La mañana comienza con la rutina habitual, afortunadamente hay buen clima en Londres así que el plan va bien, aunque Luis siente la ansiedad a flor de piel pues además de Olivia es el único que sabe que trama con la visita de los niños a la clínica, llega temprano y de inmediato se dirige al área de gestión social. — Buenos días, doctor. — Buen día, ¿todo está preparado para la visita guiada del día de hoy? — , pregunto con seriedad. — Si no se preocupe, ya el transporte esta frente a la institución en este momento, el salón grande de reuniones fue decorado para ellos y el servicio de catering debe estar por llegar con los refrigerios, los obsequios ya se encuentran allí. — Bien, entonces falta aproximadamente una hora, me avisa cuando salgan de la institución y sé que usted es la jefa del área, pero quiero que se encargue personalmente por velar que todo salga bien, no debe existir ningún error, esos niños están bajo mi responsabilidad y la de esta clínica. — Así será señor — ,
El almuerzo transcurrió sin ninguna eventualidad todos disfrutaron y en especial los niños quienes además contaron con un parque donde divertirse un poco más.Luis miraba a sus hijos interactuar y no lo podía creer, era la fuerza del destino quien los juntos y ellos habían tenido una conexión de inmediato.Podía mirar a Harry de cerca sin reservas lo cual le generó gran felicidad, era cierto que no podía irrumpir en la vida del niño ni tampoco pensar en recuperar el tiempo, pero al menos podía tratar de acercarse a él, ser su amigo. — Dime Harry, ¿Te gustan las papas fritas? — Sí, aunque mi forma favorita de comerlas es en puré — , igual que a él, pensó. — Cuéntame y ¿Qué más te gusta comer? — Tarta de Manzana, estofado, hay tantas cosas que me gustan. — ¿Quién te gusta más como cocina, mamá o la abuela? — Ambas cocinan rico, pero mi mama lo hace mejor. — ¿Dijiste que vienes de Irlanda?, ¿verdad? — Si. — ¿Y te gusta más aquí o allá? — , sabía que la ser un niño pequeño no pod
Gabriela no hallaba por donde comenzar, pero sin esperar mucho más comentar le dijo, — Sé que te podrá sonar de locos, pero tu madre es peligrosa y debes apartarla de tu hija y…–¿Y ? — De mi hijo, eres muy astuto, te pido que seas prudente. — De acuerdo, pero dame contexto, ¿qué es lo que ocurre? — Para ello debo retroceder 10 años atrás uno de los días más terribles de mi vida. — Cerraré la puerta para que nadie nos interrumpa y además podamos mantener esta conversación de la manera más privada posible. — Te lo agradezco.Realizada la acción y luego se sienta en el sofá frente a ella para no tener el escritorio que obstruya la cercanía entre ambos, deben mantener distancias y que la conversación luzca profesional por eso se ha tomado una carpeta de un expediente de su escritorio. — De acuerdo puedes hablar con libertad. — No creo que vayas a creerme, se trata de tu madre uno de los seres más importantes y cercanos que una persona puede tener, creo que cuestionaras lo que te
Una vez se aclaró la situación Gabriela se encontró en una encrucijada, le había tocado confiar en Luis por el bienestar de su hijo y eso le había quitado un gran peso de encima y por el otro le preocupaba si el sentiría la necesidad de reclamar sus derechos en algún momento, no le quedaba más que esperar y ver como resultaba todo. Recogió las cosas que tenía en la habitación y salió animada rumbo a su casa, cuando subía a su auto recibió un mensaje, — Hola princesa, ¿Cómo estás? Era Víctor, el hombre le agradaba, pero no deseaba darle esperanzas, tenía diez años sola y ya había pasado por suficientes coqueteos para tener claro que durante todos estos años no había olvidado a Luis y ahora que estaban cerca lo tenía más claro, eso no quiere decir que fuera a entablar una relación con el pues era un hombre casado, pero como dicen, en el corazón no se manda. — Hola que tal como te va —, respondió intentando ser cordial. — Pensando en ti, en que deseo invitarte a salir de nuevo y no
Al siguiente día Luis está tomando un desayuno rápido en familia cuando recibió un mensaje inesperado, este decía, — Debemos hablar urgentemente —, alertado por los acontecimientos que se pudieran suscitar, disimuladamente se levantó de la mesa y fue a la terraza donde podía hablar con más libertad. — Buen día, dígame ¿Qué ocurre? — Lamento molestarle tan temprano, pero creo que debo consultarle antes de realizar alguna investigación, su madre ha llamado anoche. — ¿A quién te pidió investigar? — A un niño, justamente la parte de la investigación que me faltaba entregarle luego de ir a Irlanda, me solicito investigar a su hijo. — ¿Qué le dijiste? — Que tomaría notas del caso pero que tardaría al menos dos semanas. — Se lo agradezco con eso me da un margen de tiempo que me permita pensar en algo. — Pero existe un detalle, ella pide que adicionalmente suministre una muestra de ADN, así que tenga eso en cuenta, necesitaría uno que corresponda a otro joven. — ¿Me cubriría así? —
Gabriela sintió un escalofrió en la espalada, por un momento se sintió descubierta y el temor la paralizó sin embargo aquel tono de voz lo conocía a la perfección no era otro que Luis y cuando se giró suspiró al comprobar que efectivamente se trataba de él. — ¿Qué haces aquí? — Necesitaba buscar información no puedo postergar mis planes por mucho más, tu madre en poco tiempo estará pisándome los talones. — Tenía un buen rato buscándote, te pudo encontrar cualquiera. — Solo ha sido un descuido, pues tome previsiones para llegar aquí sin que nadie se diera cuenta. — ¿Sabes que te arriesgas demasiado?, ¿verdad?, ¿Y si hubiese sido ella o uno de sus espías? — Tienes razón, pero no esperar sentada, sin hacer nada. — No es lo que te estoy pidiendo, es que cuentes conmigo, no quiero que te pase nada. — ¿Serías mi cómplice aun en contra de tu madre? — No tienes idea creo que es tema para otro momento, aquí estamos expuestos. — De acuerdo — , dijo Gabriela caminando hacia el ascensor
Olivia había llegado de improvisto y un tanto agitada a la oficina de Luis, sus palabras resonaron en su cabeza por unos segundos, “debemos hablar”, ¿de qué podía ser?, la miró con detalle y su piel blanca lechosa estaba sonrojada, lo que indicaba excitación, pero de ¿de dónde venía? — Hola, Oli, primero lo primero, siéntate, bienvenida, ¿deseas algo de tomar?Ella se sentó con elegancia intentando disimular su alteración y de inmediato su esposo le trajo un vaso con agua, — Bebe te noto sedienta. — Ya vas a empezar tú con tus bromas. — Tienes que decirme, ¿de dónde vienes tan alterada? — Deja ya, vine a traerte unos papeles para que los firmes.Él se sentó y tomo la carpeta que ella le extendía, ¿de qué se trata? — Es la apertura de un fideicomiso para Christine, en caso que me pase algo todo pasara a su nombre, pero tu serás quien administre todo hasta su mayoría de edad. — ¿Por qué haces esto?, ¿Por qué tomar una decisión así? — Lo único que tenemos cierto es la muerte y qui
Gabriela estaba perturbada, salió de aquel restaurante con el corazón a punto de estallarle, prácticamente había corrido al carro y tomado la vía como si la estuvieran persiguiendo, pero a los minutos debió orillarse pues sintió que iba a desmayarse manejando, se orilló y allí en medio de la nada colapso, las manos le temblaban y comenzó a llorar, debía clamarse no solo para poder manejar sino para poder ir a casa.Ese hombre la tenía en sus manos, su intuición no le había fallado se trataba de un mal hombre, malintencionado y que ahora además quería extorsionarla, pero ¿Cómo lo había sabido?, por mucho que imaginara que tenían un romance, de allí a saber que Luis y ella habían estado juntos solo significaba que los había escuchado hablar, en realidad eso no importaba mucho ahora pues el hecho era que la estaba extorsionando.¿Qué debía hacer?, si decía algo involucraría aún más personas de las que ya estaban y eso significaría que se pondría aun en más riesgo de lo que ya estaba, sim