Angelito ingresó a su oficina, su azulada mirada la recorrió con tristeza, se acercó al sillón en donde se acostaba a ver la televisión, acompañado de un tazón de papás y palomitas de maíz.—Voy a extrañar mucho este lugar —dijo mientras limpiaba sus ojos—. No sé a qué me dedicaré ahora que ya tendré en qué trabajar.—Hay mijo, tú nunca dejarás de ser el patrón, además no te irás para siempre —doña Ofe tomó asiento a su lado—. Estoy segura de que podrás hacer más cosas a donde te vayas, o ¿prefieres quedarte sin tus papás? —preguntó.—¿A quién voy a mandar? —preguntó—. A mí me gusta dar órdenes a todo el mundo y, ni modo que les dé órdenes a mis papás. —Suspiró profundo—. No quiero que se vayan sin mí, los extrañaría mucho —confesó.En ese instante la charla fue interrumpida porque alguien abrió la puerta de la oficina. —¿Qué haces aquí? —indagó Juan Andrés al pequeño—, desde hoy tomaré posesión de este lugar, vendré a jugar videojuegos. Angelito presionó con fuerza sus dientes y su
Apóstoles Misiones, Argentina.Paula María no pudo evitar reírse.—La abuela no es una bruja —aclaró—. A tu tía le encanta molestarla diciendo que lo es—. Lo más que puede hacer es aparecer cuando le conviene y desaparecer de la misma manera —indicó.—Pero si la abuela te hace sentir mejor, podemos llamarla para que venga a jugar —mencionó Gabo, y sonrió—, era muy divertido jugar con ella. —Miró a Pau recordando sus años de adolescencia—, aunque le gusta hacer trampa —susurró bajito. Angelito negó con la cabeza y limpió sus lágrimas.—Me dijo que está en una misión secreta —explicó—. Que estaba vigilando a alguien, ¿será a tu papá? —preguntó a Gabo—, a ella le gusta el abuelo Miguel y Carlos —susurró—, la vi en el comedor intentando pellizcarlos —narró bajito.—No se inmuta al ser un ángel —Pau sonrió. — ¿A quién estará vigilando? —se preguntó al recordar sus largos periodos de ausencia. —¿Quieres jugar con tu papá, mientras les preparo algo rico para que pasemos la tarde juntos? —cu
Angelito se encontraba en su salón de clases, pegando algunas bolitas de papel sobre un dibujo de su superhéroe favorito. Suspiró profundo, deseando terminar rápido, para salirse a jugar.—Izan —la maestra lo llamó desde su escritorio, pero él no respondió, siguió concentrado intentando no salirse del dibujo—. Izan —lo volvió a llamar alzando un poco más la voz, frunció el ceño al darse cuenta que era como si no la escuchara.—Oye niño—, otro de los compañeritos, golpeó su hombre. —¿No oyes que la miss te está llamando? —cuestionó.Angelito volteó a ver al pequeño, luego de sentir que le pegó.—¿Por qué me pegas? —cuestionó con enfado, presionando su puño, dispuesto a responder.—La maestra te está llamando —dijo una de sus compañeritas señalándo a la mujer.—Es verdad, Izan. —Se acercó a él. —¿No escuchaste? —cuestionó.Angelito presionó sus ojos, al no recordar que él era Izan.—Es que… —Rascó su nuca—, estaba muy concentrado, pensando en mi novia —dijo lo primero que se le ocurrió.
—Señorita Melissa —se escuchó en la voz de una mujer al otro lado de la línea—. Están investigando y yo no quiero perder mi empleo, usted me aseguró que no pasaría nada. Melissa se aclaró la garganta. —Te pagaré el doble, pero por nada del mundo, digas mi nombre —ordenó—, si pierdes el empleo yo me encargo de conseguirte uno nuevo, no te preocupes —solicitó—, y si no tienes salida, solamente di que esas imágenes llegaron de forma anónima. —Eso he hecho todo este tiempo, pero siento que me están siguiendo —expresó con temor—, tengo miedo. Melissa frunció los labios, y apretó con fuerza sus puños, sabía que esa mujer en un momento de debilidad iba a soltar su nombre y no le convenía, porque su carrera podría venirse abajo.—Sigue mis recomendaciones y nada malo te sucederá —advirtió—, pero si me traicionas, algo terrible podría sucederte —amenazó—, los amigos que tenían en su poder a Paula María, podrían encargarse de ti. —Colgó la llamada, y de inmediato se comunicó con Gael, para
¿Cómo te fue en la escuela? —indagó Gabo al pequeño al notarlo de mejor ánimo. —A mí muy bien —dijo Gabito—, fui el primero en terminar mi actividad, aunque no le encuentro el chiste, si no te pagan. —Se encogió de hombros—, la miss me dio una estrella y se la vendí a un niño que no tuvo, y me dio dos monedas y con eso me compré unos dulces.—Serás un gran empresario —Pau expresó—, pero cada niño debe ganarse su propia estrellita.—Ya hablamos con vos sobre eso —añadió Gabo—, me saliste comerciante, te pareces a mi abuelo —mencionó intentando no reír—, las cosas no se hacen esperando dinero a cambio —recalcó y miró a los ojos al niño—, si te ganas una estrella, no puedes venderla a otro compañero, eso es trampa —advirtió—, creo que no te daré el postre que traje. —Ladeó los labios. Angelito entrecerró los ojos y ladeó los labios.—No es justo. Ustedes trabajan esperando que les den dinero, ¿por qué yo no? —Porque eres pequeño, vos debes dedicarte a estudiar —dijo Gabo—, no a andar
Andy se dirigió al estudio de su papá con Paula María y Carlos Gabriel, tomó su computadora y comenzó a reproducir el video que tenía guardó en su poder, esperando a que se le autorizará.Lo conectó a la pantalla y tomaron asiento en uno de los sillones para observar el contenido y saber si había que editar, entonces comenzó a correrlo:—Hola mis queridos Andy lovers ¿Cómo están? —Andrea continuó saludando a su público—. El día de hoy todos seremos partícipes de una entrevista muy importante para mí y mi familia, como saben hace un tiempo mi hermana mayor: Paula María Alvarado, desapareció y luego de eso en los medios se supo que murió. —Pausó un momento—. La realidad es que está viva y escucharemos de viva voz de ella los motivos por lo que tuvo que hacerlo, además que también nos acompaña su novio: Carlos Gabriel Duque, quien ha sido su apoyo, ambos nos narraran lo sucedido.Paula María inhaló profundo, y comenzó a hablar, sintiendo como su pecho latía con fuerza.—Agradezco el espa
Paula María subió a su habitación y sacó su diario, pensando en poder escribir un poco, se recostó sobre la cama abrazando a su antiguo Charlie, entonces comenzó a leer los comentarios que estaban llegando al video que había subido Andy, apenas hace unas horas y les estaba dando vuelta al mundo.Se dio cuenta que muchas personas comenzaban a manifestar su apoyo, aunque otras escribían sin tener un poco de empatía, pero eran más las que se solidarizaban a ellos.—Parece que la tía Andy es una gran influencer —comentó a Charlie, sorprendida de ver los miles de seguidores que tenía—. Ojalá este plan de resultados —murmuró cerrando sus ojos.En ese momento Carlos Gabriel interrumpió en la alcoba. —Lo siento, no quise despertarte —se disculpó creyendo que Pau estaba dormida. —No estoy dormida —respondió y se recorrió para hacerle espacio—. Vine a escribir un rato, pero me desvié observando los comentarios que han hecho en el canal de Andy —explicó.Gabo se acomodó junto a ella y la abraz
Gabo y Pau se encontraban en la piscina charlando con Sam y Óscar, la mirada de Samantha se hallaba clavada en su móvil, no pudo evitar carcajear al ver un video viral. —No es que me alegre de la desgracia de otros, pero esta bruja se lo merecía —enfatizó y les mostró a todos el instante que detenían a Melissa en Milán en pleno desfile de modas, además de ver la misteriosa caída. Paula María presionó sus labios y miró a su cuñada.—Tampoco me alegran las desgracias ajenas, pero tienes razón, solita cavó su tumba además que cerró con broche de oro la pasarela en el extranjero.—Tampoco me alegro —intervino Gabo—, pero todo acto sea bueno o malo tiene consecuencias, y Melissa actuó muy mal —declaró y presionó la mano de Pau. Mientras seguían charlando empezaron a escuchar gritos afuera de la casa de Paula María. «Ni una menos» se oía a gritos. «No más chicas desaparecidas»«Estamos contigo Paula María»La mirada de Pau se cristalizó al sentir un estremecimiento ante lo que estaba e