Jorge escucha el llanto de una niña y enseguida sabe que es de su pequeña Luz. Corre hacia el área de juegos y lo ve.
Agachado con su nena y María, está el hombre que puede destruir todo lo que tiene.Sabe que María lo ama pero también está consciente de que nunca lo amó como a él.Le costó tanto trabajo y tiempo que ella aceptara casarse con él . Y aunque en un principio, lo hizo por la conveniencia de su situación, ella llegó a amarlo.Toma a la niña en sus brazos sin dar muestras de que lo ha visto y se aleja de ahí consolando a su hija.Aunque no puede dejar de pensar en Javier, no dice nada y actúa normal. Mira a María y sabe que está nerviosa. Sabe que ella aún lo ama pero, serán estos doce años capaces de vencer al amor de su vida?Se conocieron en la universidad. María era una chica algo rara que estudiaba diseño industrial porque esa era la carrera que quería estudiar. A diferencia de él, que quería estudiar arquitectura pero se tuvo que conformar con su segunda opción.Cuando la conoció, ella fue un capricho para él. María era una chica de ropas y gustos sencillos, siempre sonriente a pesar de las dificultades que le ponía la vida.Eso le atrajo. Y aunque él tenía novia intentó por todos los medios que María cediera a sus deseos. Sin embargo, ella nunca mostró un interés más allá de la amistad por él.Y mucho menos cuando Julián apareció. El también comenzó a mostrar interés por ella y, a pesar de estar en él área de arquitectura no dudó en acercarse a ella.Por ese entonces, los alumnos de arquitectura y los de industrial no se mezclaban. Algún tipo de rencilla que se había agudizado a través de los años. Los de industrial decían que los de arquitectura eran soberbios y los de arquitectura que los de industrial eran perdedores que no habían podido quedar en otra carrera.Sin embargo, él y esa amiguita con la que siempre andaba comenzaron a cambiar eso. Un día, ella dijo un discurso “conmovedor” para que los aceptáramos en las canchas. Aunque yo me negué rotundamente, María aceptó y desde ahí él no dejó de buscarla.La perdí en ese instante aunque no lo acepté. Todavía intenté lograr algo con ella, pero fue inútil, después de un año, ellos se hicieron novios.Al terminar la carrera ya vivían juntos. Ambos se graduaron con mención honorífica. A diferencia de mi, que pasé sin pena ni gloria.Sin embargo, la suerte estuvo de mi lado. No cabe duda de que el que persevera alcanza y, por pura casualidad, un día me enteré de que Julián se había ido.Yo trabajaba en una empresa de recipientes para lácteos. Me iba muy bien, a pesar de que no me encantaba mi carrera, había logrado sobresalir en mi medio. Debo decir que siempre aproveché cuanta oportunidad se me presentó y gracias a eso tenía una buena vida.María, por otro lado, trabajaba en la más grande empresa del país. Sus aportes a la generación de materiales sustentables y biodegradables la habían colocado en la más alta esfera del diseño industrial.Un día, comiendo con un colega me contó que María simplemente dejó de ir a trabajar y que se rumoreaba que su pareja la había dejado.No saben el gusto que me dio escuchar eso. Bueno, que él ya no estaba. Aunque después supe que María lo estaba pasando realmente mal debo admitir que a mi eso me ofrecía una oportunidad única para acercarme a ella.Por la naturaleza de nuestros trabajos, solíamos estar en contacto algunas veces.No perdí más tiempo y me propuse regresar a su vida y conseguir lo que siempre había deseado. El deseo inicial puramente sexual de estar con ella se convirtió más adelante en un amor casi obsesivo. Y no descansé hasta lograr que ella me aceptara.Aunque primero tuve que apartar a esa loca amiga que siempre andaba con Julián. Cuando me acerqué a María para recuperarla, sutilmente logré que Andy se fuera alejando de ella, de nosotros y de mi objetivo.Al principio me resultó muy complicado dejarle ver mis verdaderas intenciones, ella no tenía ojos para nadie más. Así que mi siguiente paso fue hacerme indispensable para ellos. Debo admitir que inicialmente me resultó chocante el recordatorio permanente de Julián en nuestras vidas pero no tenía otra opción, así que terminé por convencerme y convencerla de que los amaba por igual.Me tomó un año pero finalmente María me aceptó Jugué muy bien mis cartas y logré hacerla mi esposa.De verdad la amo. Sé que la amo y que no quiero perderla. Y no voy a permitir que este sujeto venga a lastimarla de nuevo o que trate de entrometerse en mi familia.No lo voy a permitir. Haré lo que sea necesario para alejarlo de mi familia. Para alejarlo de mi María.Cuando María regresa del sanitario extiendo mis manos para llevarla a bailar.La abrazo y pegó su cuerpo al mío. Le susurro al oído cuánto la amo y su sonrisa vacilante me dice que está pensando en él.Verlo la ha descolocado. No puede evitar que se le note, a diferencia de mi.Miro a mis padres y le digo que así nos veremos nosotros en 30 o 40 años. Juntos, celebrando nuestro matrimonio. Ella se estremece y me besa. Sentir sus labios en los míos me excita. Mi mano en su cintura baja a la parte alta de su cadera y la pego a mi cuerpo todo lo posible para que sienta cómo me pone.Recarga su cabeza en mi hombro, seguramente pensando en él. Y yo aprieto el abrazo pensando en mi siguiente movimiento.Por lo pronto, quiero llegar a casa y hacerle el amor como nunca. Quiero demostrarle que estamos bien juntos. Que funcionamos muy bien en todos los sentidos para que no sienta dudas respecto a mi.Jorge toma en sus brazos a Luz y la saca del auto. Me apresuro a abrir la puerta y preparar la habitación para que la coloque en su cama. Mientras le indico a Javier que se lave los dientes, le quito los zapatos a Luz y la arropo. Se cansó mucho en el restaurante. Además ya ha pasado su hora de dormir. Cuando termino con ella, voy a la habitación de Javier y lo arropo también. Deposito un beso en su frente y me despido de él. En nuestra habitación, entro al baño quitándome los aretes. Jorge no está. Me quito la ropa y comienzo a desmaquillarme, me estoy poniendo la bata para dormir cuando un par de manos me agarran los senos por detrás. Jorge me aprieta contra él y puedo sentir su dureza mientras me estruja. Después de todo lo que pasó hoy, no me apetece tanto. Sin embargo, él siempre logra prenderme. Besa mi cuello mientras sus manos siguen estrujando mis senos. Finalmente me da la vuelta y sus labios van directamente a la zona que sabe me prende más que nada. Ha sido un seXo i
Me quedo muda cuando levanto la cabeza y veo a Julián saludando a nuestro Director General. Miro a Andy y esta igual de sorprendida que yo. Julián luce una sonrisa radiante cuando fija sus ojos en mi. Intento mirarlo con desprecio pero no sale más que una mueca de incredulidad. El director nos indica que tomemos asiento para comenzar con la presentación. Me obligo a no mirar a Julián bajo ninguna circunstancia mientras lo escucho. - Buenos días a todos. El es el arquitecto Julian Estrada Ochoa y es el nuevo jefe de proyectos. -- Arquitecto, este es su equipo de trabajo. Permítame hacer las presentaciones. - La mirada de Julián me causa repudio, sí, me obligo a pensar en él de esa manera. No permitiré que se meta en mi mente. Si voy a trabajar con él, lo mejor para mi será mantenerlo alejado de cualquier manera posible. Julian lo interrumpe y pide que cada persona se presente a sí mismo. Para romper el hielo, dice. Cuando le llega el turno a Andy, Julian le guiña un ojo. El sabe
Quisiera pasar todo el día tratando de evitar a Julián, sin embargo él no lo hace sencillo. Casi una hora después del choque, Megan, su secretaria, me avisa que su jefe me requiere en su oficina. Respiro profundo tratando de relajarme. No debería sentirme así. Nada ha cambiado. El me abandonó. Me desechó como un trapo viejo y no le importaron mis sentimientos ni mi situación.Por supuesto que no lo sigo amando. Amo a mi esposo, Jorge. El es la persona con la que quiero estar siempre. Sin embargo, porque me siento así? Ver a Julián ha puesto todo mi mundo al revés. Realmente pensé que lo había olvidado. Me tomó muchísimo tiempo pero pensé que lo había logrado. Han pasado más de dos años desde la última vez que soñé con él. Algunas noches me despertaba intranquila temiendo haber dicho su nombre dormida. Lo soñé tantas veces que pensé que nunca lo olvidaría. Ni la compañía de Jorge lo logró y, aunque nunca imaginé que regresaría, supuse que ya lo tenía superado.Tomo mi carpeta de
Regreso a casa agobiada. Pero más allá del cansancio por el trabajo me siento exhausta por el lío de sentimientos que siento en este momento. Jorge aún no ha llegado. Javier está en su habitación y Luz duerme. Me recuesto en el sillón y me quito las zapatillas. El tacto con la suave alfombra en mis pies me relaja. Cierro los ojos y trato de no pensar en nada pero Julián ocupa todos mis pensamientos. No logro decidir si debo decirle a Jorge que Julián será mi nuevo jefe. Si le digo, estoy segura de que tendremos problemas, no lo va a tolerar. El sabe, sabe cuánto me costó dejar de amar a Julián, sabe que no me casé enamorada de él, que si lo hice fue por no afrontar yo sola mi situación en ese momento. Será un duro golpe para Jorge saber que estaré todo el día cerca de Julián pero apelaré a nosotros. El debe también saber que yo nunca lo traicionaría, que no cambiaría todo lo que hemos construido por un espejismo, por un hombre que me abandonó sin interesarse por mi futuro. Me lev
Me he propuesto enfocarme en mi familia y hacer como si Julian no hubiera aparecido de nuevo en mi vida. Pensé en hablar con él y dejar las cosas claras. Que nunca volvería con él, si es que esa es su intención y que no lo amo. Cómo si repetirlo miles de veces, hiciera real esa línea. Sin embargo, después de la última vez en su oficina, lo noto distante. Debo admitir que me sorprende pero, por otro lado, me causa un gran alivio. El no ha mostrado el más mínimo interés en acercarse ni mucho menos en hablar así que yo también dejo las cosas correr su rumbo normal. Nuestras interacciones se han limitado a lo laboral y, aunque soy su adjunta, he notado que prefiere hacer las consultas con Andy que conmigo. Voy a la oficina de Andy por unos datos. Nuestra amistad se distanció cuando Jorge apareció en mi vida. Cuando nos reencontramos en el trabajo aunque no volvió a ser la misma de antaño, nos acercamos nuevamente. - Hola Andy. Tienes tiempo? - la encuentro enterrada en sus planos. An
Siempre quise ser arquitecta. De niña, cuando papá aún estaba con nosotras y me llevaba al parque a mi me llamaban la atención los edificios que lo rodeaban. Me encantaba escuchar las historias de esas construcciones y añoraba construir cosas así. Siempre que paseábamos yo le decía que de grande construiría grandes edificios y que sería famosa algún día. Que tristeza que no vivió para verlo, no soy famosa y no vivió para ver qué soy arquitecta. En la universidad conocí a Julián. Quedamos en el mismo salón y me tomó tres días hacerme su amiga. El era un chico delgado y bien parecido con tanta pasión por la arquitectura como yo. Congeniamos inmediatamente. Si he de confesar algo, al principio me sentí muy atraída por él, me gustaba, sobre todo, su personalidad. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que él se fijara en María, una chica hermosa pero que se vestía algo “particular” por no decir horrible. Como no se atrevía a hablarle, yo me acerqué a ella. Me agradó mucho su for
Veo pasar a María frente a mi oficina pero no entra. Habla algo con Megan y pasa de regreso a su propia oficina. No puedo resistir el impulso y la llamo. Quiero decirle lo que no me atreví a decirle por teléfono. En cuanto escuche la voz de Jorge, colgué rápidamente. - Buen día. Tienes unos minutos? -María me mira dudosa pero finalmente entra. Cierro la puerta a su paso y espero que tome asiento pero no lo hace. Su porte decidido y confiado me quita un poco de valor. Carraspeo ligeramente y me acerco a ella. Aspirar su aroma causa estragos en mi ser. Ah, la deseo tanto que no puedo resistirme. Levanto la mano para tocar su rostro pero ella da un paso atrás. Su movimiento me hace reaccionar y yo también doy un paso atrás. - Discúlpame. Yo solo quería decirte algo -- Si es una cuestión del trabajo, adelante. De otro modo, te suplico que no lo hagas. Mantengamos nuestra relación estrictamente en el plano profesional. -Sus palabras son como un puñal en mi corazón pero no la culpo,
Jorge está muy raro. Durante todo este mes, me ha enviado un ramo de flores a la oficina cada semana. Hace mucho tiempo que no lo hacía. Cada ramo viene con una nota cada vez más cursi, aghhhhhhh. He estado posponiendo el decirle lo de Julián. Después de aquel beso en el ascensor, no hemos vuelto a estar solos. Sé que debo decirle porque si se llegará a enterar por alguien más tendremos una buena discusión. Miro el arreglo floral de esta semana cuando Julián toca la puerta. Es la primera vez que viene aquí, debe tratarse de algo importante pues de otro modo me lo habría dicho Andy. Le lanza una mirada fugaz a las flores y se recarga en el escritorio cruzando los brazos. Me levanto para quedar a su altura y su cercanía me genera escalofríos. Su mirada es indescifrable. Me mira con mucha seriedad y no alcanzo a descubrir qué me va a decir. Alzó una ceja pues el no dice nada. Comienzo a ponerme nerviosa y camino hacia la puerta. - Tenemos que hablar. - su mirada se tensa al ver m