Corrí lo más rápido que pude y entré en mi habitación, cerré la puerta y me afinque de la misma cerrando mis ojos, intentando normalizar mi respiración.—No lo puedo creer— murmuré.—¿Qué no puedes creer?— pregunta una voz de mujer.Abrí mis ojos tan grandes como puedo, buscando rápidamente de quién es la voz hasta que la veo sentada en mi cama.—Alice.— dije, asustada.—¿Por qué tan agitada, huyes de alguien? — ¿No te han dicho que entrar así en las habitaciones es de mala educación?—Todo el tiempo me lo dicen.— ¿Qué haces aquí? Alice se levanta de la cama y me mira fijamente.—Vine para hablar contigo, debes sentirte sola en este enorme castillo, sin conocer a nadie.—No es necesario.Yo negué con la cabeza, Alice siempre me ha intimidado más de lo que cree, esos ojos azules profundos, ese cabello blanco, esa piel palida, es como la gemela de Hedmon, es increíble el inmenso parecido a pesar de no ser hermanos de verdad.— Deberíamos dar un pequeño paseo juntas, no hemos interact
Camino de un lado a otro en la habitación, como si en algún momento está ansiedad fuese a desaparecer de la nada. Es fácil lo que tengo que hacer, solo debo casarme, continuar con mi legado, vivir por siempre con el sentimiento de que hubiese pasado si Red y yo... ¡No! No debo pensar en eso, está mal.En eso siento el aroma de Alice Blanc, está por entrar a la habitación y yo definitivamente no tengo ánimos de discutir.Alice empuja la puerta de mi salón con fuerza y me señala con su dedo muy furiosa.—¿Así que por eso no querías contarme tus estúpidas intenciones con esa mujer?—¿De qué hablas?— confundido.—De Red, ¿Qué no ves que estás cometiendo un error?—Sigo sin entender.—Claro, hagámonos los tontos,— se acercó a mí amenazante— la toqué y sentí sus intenciones y fueron bastante claras.— ¡Sabes que tienes prohibido hacerlo sin autorización del rey!— Advertí — ¡Fue sin querer!— exclamó.—¿Qué es lo que quieres Alice? ¿Tomar una oportunidad con esto? ¿Contarle a mi padre para
Luego de un largo baño y reflexionar lo que hablé con el rey me sentí muy recargada de energía, no sé porque me siento más poderosa ahora, es cierto lo que dicen de la sangre, te mejora todas las habilidades.Aunque no puedo evitar sentirme un poco mal por esa chica, acabé con su vida en unos segundos, de seguro tenía madre, padre... Familia y yo la maté.¿Esto me convierte en un monstruo consciente? Porque sé que debía hacerlo, pero no quise hacerlo. No de esa forma tan salvaje. Sin embargo ya estaba demacrada, delgada, parecía no haber comido desde días, tal vez su muerte la libero del terrible infierno que pasaba en manos del rey. Dejé de darle vueltas al asunto y me vestí cubriendo rápidamente las cicatrices de mi vientre y piernas; las odio con todo mi ser, me recuerdan al hecho de que me quitaron gran parte de mí y no puedo recordar, siento que cuando recuerde todo no podré controlar toda este nudo en mi pecho. Este nudo que me hace sentir que esta no es la vida que debería viv
Me encuentro sentado en la cama, divagando entre mis propios pensamientos, mientras que la aguda voz de Alice penetra mi mente de forma tormentosa.— ¿Estás escuchando algo de lo que digo?—Alice, ¿Para que me trajiste a tu habitación? Tengo muchas cosas por hacer.—No te irás de aquí hasta que me digas lo que planeas hacer con Red.—¿En serio seguirás con ese tema?—No es como si estuviésemos hablando sobre el clima... Es un tema serio.Me levanté de golpe y camine hasta la puerta.—No le encuentro sentido discutir algo que no te concierne.—Todo lo que tenga que ver con el reino y con mi familia me concierne... Eres mi hermano y te guste o no, debo cuidarte.—No hay problema, ya tengo una prometida, me casare con ella y todo marchará como el rey siempre ha deseado... — Con una extraña sensación de que sería el final feliz para todos menos para mí.—¿Y Red?— insistió.—Asunto terminado.— salí de su habitación y me dirigí a la mía. Se que su intención al mantenerme preso en su habita
Colocarme un estúpido vestido lo suficientemente ajustado es necesario para asistir a la reunión importante del rey, es obvio que debo asistir, así tenga que lucir como una de esas mujeres estreñidas y sufridas que vinieron de visita por la celebración.Mujeres que se hacen valer por lo ajustado de su corsé, me coloqué la dicha máscara negra que ofrecen en la entrada del salón. Al entrar sentí las miradas de todos los presentes, no es para nada incómodo.Tomé una copa de sangre, es justo lo que necesito, algo de valor proveniente de una copa.Comencé a buscar a Hedmon, no debe estar en otro lugar que aquí, es su agasajo. Rebuscando entre la multitud choqué con una persona, al pedirle disculpas por mi torpeza me di cuenta que mi suerte no estaba de buenas y que el castillo no es tan grande como parece. Debo ser muy desafortunada para encontrarme con Jazmín justo aquí.— Definitivamente no sabes caminar. — me desafío con su mirada imponente. No tenía la máscara puesta.—No tengo tiempo
Miré como se llevaban a Red arrastrada por sus brazos, ella forcejeando con los guardias y gritando cosas que se me hicieron difícil de ignorar."Hedmon corre peligro" son palabras que no se dicen porque sí.Me acerqué al rey quien trataba de regresar el buen ambiente al salón, todos murmuraba y miraban a Jazmín con lastima.—¿Qué sucedió?— pregunte.—Esa chica se enloqueció, siempre tuve razón en sospechar de ella, no se debió quedar aquí, mañana será llevada a la habitación del fuego.— por su mirada y expresión pude notar que se sintió ofendido por la forma en la que se arruinó su celebración, él es tan delicado cuando se trata de dar una buena e imponente impresión.Yo me quedé algo desconcertada por el hecho de que Red gritara cosas como esa. Sin embargo no le pregunté nada más al rey, si odia algo más que ser avergonzado es ser desafiado por sus decisiones.Me alejé del rey y en eso Hedmon se acercó corriendo a mi, se veía asustado.—¿Por qué se llevaron a Red? ¿Qué está pasando?
La promesa de mantenerme en la habitación se hacía cada vez más difícil de cumplir. Siento que estas cuatro paredes se acercan cada vez más a mí, quitándome por completo la libertad de respirar con tranquilidad.Red está en peligro de muerte a causa de las estúpidas reglas de mi padre y solo debo mantenerme aquí, esto me frustra. Debería poder salir y defenderla, hacer algo, se supone que soy príncipe.Intenté cumplir la promesa de Alice lo más que pude, sin embargo, el desespero es mayor que cualquier juramento.Abrí la puerta de la habitación y me asomé por el balcón que daba a todo el centro del salón, las personas aún bailaban, otras solo estaban de pie bebiendo en sus copas. Todo parece normal, sin embargo no puedo visualizar a mi padre ni a Jazmín.Cuando voy a volver a entrar a la habitación veo a Alice ingresar al salón. Esa es mi señal divina para poder hacer algo, Alice camina rápidamente hasta donde está mi padre.Le murmura algo y se dirigen dentro de una de las habitacion
Este sentimiento que invade mi pecho es paralizante. Me siento frustrada por no lograr detener todo esto, aunque me sorprende que Alice decidiera venir a escucharme, no estoy segura de que tanto cree en mí.Nunca me detuve a pensar en como iba a morir, ni que tan pronto sucedería, pero ahora que pasará es algo triste saber que jamás podré recuperar mi memoria, que moriré sin saber de dónde soy, mis gustos, mi personalidad, mi hogar... Mi familia, si es que tengo familia. Algo tan simple como mi nombre, jamás lo recordé.Me senté en ese suelo sucio y frío a esperar mi final, solo me queda recordar con amor mis momentos con Hedmon, dónde me hizo sentir parte de su vida y amada.—Al menos sé que moriré intentando salvar a Hedmon...— murmuré para mí misma. De repente escuché pasos, reconocí el aroma en ese instante, es Hedmon.Me levanté y apoyé todo mi cuerpo a los barrotes para observar con mayor claridad quien entraba al calabozo. Para mí sorpresa entró Hedmon y Alice junto con un par