Mi cuerpo se tensó de inmediato.—Eliot, cariño— la señora Ness se puso de pie pero Eliot no dijo nada solo sentí como ejercían una fuerza desde mi hombro, Eliot me obligaba a mirarlo—. Cariño...—Responde— sentenció, mi corazón latía muy rápido no podía si quiera pensar. Los ojos oscuros de Eliot dejaron salir un largo suspiro.Pero Marcos lo empujó y agradecí internamente. —¿Qué haces con mi esposa?— pero Eliot no se inmutó, continuaba mirándome sin apartar esos fríos ojos—. Te he preguntado... que...—¿Puedes hacer silencio?— Eliot parecía calmado pero Marcos se enojó.El señor Ness quien no había dicho una sola palabra intervino, jalo de mi mano y los dos caminamos por el jardín no me soltó hasta que llegamos a el otro jardín.—Señor...—¿Que ocurre con mis hijos?— sonaba frío, me recordó a la vez que conocí a Eliot y me presenté como su secretaria—. ¿Sabes que más detesto? Te aceptamos solo porque Marcos no traía una novia a casa desde hace 4 años— el señor Ness dió un respingo,
Cepillo mis dientes mientras me veo en el espejo, mi rostro se ve opaco y mis ojos cansado. ¿Cómo terminé aquí?Limpio mi rostro con mi toalla y salgo del cuarto del baño, mis padres quienes estaban de vacaciones en Hawai aún no sabían de mi boda. ¿Cómo podía explicarlo? Y mucho más, que dentro de poco me caso. Nada era como alguna vez soñé.Me dejo caer en mi cama mientras suelto un suspiro, y recuerdos de hace unas horas llegan a mí:—¿Embarazada?— escuché como soltó la señora Ness, quien se desplomó y su marido estuvo a tiempo de sostenerla en sus brazos.—¿Cariño?—¿Mamá?— Marcos se acercó y como si ese fuese el alivio la señora Ness abrió sus ojos —. ¿Estás bien?La mujer asintió y soltó a llorar como Magdalena, ¿Está familia está bien de su cabeza? Mi mirada viajó hacia Eliot que por suerte miraba asco a su madre, parecen no tener una buena relación. —¿Estás embarazada?— la voz aguda de Eliot me tomó por sorpresa y mucho más cuando se acercó y junto nuestras manos —. Dime qué n
Luego de pedirle a Eliot que se marchara, me adentré a la habitación soltando suspiros como si no hubiera un mañana. ¿Qué iba a ser ahora? ¿Había acabado para mí? Sostuve mi panza con lastima, ¿de verdad quería a este bebé? Mi vida se volvió un enorme caos desde que entré a esa oficina y vi a dos personas cogerse. Mi vida se olvidó un caos desde que Eliot llegó, desde que firme un contrato que me llevaría a la muerte. Y eso quería, ese momento solo deseaba morir, deseaba salir en ese laberinto sin salida, lleno de temor, confusión y miedos. Entonces agarré mi teléfono y marque. Uno Dos Tres —¿Hola?— se escuchó la voz de mi madre en la otra línea—.¿Avery?— pero no podía responder, el nudo en mi garganta no me permitía seguir ahí, no podía sin siquiera pronunciar una palabra bien—. ¿sucede algo, querida?— cuando intenté hablar pude escuchar la voz de mi padre en la otra línea—. ¿quien llama a esta hora? Es avery— responde mi madre. —Los quiero— fue lo único que alcancé a pron
—¡ESTAS LOCO!— exclamé. Mi jefe me veía con lo su ceño fruncido.Hacia poco había entrado a una de las prestigiosas empresas; Liconess una reconocida empresa global, había trabajado mucho para entrar como secretaria pero nunca imagine que seria del mismísimo CEO, Eliot Ness conocido por ser un jefe egocéntrico y todo un mujeriego estaba frente a mi poniéndome matrimonio.Mi jefe retrocede y con una media sonrisa habló:—Acabas de interrumpir mi cita con tus absurdos documentos lo menos que harías sería compensarme ¿No crees?— sus palabras estaban en lo cierto, es decir; trabaje toda la noche en organizar los horarios de sus reuniones que no me percate que tenia una cita en su oficina al entrar —. ¿Nos casamos?—Eso es absurdo, no puedes obligarme hacerlo— susurre, pero él se acercó y se acercó lo suficiente a mi oído.—Podemos hacer como si nada de esto hubiera pasado— empezó—. Pero, esta era la ultima cita que mi madre había organizado.—¿Qué?Esto no podía ser cierto ¿verdad? Era sol
Mi vida no podía ir genial, estaba en la habitación de mi jefe con un contrato de matrimonio en mis manos, creí que eso solo pasaba en las novelas que veía Mamá pero al parecer también pasa en la vida real.Eliot había salido mientras yo ojeba el documento, era bastante claro, asistir a las cenas familiares, clases de etiqueta, estilista todos los sábados, clases de baile los domingos. ¿cuando trabajaría? El chico apareció de nuevo, traía una bata negra que le llevaba hasta las rodillas cubriendo su pecho desnudo.—El desayuno está listo, querida— hice una mueca por lo último que dijo, asentí y tomé el documento para luego salir con él. Estábamos en el jardín de la mansión Ness, un hermoso jardín lleno de flores y una fuente bastante llamativa. El sol caía sobre nosotros y la mañana se veía maravillosa, excepto que tenía que soportarme a este idiota.—He leído un poco sobre el contrato, ¿en qué momento lo hiciste? —Se los pedí a mis abogados luego que saliste de mi oficina, lo que
Habíamos entrado al club, la luces de colores y la música golpeó nuestros cuerpos. Los cuatros nos adentramos más y nos ubicamos en la barra, Emma y Max se apresuraron a ir a bailar mientras yo me encontraba con el chico. El Barman dejó una margarita en la barra lo miré enseguida y este me guiñó el ojo. No contuve la sonrisa y lleve la copa a mis labios pero alguien me la quitó y se la bebió. Mire al amigo de Max quien fulminaba con la mirada al barman. —¿Que te ocurre?— solté, pero él seguía viendo al chico de la barra quien soltó una risita nerviosa y atendió a la mujer a nuestro lado. Entonces tomé del hombro al chico llamando su atención —. ¿Se puede saber...?—¿Por qué aceptas bebidas de desconocidos?— atacó con su ceño fruncido. Espera ¿estaba hablando enserio?—¿Estás hablando en serio? El chico volvió a ignorarme y bebió de su trago, puse los ojos en blanco frustrada. Mi única oportunidad de ligar se había ido al carajo con el idiota a mi lado, ¿soy un imán para niños estúpi
El chico me seguía viendo con esa sonrisa cálida pero sus ojos seguían tan inexpresivos cómo cuando me ignoró la noche anterior cuando trate de reclamarle por la bebida.—¡Mierda!— solté enseguida —. ¿Cómo terminé aquí?El chico frunció el ceño, no había respondido mis preguntas. Hasta que abrió la boca pero las puertas se abrieron de golpe, Eliot Ness estaba de pie frente a nosotros, buscó a todas las direcciones hasta que sus ojos oscuros se toparon con los míos, estaba furioso podía notarlo porque la vena en su frente estaba a punto de reventarse. Esperen, ¿Que hacía Eliot aquí?—¿Qué haces aquí?— me apresuré a preguntar, pero soltó una risa seca y se acercó a mi.—¿Que qué hago aquí?— repitió, iba a volver a hablar cuando el levantó la mano pidiendo silencio, y eso hice —. Déjame te respondo, ¿Que puedo hacer en mi casa? ¿Su casa? ¿Había escuchado bien? mire al amigo de Max buscando una explicación pero el veía a Eliot con el ceño fruncido, ¿Que estaba pasando?—¿Te cogiste a mi
El olor a comida me despertó de mi plácido sueño, me levanté somnolienta y caminé hacia la cocina de dónde provenía el olor, me había duchado y traía mi pijama de aguacates puesta. —¿Mamá? ¿Por qué huele tan bien? —Hija, has despertado.—Ujumm— me dejé caer en el mueble mientras escuchaba susurros pero no le presté atención—. ¿Por qué huele tan bien?—¿No vas a saludar a tu invitado?—la voz de papá llamó mi atención, me levanté.—¿Llegó Emma?Me apresuré a ponerme de pie, me había abandonado y casi me llevan dos desconocidos a no se dónde, iba a matarla. Me detuve en seco, restrego mis ojos sin poder creer lo que veía. Eliot Ness, mi jefe y CEO de la compañía Liconess estaba en la cocina mientras prepara no se que con mi mamá. —¿Que. mierdas. pasa?— solté arrastrando las palabras, y llamando la atención de todos.—¿Que es ese vocabulario?— reprendió mi mamá, pero mi mirada estaba puesta en el idiota que traía una sonrisa.—¿Que haces aquí?— indague tangente, mi madre me miró muy ma