adorable, que creyera que caminando en puntillas iba a pasar desapercibida. Pero la diversión terminó cuando sentí sus latidos erráticos. No solo los escuché, los sentí, como si su desesperación se hubiera conectado directamente a mi pecho.Y entonces, su pensamiento llegó claro en mi mente como un grito desesperado: “Por favor, di que no”.En trescientos años, nadie, ni siquiera otro Alfa se había atrevido a ordenarme algo, mucho menos una humana.Termino la reunión con los viejos del consejo, más irritado de lo habitual, y me lanzo hacia su habitación. Su aroma aún impregna el aire, dulce y perturbador, pero ahora mezclado con la amargura de sus lágrimas y la desesperación. Esa angustia me persigue, me envenena. Lo de anoche fue un error monumental, y sin embargo, aquí estoy, incapaz de dejarlo pasar.Abro la puerta de un golpe, y el so
CAPÍTULO 13: BIENVENIDA, LUNAHazelEs imposible contener las lágrimas. No es solo por lo que dijo Erik, ese idiota arrogante que parece disfrutar torturándome, sino por todo lo que me rodea. Me siento usada, ingenua, y más vulnerable que nunca en este lugar del que no puedo escapar. Obligada a un destino que no elegí y que ahora parece imposible de rechazar.Sé que Erik disfrutó ordenarme que atendiera a su prometida. Lo vi en su mirada gélida, en la manera deliberada y cruel con la que pronunció cada palabra, como si quisiera enterrarlas en mi piel. Sabe que me duele, lo que no entiendo es por qué. ¿Por qué le importa hacerme sentir así?Me echo sobre la cama, exhausta. Al principio, el sueño no llega. Me quedo mirando el techo, luchando contra la realidad que me aplasta desde todas las direcciones. Pero eventualmente, el cansancio gana, y me sumerjo en un sueño profundo sin darme cuenta.Un golpe seco en la puerta me sobresalta al amanecer.—¡Señorita Hazel! ¿Ya está lista? —pregun
CAPÍTULO 14: AMENAZA LATENTEHazelCamino delante de Kara mientras le muestro la mansión. Puedo sentir su mirada perforándome la espalda, evaluándome y descartándome como si no fuera más que un insecto bajo su zapato. La incomodidad se pega a mi piel, pero la ignoro, o al menos trato de hacerlo. Suspiro y abro la puerta del último cuarto.—Esta será su habitación —digo haciéndome a un lado para que pase.Hasta ahora siempre hemos estado rodeadas de otros lobos, testigos que la mantienen educada, pero ahora estamos solas. En cuanto cruza la puerta, algo cambia. La atmósfera se vuelve pesada, asfixiante. Instintivamente la sigo dentro, pero apenas lo hago, la puerta se cierra de golpe detrás de mí.Antes de que pueda reaccionar, Kara se abalanza sobre mí. Su mano se estrella contra mi garganta, aplastándola contra la pared con una fuerza descomunal.Mis ojos se abren de par en par, el pánico me inunda. Mis manos intentan apartarla, empujarla, pero es como tratar de mover una montaña. Su