Inmediatamente llamo a un amigo que trabaja como detective para que tome el caso, seguido de eso, dejo a Hannah en casa sin avisarle, pues no quiero involucrarla más, no quisiera que nuestra se fracture por terceros, pues la debilidad de Hannah son las personas manipuladoras como Isabel.Llego a casa de mis padres y como están reunidos con nuestros familiares, individualmente le hago un llamado a cada uno y los hago reunirse en la oficina de papá.—¿Qué es tan importante que no has reunido, César? —me dice mi madre con severidad y se cruza de brazos.—Alguien mató a Alejandro, no fue un accidente, él ya estaba herido antes del incendio, sabemos que estaba golpeado, pero nunca llegamos a pensar si ese golpe lo causó alguien más —les digo y todos se sorprende, luego ven a Douglas.—¿Alejandro no te dijo quién lo golpeó antes de que buscarás el vigilante? —le pregunta mi madre a Douglas.Él parece estar nervioso y lo entiendo, tal vez trata de ayudar, pero la muerte de mi hermano ha sido
—De acuerdo, ¿Y por qué está investigando la muerte de mi esposo?—Es que cuando los doctores atendieron a su esposo, este ya estaba herido y con el incendio, pues no hubo nadie que lo ayudará a que perdiera menos sangre —me sorprendo de lo que me dice.—¿Disculpe?No estoy entendiendo lo que me está diciendo, ¿Alejandro no murió a causa del incendio?—Lo que oyó —trata de ser amable.—¿Y como fue herido? —estoy preocupada y asombrada.—Su amante, tal vez en una ataque de celos, lo hirió o eso confirma el audio que el señor Céaar Benette nos facilitó.—¿Amante, audio, que?Cada vez que hablaba me sentía más perdida.—Aguarde, ¿Ese tipo acaso lo contrató para culpar a mi hija de algo? Porque si es así, entonces llama a tus abogados hija, tu eres inocente. —Se entromete mi madre.—El señor César no piensa que Isabel lo hizo, de ser así, la habría acusado gracias al mensaje de voz que le dejó su hermano, en vez de eso, le ha dado el beneficio de la duda y por eso me ha contratado, estoy
Isabel.Hablé pronto cuando dije que Hernán no estaba en casa, apenas llegó, mostró su gesto de que no era bienvenida y ahora que está, tengo menos ayuda de mamá, si antes no me ayudaba ahora menos, muy poco agarra el niño.Estoy en cuarto de huéspedes con el bebé durmiendo conmigo, la cuna está en el apartamento y no se en que estado se encuentra, y comprar una nueva, pues la cuentas del banco están vacías, incluso lo que me corresponde por Alejandro, sé que probablemente ha sido su familia, pero estoy tan cansada de convivir con ellos que ni quiero pelear por su dinero.Es de madrugada y no podido dormir, tengo miedo de hacerle algo al bebé. Lo veo tan dulce y tierno, provoca comérselo a besos, pero lo despertaría de un rato que me costó dormirlo.Poco a poco mis ojos se van cerrando y creo que no pasó ni diez minutos cuando el bebé empezó a llorar, me despierto alarmada y le palmeo la espalda para tranquilizarlo, el doctor me recomendó dormirlo boca abajo.El pequeño sigue llorando
Yo niego y a él no le importa, continúa comiendo, yo solo pienso que si no como, es una comida menos que agradecerle a ese tonto.Mis pezones empiezan a humedecerse y con más intensidad siento la mirada de Hernán, yo lo ignoro y acomodo al niño para sacarme una teta y amamantarlo.Hernán de comer y se relame los labios mientras ve hacia mis pechos.—Lavas mi plato cuando termines y recuerda que tienes que limpiar la casa —me ordena sin mirarme a los ojos.Yo asiento y me levanto para terminar de amamantar a mi hijo en la habitación, la mirada de Hernán me incomodan. Luego de un rato le saco los gases y este queda rendido, nuevamente lo acuesto y me ocupo de la casa, pero aún me encuentro a Hernán en la cocina.—¿Se le ha olvidado algo? —le pregunto para ayudarlo.—No, solo quiero hablar contigo —dice.Yo me acerco y poso la mano para recoger el plato por si es un sermón de no haberlo recogido cuando me paré, antes de que pueda llevarlo, Hernán me detiene sosteniendo mi mano y la soba
—Eso no es cierto señora, por favor. —sigo pidiéndole.—¿Ahora me toma por mentirosa? —eso la hace enojar aun más.La veo caminar con mis maletas y se asoma por el balcón del edificio abre la maleta y antes de que pueda detenerla, ella lanza mi ropa.—¡No! —le digo.—Ay niña te hice un favor, eran puros trapos, pero te aconsejo limpiar o montaré una queja sobre ti.¿Trapos dice? Es la ropa que recibía de ella para no ser malagradecida, lo peor de todo es que me lo daban en bolsas negras, tal vez eso tenía su significado, ¿No? Tal vez ni siquiera era ropa de ella, encontraba lo peor para dármelo a mí.Me levanto, ¿De que me sirve seguir haciendo esto? ¿Por qué no puedo comprender que ellos no tienen corazón? Yo no soy ninguna salvadora, ellos nunca cambiarán y eso lo tengo que aceptar.Limpio mis lágrimas y la ignoro. Me subo al ascensor y la veo, ella se siente ofendida.—Niña ingrata, eso lo he pedido para mí —no hago caso y presiono el botón.Bajo a planta baja y desciendo al llegar
—¿Qué pasó? —se preocupa en seguida.Doy un suspiro y luego le resumo lo que me ha pasado, sé que no es algo fácil de procesar y se enojará.—¿Te queda algo de dinero? Para que pagues un pasaje directo al aeropuerto, te compraré unos boletos ahora mismo vivas conmigo.—No puedo irme si estoy en investigación —le recuerdo.—Ay por favor, yo no he visto ninguna noticia Isabel, seguramente lo dijo para perjudicarte.—Aun así no tengo dinero y mis cuentas están bloqueadas porque están compartidas con las de Alejandro.Siento que mi primo está desaprobándome por su silencio, pero no dice nada, lo conozco y sé que piensa en una solución en vez de perder su tiempo en regañarme.Tengo una cuenta aparte de la de mi matrimonio, pero no tengo dinero, pues Alejandro creía que no me estaba tomando en serio nuestra relación y mis ahorros los metí a nuestra cuenta. Pero si sacaba dinero, entonces le estaba robando a lo que hemos creado, él era el único que podía administrar nuestras cuentas y ahora
—Mamá, ¿Tú fuiste quien le dijo a la prensa que Isabel pudo matar a mi hermano? Pues solo la familia sabe lo que está sucediendo y la verdad es que no me sorprendería que quieras humillar mil veces a Isabel que mantener las cosas como dijo papá.—A mi no me culpes, ojalá hubiese sido mi idea, pero lo más probable es que fue tu amigo William, seguramente le vendió la historia a alguien por muerto de hambre, yo soy rica, no necesito vender la historia a nadie.Doy un suspiro porque sé que no me está mintiendo, pero a la vez sé que sabe quién lo hizo.—De acuerdo mamá, hablamos más tarde, sea quien sea, necesito encargarme de esto.Me despido de ella y ella también lo hace diciéndome lo mucho que me quiere. Corto la llamada y cierro todo lo que está en la computadora, me levanto y espero que apague la computadora, mientras reviso el otro teléfono, meto las posibles contraseñas que podría tener y nada, no logro entrar.Yo soy el mejor amigo de mi hermano o lo era, y jamás supe de este tel
El interrogatorio ha terminado o eso pienso cuando el capitán sale. El abogado de Isabel está con nosotros, pero de momento no lo dejo entrar y es porque necesito saber todo lo que dirán.—¿Cómo cuenta sus hechos? —pregunta William.El capitán me ve con desconfianza, pero William le explica que yo pagué para que investigará de forma discreta. El capitán solo nos dice que lo acompañemos a su oficina para más privacidad, y claro que el abogado nos acompañará, pues si ella confía en él, entonces yo también.Al cerrar la puerta, el capitán nos cuenta que Isabel se iba a ir del estado porque no tiene a donde ir, dijo que su madre esta viviendo con su esposo, pero que a Isabel se le dificulta estar con ello. Y que como el apartamento está en mal estado y no puede mantener al bebé ahí, planeaba irse y no porque huyera del caso, solo que no tenía a dónde ir.Antes pensaba que Isabel siempre le chismeaba a Alejandro las cosas que mi familia le hacía a ella, pero ella no le comentó mucho a la p