Capítulo 43
En el instante en que él vio a su padre acercarse parqueándose en su frente, supo que estaba en problemas. Seguramente venía a darle la lata con relación a ella. Los días estaban pasando y no se había acostumbrado a la ausencia de Nala en su vida.
—Papá, ¿qué haces aquí? —Le preguntó nada más verlo acercarse al pórtico. Eran pasadas las 18:00 h de la tarde y seguramente su madre lo estaba esperando para cenar. Era algo que siempre hacían sin importar lo que sucediera en el día, ellos siempre se reunían para cenar juntos.
Excepto cuando por alguna razón su madre se pasó esos días en su casa.
—Creo que es momento de que tú y yo tengamos una charla.
—Si vienes a hablarme sobre ella, es mejor que te limites a simplemente saludar a tu nieto y marcharte.
Nala llegó al hospital con el corazón en la boca, sintiendo que sus pies se movían por cuenta propia. Ella no estaba pensando correctamente, su cerebro estaba en blanco. Así se había quedado desde el instante en que Sanda llamó y le dijo que su hijo necesitaba puntos por una cortada que se había hecho al caer.—¿Estás segura de lo que me dices? — preguntó ella al escuchar la confesión de la ama de llaves de Grenor.—Te estoy diciendo que la acabo de ver, la he visto cómo lo empujó, es una maldita, no sé cómo alguien puede hacerle eso a un niño. —La señora estaba exaltada y ella misma se daba cuenta que la situación la superaba.—¿Estás segura? — Volvió a preguntarle. —Es algo muy serio. — convino subiéndose al vehículo con Jorge. — sabía
Su teléfono sonó justo en el momento en que despertaba de un sueño, donde una rubia de ojos verdes se acostaba a su lado en su cama, en su habitación, y comenzaba a acariciar su cabello oscuro y a mirarlo a los ojos, susurrándole palabras de amor eterno.Al mirar la pantalla en su celular, se dio de bruces contra la realidad, era su madre.—¿Qué quieres, mamá, llamándome tan temprano?—Buenos días, mi querido hijo para ti, también es un placer escuchar tu voz en una mañana tan hermosa.—Deja de redundar, mamá, y suéltalo de una vez. Por algo me has llamado a estas horas. —Él se levantó de la cama y sintió cómo su cabeza daba vueltas.Después de Dara irse de su estudio, Él había salido al minibar y busco la botella de whisky para terminarla por completo, al cabo de un
Por la cabeza de Nala pasaron toda clase de ideas, muy pocas eran buenas. De pequeña siempre creyó que su hermana tenía alguna clase de super poder para poder lograr que los demás cedieran a hacer lo que ella quisiera. Era sumamente extraño que una persona adulta pudiera caer tan fácilmente en sus artimañas y creerse cada una de las mentiras que ella pudiera contarle.Y más que nada Grenor. Ella se había imaginado que él sería lo bastante inteligente y desconfiado, más aún después de todo lo que su hermana había provocado.Pero tal parecía que Grenor, aparte de ser inteligente, sexy y un depredador en los negocios, al final del día, seguía siendo un hombre puro y simple, con los mismos deseos carnales que los demás.—No vas a joder mi vida como siempre has hecho. — murmuró ella acercándose a la cama.<
—Gre…—Ni te atrevas a decir mi nombre. —Él se agachó frente a su hermana y la levantó en brazos, acomodándola en la cama, acarició su frente y después se volvió a ella. —¿Qué diablos haces aquí? Te dije que no volvieras a pisar mi casa.—Tú no lo entiendes…—Estoy harto de todas tus mentiras. No sé qué le hiciste a Dara…—¡No le he hecho nada! ¿No ves que lo está fingiendo? ¡Para ser tan inteligente dejas mucho que desear! — Ella no podía creerse que otra vez estaba sucediéndole. Su hermana volvía a salir airosa de todo lo que planificaba, aun siendo algo impulsivo.¿Él estaba ciego? ¿Tan idiotas se volvían los hombres por un poco de sexo?—Me voy a Chicago. — le dijo ella. —No
—¿Estás segura de que no te quieres quedar en mi casa? —preguntó la madre de Grenor mientras la veía regresar.—Debo irme. —Respondió ella asegura. No le cabía ahora la menor duda de que la decisión de regresar a Chicago era la mejor que podía tomar. —He regresado esta noche porque no podía tomar un avión sin despedirme de mi hijo.—Siempre serás bienvenida en mi casa, estoy en deuda contigo, no solamente por haberte encargado de mí en el hospital, sino porque le has brindado un apoyo incondicional a mi hijo y a mi nieto, aunque me pueda verlo.Ella no quería el favor de nadie ni tampoco que le recordaran constantemente que era buena persona. Le molestaba que el único del que habla quisiera esperar a ese sentimiento era Grenor y él ni se daba por enterado.Toda su vida se había dicho que no
En lo que ella esperaba a que su amiga llegara a la casa, se dedicó a organizar todo lo que estaba mal, lo que había dejado descompuesto en ese mes y tantos días que había estado fuera, lo que había sido un viaje pensando que cambiaría su vida, que cuidaría a un niño y que su situación económica cambiaría drásticamente para mejor, terminó siendo un calvario. No supo en qué momento comenzó a enamorarse de Grenor, no supo por qué lo hizo. A pesar de que su amiga en incontables conversaciones le había dicho que terminaría haciéndolo, que terminaría siendo seducida por él, para ella era un imposible porque él pertenecía a una clase social bastante diferente a la suya. Se podría decir que incluso eran personas de mundos diferentes. Como si él fuera de Marte y ella apenas de la tierra.—Mira lo que te ha
Capítulo 50—¿Que se supone que me estás enseñando, mamá? —Preguntó él sentándose frente a su madre en el estudio de su padre.Su mamá normalmente no entraba allí, pero Anker estaba de viaje a Alemania por unos días y su madre se estaba encargando de las investigaciones con relación a Dara. Sin embargo, al ver los documentos no comprendió mucho.—Es lo que tengo.—¿Me estás diciendo que Dara está embarazada? — atónito, preguntó. —Eso no puede ser.—¡Ay, por favor! — su madre se levantó y se sentó cerca de él, encima del escritor
Estaba nerviosa, pero más que nada porque sería la primera vez que no iba a trabajar en una ONG. Aunque siempre había dicho que le encantaría ayudar a las personas, llegado el momento se dio cuenta que de la única forma en que podía ayudarse a sí mismo era cambiando de trabajo. Luego buscaría la manera de apoyar a todas aquellas personas que la necesitaban. Pero lo principal que tenía que lograr era poder encontrar la forma de ayudar a su hijo y de ayudarse a sí misma.—¿Estás segura de que vas a poder desarrollar la función? —Le preguntó la entrevistadora. Una mujer de unos 30 años con Corte Punk. —Exijo bastante, debes llegar a tiempo, por lo menos treinta minutos antes de tu hora, es muy probable que muchos días te vayas tarde y también es probable que te necesite a mitad de la noche en caso de que sea necesario cambiar una cita. Va