Jorge toma en sus brazos a Luz y la saca del auto. Me apresuro a abrir la puerta y preparar la habitación para que la coloque en su cama.
Mientras le indico a Javier que se lave los dientes, le quito los zapatos a Luz y la arropo. Se cansó mucho en el restaurante. Además ya ha pasado su hora de dormir.Cuando termino con ella, voy a la habitación de Javier y lo arropo también. Deposito un beso en su frente y me despido de él.En nuestra habitación, entro al baño quitándome los aretes. Jorge no está. Me quito la ropa y comienzo a desmaquillarme, me estoy poniendo la bata para dormir cuando un par de manos me agarran los senos por detrás.Jorge me aprieta contra él y puedo sentir su dureza mientras me estruja.Después de todo lo que pasó hoy, no me apetece tanto. Sin embargo, él siempre logra prenderme. Besa mi cuello mientras sus manos siguen estrujando mis senos. Finalmente me da la vuelta y sus labios van directamente a la zona que sabe me prende más que nada.Ha sido un seXo increíble. Jorge está dormido. Aunque siempre soy yo la que se duerme primero hoy no logro hacerlo.Estuvo diferente. Me ha hecho el amor como nunca, como que hoy se ha esmerado más. Lo sentí muy concentrado en satisfacerme y, no es queja, en absoluto. Siempre lo disfruto. Jorge es muy bueno y hemos logrado una conexión sexual extraordinaria. Es solo que esta noche me ha parecido como al inicio cuando trataba de que todo fuera perfecto. Aunque él nunca lo dijo, como tratando de que yo olvidara a Julián.No logro pegar ojo en toda la noche, sin embargo la vida sigue así que antes de que suene mi alarma me levanto para ducharme.Hay que prepararnos para la escuela de los chiquillos y para ir al trabajo.Hoy llega el nuevo jefe de proyectos. Los rumores dicen que es un extranjero. La tiene difícil pues mucha gente del estudio quería ese puesto. Y aunque hay mucha gente capaz, Andy, por ejemplo, la alta dirección decidió traer a alguien de fuera.Preparo los desayunos mientras Jorge se encarga de levantar a los niños y cambiar a Luz. Es un marido excepcional. Debo dejarme de tonterías y dejar de pensar en Julián. Lo que no fue, ya no será. Estoy segura. Y nunca podré perdonarle su abandono.Luz sube al auto con Jorge y Javier sube conmigo. Aunque hoy quiero llegar más temprano que de costumbre, nunca pero nunca dejo de llevarlo a la escuela.Me apresuro conduciendo. Hablo con Javier sobre cualquier cosa en el transcurso del viaje. Es un niño extraordinario. Muy inteligente pero tímido, debo sacarle las palabras con tirabuzón, de otro modo, casi no habla.Cuando llegamos a su escuela, lo acompañado hasta la puerta y me despido con un beso y un abrazo. Gracias a dios aún no se avergüenza de eso como otros niños.Corro hacia el auto y me apresuro. Quiero que me dé tiempo de atusarme un poco.Llego con mucho tiempo de anticipación. En el estudio hay mucha expectativa por el nuevo jefe. No se habla de otra cosa en todos los pasillos y oficinas.En el baño, me retoco el maquillaje y el peinado.- Dicen que es muy guapo - dice una chica acomodándose el escote para mi gusto exagerado.- Y soltero - dice la otra pintándose los labios de un fucsia demasiado llamativo.- Si es así, no dudaré en tratar de conquistarlo - dice la primera y suelta una carcajada estridente.- Pues yo haré lo mismo, veremos quien lo logra - responde con una mirada felina.Salgo del baño pensando en él. Después de todo, será mi jefe directo. A mi me preocupa más qué tipo persona es y cómo será como jefe.Me da tiempo de prepararme un café y me dirijo a la sala de juntas. Aún faltan más de cuarenta minutos y ya hay bastante gente a la espera. A nosotros nos citaron media hora antes de su llegada. El Director General del estudio nos verá para preparar el terreno para la presentación oficial.Andy aún no llega. Siempre ha tenido problemas con la puntualidad. Seguramente llegará en el minuto justo. Tomo un lugar en el fondo de la gran mesa y me siento tranquila a beber mi café. No me apetece hacer suposiciones antes de tiempo.***Julián se mira al espejo por última vez. Quiere dar la mejor primera impresión. Sobre todo por la sorpresa que se llevarán Andy y María.Toma su bolso de trabajo y lo cruza sobre su hombro, da un rápido vistazo final al espejo, toma las llaves y sale de la habitación en la que se aloja.Aún falta una hora para la reunión pero siempre le ha gustado llegar antes de tiempo. Llegar cuando no lo esperan le da una perspectiva más real de cómo son las cosas. Si no hay tráfico, llegará en veinte minutos.Cuando llega al edificio se sorprende por la limpieza de sus líneas. Es un edifico grande, según sabe, diseñado por el mismo estudio, de ángulos rectos, techos planos, asimetría intencionada y enormes ventanales.Se acerca al escritorio de la recepcionista con una sonrisa.- Nombre? - dice ella en un tono monótono y neutro.- Julián Estrada Ochoa, me esperan en… -- Treinta minutos, arquitecto - dice ella imprimiendo más emoción a sus palabras.- Espero que eso no sea un problema - dice mientras dispara una sonrisa que ruboriza a la chica.- El arquitecto Estrada ha llegado, dice por el aparato en su oreja. Asiente con la respuesta y le da un gafete mientras le indica los ascensores.- Bienvenido arquitecto. Lo esperan en el piso 14 -Julián le guiña un ojo y se dirige a los ascensores. La hora de la verdad. No está tan emocionado por el trabajo en sí sino por una persona en específico, María Scott.Al llegar al piso indicado, una asistente lo espera fuera del ascensor y lo guía hacia la sala de juntas, un lugar con paredes de cristal por las que puede ver a las personas en ella. De un vistazo ve que todos lo observan a su paso. María está sentada bebiendo su café. Parece que no lo ha visto.Julián sonríe por lo bajo, no podría ser mejor.Se despide de la chica con un guiño y entra por la puerta que ella le abre.Entra con un saludo y le da la mano a la primera persona que se acerca. Debe ser el Director General del estudio.No escucha lo que el hombre le dice. Sonríe ante las miradas estupefactas de Andy, sentada a tres personas de él y de María al fondo de la sala.Me quedo muda cuando levanto la cabeza y veo a Julián saludando a nuestro Director General. Miro a Andy y esta igual de sorprendida que yo. Julián luce una sonrisa radiante cuando fija sus ojos en mi. Intento mirarlo con desprecio pero no sale más que una mueca de incredulidad. El director nos indica que tomemos asiento para comenzar con la presentación. Me obligo a no mirar a Julián bajo ninguna circunstancia mientras lo escucho. - Buenos días a todos. El es el arquitecto Julian Estrada Ochoa y es el nuevo jefe de proyectos. -- Arquitecto, este es su equipo de trabajo. Permítame hacer las presentaciones. - La mirada de Julián me causa repudio, sí, me obligo a pensar en él de esa manera. No permitiré que se meta en mi mente. Si voy a trabajar con él, lo mejor para mi será mantenerlo alejado de cualquier manera posible. Julian lo interrumpe y pide que cada persona se presente a sí mismo. Para romper el hielo, dice. Cuando le llega el turno a Andy, Julian le guiña un ojo. El sabe
Quisiera pasar todo el día tratando de evitar a Julián, sin embargo él no lo hace sencillo. Casi una hora después del choque, Megan, su secretaria, me avisa que su jefe me requiere en su oficina. Respiro profundo tratando de relajarme. No debería sentirme así. Nada ha cambiado. El me abandonó. Me desechó como un trapo viejo y no le importaron mis sentimientos ni mi situación.Por supuesto que no lo sigo amando. Amo a mi esposo, Jorge. El es la persona con la que quiero estar siempre. Sin embargo, porque me siento así? Ver a Julián ha puesto todo mi mundo al revés. Realmente pensé que lo había olvidado. Me tomó muchísimo tiempo pero pensé que lo había logrado. Han pasado más de dos años desde la última vez que soñé con él. Algunas noches me despertaba intranquila temiendo haber dicho su nombre dormida. Lo soñé tantas veces que pensé que nunca lo olvidaría. Ni la compañía de Jorge lo logró y, aunque nunca imaginé que regresaría, supuse que ya lo tenía superado.Tomo mi carpeta de
Regreso a casa agobiada. Pero más allá del cansancio por el trabajo me siento exhausta por el lío de sentimientos que siento en este momento. Jorge aún no ha llegado. Javier está en su habitación y Luz duerme. Me recuesto en el sillón y me quito las zapatillas. El tacto con la suave alfombra en mis pies me relaja. Cierro los ojos y trato de no pensar en nada pero Julián ocupa todos mis pensamientos. No logro decidir si debo decirle a Jorge que Julián será mi nuevo jefe. Si le digo, estoy segura de que tendremos problemas, no lo va a tolerar. El sabe, sabe cuánto me costó dejar de amar a Julián, sabe que no me casé enamorada de él, que si lo hice fue por no afrontar yo sola mi situación en ese momento. Será un duro golpe para Jorge saber que estaré todo el día cerca de Julián pero apelaré a nosotros. El debe también saber que yo nunca lo traicionaría, que no cambiaría todo lo que hemos construido por un espejismo, por un hombre que me abandonó sin interesarse por mi futuro. Me lev
Me he propuesto enfocarme en mi familia y hacer como si Julian no hubiera aparecido de nuevo en mi vida. Pensé en hablar con él y dejar las cosas claras. Que nunca volvería con él, si es que esa es su intención y que no lo amo. Cómo si repetirlo miles de veces, hiciera real esa línea. Sin embargo, después de la última vez en su oficina, lo noto distante. Debo admitir que me sorprende pero, por otro lado, me causa un gran alivio. El no ha mostrado el más mínimo interés en acercarse ni mucho menos en hablar así que yo también dejo las cosas correr su rumbo normal. Nuestras interacciones se han limitado a lo laboral y, aunque soy su adjunta, he notado que prefiere hacer las consultas con Andy que conmigo. Voy a la oficina de Andy por unos datos. Nuestra amistad se distanció cuando Jorge apareció en mi vida. Cuando nos reencontramos en el trabajo aunque no volvió a ser la misma de antaño, nos acercamos nuevamente. - Hola Andy. Tienes tiempo? - la encuentro enterrada en sus planos. An
Siempre quise ser arquitecta. De niña, cuando papá aún estaba con nosotras y me llevaba al parque a mi me llamaban la atención los edificios que lo rodeaban. Me encantaba escuchar las historias de esas construcciones y añoraba construir cosas así. Siempre que paseábamos yo le decía que de grande construiría grandes edificios y que sería famosa algún día. Que tristeza que no vivió para verlo, no soy famosa y no vivió para ver qué soy arquitecta. En la universidad conocí a Julián. Quedamos en el mismo salón y me tomó tres días hacerme su amiga. El era un chico delgado y bien parecido con tanta pasión por la arquitectura como yo. Congeniamos inmediatamente. Si he de confesar algo, al principio me sentí muy atraída por él, me gustaba, sobre todo, su personalidad. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que él se fijara en María, una chica hermosa pero que se vestía algo “particular” por no decir horrible. Como no se atrevía a hablarle, yo me acerqué a ella. Me agradó mucho su for
Veo pasar a María frente a mi oficina pero no entra. Habla algo con Megan y pasa de regreso a su propia oficina. No puedo resistir el impulso y la llamo. Quiero decirle lo que no me atreví a decirle por teléfono. En cuanto escuche la voz de Jorge, colgué rápidamente. - Buen día. Tienes unos minutos? -María me mira dudosa pero finalmente entra. Cierro la puerta a su paso y espero que tome asiento pero no lo hace. Su porte decidido y confiado me quita un poco de valor. Carraspeo ligeramente y me acerco a ella. Aspirar su aroma causa estragos en mi ser. Ah, la deseo tanto que no puedo resistirme. Levanto la mano para tocar su rostro pero ella da un paso atrás. Su movimiento me hace reaccionar y yo también doy un paso atrás. - Discúlpame. Yo solo quería decirte algo -- Si es una cuestión del trabajo, adelante. De otro modo, te suplico que no lo hagas. Mantengamos nuestra relación estrictamente en el plano profesional. -Sus palabras son como un puñal en mi corazón pero no la culpo,
Jorge está muy raro. Durante todo este mes, me ha enviado un ramo de flores a la oficina cada semana. Hace mucho tiempo que no lo hacía. Cada ramo viene con una nota cada vez más cursi, aghhhhhhh. He estado posponiendo el decirle lo de Julián. Después de aquel beso en el ascensor, no hemos vuelto a estar solos. Sé que debo decirle porque si se llegará a enterar por alguien más tendremos una buena discusión. Miro el arreglo floral de esta semana cuando Julián toca la puerta. Es la primera vez que viene aquí, debe tratarse de algo importante pues de otro modo me lo habría dicho Andy. Le lanza una mirada fugaz a las flores y se recarga en el escritorio cruzando los brazos. Me levanto para quedar a su altura y su cercanía me genera escalofríos. Su mirada es indescifrable. Me mira con mucha seriedad y no alcanzo a descubrir qué me va a decir. Alzó una ceja pues el no dice nada. Comienzo a ponerme nerviosa y camino hacia la puerta. - Tenemos que hablar. - su mirada se tensa al ver m
Cuando supe que los baños eran mixtos en el estudio me sorprendí mucho. Pero fue una buena sorpresa. En un estudio cuyo eslogan es ir hacia el futuro, cambiar las convenciones antiguas y renovar, me pareció un detalle muy guay. Reconozco la voz de Megan cuando entra. Se encuentra con alguien que entró antes que ella. En todas las veces que he entrado, aún no me había topado con alguna mujer. Me da un poco de nervios, debo admitir pero bueno, es Megan, me digo y salgo. María me ve por el espejo y enseguida baja la cara. Sin embargo, me doy perfecta cuanta de lo que está pasando. En tres pasos me acerco a ella y la volteo por los hombros. Miro su rostro en el que el maquillaje no ha logrado disimular el golpe en su ojo. - Qué te ha hecho? -Megan me mira retadora y después mira a María interrogante. María asiente con la cabeza y Megan se va sin decir palabra. Camino como león enjaulado en el baño. No puedo creer que ese idiot se haya atrevido a ponerle una mano encima. - Fue… un