Venganza y traición: La exesposa de mi amigo
Venganza y traición: La exesposa de mi amigo
Por: Mayte Martinez
Capítulo 1 ¿Culpable?

Narra Romina

—¡Marcela! —Escucho un grito a lo lejos, mis ojos están cerrados y siento que pesan demasiado, al igual que mi cuerpo.

 —¡Romina! ¡Despierta! —Esa voz, es de mamá. Pero se escucha entre una mezcla de odio y desesperación.

Empiezo a moverme y, al abrir los ojos, veo un c****o en mi mano derecha. ¿Qué hago con eso? Me siento mareada.

Levanto mi vista y ¡No puedo creerlo! Es mi hermana menor, Marcela, quien se encuentra en el suelo en un charco de sangre.

Debe ser una pesadilla, sin embargo, siento una fuerte cachetada que me hace reaccionar y me doy cuenta de que no es así.

—¿Ma… Ma… Marcela…? — Digo tartamudeando por la escena tan espantosa frente a mis ojos.

—¿Qué le has hecho a tu hermana? —Volteo a todos lados y no recuerdo nada, sólo que ella me había pedido venir a verla para ver lo de su vestido para su boda con el amor de mi vida, Dante Ríos.

Si, él es el amor de mi vida y Marcela lo sabía, supuestamente me ayudaría a conquistarlo. Que ciega fui al creerle. La odie por eso, pero ¿de ahí a quitarle la vida a mi propia hermana? Jamás.

—Mamá… —Me da otra cachetada.

—¿Tanto odio le tenías por su amor con Dante Eres de lo peor. —¡¡¿Qué?!!

—¡Marcela! —Y ahí está, el hombre más guapo que jamás haya conocido.

—¡No! —Su voz se escuchaba desgarradora y eso hacía que mi corazón doliera de verlo así.

Se tira al piso cerca de mi hermana. Quien resultó ser su amada.

¿Realmente lo hice? ¡Dios! No recuerdo nada.

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Quién hizo esto? —Sólo de pensar que fui yo, me aterra la idea de que quiera acabar con mi vida también.

Miro a mamá y me sonríe de una manera escalofriante.

¿será mi final?

—Fue Romina — Lo dijo fingiendo decepción.

Dante me mira y su odio está a todo lo que pueda.

Camina hacia a mí y me toma de los brazos apretándolos tan fuente que siento que me los romperá.

—¿Cómo fuiste capaz? ¿Qué te hizo ella? ¿Era tan grande tu obsesión conmigo como para hacerle algo así? ¡Responde de una vez! —Me ataca con preguntas y no sé qué responder.

—Yo… no lo sé. —Me quiebro en llanto por su desprecio.

—¡Maldición! —Me duele mucho la cabeza y los brazos una vez que me ha soltado.

Lo veo caminar por toda la habitación como león enjaulado. Halándose los cabellos por la frustración de no poder hacer algo.

—Llamaré a la policía. —¿Qué? Mamá toma su movil, pero el amor de mi vida la detiene.

—No lo haga. —Ambas lo miramos sin comprender.

—¿Por qué no? —Pregunta sin dejar de mirarlo.

—Aún tenemos un negocio, y yo debo casarme. —Me mira por un instante, sólo veo un odio profundo por mí. ¿Dónde quedó ese hombre gentil del que me había enamorado? Esperen… ¿un trato? Pensé que se casarían por amor.

—Pero ¿Con ella? —Mi madre se escucha decepcionada.

—Es eso o el negocio se cancela. —La mira esperando por su respuesta.

—No. Aceptaré que te cases con… esa. — Me mira con ese odio que no ha dejado y lo mira nuevamente.

—Bien. Después nos pondremos de acuerdo. —Dante se despide y nos deja solas.

—Esto no se quedará así, tarde o temprano pagarás tu crimen. —Me advierte y no sé qué pensar.

Mamá llamó a las autoridades correspondientes diciéndoles con todo el dolor de su corazón que fue un asalto que debió salir mal, incluso escondió algunas de las joyas de ella y de mi hermana para que fuese más creíble.

¡Dios! Presiento que se desatará un infierno de ahora en adelante, sin embargo, espero que todo esto se aclare y poder demostrar mi inocencia, claro, en caso de serlo.

Nos encontrábamos en su velorio, todos nuestros conocidos y amistades, se acercaban a darnos el pésame.

Mi padre está deshecho al enterarse que su hija consentida ya no está más en este mundo. ¿y quién no lo estaría? Ella era mi hermana y mejor amiga a pesar de su mala jugada al conquistar a Dante. Pero sé que jamás le haría algo así.

Mi amado se encuentra cerca de su féretro y no ha dejado de llorar. Se suponía que sería por negocios su matrimonio, y todo este tiempo pensé que era por amor. ¡Dios! Estoy tan confundida.

Me levanto de mi lugar y salgo al jardín a tomar aire, siento que me asfixio.

—¿Cómo es posible que alguien tan joven como ella le pasara algo tan feo? —Escucho decir a alguien. Sigo la voz y es Karen, la mejor amiga de mi hermanita.

—Te entiendo. Ella se encontraba en casa sola, cuando entraron unos tipos a rob4r. —Ese es Adrián, el ex de Marcela.

Lo dejó en cuanto conoció a Dante.

—¿Por qué ella? —Hay una tercera persona. Miro bien y es Daniel. Mi mejor amigo.

Siempre estuvo enamorado de mí, pero sólo lo quiero como amigo.

—Es mejor que volvamos. —Dice Karen y ellos asienten en silencio y se retiran.

Me llega el olor a comida y me dan unas inmensas ganas de volver el estómago.

Corro hasta el baño y vacío todo.

¡Imposible!

No puedo estar embarazada. Sólo una vez estuve con mi jefe. Si, Dante Ríos, es mi jefe, fue así como me enamoré de él. Y la única ocasión que estuvimos juntos, fue en la pre- cena de año nuevo, hace un mes. 

Estábamos ebrios, Marcela se fue a casa y yo iba a avisarle que se iría, su oficina estaba a oscuras y bueno… pasó lo que tenía que pasar.

Pero, no puedo decirle y menos ahora que piensa que soy la culpable de la mu3rt3 de mi hermana.

En verdad soy ¿culpable?

Narra Dante

No podía creer lo que vi, a mi prometida sin vida. A pesar de que todo eran negocios con su padre, yo estaba muy enamorado de ella. Y en cuanto a su hermana, digo, ella era muy amable y dedicada a su trabajo y le debía las gracias por presentarnos. Y ahora, ella es la culpable de que Marcela ya no se encuentre más con nosotros. ¿Tanto la odiaba por estar conmigo?

—¿Qué harás ahora que ella falleció? —Me pregunta mi hermana estando sentada junto a mí, mientras estoy bebiendo vodka.

—Me casaré con la hermana. —Digo con frialdad.

—¿Estás seguro? Digo, no la amas, sólo la estimas. —Dice y la miro.

—Tengo mis motivos. —Nadie aparte de Casandra y su… hija, sabemos la verdad. Me habría gustado que pagara su crimen en prisión, mas no sería un castigo justo, al menos no para mí.

Haré de su vida un infierno. Eso lo tendrá por seguro.

No te saldrás con la tuya. No sabes con quien te vas a casar.

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