Estaba nerviosa, pero más que nada porque sería la primera vez que no iba a trabajar en una ONG. Aunque siempre había dicho que le encantaría ayudar a las personas, llegado el momento se dio cuenta que de la única forma en que podía ayudarse a sí mismo era cambiando de trabajo. Luego buscaría la manera de apoyar a todas aquellas personas que la necesitaban. Pero lo principal que tenía que lograr era poder encontrar la forma de ayudar a su hijo y de ayudarse a sí misma.
—¿Estás segura de que vas a poder desarrollar la función? —Le preguntó la entrevistadora. Una mujer de unos 30 años con Corte Punk. —Exijo bastante, debes llegar a tiempo, por lo menos treinta minutos antes de tu hora, es muy probable que muchos días te vayas tarde y también es probable que te necesite a mitad de la noche en caso de que sea necesario cambiar una cita. Va
Capítulo 52—¿Te estas comiendo todos tus vegetales? — le preguntó a Peter mientras se hacía un sándwich. —Quiero que crezcas fuerte y sano.—Estoy bien, mamá, pero te extraño. —Respondió el niño dejándola fría. —¿cuándo vienes a verme?—No lo sé, cariño. — había transcurrido una semana completa desde su regreso a Chicago, pero para ella, era toda una eternidad.Jamás había pasado tanto tiempo sin ver a su hijo, sin abrazarlo, sin darle su desayuno, sin contarle un cuento antes de dormir.La espera iba a hacérsele eterna.
Capítulo 53Él había evaluado todos los pro y contra que podía tener aquí el encuentro. Su madre le dijo que estaba cometiendo un error, que era muy impulsivo y desesperado al visitarla tan temprano. Era algo tonto, pues ella misma había incitado a que fuera a verla una semana antes. Él solo estaba acelerando un poco el proceso después del fiasco que había tenido al ir a verla al día siguiente de ella irse. Los viajes en jet comenzaban a cansarlo. Estaba agotado, poco había dormido esos días. Su vida se estaba volviendo un caos, incluso en la oficina, Herna se había comenzado a preocupar por él.Luego de pasar la tarde con su madre y llegar cansado, Descubrió que Dara se había ido.
Capítulo 54Ella no pensaba sucumbir ante la tentación, por más que él pudiera disculparse, gritarle que había cometido un error y que deseaba enmendarlo todo.Lo cierto es que ella había sanado.Era una falacia que se decía diariamente mientras soñaba con el día en que él fuera rogándole por su perdón. Nala sabía que no se había curado del todo. Es más, en lo absoluto. Ella seguía sufriendo por las cosas que Grenor le hizo estando en Grecia, por todas las mentiras, por todas las malas intenciones que él había tenido para con ella, ante el primer atisbo de debilidad él había arremetido sin escuchar su versión de los hechos y eso era lo que más le dolía, que él creía en cualquier persona antes que en ella, aunque Nala no había he
Capítulo 55Listo, pensó. Lo había dicho de la mejor forma posible, lanzándose de cabeza sin importar si ella iba a rechazarlo o no.Observó los ojos verdes esmeralda de ella completamente confundidos y de un momento a otro. Estos pasaron de estar curiosos a sentirse furiosos.Temió haber cometido una equivocación al vestirle las cosas de aquella forma, pero era la simple verdad, él quería volverla a tener en Grecia.—¿Aún crees que puedes manejar a las personas a tu antojo? —Preguntó ella. Y lo que hizo fue sorprenderlo. Él estaba buscando la manera de convencerla de que estaba en Grecia junto a Peter y él era la mejor alternativa.<
—Creo que empeoré las cosas. — le dijo Michael nada más entrar al apartamento vacío. —No creo que tu plan esté saliendo tan bien. Vamos a evaluar la situación.Grenor estaba mirando por el balcón con la vista perdida, el apartamento estaba ubicado en el último piso, desde donde podía ver casi la ciudad completa de Chicago. Siempre le habían gustado las alturas y el mar. Es por eso que cada vez que podía, se iba al puerto y dejaba que el salitre inundara sus fosas nasales. Estaba acostumbrado a viajar solo, a estar solo, por eso le incomodaba la presión que sentía en el pecho al estar alejado de Nala. Necesitaba imperativamente solucionar todo con ella, para volver a sentirse el mismo.—¿A qué te refieres? —Grenor se giró hacia su amigo y cruzó los brazos sobre su pecho. —¿Qué le
Su celular sonó y ella pegó un salto.—Ghita… ¿llegaste? ¿Dónde estás? Sigo aquí arriba.—Puedes bajar. — dijo su amiga con voz neutra. —No pasa nada.Ella abrió la puerta con rapidez y bajó las escaleras saltando los escalones de dos en dos.—¿Qué…?— la pregunta murió en sus labios al ver a su amiga con ropa de pijama larga; pantalones y blusa purpura y el pelo recogido en un moño. Dominic estaba detrás de ella rascándose la cabeza.Y ahí estaba él, sentado en el banco de madera del pórtico, dándole la espalda y mirando el jardín.—Creo que tienes un problema que resolver, linda. — dijo Ghita acercándose.Nala miró a su amiga, esa que la había protegido durante tanto tiempo, esa hermana mayor que la vida le hab&iac
Tomó. Tomó bastante alcohol, pero no pudo irse. Por alguna razón, no pudo alejarse de ella.Así terminó sentado en su pórtico, congelándose, sintiendo que el frío le calaba los huesos, y más aún, el alcohol no desaparecía de sus venas y le impedía moverse con naturalidad y aplomo.¿En qué demonios se había convertido?¿Por qué de repente esa mujer le resultaba tan difícil de olvidar?Vio a sus amigos alejarse y se sintió aún peor. Él era implacable, seductor, sumamente hábil en los negocios. Nadie debía de verlo tan destruido como estaba.
Capítulo 59A la mañana siguiente Nala se levantó sintiendo un breve dolor de cabeza que le duró escasos segundos al darse cuenta de que lo que había pasado la noche anterior era real.Grenor estaba en su casa. Había escuchado parte de lo que él quería decirle. No obstante, no había entendido ni una patata de lo que él quería dar entender. Aparentemente, él tenía un grave problema para dejar clara sus intenciones. Y el beso. Aún no tenía claro cuál de los dos había dado el primer paso, pero lo cierto es que en segundos se estaban mirando a los ojos y al siguiente se estaban besando como dos amantes deseosos de yacer de hacer juntos.—¡Aghh! — refunfuñó sin saber cómo verle a los ojos al hombre que estaba durmiendo en el sofá de abajo.Ella se había llenado de terr