Una vez que el doctor se va, Douglas me ve como él lo sabe hacer, tanto nos conocíamos que reconocemos cuando nos hablamos con las miradas.—Siempre consigues lo que quieres, ¿No? —Está algo enojado, pero no me importa.—¿Qué tiene de malo que vaya a verlo? Es… era mi esposo y lo amaba a pesar de todo Douglas, aunque no lo mereciera.Él agacha su rostro y suspira en forma resignada.—Amas demasiado Isabel, por eso te admiro tanto.Se acerca a mi, me cubre con sus brazos para luego meterme y depositarme un beso en mi cabeza. Sé que lo ha dicho en el buen sentido, pero es que tengo muchas ganas de llorar ahora.Él se aleja un poco de mi y seca mis lágrimas, con sus manos sostiene mi rostro y me chequea.—Estás hermosas —me sonríe.Sus palabras tienden a ser incómodas en este momento, pero no le digo nada. Deja mi rostro y toma mi mano para llevarme fuera de la habitación. Alejandro sería velado en el mismo cementerio que será enterrado.Salimos de la clínica y nos dirigimos al auto de D
Que bueno que César haya hecho eso por Hannah, y eso que llevan poco tiempo juntos, comparado con lo que llevo con Alejandro, él nunca les puso un paro a su familia, tal vez sin su cizaña él y yo estaríamos bien.—He visto como Alejandro te trataba y… —La interrumpo, pues no me gusta cuando los demás sienten lastima por mi, esto es algo que yo permití.—Todo está bien, tranquila —le sonrío.Escucho risas llamativas y Hannah y yo miramos hacia ellas, eran de Gertrudis, Paulina y Nicolle, las tres estaban juntas y me miraban mientras se reían, cada vez me sentía peor.—Si son ridículas —Hannah parece odiarlas.—Creo que ya me tengo que ir, le dije al doctor que regresaría una vez que acabará todo —le aviso a ella para despedirme.—Entiendo… espero poder visitarte y conocer al bebé —dice con amabilidad.Camino hacia Douglas y Hannah me acompaña, él estaba hablando con su padre y su hermano César, tomo el brazo de Douglas y lo sobo para llamar su atención.—Estoy lista para cuando puedas
Entramos a la clínica y llegamos a la habitación, aunque Isabel tiene un baño personal para cambiarse, yo salí de la habitación para darle privacidad. Hannah me avisa de que ya puedo entrar y me tomo mi tiempo para hacerlo, es que no me gusta estar cerca de esa mujer.Al entrar veo a Isabel en bata, sus pechos siguen humedeciendo la tela y trato de no verlos, estos me incomodan, ¿No hay una forma de que no sean llamativos y vulgares?El doctor entra y agradece a Isabel por llegar temprano, detrás de él llega una enfermera con el bebé en los brazos y Hannah se llena de ternura, le dan el bebé a Isabel y esta saca su pecho para amamantarlo. Otra vez, por mi incomodidad, salgo de la habitación.Miro a todos lados, menos en como ella amamanta a ese niño y cuando sale el doctor, lo detengo.—Doctor, una pregunta —veo de reojo a Hannah para que no escuche mi conversación, pero ella está muy concentrada en la habitación con el bebé.—Si, dígame…—¿Cómo puedo saber si ese niño es hijo de mi h
Inmediatamente llamo a un amigo que trabaja como detective para que tome el caso, seguido de eso, dejo a Hannah en casa sin avisarle, pues no quiero involucrarla más, no quisiera que nuestra se fracture por terceros, pues la debilidad de Hannah son las personas manipuladoras como Isabel.Llego a casa de mis padres y como están reunidos con nuestros familiares, individualmente le hago un llamado a cada uno y los hago reunirse en la oficina de papá.—¿Qué es tan importante que no has reunido, César? —me dice mi madre con severidad y se cruza de brazos.—Alguien mató a Alejandro, no fue un accidente, él ya estaba herido antes del incendio, sabemos que estaba golpeado, pero nunca llegamos a pensar si ese golpe lo causó alguien más —les digo y todos se sorprende, luego ven a Douglas.—¿Alejandro no te dijo quién lo golpeó antes de que buscarás el vigilante? —le pregunta mi madre a Douglas.Él parece estar nervioso y lo entiendo, tal vez trata de ayudar, pero la muerte de mi hermano ha sido
—De acuerdo, ¿Y por qué está investigando la muerte de mi esposo?—Es que cuando los doctores atendieron a su esposo, este ya estaba herido y con el incendio, pues no hubo nadie que lo ayudará a que perdiera menos sangre —me sorprendo de lo que me dice.—¿Disculpe?No estoy entendiendo lo que me está diciendo, ¿Alejandro no murió a causa del incendio?—Lo que oyó —trata de ser amable.—¿Y como fue herido? —estoy preocupada y asombrada.—Su amante, tal vez en una ataque de celos, lo hirió o eso confirma el audio que el señor Céaar Benette nos facilitó.—¿Amante, audio, que?Cada vez que hablaba me sentía más perdida.—Aguarde, ¿Ese tipo acaso lo contrató para culpar a mi hija de algo? Porque si es así, entonces llama a tus abogados hija, tu eres inocente. —Se entromete mi madre.—El señor César no piensa que Isabel lo hizo, de ser así, la habría acusado gracias al mensaje de voz que le dejó su hermano, en vez de eso, le ha dado el beneficio de la duda y por eso me ha contratado, estoy
Isabel.Hablé pronto cuando dije que Hernán no estaba en casa, apenas llegó, mostró su gesto de que no era bienvenida y ahora que está, tengo menos ayuda de mamá, si antes no me ayudaba ahora menos, muy poco agarra el niño.Estoy en cuarto de huéspedes con el bebé durmiendo conmigo, la cuna está en el apartamento y no se en que estado se encuentra, y comprar una nueva, pues la cuentas del banco están vacías, incluso lo que me corresponde por Alejandro, sé que probablemente ha sido su familia, pero estoy tan cansada de convivir con ellos que ni quiero pelear por su dinero.Es de madrugada y no podido dormir, tengo miedo de hacerle algo al bebé. Lo veo tan dulce y tierno, provoca comérselo a besos, pero lo despertaría de un rato que me costó dormirlo.Poco a poco mis ojos se van cerrando y creo que no pasó ni diez minutos cuando el bebé empezó a llorar, me despierto alarmada y le palmeo la espalda para tranquilizarlo, el doctor me recomendó dormirlo boca abajo.El pequeño sigue llorando
Yo niego y a él no le importa, continúa comiendo, yo solo pienso que si no como, es una comida menos que agradecerle a ese tonto.Mis pezones empiezan a humedecerse y con más intensidad siento la mirada de Hernán, yo lo ignoro y acomodo al niño para sacarme una teta y amamantarlo.Hernán de comer y se relame los labios mientras ve hacia mis pechos.—Lavas mi plato cuando termines y recuerda que tienes que limpiar la casa —me ordena sin mirarme a los ojos.Yo asiento y me levanto para terminar de amamantar a mi hijo en la habitación, la mirada de Hernán me incomodan. Luego de un rato le saco los gases y este queda rendido, nuevamente lo acuesto y me ocupo de la casa, pero aún me encuentro a Hernán en la cocina.—¿Se le ha olvidado algo? —le pregunto para ayudarlo.—No, solo quiero hablar contigo —dice.Yo me acerco y poso la mano para recoger el plato por si es un sermón de no haberlo recogido cuando me paré, antes de que pueda llevarlo, Hernán me detiene sosteniendo mi mano y la soba
—Eso no es cierto señora, por favor. —sigo pidiéndole.—¿Ahora me toma por mentirosa? —eso la hace enojar aun más.La veo caminar con mis maletas y se asoma por el balcón del edificio abre la maleta y antes de que pueda detenerla, ella lanza mi ropa.—¡No! —le digo.—Ay niña te hice un favor, eran puros trapos, pero te aconsejo limpiar o montaré una queja sobre ti.¿Trapos dice? Es la ropa que recibía de ella para no ser malagradecida, lo peor de todo es que me lo daban en bolsas negras, tal vez eso tenía su significado, ¿No? Tal vez ni siquiera era ropa de ella, encontraba lo peor para dármelo a mí.Me levanto, ¿De que me sirve seguir haciendo esto? ¿Por qué no puedo comprender que ellos no tienen corazón? Yo no soy ninguna salvadora, ellos nunca cambiarán y eso lo tengo que aceptar.Limpio mis lágrimas y la ignoro. Me subo al ascensor y la veo, ella se siente ofendida.—Niña ingrata, eso lo he pedido para mí —no hago caso y presiono el botón.Bajo a planta baja y desciendo al llegar