Enith:
Después del nacimiento de Eni, Amirov y yo habíamos hablado sobre incrementar la familia, por lo que había optado por revertir la vasectomía, cada cierto tiempo había un recuento de espermas y como la doctora no dijo que hubiese algún problema, sólo nos quedaba intentar, sobre todo ahora que Eni tenía cerca de dos años.
Y una mañana lo supe, y no fue por la ausencia de mi periodo, supongo que después de dos embarazos, lo supe, pero no fue hasta que me hice una prueba de sangre que tuve la certeza, estaba embarazada, así que había planeado poner una prueba de embarazo junto con ropa de bebé, ya después lo haríamos con el resto de la familia.
- ¿De verdad? ‒una enorme sonrisa comenzaba a formarse en sus labios tras ver lo que había dentro de la caja, asiento y sin más me abraza meciéndome, me besa con amor, rio sin poder evitarlo, estaba muy feliz.
- Le he pedido a la doctora Torres que nos haga cita para mañana, no sé cuánto tengo –toco suave mi vientre, me emocionaba mucho la idea.
Al día siguiente habíamos dejado todo en orden para la visita, en el camino nos habíamos topado con Thesion.
- Mis hermanos favoritos –nos guiña un ojo, rio bajo.
- Por cierto hermano, necesito que vengas a cenar esta noche, te tengo un regalo –me giro a verlo curiosa, no me había mencionado nada de eso. Amirov me guiña un ojo, me encojo de hombros, supongo que ya lo sabríamos.
- Señor y Señora Bianchi, adelante ‒dice una de las enfermeras, creo que su nombre es Rose.
- Gracias ‒le sonrío a la mujer‒, hasta esta noche Thesion ‒me despido haciendo un ademan con la mano, él me lo devuelve antes de alejarse.
- Enith, lo lamento mucho, surgió una emergencia, ¿está bien si la reprogramamos la cita para mañana? ‒la había visto salir apurada.
- Claro, le diré a la enfermera, no se preocupe doctora ‒ella me sonríe antes de alejarse corriendo.
- Bueno, podemos ir a comer ya que tenemos el día libre ‒asiento a su propuesta, hace mucho no salíamos solos.
- Me parece bien, igual este pequeño no irá a ningún lado ‒toco suave mi vientre, salimos del hospital y pasamos la mayor parte del día afuera, le había avisado a mamma, para que le dijera a Rach.
Eran casi las ocho cuando habíamos vuelto, la cena estaba lista, Thesion había llegado y sólo nos esperaban.
- Buenas noches, me alegra verte hermano ‒hace una seña para que pasemos todos al comedor, Rach había venido corriendo a saludarnos, luego a su tío T.
La cena había sido tranquila, habíamos bromeado y tras terminar el postre, Amirov había tomado la palabra, no queríamos avisar del embarazo hasta que fuera seguro, además, queríamos preparar una revelación bonita.
- Llevo toda la tarde pensando en cuál es mi regalo, hermano ‒Thesion había roto el silencio tras ver que Amirov sólo sonreía.
- Bueno, creo que jamás te he agradecido lo suficiente, por Rach y por haberte interpuesto frente a un asesino para salvar la vida de Enith y de mi hijo, así que he decidido darte un hospital, ya hice la compra y sólo necesito que firmes para que te hagas cargo ‒lo miro con sorpresa, todos se habían quedado mudos.
- ¿Espera qué? ‒Thesion y yo lo habíamos dicho al mismo tiempo.
- Es lo menos que puedo darte, además, no es cualquier hospital, tiene un programa de pediatría muy bueno, además, un laboratorio bien equipado para que realices todos los estudios que quieras, sin contar que tendrás recursos ilimitados ‒dice sin más, yo había hecho una donación para su área, pero no se me habría ocurrido esto ni por asomo.
- No sé qué decirte, bueno sí, no es necesario, no hice lo que hice pensando en alguna retribución, además, ya me han dado mucho, gracias a ustedes estoy a un paso de terminar mi estudio de detección temprana de cáncer en niños y adolescentes, es todo lo que necesito ahora, de verdad ‒suspiro, nada de lo que dijera Thesion haría cambiar de idea a Amirov.
- Es tuyo Thesion, no hay vuelta atrás ‒se encoge de hombros, veo a T suspirar, supongo que se dio cuenta que esto no iba a llegar a ningún lado‒. No te preocupes por todo lo administrativo, hay personal capacitado para eso ‒sentencia sonriendo, suspiro sonriendo, jamás pensé que haría algo como eso.
Amirov:
Antes de ir a la cita habíamos pasado con Jackson para transferir el hospital a Thesion, por más celoso que estuviera de él, debía ser justo con todo lo que había hecho por mi familia.
- Estoy tan nerviosa ‒lo notaba en como jugaba con sus manos‒, y emocionada, tendremos tres bebés ‒casi brincaba en su asiento, también estaba muy emocionado.
- Lo sé, y siempre podemos seguir ampliando ese número ‒le guiño un ojo, noto como se sonroja.
- Amirov ‒me golpea suave en el brazo, la abrazo y beso con amor, ella corresponde feliz.
Tras unos segundos llegamos al hospital, esta vez la doctora Torres nos recibe sin problema.
Enith se acomoda en la camilla y descubre su vientre, se había puesto una blusa y unos jeans, para facilitar la exploración.
- Perdonen lo de ayer, ahora, esto estará un poco frío ‒muestra el gel, Enith asiente y coloca un poco en su vientre.
- No pasa nada, entendemos la difícil vida de un doctor ‒dice ella mientras mira la pantalla, sentía un nudo en el estómago por la expectación.
- Veamos ‒dice mientras comienza a mover el aparato, casi sentía que contenía el aliento. No entendía muy bien lo que pasaba en la imagen‒, bueno, aquí esta ‒podía ver algo más oscuro y pequeño.
- ¿Cuánto tiempo tengo? No podría decir cuando deje de reglar porque lo tuve hace tres semanas, pero no sé si fue por esas fechas ‒Enith estaba igual de atenta que yo.
- Por lo que veo, serán ocho o diez semanas ‒la veo fruncir el ceño, eso no me gustaba. Se gira a vernos‒. ¿Ven esto de aquí? ‒ambos asentimos‒, es el saco gestacional, aquí debería verse ya el embrión, lamento mucho esto Enith, señor Bianchi, pero es un embarazo anembrionico, no hay feto, lo lamento mucho –me giro a ver a Enith cuando la doctora dice aquello, puedo ver la tristeza y el dolor en sus ojos, con cuidado la ayudo a limpiarse–. Es probable que pronto tengas un aborto, tu cuerpo terminará por rechazar el producto, también podemos inducirlo, pero eso es decisión suya –la abrazo cuando comienza a llorar, apenas ayer estábamos emocionados por la noticia, y hoy, estábamos devastados–. Los dejaré solos –le asiento antes de verla salir.
Enith se aferraba con fuerza a mi ropa mientras lloraba, me dolía en el alma porque era un bebé esperado, deseado y amado, me dolía verla así, seguro para ella era peor.
Tras unos minutos logró calmarse.
- Creo que es mejor que lo induzca ella, no creo poder soportar si es natural –asiento acariciando su cabello.
- Será como tu digas –ella vuelve a llorar, dejo que las lágrimas lleguen.
Tras unos minutos más le habíamos notificado la decisión a la doctora, ella había pedido a un interno que preparara a Enith, la habían llevado a una habitación e introducido vía sonda loa medicamentos.
- Se quedará hoy para revisión, debemos ver que expulse todo y no tenga una sepsis más adelante –asiente algo ausente.
- Gracias –le digo al chico antes de verlo salir–. Le avisaré a mamma, ¿está bien? –ella asiente sin abrir los ojos, me dolía el alma verla así, no dejaba de llorar. Le había mandado un rápido mensaje explicando a grandes rasgos qué pasó, ella se había puesto triste, también que vendría más tarde, algo que agradecí, seguro a Enith le haría bien.
Enith:El proceso no había sido fácil, me dolía el alma saber que no podría sentirlo crecer dentro de mí, sostenerlo en mis brazos, no podía con todo el dolor debido a todo lo que había imaginado, los planes para revelarles a todos la noticia, la revelación del sexo, decorar su habitación.- Siento la intromisión, ¿estas bien querida? ‒la voz de una mujer me saca de mi llanto, tenía una bata de hospital, lo siguiente que note fue su vientre abultado.- No, me enteré que estaba embarazada ayer y hoy que tengo un embarazo anembrionico, estoy aquí para un aborto inducido ‒comienzo a llorar mientras relato eso, siento como me abraza. No se cuánto tiempo paso antes de que dejara de llorar.- Lamento mucho tu situación querida ‒frotaba suave mi espalda‒, no me imagino lo que debes estar sintiendo ‒se había sentado a mi lado en la cama‒. Soy Nami Knight, por cierto ‒le sonrío.- Enith Bianchi, lamento entretenerte ‒digo bajo, ella niega suave.- Nada de eso, después de todo, fui yo quien se
La adopción de Eden había sido bastante sencilla, había reunido algo de información de su familia biológica, por si algún día quería saber de ellos, además, quería hablarle de Nami y que entendiera lo hermosa persona que era.Un año después de eso, quede embarazada de nuevo, tenía algo de miedo pero tras el primer trimestre, ese miedo fue disminuyendo.Ahora Rach tenía casi once, Eni tres y Eden uno, el bebé había resultado ser un niño, el cual tendría como padrino a Thesion, igual que Eni e Eden.Rach había estado feliz con su nueva hermanita, ya no era la única niña, Eni se había portado extraño la primera vez, pero después se volvió inseparable de ella, después de todo, se llevaban un poco más de un año.- Nuestra pequeña familia sigue creciendo ‒me abraza por la espalda mientras toca mi vientre, mirábamos a los pequeños jugar en una pequeña alberca, se divertían mucho.- Sí, no sé que tan grande te gustaría que fuera ‒lo veo de reojo, él ríe negando.- Este pequeño será el último,
Enith:La semana había transcurrido sin más incidentes, gracias al cielo, la noticia del intento de secuestro había salido en todos los noticieros, muchas amigas me habían hablado para saber como estaba, otras me habían detenido en la escuela para preguntarme si necesitaba algo, o si Rachele estaba bien y una sarta de tonterías. A Carlo y Leonard se les habían unido James y Preston, el primero estaba con Rachele, se paraba en la puerta hasta que mi pequeña saliera. Preston iba a todos lados conmigo, había decidido tomar algunos trabajos aquí, más que nada para no morir de aburrimiento.- Hola Maddie –digo tras responder el móvil, Preston me ayuda sosteniéndolo mientras cargo rollos de papel tapiz, en su mano llevaba algunas cosas, y se había colocado dos rollos bajo la axila para poderme ayudar–, claro que sí, ¿te parece en media hora? –digo tras escuchar su invitación a comer–, muy bien, ahí nos vemos –sonrío antes de que Preston lo retire y cuelgue, le pido lo deje en la mesa en lo
Enith:Al llegar al hospital todo se sintió real de repente, así que nada más estacionar baje casi corriendo, no supe en qué dirección iba, si era la correcta ni nada, sólo quería llegar.Por suerte me había encontrado con un residente que había tenido la amabilidad de llevarme a urgencias.- Señora Bianchi –la voz de Carlo me saca de mi aturdimiento, tenía un cabestrillo y una venda en la cabeza.- ¿Qué pasó? –mi voz sale temblorosa, las lágrimas caían silenciosas.- Íbamos en camino al zoológico cuando un camión se quedó sin frenos e impactó del lado del señor y la señorita, él la abrazo para protegerla –siento mis piernas doblarse, Preston evita que caiga al suelo–, la señorita se desmayó pero el señor se llevó la peor parte –baja la vista, en cuanto llegó se lo llevaron a quirófano –cubro mi rostro, por favor Dios, no me lo quites, suplicaba en silencio.- ¿Señora Bianchi? –escucho que me llaman, me giro a la voz y entonces veo a un doctor acercarse.- Sí, soy yo –agradecía la ayu
Enith:No supe cuánto tiempo estuve inconsciente, al despertar estaba en un sofá largo, la señora Caruso me observaba con alivio, me siento con cuidado y noto que estoy en un cuarto de hospital, entonces veo a mi pequeña, me pongo de pie y me apresuro hacia ella para verla mejor.- ¿Mami? –dice suave tras abrir sus ojitos, acaricio su cabello.- Mami está aquí –susurro suave, ella asiente y se queda dormida, beso su frente y giro para ver a la señora Caruso.- Dorme da più di 4 ore, ho detto al dottore che è meglio portarla qui (Ha estado durmiendo por más de cuatro horas, le dije al doctor que era mejor traerla aquí) –asiento, era mejor así, creo que habría sido peor para mi salud mental si despertaba en una habitación vacía.- Grazie signora Caruso, sa se il dottore è ancora in servizio? (Gracias señora Caruso, ¿sabe si el doctor sigue de guardia?) –ella asiente, salgo para buscarlo, necesitaba saber que procedería ahora que no era donante, Dios mío, estaba embarazada. Dios, ¿Amirov
Enith:Cuando siento que no puedo más, ella alza la vista, camina hacia mí y temo que vaya a abofetearme, pero en lugar de eso, me abraza.- Sé qué mi hijo te ama como tú lo amas, incluso ahora, ustedes dos cambiaron su vida y la mía, no imaginó a nadie más a su lado, esto no cambia lo mucho que las amo a las dos, y ahora a ese pequeño ser –dice suave, la abrazo con fuerza y lloramos.- Ahora, lo siguiente que haré será hablar con ese tipo, y entre más rápido lo haga, tendré menos pendiente por mi hija ‒ella asiente de acuerdo, la abrazo de nuevo, no quería, de verdad que no quería, pero la vida de mi hija dependía de eso.Salimos de aquella habitación, me acerco al cuarto de mi hija y tras ver que duerme, voy donde Amirov, me dejaban estar un rato, cinco o diez minutos.- Sólo cinco minutos señora Bianchi ‒asiento a la enfermera, entro cerrando la puerta una vez que lo hago, me acerco a él, me siento a su lado y sostengo su mano.- Querido, tengo que hacer algo que no quiero, si tan
Enith:Por la noche le había pedido a Clarisse que le pidiera al señor Cranston reunirse conmigo a las ocho de la mañana, después de eso había bloqueado mi teléfono y había dormitado un poco en la habitación de Rach.Por la mañana había desayunado algo que mamma me trajo, me habían dejado bañarme en el hospital y tras vestirme, había salido tras besar la cabeza de mi pequeña y tras despedirme de mi amado esposo.Adley:Decir que me sorprendió cuando su asistente se puso en contacto conmigo temprano en la mañana, era quedarse cortos; al parecer la señora Bianchi necesitaba hablar conmigo, ¿acaso me sacaría del proyecto? Me había enterado del accidente por los periódicos, así que suponía que Amirov estaba grave si era ella quién me había citado y no él, así que ella era la jefa, así que podía disponer de todo y todos a su antojo.Me había puesto de pie temprano, había tomado un baño y tras ocuparme de Zack, había partido a la empresa. A mi pequeño lo llevaría su nana, esa mujer era más
Adley:Todo aquello había caído como un balde de agua helada, era el padre de una preciosa niña de ocho años, y encima, tenía que donarle médula ósea.- ¿Por qué nunca me dijiste? –pregunto entre enojado, confundido y feliz.- Por favor Adley, ¿no recuerdas lo que me dijiste ese último día juntos? Pues yo sí, te las recuerdo: “la amo de verdad, y a partir de mañana, seré un hombre diferente, entregado a ella y a la familia que formemos, ¿verdad qué entiendes?” –cierro los ojos, podía recordar con claridad ese fatídico día–. ¿Pues qué crees? Que lo entendí perfecto, te dejé en paz como prometí hacerlo, porque ahora ese era mi problema, ¿a qué iba a volver, ah? –alza las manos molesta–, ¿a qué me llamaran zorra, la sucia amante?, ¿a qué mi hija le dijeran bastarda?, ¿qué la despreciaran como me despreciaban a mí? –ríe de manera ácida–. Pues no, podía soportar cualquier mierda que me echaran encima, pero no a mi bebé –sentencia con dureza, tenía razón, pero aun así–, y en mis planes no e