Liam.Sonreí cuando la escuché cerrar la puerta.Ella era como un bonito y esponjoso conejo en medio del bosque que necesitaba tiempo para vigilar que no hubiera nadie cerca par salir de su madriguera y comer hierba feliz.Así que yo le puse la "zanahoria" delante y esperaré a que la coma de mi mano. Con paciencia, mucha paciencia.No le había propuesto el vivir conmigo solo con la intención de disfrutar mutuamente de nuestros cuerpos por las noches. No, también estaba la cuestión de mi lobo siendo territorial. No creo que aguante la idea de volverla a oler con el aroma de su amigo ni un día más. Sobre todo después de que tuviera que controlar mi instinto para no marcarla cada vez que la tomé durante las horas pasadas. Bueno, de algo estaba seguro: Quería a esa hembra como algo más que un par de noches divertidas.Ni siquiera me sentía cansado después de todo lo que hicimos. Mi cuerpo y mi lobo estaban listos para más, pero tenía que hacer algunos preparativos antes de partir a bus
La expresión de Gail cambió a una de sorpresa y eso mantuvo su boca cerrada hasta que le indiqué que podía dejar de correr.Meses siendo parte de esta manada y no había recorrido por completo la totalidad del territorio. No conocía cada rincón del bosque, pero sabía que aún nos encontrábamos dentro porque el límite eran unas montañas más allá.Gail me bajó sobre un tronco y luego se sentó a mi lado. Espero pacientemente a que hablara. Me tardé unos buenos cinco minutos porque no sabía por dónde empezar.-El Alfa me ha pedido que viva con él.Cuando no agregué nada más, las cejas de Gail se elevaron.-Felicidades.Yo le di una mala mirada y él elevó sus brazos en señal de paz.-Lo siento. ¿Querías un consejo? ¿Una opinión? ¿Que te dijera sobre sus hábitos más preocupantes? Lamento decirte que más allá de una insana tendencia a querer ahogarte en el río, si yo fuera hembra también babearía por él. Quizá hablaría sobre la parte de ahogarme porque no estoy dentro del masoquismo pero...-
Regresamos con la manada al atardecer. Había llegado a un punto muerto respecto a mis sentimientos, así que simplemente lo aparté de mi mente. Los chicos holgazaneaban al rededor de la hoguera todavía. -¿Dónde está el Alfa? - Pregunté con curiosidad. -Arriba de la montaña. - Dijo Ti perezosamente. - Dijo que eres bienvenida a unirte si querías o puedes quedarte aquí con nosotros y disfrutar del sol. Resoplé divertida. Fui hacia Ef y le pregunté si ya había resurtido nuestras bolsas. -Es lo que he estado haciendo toda la mañana. - Dijo señalando las bolsas a sus pies. - Me hacen falta vendas, pero esas no puedo fabricarlas en unas cuantas horas. Tendremos que parar en alguna manada a resurtirnos. Me preguntó cómo es que se nos terminaron tan rápido. -Un misterio misterioso que te tendrá ocupado el resto de la tarde. - Dije antes de echarme a correr en dirección a la montaña. No tenía nada mejor que hacer y, francamente, necesitaba estar en acción para no pensar de nuev
Después de que el Alfa me demostrara que la silla era nueva (dos veces) y que tuviera que ser él quien me pusiera la ropa, bajamos para buscar algo de cenar. Nuestros compañeros ahora simplemente dormitaban al rededor de la hoguera antes de bostezar e ir a las cabañas que habían tomado. Gail me dió una breve despedida antes de irse también. -¿Quién ha ido a cazar si todos se encontraban rascando sus vientres? - Pregunté con curiosidad. -Cleo. - Dijo Bo. - El ave más hermosa del mundo y a la que le acabo de terminar de hacer un gorrito para el frío. -¿De verdad? Bo señaló hacia un árbol cercano y vi a Cleo con los ojos cerrados encima de una rama gruesa. Efectivamente, tenía un gorrito negro que combinaba con sus plumas. -¿Dejó que se lo pusieras? -Si y le ha encantado. ¿No se ve feliz? El Alfa suspiró y siguió caminando. Bo se despidió para ir a dormir al poco rato y yo me dirigí hacia el Alfa. -Cleo se ha ganado a la manada. -No la viste en acción después d
El día había iniciado muy bien... y ahora no estaba yendo tan bien. Mis compañeros de manada, nuestra Dulce Madre los bendiga, nos habían apartado comida así que esos cinco divertidos minutos pude haberlos usado en su totalidad. Para cuando el Alfa por fin llegó junto a nosotros, tenía un aspecto... confundido. Dió algunas órdenes y nos pusimos en marcha. Me subí a la espalda de su lobo divertida de ver su expresión perdida. En el camino le ofrecí comida que tomó gentilmente con los dientes hasta que se terminó su ración. -Gracias. - Dijo con suavidad y regresó a su estado meditativo. No me reiría solo porque el lobo no sabía qué pasaba. Me pregunté vagamente si desconocía que eso podría hacerse con los pechos o si ni siquiera se le había ocurrido y ahora veía la ventana de posibilidades. Sea lo que sea, continuamos el silencioso viaje para el que solo nos detuvimos una hora después. Para ese momento se había recuperado lo suficiente como para no desviar su mirad
Yo no tenía experiencia en quemaduras, pero Ef si. Rápidamente me indicó qué hacer.Co estaba inconsciente y realmente pensé que le había caído un rayo, pero Ef me aseguró que esos dejaban otro tipo de daño.Más allá de un par de heridas, encontrarse helado y quemaduras en su rostro y parte del torso, no había nada más.-Un rayo debió caerse después del impacto del rayo y apresó su cuerpo. Las quemaduras surgieron cuando el árbol comenzó a incendiarse, me imagino. - Dijo Ef aplicándole más ungüento a la zona de su pecho con peor pinta. - Estará bien en pocos días.Un árbol incendiándose...En cuanto terminamos con Co, fui directa al Alfa Supremo.-Muéstreme sus manos.-Estoy bien.-Muéstreme. Sus. Manos.Lo hizo a regañadientes y yo le gruñí.Aún con poca luz en el rincón al que decidió retirarse, podía ver la carne viva en sus palmas.-Ya me lo suponía. - Dije estrechándole los ojos. - ¿Acaso volverá a esperar que adivinemos que se encuentra herido?-No es grave...-Así como tampoc
El problema no era la evidente emboscada, el problema era que el último grupo al que habíamos enfrentado tenían algunos trucos bajo la manga. Esperaba que este grupo no usara cosas extrañas para inmovilizar a sus víctimas, pero nunca se sabía.Comencé a moverme rápidamente preparando algunos venenos mientras el Alfa me cubría con su cuerpo; podría o no ser necesario, sin embargo no me arriesgaría.-Yo los distraeré mientras tu regresas con la manada. - Susurró tan bajo que creí que no me estaba hablando. -No voy a dejarlo solo. Sobre todo cuando ni siquiera los escuchó venir. - Repliqué importándome una mierda que me gruñera.-Vomi...-No.-Miren lo que nos trajo el viento, chicos. - Dijo una voz masculina. -¿Una pareja perdida?El Alfa me tomó por los hombros y me abrazó a su costado.Otros hombres comenzaron a salir del bosque a nuestro al rededor. -¿Una pareja? ¿Exiliados? - Dijo otro acercándose.El Alfa gruñó con advertencia.-Quizá estén buscando ser Renegados. - Dijo otro in
No encontramos el rastro del Alfa Supremo tampoco al siguiente día. La lluvia había disminuido lo suficiente como para que pudiéramos ver mucho mejor hacia adelante, pero tristemente sin éxito.Cada charco, cada par de metros llenos de lobo y troncos caídos no ayudaban en nuestra búsqueda.Ni siquiera nos dimos tiempo para dormir o comer mientras volvíamos sobre nuestros pasos y poníamos en marcha de nuevo el plan del Alfa Supremo: Formación en abanico y a buscar en cada jodida roca de nuestro camino.Nosa guiábamos bajo dos premisas:La primera, que el Alfa Supremo había desaparecido tras el rastro del grupo de Rengados que lo querían muerto.La segunda, que el Alfa Supremo había llegado hasta el grupo de Renegados que lo querían vivo.Yo rezaba porque fuera la segunda y no la primera.-Ellos dijeron que al Sur se estaba quemando un árbol y con él algo del bosque y por ese motivo se tuvieron que desviar y nos encontraron. - Dije con frotando mi cara con frustración.Había estado rem