Una vez se aclaró la situación Gabriela se encontró en una encrucijada, le había tocado confiar en Luis por el bienestar de su hijo y eso le había quitado un gran peso de encima y por el otro le preocupaba si el sentiría la necesidad de reclamar sus derechos en algún momento, no le quedaba más que esperar y ver como resultaba todo. Recogió las cosas que tenía en la habitación y salió animada rumbo a su casa, cuando subía a su auto recibió un mensaje, — Hola princesa, ¿Cómo estás? Era Víctor, el hombre le agradaba, pero no deseaba darle esperanzas, tenía diez años sola y ya había pasado por suficientes coqueteos para tener claro que durante todos estos años no había olvidado a Luis y ahora que estaban cerca lo tenía más claro, eso no quiere decir que fuera a entablar una relación con el pues era un hombre casado, pero como dicen, en el corazón no se manda. — Hola que tal como te va —, respondió intentando ser cordial. — Pensando en ti, en que deseo invitarte a salir de nuevo y no
Al siguiente día Luis está tomando un desayuno rápido en familia cuando recibió un mensaje inesperado, este decía, — Debemos hablar urgentemente —, alertado por los acontecimientos que se pudieran suscitar, disimuladamente se levantó de la mesa y fue a la terraza donde podía hablar con más libertad. — Buen día, dígame ¿Qué ocurre? — Lamento molestarle tan temprano, pero creo que debo consultarle antes de realizar alguna investigación, su madre ha llamado anoche. — ¿A quién te pidió investigar? — A un niño, justamente la parte de la investigación que me faltaba entregarle luego de ir a Irlanda, me solicito investigar a su hijo. — ¿Qué le dijiste? — Que tomaría notas del caso pero que tardaría al menos dos semanas. — Se lo agradezco con eso me da un margen de tiempo que me permita pensar en algo. — Pero existe un detalle, ella pide que adicionalmente suministre una muestra de ADN, así que tenga eso en cuenta, necesitaría uno que corresponda a otro joven. — ¿Me cubriría así? —
Gabriela sintió un escalofrió en la espalada, por un momento se sintió descubierta y el temor la paralizó sin embargo aquel tono de voz lo conocía a la perfección no era otro que Luis y cuando se giró suspiró al comprobar que efectivamente se trataba de él. — ¿Qué haces aquí? — Necesitaba buscar información no puedo postergar mis planes por mucho más, tu madre en poco tiempo estará pisándome los talones. — Tenía un buen rato buscándote, te pudo encontrar cualquiera. — Solo ha sido un descuido, pues tome previsiones para llegar aquí sin que nadie se diera cuenta. — ¿Sabes que te arriesgas demasiado?, ¿verdad?, ¿Y si hubiese sido ella o uno de sus espías? — Tienes razón, pero no esperar sentada, sin hacer nada. — No es lo que te estoy pidiendo, es que cuentes conmigo, no quiero que te pase nada. — ¿Serías mi cómplice aun en contra de tu madre? — No tienes idea creo que es tema para otro momento, aquí estamos expuestos. — De acuerdo — , dijo Gabriela caminando hacia el ascensor
Olivia había llegado de improvisto y un tanto agitada a la oficina de Luis, sus palabras resonaron en su cabeza por unos segundos, “debemos hablar”, ¿de qué podía ser?, la miró con detalle y su piel blanca lechosa estaba sonrojada, lo que indicaba excitación, pero de ¿de dónde venía? — Hola, Oli, primero lo primero, siéntate, bienvenida, ¿deseas algo de tomar?Ella se sentó con elegancia intentando disimular su alteración y de inmediato su esposo le trajo un vaso con agua, — Bebe te noto sedienta. — Ya vas a empezar tú con tus bromas. — Tienes que decirme, ¿de dónde vienes tan alterada? — Deja ya, vine a traerte unos papeles para que los firmes.Él se sentó y tomo la carpeta que ella le extendía, ¿de qué se trata? — Es la apertura de un fideicomiso para Christine, en caso que me pase algo todo pasara a su nombre, pero tu serás quien administre todo hasta su mayoría de edad. — ¿Por qué haces esto?, ¿Por qué tomar una decisión así? — Lo único que tenemos cierto es la muerte y qui
Gabriela estaba perturbada, salió de aquel restaurante con el corazón a punto de estallarle, prácticamente había corrido al carro y tomado la vía como si la estuvieran persiguiendo, pero a los minutos debió orillarse pues sintió que iba a desmayarse manejando, se orilló y allí en medio de la nada colapso, las manos le temblaban y comenzó a llorar, debía clamarse no solo para poder manejar sino para poder ir a casa.Ese hombre la tenía en sus manos, su intuición no le había fallado se trataba de un mal hombre, malintencionado y que ahora además quería extorsionarla, pero ¿Cómo lo había sabido?, por mucho que imaginara que tenían un romance, de allí a saber que Luis y ella habían estado juntos solo significaba que los había escuchado hablar, en realidad eso no importaba mucho ahora pues el hecho era que la estaba extorsionando.¿Qué debía hacer?, si decía algo involucraría aún más personas de las que ya estaban y eso significaría que se pondría aun en más riesgo de lo que ya estaba, sim
Luis se encontraba en medio de un caos, el personal de seguridad había sometido a Víctor el cual estaba tirado en el piso boca abajo y Gabriela, su amada con la cara totalmente inflamada, formuló una pregunta que nadie había respondido aun, sin embargo, la asistente del anestesiólogo fue la primera en hablar. — Doctor Stone, desconozco lo que estaba ocurriendo dentro del consultorio, pero el hecho es que la doctora Brennan había abierto la puerta para irse, en lo que parecía un intento de escape y el Doctor Jones la atacó, como pude llame a los de seguridad y ya ellos llamaron a la policía. — Bien, llevaré a la doctora a que sea atendida en emergencias por favor cuando llegue la policía que vaya allí a tomarle la declaración. — Está bien doctor así lo haremos — , respondió uno de los de seguridad.Él tomó a Gabriela del brazo para cargarla, pero esta le dijo que podía caminar, parecía hacer sufrido una torcedura pues lo dolía al apoyar, así que Luis la abrazo por la espalda para qu
Luis tal como lo acordaron entró en el área de seguridad allí tenían a Víctor quien al verlo se enfureció, — Por favor déjennos solos un momento. — Está bien doctor Stone — , dijeron ambos guardias e hicieron lo que les pidió. — No sé qué haces aquí no tengo nada que hablar contigo, deberías largarte. — Primero vengo a hacerte una oferta. — No me interesa nada de lo que me puedas decir. — Esto sí, solo escucha, en los próximos minutos está por llegar la policía, debes saber que tienes las de perder aún más cuando tengo en mis manos la grabación de la oficina. — Sí, pero eso también te daría problemas, pues tienes mucho que explicar. — No sé cuál creas que es el secreto que tienes contra nosotros, pero si es por el hecho de que tuvimos un romance en nuestra juventud imagínate tendrías secretos de media facultad de medicina, fue antes de mi matrimonio y no nos habíamos visto nuevamente hasta encontrarnos aquí — , dijo quitándole peso a la situación. — Sé que hay algo más… — Pe
Luis quien nunca había tenido la oportunidad de ver a la madre de Gabriela de pronto sintió un escalofrió en la espalda, su gesto adusto dejaba claro que tenía carácter, quizá de allí lo había heredado su acompañante, no sabía quién era él o al menos no lo reconoció, pero era inevitable que lo descubriera en aquel momento. — Buen día, señora, disculpé que irrumpiera en su hogar, pero debí traer a su hija, lamentablemente fue agredida.Ella corrió a su lado preocupada, — ¿Fue ese hombre verdad?, ¿Luis? — , este volteo a ver a Gabriela sin saber que responder, ¿lo estaba culpando a él?, — ese hombre no tiene escrúpulos, ¿Qué ocurrió?, ¿lo enfrentaste?, le agradezco que la trajera ¿doctor? — Mamá él no fue quien me atacó, te equivocas. — ¿Entonces quién?, te dije que tuvieras cuidado con esa gente y seguro te confiaste.Luis pensó en que había llegado el momento de la verdad, tenía que explicar muchas cosas y no lo postergaría más, entonces tomo la palabra, — señora, Gabriela, creo