El ringtone de mi móvil me hace reaccionar a mis pensamientos, y ahora entiendo que a eso se refería Isabel. Veo el nombre de la llamada y es Douglas, me pongo nervioso, pues estoy confundido de lo que estuve a punto de hacer.—¿No piensas contestar? —me pregunta Hannah asustándome.—Ehm si, ¿Me esperas en la habitación? —le propongo y ella asiente.Luego se va y el casi beso retumba en mi cabeza, toco la pantalla en el icono verde y me llevo el móvil al oído.—Aló, hermano, ¿Cómo estás? —¿Cómo estás tú? Te oyes raro.—Ehm, es Hannah, está enojada, pero aún no sé el porqué.Miento, pues Hannah no me preocupa del todo. —Ah ya, seguramente por tener a Isabel hospedándose en tu casa, hasta yo me sentiría incómodo…¿Por qué él se incomodaría? ¿Acaso no la ama?—¿Cómo sabes eso? —es otra curiosidad que la tomo como prioridad preguntar.—Porque me llamaron a testificar porque ella me mencionó y como sé que mamá la corrió del apartamento, pregunté en donde se estaba hospedando para visitar
Fue complicado, pero logré conseguir en dónde se encuentra Douglas, está en un bar, un bar al que en algún tiempo íbamos los tres hermanos a pasarla bien de más jóvenes. Me cambio rápidamente y salgo de la habitación, voy a la habitación de Isabel y toco la puerta, apenas escucho el “pase” entro. Hannah tiene al pequeño en sus brazos, muy hermosa se veía con su lado materno, pero en el momento que veo a Isabel, me incómodo.—¿Sucede algo cariño? —me pregunta Hannah y no comprendo.—¿Debería suceder algo?—Pues has despertado cuando te dije que yo me encargaría —me recuerda.—Disculpen que me meta, pero no es necesario que me ayuden todas las noches, entiendo que ustedes deben trabajar, es suficiente con el techo y la comida de verdad —dice Isabel avergonzada.—Nosotros también queremos tener hijos y pues queremos ir practicando, además lo hacemos de corazón, así que tranquila —responde Hannah. No sé si es cosa mía, pero Isabel se vio más desanimada.—Que bueno que planeen traer más ben
Me impacto ante la noticia, sin embargo, niego la cabeza y lo tomo del brazo.—Ya deja de sentirte culpable, hiciste lo que pudiste —le dije y él se suelta de mí.—Tal vez, pero no el contexto en como se los conté —agacha su rostro—. Yo apuñalé a Alejandro, estaba herido por mi culpa, pero no quise hacerlo César, él tomo un cuchillo para matarme pensando que yo era el amante de Isabel y se volvió loco, intenté quitarle el cuchillo, pero en el intento, lo herí…Quedo shockeado, pero sigo negando, esto no puede ser.—Fue un accidente e intente llevarlo rápido, pero se debilitó y era muy pesado para mí y cuando fui a buscar al vigilante, el apartamento se estaba incendiando, no sé cómo pasó eso —cubre su rostro.Vaya dato importante que omitió, no sé cómo sentirme.—¿Por qué no dijiste la verdad? —le pregunto.—Porque fue un accidente y tenía miedo César, aún lo tengo, no quiero ir a prisión, ¿Qué hago? —empieza a llorar nuevamente.Me callo y tal vez parezca frío, pero es que en momento
William no es alguien que me juzga, simplemente comprende y a la vez parece lamentarlo, ¿Acaso pasó una situación al igual que está? Tal vez.Él se levanta de su asiento y me palmera el hombro, luego se va, dejándome por unos momentos solo, al rato vuelve con una taza de manzanilla, reconocería ese olor tan delicioso que produce el té.—La falta de sueño no te ayudará a pensar bien —me lo ofrece y yo acepto.Tomo la taza y voy soplando para tomármelo tibio, le agradezco a él por su ayuda, apoyo y por ser mi mejor amigo, él me sonríe gustoso de serlo, y en tal caso de quedarme me recuerda que la habitación de huéspedes es para mí, sin más que decir, nos damos las buenas noches.Él se va y yo me quedo a terminar mi té, veo aquella agua colorada al que fácilmente podría decir que es amarillo o dorado, no lo sé, Hannah, mi prometida sabría diferenciar ese color, ¿Acaso Isabel podría? ¿Qué estupidez estoy diciendo? ¿Qué importa si sabe diferenciar un tonto color? Me parece que le estoy
¿Acaso podía rechazarlo? No estoy vestida de forma indecente, ¿Por qué le diría que no? Aunque deba tener privacidad, es su casa, ¿No?—Pase —le aviso.Solo me excuso porque estoy nerviosa, nunca creí que César fuera el tipo de hombre que me gustara, pues jamás lo conocí a fondo, siempre sentía rechazo hacia él, como si no le agradara y ahora estoy sintiendo cosas extrañas y tal vez por lo que hace y por lo que me brinda, César es un hombre de alto valor.Alejandro ni le pisa los talones, su hermano menor es más hombre que él, porque cuando conocí a Alejandro, era alguien distinto, pero parece que solo era una fachada para atrapar a una carnada, ¿Con que fin? Tal vez nunca lo sabré.Y ahora aunque sienta una pequeña atracción por César, el tiene prometida y es muy afortunada. Soy madre soltera y espero encontrar a alguien como él, pero tendré cuidado, no vaya a pasar como Hernán, me refiero a que soy madre y también soy mujer, pero si el hombre no es indicado para mí, no sé quedará co
Algo pasó entre ellos y la tensión en la habitación se sentía. Hannah aprieta sus labios y luego me ve a mi. —¿Estás bien? —me pregunta y asiento, aunque estoy mintiendo. Pues me siento mal de que casi beso a su prometido y ella es una excelente mujer. —Me alegro. —me sonríe y ahora mira a César—. Ya me voy, nos vemos en la noche. Ella aprieta sus labios lamentando algo, como si no pudiera tocarlo o no sé, se voltea y se va, yo veo a César. —¿No la llevarás al trabajo? —le pregunto extrañada y él me mira, sin decirme nada, pero su rostro lo decía todo, habían peleado, lo presiento—. Si están por mi culpa César, yo no quiero causar problemas de verdad. —Nosotros no… —se interrumpe a sí mismo—. No es por ti y te lo voy a demostrar. Camina sintiéndose retado y sale de la habitación, no se a donde irá, pues no sé a qué se refiere con que me lo demostrará, mis pensamientos son interrumpidos por el llanto de Alejandro y reacciono para tomarlo y tenerlo en mis brazos. César.
Isabel.—¿Segura de que quieres hacer esto? —me pregunta el abogado por la llamada.Yo estoy en el baño, encerrada viendo el moretón de mi ojo, el moretón que mi esposo me había causado, fue un golpe adrede porque se había enojado conmigo, ¿Razón? Mi esposo es muy celoso, hasta con mi familia.Flashback.“Oye prima, estoy en la ciudad y me encantaría verte”, recibo un mensaje de Teobaldo, mi primo.El día marca la tarde y Alejandro, mi esposo sigue en el trabajo, no permite ningún tipo de visita sin su presencia y bueno, también dependiendo de la visita.Pero no veo a Teobaldo desde hace mucho, de pequeños éramos muy unidos hasta que mi tío por su trabajo tuvo que mudarse, ya después nos veíamos en reuniones o festividades, y al llegar a la universidad, no vi mucho a Teobaldo, se puso a estudiar derechos y quería graduarse con honores así que tomo la decisión de exigirse más.Así que aprovecharé que mi primo está en la ciudad y lo veré, ¿Qué malo podría pasar? Tenemos cosas que adelan
Mi hermano me deja sin palabras, ¿Y si es cierto? Ayer Isabel estaba decidida en verse con su primo sin que yo estuviera en casa, ¿Y si el niño que espera no es mío? No, no puede ser, yo la cuidé de cualquier hombre.—Si es mi hijo —afirmo, pero aún tengo dudas.Le miento a mi hermano por el hecho de que no quiero que me esté molestando con el tema, sin embargo, se acerca la fecha de nacimiento y le haré una prueba de ADN.—Ok —no discute conmigo—. Entonces, ¿Si te da permiso o te va a regañar?Sé que le he hecho pensar que Isabel no me da permiso, pero realmente me enojaría que ella tuviera el mando.—No es que me regañe César, es proteger mi relación, algún día lo entenderás.—Claro, ustedes son un gran ejemplo a seguir. Nuestra madre no te consintió lo suficiente como para que te hayas casado con una mujer que no te quiere.—No busque una mujer que se pareciera a mi madre César.—Me refiero a que te hubieses buscado una mejor.Doy un suspiro y le cambio el tema, acordando la hora p