El rey todos los días pasaba por el laboratorio del doctor Zain, en espera de evolución o de alguna novedad sobre la chica desconocida.
Sin embargo cada día solo la encontraba inconsciente, inmóvil y totalmente demacrada.
—Su recuperación es demasiado lenta para ser vampira. — refuta desconfiado, el rey.
—Así es, su majestad. Es probable que se deba a su alimentación, no bebe sangre desde que llegó aquí. Es difícil alimentarla si está inconsciente.
— ¿No sé supone que le haces transfusión de sangre para que reaccione rápido?
—Eso es lo que hace que está chica se recupere... Lento pero seguro.
El rey algo ansioso sale del laboratorio, justo lo sigue su hijo, el príncipe Hedmon.
— ¿Aún no reacciona? —interroga, preocupado.
— Antes era común el saludo ante su rey.
—Lo lamento padre, ¿Cómo está su majestad?
—Mucho mejor, la desconocida aún está inconsciente. Demasiado lenta su recuperación.
Ambos continuaban caminando hasta llegar a la salón del castillo, dónde el rey tiene su trono inmenso bañado en oro.
—Su majestad— Alice Blanc hace una reverencia.
—Justo contigo quiero hablar, mi querida Alice.— le dice el rey mientras se sienta en su trono.
—Ya se lo que me dirá, mi señor, los rumores van rápido en el castillo.
El príncipe Hedmon está por hablar, pero interrumpe en el salón un guerrero muy alterado, diciendo que la chica desconocida ya despertó y ha atacado a todos en el laboratorio.
El rey se levanta furioso.
— ¡Lo sabía! Era una trampa.
Todos fuimos rápido al laboratorio y vimos a casi todos inconscientes y a más de siete guardias rodeando la chica que se encontraba de pie en la esquina de la habitación, semi desnuda y apuntándolos con un cuchillo a todos lados.
— ¿Qué pasó aquí?— preguntó el rey desconcertado por ver a tantos guerreros en el suelo.
—Su majestad... La chica despertó, al parecer no recuerda nada y quiere respuestas.— responde Zain escondido tras la puerta.
El príncipe Hedmon iba a acercarse, pero Alice Blanc lo detuvo con la mano en el pecho.
—Alto ahí, hermanito. Es mi turno.
—No soy tu hermano.—refuto Hedmon.
Alice se acercó, le ordenó a los guardias a alejarse, el rey confirmo la orden que dió Alice y todos obedecieron.
Todos están al tanto de lo que hará, ya que la chica es un manojo de nervios.
— ¡No te me acerques!— gritó la chica desconocida.
Alice la ignoro, se acercó a ella y justo cuando la chica le iba a dar una puñalada, Alice le tomo el brazo y la chica quedó inmovilizada, arrodillada en frente de ella.
Alice puso sus ojos en blanco, está observando el interior de esta chica desconocida. Todos quedaron asombrados cuando vieron que una simple y delicada jovencita albina pudo paralizar a esa desatada mujer salvaje.
El rey la miraba orgulloso, obviamente es una de las razones por las cuales Alice es la mano derecha de Hegernald.
Alice comenzó a quejarse del dolor, sus ojos comenzaron a dejar salir lágrimas. Ella soltó de inmediato el brazo de la chica desconocida y está solo se desmayó.
Hedmon le pregunto impaciente.
— ¿Qué viste, Alice?
—Ella... —La miró fijamente en el suelo, se alejo y se salió del laboratorio.
El rey ordenó a todos a abandonar el laboratorio, menos al doctor Zain, a él le ordenó atar a la chica desconocida.
—Decidiremos que hacer con ella luego de que hable con Alice, mientras mantenla atada. — ordenó el rey.
Hedmon y Hegernald siguieron a Alice hasta el salón del castillo. Ahí Alice respiró profundo, salían lágrimas incontenibles de sus ojos.
—¿Estás llorando? — pregunto, desconcertado el rey.
—Esta sensación es nueva para mí.— confesó ella, retirándose las lágrimas de sus mejillas.
— ¿Qué viste en ella?— pregunta Hedmon.
—Nada... Eso es lo más extraño, no ví nada. Solo hay oscuridad en su mente, ella no recuerda absolutamente nada de lo que le pasó, lo que es o lo que fue de ella.
—¿Eso que significa? ¿Entonces por que lloras?— insiste el rey.
—Porque no fue lo que ví, fue lo que sentí. Hay tanto odio y rencor en su alma, aunque su mente no sepa nada, su alma está llena de odio y tristeza, está muy muy oscura su alma.
— ¿Significa algún peligro para nosotros? —pregunta Hedmon.
—Esto no está muy claro Alice, sabes que no es suficiente información.— refuta el rey.
—Si lo es, sea lo que sea que le pasó a esa chica fue horrible para ella, no recuerda nada, pero no tiene idea de lo que es.— informa Alice.
—Es inofensiva entonces.— confirma Hedmon.
—Si, el odio no apunta al castillo... Apunta a una mujer.
—¿Una mujer?—interroga el rey.
—Genial, entonces se puede quedar, no representa una amenaza al reino, padre.— responde Hedmon.
—Si, bueno... — balbucea el rey.
—Hedmon esta en lo correcto. Ella es inofensiva para el castillo.— confirma Alice.
El rey pensó por un par de minutos, analizando toda la situación que acarreaba aceptar que esa desconocida viviera dentro del castillo, negarse era una opción, sin embargo él confía demasiado en las habilidades de Alice Blanc, jamás se ha equivocado analizando a alguien.
—Si ella se va a quedar en este castillo alguien se debe hacer responsable de su adoctrinamiento. —declaro el rey.
—Yo me encargo de ella.— oferto, Hedmon.
Alice Blanc miró con curiosidad a Hedmon, el cual mira fijamente al rey.
— ¿Por qué quieres tú encargarte de esa desconocida? — le devolvió la mirada retadora.
Hedmon se puso frente a él.
—Porque pronto seré rey, debo aprender a como proteger a mi reino. Me has exigido por décadas que enfrente mi realidad, mi destino con convicción. Soy el príncipe Hedmon, es mi deber.
El rey miró con orgullo a su hijo, asintió en forma de aprobación y lo dejó ir para encargarse de todo. Alice lo miro confundida, lo conocía bien y sabia que algo no estaba del todo correcto en esa charlatanería que dejo salir de su boca.
Salí del salón de mi padre con un sentimiento de satisfacción y emoción. Durante décadas mi padre me adoctrinó y formó como futuro rey y por fin puedo demostrarle que soy capaz de cumplir con las tareas de la realeza, cuidar y proteger el castillo.Llegué al laboratorio dónde Zain preparaba más sangre para hacerle transfusión a la chica desconocida.—Príncipe Hedmon— le hace una reverencia.— ¿Sigue inconsciente?—Así es, está muy débil.—Ella debe comer algo. Sírveme un poco de eso en una copa, intentaré hacer algo— Zain le obedece.—Pero príncipe, ¿No es algo riesgoso? La chica es una salvaje.—No es salvaje... Está asustada ¿Tu no lo estarías si estuvieses en su posición? Solo y sin recordar nada.Zain quedó en silencio y me siguió hasta dentro de la habitación donde la chica aún estaba inconsciente.Yo me acerqué con cuidado, lo que menos quiero hacer es asustarla u ocasionar que vuelva a levantarse muy molesta. Ella comenzó a moverse poco a poco, como si el olor de la sangre la e
No entiendo está sed tan extraña que tengo, no entiendo cómo llegue aquí, no entiendo ¿Por qué estoy me sabe tan bien? No entiendo absolutamente nada.Me siento muy perdida en este momento.Dejé las bolsas con sangre en la cama y dejé caer la sábana que rodeaba mi cuerpo al suelo. Miré hacia abajo y quedé en shock con todo lo que ví.Deslice la yema de mis dedos por mi abdomen subiendo poco a poco hasta mis brazos. Tocando esas cicatrices que deformaban lo liso de mi piel, ¿Qué me pasó?Escuché de forma clara y precisa los pasos de alguien, así que me apresuré para vestirme con lo que me habían traído, un mono y una camisa con mangas largas, todo de color gris. La puerta se abrió, dejando ver el rostro apenado del doctor Zain.—¿Está lista? — me preguntó.Yo asentí. Me hizo señas de que saliera de la habitación, se alejó de mi caminando y yo automáticamente lo seguí.Al salir de esa pequeña habitación quedé asombrada por todo lo que veo, estoy andando por un pasillo decorado con cuadr
—Todavía me encuentro algo adolorido por ese empujón— confieso mientas que Zain me revisa mi espalda.—Se lo dije, su majestad. Es un error dejarla salir de la habitación sin un breve entrenamiento. Los vampiros nuevos pueden ser... Problemáticos.—No la tendré encerrada como si fuese un animal, es una de nosotros y debe ser tratada como tal.Zain terminó de revisarme y bebí mi copa de sangre para sentirme renovado.—Se recuperará, esa chica es muy fuerte.— admite Zain.—Lo sé, hoy la llevaré a conocer el castillo.Zain asiente y me marcho de su laboratorio a buscar a la chica cuyo nombre no sabemos aún, en su habitación. Caminando por el pasillo, central siento que alguien se acerca.Respire profundo para sentir su aroma, es Alice Blanc.— ¿Qué quieres Alice? Estoy algo ocupado.— continúe mi camino.—¿Así vas a saludar a tu hermana? — camina detrás de mí.—No somos hermanos.—Tal vez no de sangre, pero si de crianza.—El hecho de que mi padre te recogiera y te adoctrinara no signific
Bajando por las escaleras Alice se me queda mirando, hasta el punto de incomodarme un poco.— ¿Sucede algo? — pregunté.—No, solo quiero ver el por qué mi hermano muestra un repentino interés en ti. Yo quedé impactada por su comentario.— ¿Interés en mi? Hedmon ha sido muy amable a diferencia de los demás que solo me miran como si fuese un enemigo o peor aún un experimento. Es un príncipe, debe serlo.—Por supuesto, Red.— respondió en forma de sarcasmo.Nos detuvimos frente al campo, todos voltearon su mirada a mi dirección. Alice gritó fuerte:—Vengan aquí ahora.Todos se acumularon en frente de nosotras dos. Sentí algo de pena por estar delante de esa multitud, sin embargo no flaquee por nada.—Esta chica se les unirá el día de hoy a una prueba de fuerza; es nueva, se llama Red.— me presento Alice.Yo quedé paralizada, admirando los rostros de quienes me veían a mi. Hombres y mujeres que se veían agresivos, salvajes y por supuesto no tendrían problema en acabar conmigo.—Genial, un
No sé que día es hoy, ni que año... Solo se que cada día que pasa me duele en el pecho saber que Venus no está. La culpa es un sentimiento terrible que no parece curar con el tiempo, todo lo contrario, se extiende como un cáncer en toda tu mente.Regresé a Puente Celest, luego de pasar días enteros en el bar de Neverlake. Al bajarme del auto veo a Anthony en la entrada de mi casa. Por la forma en la que camina de un lado a otro, siento que no terminará bien este encuentro. No está aquí para una charla.— ¿Qué haces aquí? — le pregunté.—Justo contigo quiero hablar...— se acerca amenazante.—Anthony... Hoy no tengo tiempo ni ánimos para hablar contigo.Él me miró con desagrado mientras que sacaba un bate. «¿De dónde saco ese bate de béisbol?» pensé.—Tony no comiences algo que no estés dispuesto a terminar.—¡La única que podía decirme Tony ya no está! — me atacó con el bate, pero lo esquivé con facilidad.— Venus no debió conocerte, no debiste meterte con ella, estaba perfectamente bie
Han pasado cinco largos y amargos años, pese a que soy inmortal siento que estos míseros años han sido una total eternidad, los días pasan y siento que no logro absolutamente nada con Cedric.Ese imbécil que tanto amo solo piensa en la idiota de Venus, ¿A caso desaparecerla no fue suficiente? ¿A caso tengo que construir una máquina que le borre los recuerdos de raíz a Cedric? Me parece enfermiza su obsesión con Venus. Esa obsesión que no le permite ver lo feliz que puede ser conmigo.Bueno, sabía que esto no sería fácil, Cedric no se enamoraría de mi de la noche a la mañana, pero no todo está perdido, con este amable y desinteresado acto que hice por él de ocultar el cuerpo del idiota de Tony, tengo más esperanzas de que note que soy capaz de hacer todo por él.Este monólogo conmigo misma me está motivando a terminar de enterrar en lo más profundo de la tierra las extremidades de Tony. Los humanos son tan frágiles.Escucho pasos al fondo del bosque, pero obvio que ya se quien es.— ¡M
6 meses después."Ya estamos en octubre, han pasado solo seis meses desde qué fui aceptada oficialmente en este castillo, eso sin contar los años que llevaba inconsciente, según cuentan los rumores, dure muchos años para reaccionar, sin embargo descubrí lo genial que se siente escribir todos mis pensamientos, se siente como si pusiera orden a todo el desastre mental que tengo ahora, me ayuda a aclarar mis decisiones y la forma en la que me siento ahora."Cerré el nuevo diario que Hedmon me dio y solté el lápiz. Ya estaba por terminar de leer casi todos los libros que tiene en su estantería, puedo aburrirme un poco en este inmenso castillo, a pesar de ser tan grande es tan vacío.Incluso husmear en el escritorio de Hedmon es aburrido. Mi rutina diaria no es suficiente: salgo de mi habitación, entreno en el campo de batalla por horas, tomo un baño, regreso a este salón de Hedmon, leo un par de libros, regreso a mi habitación. Siento que es un bucle.—¿Interrumpo?— pregunta Hedmon lle
—¿Qué pasa Zain, por qué entraste así de alarmante a mi salón?— cuestionó mientras trato de relajarme y bajar la tensión de mi miembro.—Mi señor, siento que interrumpí algo.—No digas tonterías. —He estado investigando y estudiando el tipo de sangre de Red desde que llegó, no ha sido fácil puesto a qué no tenía idea de por dónde empezar... Pero ahora ya sé.Yo intrigado.— ¿A qué te refieres?—En este sobre están los análisis que logré recopilar de ella,a explicación lógica del porque no se murió a pesar de sus graves heridas.Le hice señas de que me acercara el sobre, no puedo levantarme aún, todavía no me calmo por completo.Abrí el sobre y quedé algo asombrado con lo que dicen los análisis que me trajo Zain.Luego de un par de segundos en silencio, leyendo la carta Zain me explica.—Esa chica que llamamos Red no era humana... Siempre fue vampiro, solo que fué criada como una humana, alimentándose de comida de humanos.—Eso es imposible. ¿Cómo podría ser vampira y vivir como human