El día de hoy 15 de Mayo de 2018 sería el funeral simbólico de Venus... sí, simbólico, ya que nunca se encontró su cuerpo en ningún lado, por más que busqué incansablemente, recorrí cada parte de Mistermed, recorrí las ciudades enteras, los estados completos, y no encontré nada de ella, ni siquiera su aroma.
Eso ya no era mi decisión, los padres de Venus necesitaban un cierre, algo que los hiciera sentir un poco calmados, luego de tantos días en vela, sufrimiento inagotable y eternas noches sin dormir, mirando por las calles a ver si algún día llega Venus, lo sé porque yo los veía mientras estaba sentado en mi habitación, haciendo lo mismo que ellos hacían, observando en las calles para ver si Venus a parecía. Les pareció correcto hacer el funeral simbólico el mismo día del cumpleaños de Venus, para tener algo positivo que recordar en estás fechas.
Yo por mi parte no me he levantado de la cama... He estado intentando practicar eso a lo que los humanos llaman "dormir", solamente para sentir que no estoy consciente de nada al menos por unos instantes. Solo para borrarme a mí mismo de la existencia, para sentir que por un momento... Sólo por un momento no recuerdo que Venus existe y que desapareció dejando un completo vacío en mi pecho.
No me he levantado de la cama quién sabe desde cuándo, no tengo ánimos ni siquiera de salir: ni de beber sangre, ni de seguir respirando. En mi pecho crece el sufrimiento constante de que no pude hacer suficiente, siento que no hice suficiente por encontrar a Venus, pasamos meses en los que mis padres, los padres de Venus y muchos vecinos del mismo pueblo en Puente Celest buscábamos desesperadamente a Venus, yo por mi parte recorrí todos los bosques todo el extenso bosque toda fría oscuridad, no hubo centímetro de tierra que no revisara para encontrar a Venus. Por cada espacio que no se encontraba ni el más mínimo olor de ella, significaba un peso más de frustración y rabia.
El día se sentía más gris, el viento soplaba fuerte, desencadenando las penurias en el vecindario. Para todos fue un golpe duro, pero para mí, se siente como una herida que no sangra, como si me rompieran todos los huesos al mismo tiempo, todos los días. Duele incluso cuando respiro. Justo ahora desearía ser humano, poder llorar hasta ya no sentir los ojos por la hinchazón y luego quedarme dormido, para así olvidar aunque sea un par de horas que Venus existió y desapareció, llevándose consigo todas mis ganas de vivir. Un día como hoy es donde más cuesta ser consciente de que soy inmortal, ojala pudiese entregar toda mi eternidad por solo un par de segundos junto a ella. Mi madre tocó la puerta de mi habitación.
─ ¿Estás listo? ─ Se acercó a mí. Yo me mantuve en silencio, ¿Cómo se podría estar listo a la muerte? ¿Cómo se empieza a actuar con normalidad cuando se sabe que todavía le quedaba tiempo?
─ Se siente como si me hubiesen robado algo... ─ suspiré.
─ La vida de los humanos es así, cariño... Inestable, inesperada, en un segundo puede ser y al otro no.
─ Estoy seguro de dos cosas, madre... No soy nada sin Venus y no debí dejarla. Todo fue mi culpa.
─No te culpes a ti mismo, han pasado cinco años desde ese horrible momento y estamos aquí tu padre y yo para apoyarte en lo que sea, hijo. ─ Me dio un abrazo.
Yo me quedé observando por la ventana, ventana que siempre saltaba para llegar hasta ella, ojala pudiese dar un salto más y llegar hasta donde está ahora.
Llegamos al funeral y la multitud me sorprendió. Mucha gente que al parecer apreciaba a Venus, quizá varios están por solo morbo, ¿Quién no quería a Venus? Es una mujer que se gana el corazón de todos solo con existir. Es, fue, no sé.
Me rehusó a hablar de ella como si ya no está.El viento soplaba arrastrando todas las hojas secas de los arboles por todo el asfalto hasta que llegaban al aire, parecía que llovían hojas muertas... Quizá era una señal del destino, o quizá solo el estúpido ciclo de vida de las hojas.
La caminata hasta el cementerio de Puent Celest fue rápida, lo que fue difícil, fue ver a los padres de Venus dejando caer rosas al ataúd vacío de Venus junto con un rio de lágrimas que daban a entender que aunque estaban cerrados a la idea de dejarla ir, no podían hacer nada más.
Su resignación es admirable, yo solo la tuve en mis brazos por un par de semanas y siento que me quema el aire que respiro, que la vida no me es suficiente, que mis ojos no tienen las lágrimas que requiero.Ellos la tuvieron toda su vida y ahí están siendo más fuertes que yo.
─Nunca entendí el motivo de los funerales. ─ Le pregunto a mi madre, ella fue más humana de lo que yo pudiese llegar entender.
─Es un cierre que necesitan para avanzar con algo de consuelo.
─ ¿Consuelo?
─ Si, al hacer un entierro, estas ayudándote a entender que dicha persona no va a regresar. Al menos eso intentas hacerle saber a tu cerebro... El duelo tiene etapas difíciles. ─ dice ella mientras observamos a los padres de Venus dejar caer las últimas rosas.
─No me parece justo. ─ agregue. ─La vida no es justa. Es real.
Mi padre se quedó al fondo de todos, por más que quisiera acompañarnos, no estaba seguro de querer estar tan cerca de una situación ajena.Poco a poco la multitud se iba reduciendo, luego de que la urna estuviese bajo tierra y ya el padre dio su emblemático rezo, la lluvia comenzó a caer de a poco.
Todos sacaron sus paraguas negros y se marcharon, solo quedando algunos oficiales que le daban el pésame al señor Romeo Thomson y algunas maestras colegas de la señora Amelia Thomson.Mis padres y yo nos quedamos a la distancia para acercarnos después.
─ ¿vas a hablarles? ─ pregunto mi padre.
─Si... ─ asentí, con algo de miedo.
─Si no sabes que decirles, bastará con un abrazo. ─ comenta mi madre. Yo asentí y me dirigí hasta los padres de Venus, quienes al verme solo pudieron sonreír en forma de calma.
La señora Amelia me abrazo de inmediato.
─Cariño mío. ─ dijo mientras daba algunas palmadas en la espalda.
─Señora Thomson...─ ella me interrumpió.
─ solo dime Amelia.
El señor Romeo tocó mi hombro firmemente.
─ Gracias por buscar arduamente durante todos estos años a nuestra bebé.Sus ojos lucían muy rojos.
─ Es lo menos que pude hacer, lo haría el resto de mi vida.
Ambos comenzaron a dejar caer sus lágrimas.
─Venus estaba muy feliz de tenerte en su vida─ comenta la señora Amelia. ─, en esos días nunca la había visto tan radiante.
Mi corazón quería estallar de frustración, no es natural que los padres entierren a sus hijos, no me siento bien.
─Fueron cinco terribles y dolorosos años, aun intento conciliar el sueño, pero estaremos bien. ─comento la señora Amelia, limpiando con un pequeño pañuelo sus lágrimas.
─ ¿Tú que harás? ─ pregunta el señor Romeo.Yo nunca me había planteado esa pregunta.
Justo ahora no tenía sentido visualizar mi vida en el futuro, no veo algún posible futuro donde yo sea feliz sin Venus.
─No lo sé. ─ contuve las lágrimas hasta donde pude. ─todo esto ha pasado tan rápido...
─Siempre eres bienvenido a casa, ella así lo hubiese querido. ─ afirmo el señor Romeo.
No voy a negar que tenerlos en frente me hace recordar el aroma de Venus, la esencia de ella, su risa, su cabello; tenerlos en frente me hace sentir que estoy muy cerca de ella.Mis padres se acercaron poco a poco mientras que los padres de Venus se dirigieron hasta la lápida.
Habían escrito un hermoso mensaje: "Querida hija, estuviste muy poco, pero tu huella quedará para siempre''.
─ ¿Vamos a casa hijo? ─ pregunta mi madre.
─No quiero, todavía tengo mucho que decirle a esa urna vacía.
─Te esperamos en el auto, hijo. ─ Ambos se marchan hasta el auto.
Yo caminé lentamente hasta la lápida de Venus, la frase estaba grabada en un color dorado, debajo de una foto de la hermosa Venus, mi Venus.
Ojala pudiera decirte todo esto en persona, Venus. No tenía idea de lo mucho que podía sentir siendo vampiro, crecí así toda mi vida, con poco afecto; se nos considera fríos no solo por la temperatura corporal, si no por nuestra actitud ante los demás. Por más batallas que dominé, por más guerras que vencí; no pude salir victorioso en la única que ameritaba mi victoria; en proteger tu vida a toda costa, ¿En que estaba pensando ese día? Nunca sentí que algo andaba mal, baje la guardia en el momento menos oportuno y mi consecuencia fue perderte.La lluvia caía sobre mí, mojando toda mi ropa, no quería cubrirme.
La mano cálida de la señora Amelia tocó mi hombro.
─ ya vamos a casa, hijo.
Su rostro mostraba rendición, quizá solo bastaron cinco años para que ella lo aceptara, para que se diera por vencida, pero yo no podría. Mi castigo por semejante error es cargar con la eterna culpa de no ver más nunca a venus.
En este momento odio a los humanos, porque al menos ellos podrían soñar con Venus.A partir de ese día nada volvió a ser igual, pase mis noches acostado en la cama de Venus, rodeado de sus almohadas, algunas prendas que aun conservaban su aroma.
Miraba sus fotos, su habitación entera, agradezco que la señora Amelia decidiera dejar tal cual su cuarto, sé que aunque demostraba ante los demás un rostro de resignación; ella en el fondo deseaba tanto como yo que Venus regresara.
Nos turnábamos su madre y yo en pasar horas en esa habitación, que poco a poco iba perdiendo su aroma. Día tras día era igual, actuaba de forma robótica yendo a su habitación y al amanecer pasaba a mi cuarto con algunas camisas para continuar oliendo su aroma.Algunas noches que ya no podía más con mi existencia, me dirigía al bar de Neverlake, el alcohol no me causa ningún tipo de efecto, pero me hace sentir que estoy quemando algo en el fondo de mi ser.Beber hasta perder la consciencia no funciona, pero ahogar mis penas en forma simbólica, como lo fue el funeral de mi venus.Jamás pensé que la derrota se sintiera así, entrene toda la vida para siempre ser vencedor, pero nunca pensé que así se sentiría perder.
Todos en el reino se vieron perturbados y alertados por la llegada de los dos guerreros junto con la chica de identidad desconocida.— ¡Un doctor! — gritó uno de los guerreros llamado Kain.La multitud comenzó a acercarse para ver a la extraña mujer que se encontraba en un estado tan grave, sus heridas de las extremidades son tan profundas que mostraban parte de sus huesos.El doctor del castillo se encontraba en sus aposentos cuando fue interrumpido por un guerrero que venía a traerle la noticia.—Señor, lo están buscando afuera.El doctor giró su silla mirando al guerrero que se mantenía de pie, mirando con respeto.— ¿De qué estás hablando?—Una mujer, señor... Está gravemente herida, la trajeron unos guerreros que vienen de afuera.La curiosidad del doctor Zain, es mucho mayor que cualquier cosa, así que de inmediato salió para ver de quién se trataba.Al acercarse a la multitud que rodeaba el cuerpo semidesnudo de la mujer sin identificación, quedó impactado.— ¿Saben de quién se
El rey todos los días pasaba por el laboratorio del doctor Zain, en espera de evolución o de alguna novedad sobre la chica desconocida.Sin embargo cada día solo la encontraba inconsciente, inmóvil y totalmente demacrada.—Su recuperación es demasiado lenta para ser vampira. — refuta desconfiado, el rey.—Así es, su majestad. Es probable que se deba a su alimentación, no bebe sangre desde que llegó aquí. Es difícil alimentarla si está inconsciente.— ¿No sé supone que le haces transfusión de sangre para que reaccione rápido?—Eso es lo que hace que está chica se recupere... Lento pero seguro.El rey algo ansioso sale del laboratorio, justo lo sigue su hijo, el príncipe Hedmon.— ¿Aún no reacciona? —interroga, preocupado.— Antes era común el saludo ante su rey.—Lo lamento padre, ¿Cómo está su majestad?—Mucho mejor, la desconocida aún está inconsciente. Demasiado lenta su recuperación.Ambos continuaban caminando hasta llegar a la salón del castillo, dónde el rey tiene su trono inmen
Salí del salón de mi padre con un sentimiento de satisfacción y emoción. Durante décadas mi padre me adoctrinó y formó como futuro rey y por fin puedo demostrarle que soy capaz de cumplir con las tareas de la realeza, cuidar y proteger el castillo.Llegué al laboratorio dónde Zain preparaba más sangre para hacerle transfusión a la chica desconocida.—Príncipe Hedmon— le hace una reverencia.— ¿Sigue inconsciente?—Así es, está muy débil.—Ella debe comer algo. Sírveme un poco de eso en una copa, intentaré hacer algo— Zain le obedece.—Pero príncipe, ¿No es algo riesgoso? La chica es una salvaje.—No es salvaje... Está asustada ¿Tu no lo estarías si estuvieses en su posición? Solo y sin recordar nada.Zain quedó en silencio y me siguió hasta dentro de la habitación donde la chica aún estaba inconsciente.Yo me acerqué con cuidado, lo que menos quiero hacer es asustarla u ocasionar que vuelva a levantarse muy molesta. Ella comenzó a moverse poco a poco, como si el olor de la sangre la e
No entiendo está sed tan extraña que tengo, no entiendo cómo llegue aquí, no entiendo ¿Por qué estoy me sabe tan bien? No entiendo absolutamente nada.Me siento muy perdida en este momento.Dejé las bolsas con sangre en la cama y dejé caer la sábana que rodeaba mi cuerpo al suelo. Miré hacia abajo y quedé en shock con todo lo que ví.Deslice la yema de mis dedos por mi abdomen subiendo poco a poco hasta mis brazos. Tocando esas cicatrices que deformaban lo liso de mi piel, ¿Qué me pasó?Escuché de forma clara y precisa los pasos de alguien, así que me apresuré para vestirme con lo que me habían traído, un mono y una camisa con mangas largas, todo de color gris. La puerta se abrió, dejando ver el rostro apenado del doctor Zain.—¿Está lista? — me preguntó.Yo asentí. Me hizo señas de que saliera de la habitación, se alejó de mi caminando y yo automáticamente lo seguí.Al salir de esa pequeña habitación quedé asombrada por todo lo que veo, estoy andando por un pasillo decorado con cuadr
—Todavía me encuentro algo adolorido por ese empujón— confieso mientas que Zain me revisa mi espalda.—Se lo dije, su majestad. Es un error dejarla salir de la habitación sin un breve entrenamiento. Los vampiros nuevos pueden ser... Problemáticos.—No la tendré encerrada como si fuese un animal, es una de nosotros y debe ser tratada como tal.Zain terminó de revisarme y bebí mi copa de sangre para sentirme renovado.—Se recuperará, esa chica es muy fuerte.— admite Zain.—Lo sé, hoy la llevaré a conocer el castillo.Zain asiente y me marcho de su laboratorio a buscar a la chica cuyo nombre no sabemos aún, en su habitación. Caminando por el pasillo, central siento que alguien se acerca.Respire profundo para sentir su aroma, es Alice Blanc.— ¿Qué quieres Alice? Estoy algo ocupado.— continúe mi camino.—¿Así vas a saludar a tu hermana? — camina detrás de mí.—No somos hermanos.—Tal vez no de sangre, pero si de crianza.—El hecho de que mi padre te recogiera y te adoctrinara no signific
Bajando por las escaleras Alice se me queda mirando, hasta el punto de incomodarme un poco.— ¿Sucede algo? — pregunté.—No, solo quiero ver el por qué mi hermano muestra un repentino interés en ti. Yo quedé impactada por su comentario.— ¿Interés en mi? Hedmon ha sido muy amable a diferencia de los demás que solo me miran como si fuese un enemigo o peor aún un experimento. Es un príncipe, debe serlo.—Por supuesto, Red.— respondió en forma de sarcasmo.Nos detuvimos frente al campo, todos voltearon su mirada a mi dirección. Alice gritó fuerte:—Vengan aquí ahora.Todos se acumularon en frente de nosotras dos. Sentí algo de pena por estar delante de esa multitud, sin embargo no flaquee por nada.—Esta chica se les unirá el día de hoy a una prueba de fuerza; es nueva, se llama Red.— me presento Alice.Yo quedé paralizada, admirando los rostros de quienes me veían a mi. Hombres y mujeres que se veían agresivos, salvajes y por supuesto no tendrían problema en acabar conmigo.—Genial, un
No sé que día es hoy, ni que año... Solo se que cada día que pasa me duele en el pecho saber que Venus no está. La culpa es un sentimiento terrible que no parece curar con el tiempo, todo lo contrario, se extiende como un cáncer en toda tu mente.Regresé a Puente Celest, luego de pasar días enteros en el bar de Neverlake. Al bajarme del auto veo a Anthony en la entrada de mi casa. Por la forma en la que camina de un lado a otro, siento que no terminará bien este encuentro. No está aquí para una charla.— ¿Qué haces aquí? — le pregunté.—Justo contigo quiero hablar...— se acerca amenazante.—Anthony... Hoy no tengo tiempo ni ánimos para hablar contigo.Él me miró con desagrado mientras que sacaba un bate. «¿De dónde saco ese bate de béisbol?» pensé.—Tony no comiences algo que no estés dispuesto a terminar.—¡La única que podía decirme Tony ya no está! — me atacó con el bate, pero lo esquivé con facilidad.— Venus no debió conocerte, no debiste meterte con ella, estaba perfectamente bie
Han pasado cinco largos y amargos años, pese a que soy inmortal siento que estos míseros años han sido una total eternidad, los días pasan y siento que no logro absolutamente nada con Cedric.Ese imbécil que tanto amo solo piensa en la idiota de Venus, ¿A caso desaparecerla no fue suficiente? ¿A caso tengo que construir una máquina que le borre los recuerdos de raíz a Cedric? Me parece enfermiza su obsesión con Venus. Esa obsesión que no le permite ver lo feliz que puede ser conmigo.Bueno, sabía que esto no sería fácil, Cedric no se enamoraría de mi de la noche a la mañana, pero no todo está perdido, con este amable y desinteresado acto que hice por él de ocultar el cuerpo del idiota de Tony, tengo más esperanzas de que note que soy capaz de hacer todo por él.Este monólogo conmigo misma me está motivando a terminar de enterrar en lo más profundo de la tierra las extremidades de Tony. Los humanos son tan frágiles.Escucho pasos al fondo del bosque, pero obvio que ya se quien es.— ¡M