Luis se siente perturbado el solo escuchar aquel apellido le ha causado conmoción, “Brennan”, no podía ser coincidencia, puso la mano en el pomo de la puerta y respiro profundo un millón de emociones pasaron por su mente y no era por el golpe que se había dado era simplemente la excitación que le producía reencontrase con aquel amor del pasado, si era así su madre no la reconoció y él no tenía el más mínimo interés de que lo hiciera.
Toca a la puerta antes de abrir y cuando escucha una voz femenina y bastante sensual que le indica pasar finalmente abre e ingresa a la oficina, ella tiene la cabeza gacha revisando unos papeles, pero en cuanto sube la mirada y sus ojos se encuentran no le quedan más dudas.
— ¿Gabriela eres tú?— , pregunta totalmente sin aliento.
— Doctora Brennan, mucho gusto, soy la nueva oncólogo jefe del área, usted debe ser el doctor Stone, su madre me hablo un poco de usted— , extendió su mano para estrecharla y en ese momento los recuerdos llegan a su mente.
— Mucho gusto, mi nombre es Luis y ¿el suyo?
— Gabriela, tal como me nombro, pero le agradecería que ya que nos encontramos en un ambiente laboral nos tratemos por los apellidos, considero que eso infunde mas respeto entre los empleados.
— Esta bien, disculpe no deseaba ofenderla— , dijo un tanto perplejo, ¿Era posible que lo hubiese olvidado en todos estos años cuando el cada día la recordaba sin falta?, al parecer sí.
— Le agradezco que tuviera la gentileza de venir a presentarse, pero si no tiene alguna información u otro tema para conversar le agradecería que por favor se retirara, estoy por reunirme con mi asistente y personal a cargo para evaluar los casos y prioridades.
Incomodo ante su actitud reculo, — De acuerdo, quizá en otro momento podamos compartir un café y hablar sobre algún tema, de nuevo bienvenida.
— Gracias— , cuando estaba por salir Gabriela quien desde que lo habia visto intentaba mantener la calma y no acudir a la violencia como le provocaba, observo que unas gotas de sangre mancharon la bata de Luis, — Espera.
Rápidamente este se giró esperanzado de que lo hubiese recordado, — Si, dígame.
— Espere un momento, tiene una herida en la cabeza por favor siéntese y permítame revisarle.
Él podía esperar a ir a emergencia, pero prefería mil veces que lo atendiera ella, así podría una vez más constatar que se trataba de ella, pues el si lo recordaba todo, absolutamente todo como si fuera ayer, ella se colocó lo guantes y a pesar de su nerviosismo tomo todo lo que necesitaba sin que nada se le callera a pesar de la mirada atenta de Luis.
Tomo su cabeza, reviso el área tocando aquel cabello rubio con el que tantas veces jugo en el tiempo que estuvieron juntos y que era uno de los rasgos que su hijo había heredado, limpio la herida y al ver que no era profunda se tranquilizó, ante todo ella era médico, así tuviera en frente a una de las personas que más odiaba.
Por su parte Luis termino de comprobar sin duda que se trataba de ella pues su Gabriela normalmente usaba un champú con olor a fresas y era tal como olía la doctora, sin embargo, debía ser inteligente y abordarla de otra manera y en otro lugar, pues era claro que era muy pronto para tocar temas tan dolorosos.
— Todo está bien, no fue nada más que algo superficial no requiere sutura ni nada más que un tratamiento antiséptico para mantener el área limpia.
— Se lo agradezco, es usted muy amable, ahora estoy en deuda con usted.
— Para nada, ahora si me disculpa.
— Claro, nos veremos en algún otro momento— , sin más excusas con las cuales alargar su estadía salió del consultorio sintiendo que el corazón le explotaría.
Luis al llegar a su oficina, verifico su agenda y se sintió aliviado de no tener nada pendiente en las próximas horas no se sentía capaz de pensar en otra cosa que no fuera ella, le escribió un mensaje a su mejor amigo Tom, el cual era medico cardiólogo en la misma clínica para que fuera a su oficina cuando se desocupara y se sentó a pensar.
Su mente fue directa a día en que la conoció…. Once años atrás
Una chica tropezó con él pues se encontraba distraída, en el momento le pareció la criatura más tonta y torpe que había visto jamás pero cuando se encontró con una cara angelical, envuelta por un cabello de fuego con unos ojos pardos que le miraban asustada solo pudo expresar con comprensión, —Debes tener más cuidado pues puedes chocar con quién luego quiera una retribución para perdonarte, supongo que eres nueva, ¿cierto?
—Sí, estaba buscando mi edificio.
—Bien déjame ver lo que te indican en el papel—, lo leyó mostrándose pensativo, que chica tan confiada si se tratara de algún tipo de asesino en serie ya sabría exactamente donde vive, pensó, —De acuerdo, ya estás cerca, te corresponde el edificio que está allí—, dijo señalando una entrada.
—Muchas gracias y nuevamente disculpa mi torpeza—, reorganizó su ropa y maleta antes de continuar su camino.
—No pasa nada—, respondió observando la chica con cuidado, en ese momento llegó hasta él su amigo Oscar, —¿ya escogiste tu próxima víctima de primer año?
—Todavía lo estoy decidiendo.
—Te apuesto mil libras esterlinas a que a esta no la logras hacer caer, tiene cara de muy inocente y se nota que es de campo.
—Hecho, hablemos con los chicos a ver quién más quiere entrar en la apuesta—, se reunieron con el grupo de amigos cerca de allí y le plantearon el reto.
—Deberás aportar evidencia, mira que la última con que jugaste no nos quedó muy claro y esta vez las apuestas son más altas, así que queremos pruebas y tendrás como máximo dos meses.
—Eso es fácil, con un apartamento para mí solo puedo prepararlo todo, pero denme tres meses, creo que con esta chica no podre usar las estrategias anteriores.
—¿Te acobardas?, si te retractas nos deberás pagar la misma cantidad a nosotros.
—Para nada, esa chica no podrá contra mis encantos.
—Bien, entonces que comience el juego.
En ese momento tocaron a la puerta interrumpiendo su pensamiento, — ¿Doctor Stone?— , entro sin esperar respuesta su amigo de la universidad, — ¿Qué ocurre Luis?, ¿Qué era tan urgente?
— Es que no lo vas a creer.
— ¿La belleza que entro en oncología?, pues si además de todo tiene un currículo impresionante.
— ¿En serio no la reconociste?
— No, ¿de qué hablas?
— Por favor no lo comentes con nadie mucho menos con mi madre, pero recuerdas a Gabriela, aquella chica irlandesa.
— Claro, como olvidarla si siempre la nombras.
— Es ella.
— ¿Qué?
— Te puedes imaginar de mi impresión es que todavía no lo he podido digerir, es más estaba que pasaba por tu consultorio para que me chequearas porque sinceramente pensé que me daría un infarto.
— ¿Estás seguro?, ¿Cómo estas vivo para contarlo?, pues con lo que le hiciste es como para que te guardara rencor.
— Pareciera no recordar nada, es más me curo una herida en la cabeza sin que se lo pidiera siquiera.
— ¿Crees sinceramente que llego aquí por pura casualidad?
— No lo creo, supongo que está aquí para vengarse, pero no puedo saberlo con seguridad hasta que logre hablar con ella, pero por eso te digo que mi madre no se puede enterar pues de lo contrario se volverá loca.
— Tienes razón lo mejor es mantener esto entre tú y yo, además tu madre comento que ya firmó un contrato por tres años y si la despiden sin razón alguna la clínica deberá pagar una indemnización bastante alta.
— Por favor seamos cuidadosos cuando se remueve el pasado siempre se abren las heridas además sabes que estoy en proceso de divorcio y estamos manejándolo Cristina y yo, de manera secreta, para que la niña no deba al menos por ahora enterarse de nada de la situación, acaba de morir su abuelo y queremos tratar una cosa a la vez.
— Cuenta conmigo, sabes que siempre hemos sabido conservar nuestros secretos y apoyarnos, por cierto, me pareció que la nueva jefa no está casada.
— ¿Por qué lo dices?
— No tenía, anillo de matrimonio, además no hubiese sido tan sencillo cambiarse a otro país si así lo fuera.
— Mejor no especulemos, pues puede tratarse de cualquier situación particular, no sé nada de ella, tengo que ver ese expediente para partir de algo.
— Para algo eres el heredero y próximo dueño de esta clínica tan prestigiosa, pídele a recursos humanos que te la suministren.
— Así lo hare— , Tom se retiró para ir a atender a sus pacientes y dejo a Luis todavía sintiéndose ansioso y sorprendido.
Luis estaba decidido a saber todo lo necesario de Gabriela todavía no lo podía creer que estuviera allí, pero necesitaba saber lo ocurrido con ella todos estos años, abrió la puerta y decidido se dirigía a recursos humanos cuando la encontró en el ascensor, ambos estaban solo en aquel espacio cerrado y sintió que le faltaba el aire y ella por su parte esquivaba su mirada para que no la intimidara.
Al llegar al nivel requerido sus caminos se separaron, Gabriela fue la primera en bajarse del ascensor y Luis solo pudo verla alejarse con pasos llenos de seguridad, él fue el siguiente en bajar y se dirigió al departamento de Recursos Humanos para pedir el expediente de aquella pelirroja de ensueño. Una vez se hizo del documento pensó que debía hacer a partir de lo que descubriera allí, quizá desenterrar el pasado era un error, pero ¿si tu vida se había detenido en aquella época no desearías resolverlo? Pasados unos minutos cuando Gabriela se disponía a dar inicio a la reunión con su grupo de trabajo tocaron a la puerta y una vez entró el que había interrumpido, se sorprendió de que se tratara nuevamente de Luis, internamente le dio satisfacción pues parecía estarse volviendo loco en tan poco tiempo, pero también tenía claro que no deseaba que la desviara de su objetivo principal. —Buenos días, a todos. —¿Necesita algo?, ¿puedo ayudarle? —Vengo con la intención de asistir a la re
Luis quería intimidar a Gabriela, pero ella ni era aquella chica a quién despreció aquella noche de lluvia frente a su casa y se lo iba a demostrar, de hecho, no se permitiría a sí misma flaquear.Así que caminó decidida hasta su escritorio y preguntó, — ¿Supongo que puedo sentarme no? — , dijo señalando la silla. — Si claro. — ¿A qué te refieres?, no tengo ningún secreto, así que lo que tengas en esa carpeta no tiene relevancia, si es mi currículum, allí estará lo importante de mis datos laborales pues es mi historial de desempeño y educación — , interiormente estaba preocupada pues sabía que intentaría investigar a más profundidad, por su parte Luis solo lo dijo para ver su reacción y la noto nerviosa, así que logro el efecto deseado, tenía algo que ocultar y el averiguaría que. — ¿Estás aquí para vengarte de mí por lo que te hice? — No sé de qué hablas — , era una verdad a medias pues a pesar que no era su objetivo principal sino su madre esperaba que el también sufriera. — D
Dejo el lugar preocupada pues aquella coincidencia solo significaba que en primer lugar o debía cambiar el niño de colegio estaría en riesgo de que rápidamente se supiera su secreto, además era totalmente inaudito que dos hermanos por parte de padre se conocieran de esa manera, no quería ni imaginarlo.Por el momento solo pensó en el hecho de minimizar las opciones mientras decidía que hacer, así que se detuvo antes de llegar a la clínica y llamo a su madre. — Hola hija, ¿qué ocurre? — Pues mamá, cuando vayas a buscar a Harry deberás hablar con él, intentar que por ahora no comente mi profesión y deberás llevarlo e irlo a buscar no solo mientras este supuestamente viajando. — Y eso, ¿por qué? — No lo vas a creer, pero la hija de Luis estudia en el mismo colegio de Harry, quizá en otra aula, pero ella me conoce y si me ve le podría decir a su padre. — Que enredo, ¿por qué no lo cambias de colegio? — No es tan fácil encontrar cupo en un colegio cuando ya ha empezado el año escolar
Luis no deja de pensar en que estar haciendo aquella noche Gabriela, no puede concentrarse ni en lo que le dice su hija, por ellos cuando esta decide ir a dormir se siente aliviado, no puede evitarlo, quizá traspase los limites, pero no puede contener los sentimientos que ella con su regreso a despertado, no sabía cuánto la ha extrañado hasta ahora que la tiene cerca, se sentía muerto, sin sentimientos, pero ahora todo había cambiado. Insiste una vez más y esta vez la llama, — Hola, Gabriela, siento tener que ser insistente. — Vi tus mensajes y llamadas, pero la verdad no logro comprender porque te sientes en derecho de compartir conmigo tu opinión, creo que con quien yo salga no es tu problema, tienes 10 años que no me ves, ¿a qué viene tu preocupación? — No lo conoces, no quiero que dañe tu imagen en la clínica. — Soy una adulta se que debí hacer o no, además durante años me enfrentado a mucho y tu no has estado allí. — No quiero que siga siendo de esa manera, eres mi emple
Aquella mañana Luis llega muy temprano, cuando se trata de una cirugía o parto en el que debiera participar era excesivamente meticuloso, por ello se preparaba con suficiente antelación.Una vez en la clínica se encontró con Víctor y sintió que algo se removió en su interior, era la primera vez que sentía celos, pero además que quería proteger a una mujer tanto como lo hacía con Christine, sin embargo, sabía que debía ser profesional y separar sus emociones del trabajo.Luego que terminaron una cesárea y que evaluó a la criatura y cuando estuvo conforme que él bebe estaba en óptimas condiciones y que no lo ocuparían por el momento, se acercó al anestesiólogo. — Víctor por favor necesito hablarte en la oficina unos minutos. — De acuerdo jefe.Cuando llegaron al lugar Víctor tomó asiento mientras Luis cerraba la puerta, — Seré breve, creo que ambos estamos ocupados. — Está bien, ¿usted dirá? — Nunca he sido partidario de escuchar comentarios de pasillos ni entrometerme en lo que lo
Mientras Luis lee el informe no lo puede creer, Gabriela aquel día fatídico en que él le dio la espalda debió atravesar un accidente donde su padre, aquel señor que conoció defendiéndola, murió de manera instantánea en un accidente en el cual el conductor del auto que les había arrollado se dio a la fuga y jamás encontraron el culpable..Con razón lo odiaba, seguramente pensaba que de no estar allí en ese momento su padre estaría con vida y de hecho podía que fuera cierto.Es decir que era otra culpa con la cual cargar, vio las fotos y le pareció terrible pero además había artículos de periódico donde explicaban que la chica estaba gravemente herida, contaba con pronóstico reservado, lo cual quería decir que paso por mucho, no podía ni imaginar lo duro que pudo ser para ella perder tantas cosas en un día.Intento recordar los eventos de esa noche, pero no recuerda escuchar las sirenas ni enterarse de nada, sabía que llovía y nada más pues no solo estaba aletargado por el dolor que sin
Después de analizar un poco la situación Luis se da cuenta de que quiere conocer un poco más del niño que presiente su hijo antes de explotar la bomba de dar a conocer que se ha enterado, en primer lugar, quiere tomar una muestra de ADN para estar seguros y no quiere alertar a su abuela quién es su cuidadora por el momento.Así que se le ocurrió pedirles la oportunidad de hacer una breve excursión a la clínica a modo de incentivarlos a estudiar la carrera y luego llevarlos a almorzar a el grupo de niños, su maestra y directora, pero sería al día siguiente para contar con el consentimiento de los padres.Aquel plan sería exitoso si lograba sacar a Gabriela de allí por el transcurso de la mañana para que no se inquietara, lo primero que hizo al llegar fue pedir información a su secretaria de su agenda y tenía justamente exposición de casos desde las 9 a las 11, así que esa era su cortina de tiempo.Ya había resuelto la primera parte del plan así que solo hacía falta la aprobación del co
La mañana comienza con la rutina habitual, afortunadamente hay buen clima en Londres así que el plan va bien, aunque Luis siente la ansiedad a flor de piel pues además de Olivia es el único que sabe que trama con la visita de los niños a la clínica, llega temprano y de inmediato se dirige al área de gestión social. — Buenos días, doctor. — Buen día, ¿todo está preparado para la visita guiada del día de hoy? — , pregunto con seriedad. — Si no se preocupe, ya el transporte esta frente a la institución en este momento, el salón grande de reuniones fue decorado para ellos y el servicio de catering debe estar por llegar con los refrigerios, los obsequios ya se encuentran allí. — Bien, entonces falta aproximadamente una hora, me avisa cuando salgan de la institución y sé que usted es la jefa del área, pero quiero que se encargue personalmente por velar que todo salga bien, no debe existir ningún error, esos niños están bajo mi responsabilidad y la de esta clínica. — Así será señor — ,