El problema no era la evidente emboscada, el problema era que el último grupo al que habíamos enfrentado tenían algunos trucos bajo la manga. Esperaba que este grupo no usara cosas extrañas para inmovilizar a sus víctimas, pero nunca se sabía.Comencé a moverme rápidamente preparando algunos venenos mientras el Alfa me cubría con su cuerpo; podría o no ser necesario, sin embargo no me arriesgaría.-Yo los distraeré mientras tu regresas con la manada. - Susurró tan bajo que creí que no me estaba hablando. -No voy a dejarlo solo. Sobre todo cuando ni siquiera los escuchó venir. - Repliqué importándome una mierda que me gruñera.-Vomi...-No.-Miren lo que nos trajo el viento, chicos. - Dijo una voz masculina. -¿Una pareja perdida?El Alfa me tomó por los hombros y me abrazó a su costado.Otros hombres comenzaron a salir del bosque a nuestro al rededor. -¿Una pareja? ¿Exiliados? - Dijo otro acercándose.El Alfa gruñó con advertencia.-Quizá estén buscando ser Renegados. - Dijo otro in
No encontramos el rastro del Alfa Supremo tampoco al siguiente día. La lluvia había disminuido lo suficiente como para que pudiéramos ver mucho mejor hacia adelante, pero tristemente sin éxito.Cada charco, cada par de metros llenos de lobo y troncos caídos no ayudaban en nuestra búsqueda.Ni siquiera nos dimos tiempo para dormir o comer mientras volvíamos sobre nuestros pasos y poníamos en marcha de nuevo el plan del Alfa Supremo: Formación en abanico y a buscar en cada jodida roca de nuestro camino.Nosa guiábamos bajo dos premisas:La primera, que el Alfa Supremo había desaparecido tras el rastro del grupo de Rengados que lo querían muerto.La segunda, que el Alfa Supremo había llegado hasta el grupo de Renegados que lo querían vivo.Yo rezaba porque fuera la segunda y no la primera.-Ellos dijeron que al Sur se estaba quemando un árbol y con él algo del bosque y por ese motivo se tuvieron que desviar y nos encontraron. - Dije con frotando mi cara con frustración.Había estado reme
Tres días. Pasaron tres días antes de que volviéramos a tener una pista. No es como si no peináramos el jodido bosque; incluso investigamos por encima de los árboles sin éxito. Cloe tampoco regresó en ese tiempo. No me preocupaba. Si ella quería ser un ave libre, podría serlo. Solo lamentaba que no me hubiera ayudado una última vez. Nos encontrábamos al rededor de una hoguera improvisada. El ambiente tenso no era nada que ver con las risas en nuestro territorio; cada uno estaba perdido en sus pensamientos. Incluso había escuchado susurrar a otros que lo más probable era que lo estuvieran torturando y que recibiríamos "esa" llamada pronto. Mi esperanza aún no disminuía. No es que estuviera siendo la más optimista de la manada, sino que si contemplábamos las posibilidades, creía que fuera más probable que quien quiera que lo haya capturado lo necesitara vivo. Ya lo hubieran matado de ser de otra manera. Durante nuestro tiempo buscándolo, yo no había podido dormir.
El viaje tardó al rededor de un día. Cleo solo se detuvo para cazar algo rápido antes de seguirnos guiando. -Esta área no recuerdo que la hayamos visto en nuestro camino hacia el Este. - Murmuré en los brazos de Gail. -No. - Estuvo de acuerdo. - Quizá nos desviamos porque yo tampoco recuerdo este enorme río. -Extraño. - Dije mirando nuestro entorno. - Quizá porque rodeamos aquella montaña en vez de atravesarla directamente. Ti había dicho que, en la prisa por huir de nosotros, seguramente los Renegados no habrían atravesado dicha montaña sino que prefirieron un camino menos accidentado para que siguieran teniendo ventaja sobre nosotros. Cleo simplemente pasó por encima así que eso hicimos nosotros también. O más bien Gail, yo hubiera tardado una eternidad. El río al que Gail se refería tenía un buen caudal y sospechaba que era profundo. Menos mal que Cleo no se dirigió directamente hacia allí porque parecía peligroso. Nada que ver con el dulce y helado río de nues
Aquellos que entendieron que debían de alejarse del árbol, se olvidaron que no me encontraba sola. Gail acabó rápidamente con ellos y nuestro pequeño rincón del bosque quedó en silencio.-Vaya, te estabas tomando en serio tu entrenamiento. - Dije bajando del árbol.-Por supuesto que si. - Dijo con un bufido. - ¿Acaso crees que llegaba destrozado a nuestra tienda solo por pasarme el día viendo flores? No todos podemos ver el culo de nuestro Alfa como entretenimiento en la manada, ¿Sabes? No hay mucho que hacer sin una misión.-Gracias por recordarme que tú supiste todo el tiempo que era el Alfa y me dejaste hablar mal de él en su cara. - Murmuré dando un pequeño salto para aterrizar junto a las víctimas. - Y, para que lo sepas, nadie te impide que le veas el trasero. No es mi culpa que no sea tu tipo.Él bufó.Un poco de charla frívola siempre era bienvenida después de una pelea en el que ambos pudimos haber resultado heridos de no contar con el elemento sorpresa.-¿Estaban llamando a
Todo había ido bien hasta que llegué a una intersección que claramente no había sido hecha de forma natural. Me asomé solo un poco para encontrar otro pasillo desierto y lleno de antorchas. Seguí caminando. El eco de mis pasos se camuflajeaba con el eco del agua al caer así que todo bien hasta aquí. Un par de pasos más y llegué hasta el final del túnel. Del túnel y de mi suerte ya que pude escuchar el ruido de múltiples risas en la siguiente intersección. Me pegué lo más posible a la roca y di un vistazo rápido. Era una especie de sitio de reunión gigante en el que se encontraban mesas y mesas llenas de lobos bebiendo, cantando, brindando y peleando. Volví a esconderme fuera de la vista. Fruncí el ceño. ¿Es que acaso creían que la manada del Alfa Supremo, nuestra manada, no los encontraría después de que raptaron a nuestro Alfa? Me ofendía. Bueno, solo un poco ya que, después de todo, nos había tomado días encontrar este lugar. Punto para ellos. Malditos.
Dejé de fingir ser un borracho apestoso (bueno, lo de apestoso no podía hacer mucho al respecto ahora mismo) y me dirigí hacia él.El pasillo en el que le habían encadenado se encontraba prácticamente desierto salvo por nosotros dos así que no me preocupé.En cuanto estuvo a mi alcance, enterré mis manos en su pelaje.-Joder, he estado muy preocupada...-...¿Vomi?Entonces su rostro quiso meterse prácticamente dentro de mi ropa.Extraño. Sobre todo considerando que apestaba pero ¿Quién era yo para juzgar cómo me recibía después de tantos días?-Mierda... Realmente eres tú. Eres tan encantadora...Fruncí el ceño. No por sus palabras sino por su pronunciar tan lento y cuidadoso.-¿Está bien? - Pregunté sacando su cara peluda de mi ropa holgada.-Drogado... un poco.Bueno, eso lo explicaba.Apreté los dientes. No era de extrañar que el pobre no haya salido de aquí a pesar de la mala seguridad.A menos que...-¿Puede romper esas cadenas?-Si.-Bien, entonces vámonos. - Dije agachándome p
Hubo un silencio repentino. La hembra se encontraba mirando fijamente al Alfa Supremo.Yo me mordí el labio con fuerza.-Bien. No hemos intentado con un macho; dale el afrodiasiaco nuevo y luego ayúdalo a animarse. No podemos seguir perdiendo tiempo en mi emparejamiento. -... ¡¿Yo?! - Preguntó el macho con incredulidad y algo de asco.-Tú, el primer idiota que encuentres... me importa un bledo siempre y cuando hagas el trabajo. Los del grupo de Calavera no se tardarán en descubrir que hemos capturado al Alfa Supremo y tendremos que movernos de aquí... de nuevo. Estoy harta del lugar de todas formas, pero no me moveré de aquí sin una marca en mi cuello y un cachorro en mi vientre. ¿Cuánto tardará en hacer efecto ésta vez?-Unos diez minutos. ¿Quieres meterlo a la jaula antes?-Esa no es una mala idea. La última vez rompió las jodidas cadenas que ese mentiroso contrabandista dijo que eran indestructibles incluso para el Alfa Supremo. - Dijo la hembra con un gruñido molesto. - Otro ma