Estaba oscureciendo cuando llegaron a la mansión, llovía torrencialmente y el frío les calaba hasta los huesos.
A pesar de su penoso estado Gabriela y su padre estaban contentos de haber podido encontrar el lugar donde se encontraba aquella mansión.
El lujo y la opulencia se notaban aun cuando el cercado y los árboles que la rodeaban la casa eran altos para evitar la mirada de los curiosos.
Ambos se vieron a los ojos y luego de intentar acomodar un poco su ropa tocaron el intercomunicador.
Una voz serena y educada les pidió esperar después de preguntarles que deseaban, a los minutos Luis apareció en la puerta con cara de molestia.
Su amigo ya le había advertido que irían a buscarle y lo que menos deseaba era lidiar con aquella chica en ese momento pero no tenían opción.
Gabriela se veía desesperada pero eso no lo conmovió, cuando ella se acercó corriendo y lo abrazó llena de emoción, él se mantuvo frío y distante.
No correspondió el gesto de cariño y por el contrario apenas podía tolerar aquella muestra de afecto de alguien que pensaba que le había traído aún más problemas de los que ya tenía.
—Pensé que no te volvería a ver, dijeron que te ibas del país y que no volverías nunca, no es cierto, ¿verdad? —Luis se quedó callado por un momento y luego la apartó y dijo.
—Es la verdad, no nos volveremos a ver nunca más.
—¿Por qué?, ¿Qué ocurre si hasta hace poco todo estaba bien entre nosotros?, ¿Es tu familia te obligó a hacerlo?
Alterada lo sujetó por la ropa al ver que retrocedía, para intentar evitar que se fuera y fue empujada al suelo de un golpe.
Esto hizo que cayera de rodillas en el barro, pero eso era lo que menos le importaba en ese momento.
—No, soy yo quién decidió que esto debía terminar, no siento nada por ti, no eres nadie en mi vida, sólo quería divertirme contigo, pero no pensé que fueras tan fácil de engañar, ni tan insistente como para llegar hasta aquí.
—No te creo, no puede ser un engaño los meses que hemos estado juntos, todo lo que pasó entre nosotros, estás mintiendo, se que me quieres, lo sé.
—Te lo repito, nunca te he querido, solo fue un juego, un capricho, no se que viniste a hacer aquí creo que ya le preguntaste a los chicos y Tom te lo contó, debes irte.
Y sin compasión ni tener en cuenta el sufrimiento de Gabriela, Luis se dio la vuelta y se fue sin mirar atrás.
—¿Eso es lo que fui para ti?, ¿tu muñeca?, ¿Una más?
Ella sentía que iba a morir allí mismo, sus lágrimas resbalaban por su rostro pero no se notaban porque se juntaban con la lluvia.
—Deja de actuar de forma tan patética, ten orgullo ya te rechace, regresa a la universidad o al pueblito de donde saliste.
En ese momento el chico entró a la casa sin nada más que decir y el padre de Gabriela impontente al ver el dolor que veía en su hija se disponía a intervenir cuando vieron salir una dama de alta sociedad con un paraguas y viéndoles con rechazo y desaprobación.
—Ya basta, caza fortunas, para de hacer un espectáculo en mi puerta, ¿cuánto dinero quieres para callar, para que te desaparezcas de nuestras vidas de inmediato?
Sacó un fajo de dinero de su bolsillo y se lo tiró en la cara a Gabriela quién se sintió humillada y destrozada ante sus sueños rotos.
—Basta señora, no tiene derecho a tratar a mi hija de esa manera, usted no puede comprar la integridad y dignidad de las personas por más dinero que tenga, este segura que esto no se quedara así, lo denunciare en la universidad y si es necesario ir a contar esta historia en las noticias lo haré, pero mi hija será la última víctima de su hijo puede estar segura, se lo prometo esto tendrá consecuencias.
Edward se sentía destruido ante la desvergüenza de aquellos por lo que entonces tomó a Gabriela la abrazo para finalizar el maltrato.
—Vamos hija esta gente está disfrutando humillarte y tú no lo mereces.
Comenzaron a caminar de regreso el camino que habían transitado antes para llegar a un punto para poder tomar un transporte.
La lluvia los mantenía caminando despacio por la orilla de la vía, el sentimiento de dolor y derrota en ambos era palpable, pero Edward estaba decidido a que su hija superará esta mala experiencia así que la intenta aconsejar y calmar.
—Gabriela, esto que ocurrió no debe avergonzarte, solo eres una víctima de personas inescrupulosas, ni tu madre ni yo te juzgaremos por amar y confiar en alguien que se aprovechó de ti.
—Papá y ¿qué voy a hacer ahora?
—Seguir adelante como la mujer inteligente que eres, que no embarga sus sueños por nadie, no se deja vencer por nada, reencontrarte con esa chica fuerte que siempre ha tenido claro su destino, la que ha hecho posible que sus sueños se hagan realidad aún cuando todos le decían que no lo lograrías, ahora no ves la solución pero con el tiempo esto solo será un triste recuerdo.
En ese momento, les cegó una luz de un auto y se escuchó el rechinar de los cauchos de un vehículo el cual les golpeó repentinamente.
Edward llevó la peor parte pues iba del lado de la vía matándolo en el acto.
Gabriela salió disparada hacia la maleza pero logró reconocer al conductor de aquel vehículo que además se bajo para cerciorarse del resultado de su acción antes de desmayarse.
En su subconsciente escucha las sirenas y de manera intermitente abre sus ojos para intentar ver lo que ocurre a su alrededor.
Ve a su padre inmóvil ensangrentado en el medio de la vía sintiéndose impotente de no poder ayudarlo mientras que algunas personas que se bajan de los autos intentan auxiliarlos y por un momento piensa que solo se trata de una pesadilla de la cual no puede despertar.
Escucha al personal médico antes de perder el conocimiento cuando dice que está sangrando y que se trata de un posible aborto
Diez años despuésGabriela Brennan ve por la ventana del avión como se aleja de su ciudad natal como hace tantos años atrás lo hizo. Tiene una mezcla de sentimientos contradictorios entre su mente y su corazón.No puede evitar sentirse excitada ante la idea de reencontrarse con su pasado doloroso y amargo.Pero que a la vez le había dejado el mejor regalo y una lección de vida de lo que podría lograr si se lo proponía.Ha pasado por mucho para llegar a esta oportunidad tan importante en su carrera.Su familia ha sido el apoyo más importante para lograr lo que anhela pero es momento de abrirse camino.Todo el ajetreo de los últimos días para reasignar a sus pacientes a sus colegas, trabajando hasta altas horas de la noche, las despedidas de compañeros y familiares se agotaron.Mientras reclina su asiento, piensa en esta experiencia como un deja vu aunque mucho ha cambiado en estos años.Todavía podía recordar como si fuera ayer su primera vez en un avión, la emoción y ansiedad de come
Luego de establecerse en su nuevo hogar durante el fin de semana, había llegado finalmente el día en que Gabriela enfrentaría su pasado, mientras se dirigía a la lujosa y prestigiosa Clinica Stone.Desde hace años planeó ocupar una posición de prestigio en aquel lugar y al fin las condiciones le favorecieron, sería la nueva jefe de oncología y fue entrevistada de manera virtual por el área de recursos humanos y por último por Oliver y Amelia Stone quienes eran los directores de dicho centro.La pareja de médicos se había ganado el respeto de la alta sociedad no solo por sus años de experiencia y éxitos sino porque ambos venían de familias adineradas, el cirujano plástico y ella gastroenteróloga.Tuvieron un solo hijo en quien dejarle su legado, Luis también médico en un acto de rebeldía no eligió la especialidad de algunos de sus padres y se fue por la pediatría, le encantaban los niños sentía que representaban lo único puro y honesto en este mundo, dicha elección le cambió la vida.P
Luis se siente perturbado el solo escuchar aquel apellido le ha causado conmoción, “Brennan”, no podía ser coincidencia, puso la mano en el pomo de la puerta y respiro profundo un millón de emociones pasaron por su mente y no era por el golpe que se había dado era simplemente la excitación que le producía reencontrase con aquel amor del pasado, si era así su madre no la reconoció y él no tenía el más mínimo interés de que lo hiciera.Toca a la puerta antes de abrir y cuando escucha una voz femenina y bastante sensual que le indica pasar finalmente abre e ingresa a la oficina, ella tiene la cabeza gacha revisando unos papeles, pero en cuanto sube la mirada y sus ojos se encuentran no le quedan más dudas.— ¿Gabriela eres tú?— , pregunta totalmente sin aliento.— Doctora Brennan, mucho gusto, soy la nueva oncólogo jefe del área, usted debe ser el doctor Stone, su madre me hablo un poco de usted— , extendió su mano para estrecharla y en ese momento los recuerdos llegan a su mente.— Much
Al llegar al nivel requerido sus caminos se separaron, Gabriela fue la primera en bajarse del ascensor y Luis solo pudo verla alejarse con pasos llenos de seguridad, él fue el siguiente en bajar y se dirigió al departamento de Recursos Humanos para pedir el expediente de aquella pelirroja de ensueño. Una vez se hizo del documento pensó que debía hacer a partir de lo que descubriera allí, quizá desenterrar el pasado era un error, pero ¿si tu vida se había detenido en aquella época no desearías resolverlo? Pasados unos minutos cuando Gabriela se disponía a dar inicio a la reunión con su grupo de trabajo tocaron a la puerta y una vez entró el que había interrumpido, se sorprendió de que se tratara nuevamente de Luis, internamente le dio satisfacción pues parecía estarse volviendo loco en tan poco tiempo, pero también tenía claro que no deseaba que la desviara de su objetivo principal. —Buenos días, a todos. —¿Necesita algo?, ¿puedo ayudarle? —Vengo con la intención de asistir a la re
Luis quería intimidar a Gabriela, pero ella ni era aquella chica a quién despreció aquella noche de lluvia frente a su casa y se lo iba a demostrar, de hecho, no se permitiría a sí misma flaquear.Así que caminó decidida hasta su escritorio y preguntó, — ¿Supongo que puedo sentarme no? — , dijo señalando la silla. — Si claro. — ¿A qué te refieres?, no tengo ningún secreto, así que lo que tengas en esa carpeta no tiene relevancia, si es mi currículum, allí estará lo importante de mis datos laborales pues es mi historial de desempeño y educación — , interiormente estaba preocupada pues sabía que intentaría investigar a más profundidad, por su parte Luis solo lo dijo para ver su reacción y la noto nerviosa, así que logro el efecto deseado, tenía algo que ocultar y el averiguaría que. — ¿Estás aquí para vengarte de mí por lo que te hice? — No sé de qué hablas — , era una verdad a medias pues a pesar que no era su objetivo principal sino su madre esperaba que el también sufriera. — D
Dejo el lugar preocupada pues aquella coincidencia solo significaba que en primer lugar o debía cambiar el niño de colegio estaría en riesgo de que rápidamente se supiera su secreto, además era totalmente inaudito que dos hermanos por parte de padre se conocieran de esa manera, no quería ni imaginarlo.Por el momento solo pensó en el hecho de minimizar las opciones mientras decidía que hacer, así que se detuvo antes de llegar a la clínica y llamo a su madre. — Hola hija, ¿qué ocurre? — Pues mamá, cuando vayas a buscar a Harry deberás hablar con él, intentar que por ahora no comente mi profesión y deberás llevarlo e irlo a buscar no solo mientras este supuestamente viajando. — Y eso, ¿por qué? — No lo vas a creer, pero la hija de Luis estudia en el mismo colegio de Harry, quizá en otra aula, pero ella me conoce y si me ve le podría decir a su padre. — Que enredo, ¿por qué no lo cambias de colegio? — No es tan fácil encontrar cupo en un colegio cuando ya ha empezado el año escolar
Luis no deja de pensar en que estar haciendo aquella noche Gabriela, no puede concentrarse ni en lo que le dice su hija, por ellos cuando esta decide ir a dormir se siente aliviado, no puede evitarlo, quizá traspase los limites, pero no puede contener los sentimientos que ella con su regreso a despertado, no sabía cuánto la ha extrañado hasta ahora que la tiene cerca, se sentía muerto, sin sentimientos, pero ahora todo había cambiado. Insiste una vez más y esta vez la llama, — Hola, Gabriela, siento tener que ser insistente. — Vi tus mensajes y llamadas, pero la verdad no logro comprender porque te sientes en derecho de compartir conmigo tu opinión, creo que con quien yo salga no es tu problema, tienes 10 años que no me ves, ¿a qué viene tu preocupación? — No lo conoces, no quiero que dañe tu imagen en la clínica. — Soy una adulta se que debí hacer o no, además durante años me enfrentado a mucho y tu no has estado allí. — No quiero que siga siendo de esa manera, eres mi emple
Aquella mañana Luis llega muy temprano, cuando se trata de una cirugía o parto en el que debiera participar era excesivamente meticuloso, por ello se preparaba con suficiente antelación.Una vez en la clínica se encontró con Víctor y sintió que algo se removió en su interior, era la primera vez que sentía celos, pero además que quería proteger a una mujer tanto como lo hacía con Christine, sin embargo, sabía que debía ser profesional y separar sus emociones del trabajo.Luego que terminaron una cesárea y que evaluó a la criatura y cuando estuvo conforme que él bebe estaba en óptimas condiciones y que no lo ocuparían por el momento, se acercó al anestesiólogo. — Víctor por favor necesito hablarte en la oficina unos minutos. — De acuerdo jefe.Cuando llegaron al lugar Víctor tomó asiento mientras Luis cerraba la puerta, — Seré breve, creo que ambos estamos ocupados. — Está bien, ¿usted dirá? — Nunca he sido partidario de escuchar comentarios de pasillos ni entrometerme en lo que lo