¡Aquí el segundo capítulo del día! ¡Nos leemos mañana! Disculpen por no haber estado respondiendo a sus mensajes, pero lo hago ya mismo. ¡Muchas gracias por la oportunidad que le están dando a la historia de Demetrius y Noel! ¡Quedo muy atenta a sus comentarios sobre qué es lo que pasará en el siguiente capítulo!
POV DEMETRIUS —DEMETRIUS —me llama y no sabía si voltear o no, así que solo me detengo—. DEMETRIUS HILLS —articula más seria y, entonces, decido girarme a verla. Al hacerlo, lo primero que recibo no es más que una fuerte bofetada de su parte, la cual me hace arder toda mi mandíbula, pero no me inmuto, solo la miro fijamente y puedo notar que está completamente molesta y decepcionada. Curiosamente, igual que yo. —Eres… eres… dios… ¡eres! —¿Por qué no lo dices de una vez y dejamos de perder el tiempo ambos? —¡Eres el peor de los hombres que he podido conocer! —arremete; y no pido negar que sus palabras me lastiman, pero no podía demostrarlo. —¿Algo más? —¡Te detesto! ¡No sabes cuánto te detesto! —vuelve a golpearme en el pecho. —Claro… por hacer que tus planes se arruinaran, ¿no es así? —inquiero directo al tomar sus delicadas muñecas con mis manos—. Por no permitirte ir con él, ¿CIERTO? —¡YO NO ME IBA A IR CON ÉL! —¡¿AH NO?! ¡¿ENTONCES QUÉ ES LO QUE ESTABAS HACIENDO?! —Yo jam
POV NOEL —Señora Noel, el señor Demetrius le pide que usted y la niña Valentina lo acompañe a desayunar. ¿Señora Noel? —tocan la puerta un poco más fuerte—. ¿Señora Noel? Señora Noel, el señor… —Váyase de aquí —El desayuno ya está servido, señora. ¿Señora? —Retírese. No quiero oír a nadie —Pero el señor —El señor puede hacer lo que quiera. Yo quiero estar sola, váyase. Ya la escuché. Cualquier cosa, la responsable soy yo. Ahora retírese, solo quiero estar con mi hija —señalo un poco seria mientras me dedico a admirar a mi bebé. —Está bien, señora —responde rendida la mujer y escucho que se va. Después, solo continúo viendo a mi pequeña bebé durmiendo. Estaba mucho más tranquila que ayer en la noche. También habían sido días muy difíciles para ella. Había llorado de una manera que nunca antes lo había hecho, así que me había preocupado mucho. Sobre todo, ayer después de llegar empapada a nuestra habitación. Ni bien me vio entrar a la recámara, se quiso lanzar a mis brazos y no s
POV DEMETRIUS —Creí que te habías ido a tu casa. ¿No pediste permiso para eso? —No fui a mi casa. —¿Entonces? —Fui a tu casa —¿Qué es lo que has dicho? —No me mires así, Demetrius. Sabes que yo no te temo —Pues deberías —señalo molesto—. ¿Qué has ido a hacer a mi casa? —Demetrius —Yo no te invité a tomar asiento —No seas cretino, Demetrius —¿A qué fuiste a mi casa? —A hablar con Noel, Demetrius —¿POR QUÉ HAS HECHO ESO? ¿ACASO YO TE LO PEDÍ? —NO, nadie me lo pidió —Entonces, ¿POR QUÉ CARAJOS HAS HECHO ALGO COMO ESO? —Demetrius, quiero que me mires a los ojos y respondas a una sola pregunta —No tengo tiempo para esas cosas, Maximun. Debo terminar con todo esto y, aparte, tengo una reunión de trabajo con la inversionista austriaca. —¿Bell Smirf? —Sí, ¿la conoces? —La conocí hace muchos años. —Su empresa es muy buena —Sí, ella es muy brillante, pero volviendo al tema…, mírame. Demetrius —No tengo tiempo para jugar, Maximun —Demetrius, tú… ¿amas a Noel? —pregunta sor
POV NOEL —Duerme, mi amor —sonrío al ver a mi hija muchísimo más tranquila—. Mamá está contigo, Valentina. Te amo demasiado, como no tienes idea y cada día, es más —suspiro—. Iré por un té, mi amor. Prometo no demorar mucho. Ya regreso. Me coloco mi bata y salgo de la habitación para ir rumbo a la cocina y preparar algo para relajarme. Llego la sala y me detengo de forma inconsciente para observar las escaleras que daban a su habitación. Me quedo pensando en él y recuerdo sus manos lastimadas. Cuando las vi, tuve el impulso de ser yo quien las curara, pero no podía. Él no me dejaría y yo… —Ya ni sé lo que debo o no debo hacer —musito al suspirar pesadamente—. Cierto, mi té —me recuerdo; y continúo hacia la cocina; sin embargo, un fuerte grito me detiene. Veo en dirección de las escaleras y escucho muchos más gritos y algo hacerse trizas. —Demetrius —susurro con preocupación y quiero ir hacia él. No obstante, freno mi paso al ver a una mujer correr por el pasillo y empezar a bajar
POV NOELNo debería estar haciendo esto, pero me fue necesario después de lo que acababa de suceder. Necesitaba, sentía la necesidad de saber qué guardaba con tanto recelo en este salón, aunque al parecer la respuesta era evidente, pero, aun así, quería cerciorarme de ello.No había nadie a mi alrededor y las luces ya habían sido apagadas.—Debe haber alguna llave por aquí —susurro al buscar debajo de los dos enormes floreros y por encima del marco de la puerta de dos piezas, pero no hay nada—. Su despacho —susurro temerosa y voy hacia él.Este, enhorabuena, estaba sin llave, así que ingreso y voy rápidamente a su escritorio. Cuando llego a aquel, veo una fotografía mía y de Valentina en este (lo cual me sorprende). La tomo con delicadeza y la observo fijamente.—¿Por qué tendría esta foto aquí? —susurro confundida.De pronto, veo otra foto más; era de él junto a sus hijos. Tomo aquella foto también y la miro fijamente. Cuando lo hago, me es imposible retener mis lágrimas. Eran apenas
POV Demetrius El dolor de cabeza es muy fuerte, ni siquiera puedo soportar abrir los ojos. —Mierda… Me voy quitando las sábanas de encima y empiezo a sentarme —¡Mierda! ¡Joder! El dolor de cabeza era muy intenso; sin embargo, tenía que levantarme e ir a arreglar unos asuntos pendientes, entre ellos, ver lo que haría con el hombre que tenía en los establos. Me miro y me doy cuenta de que estoy desnudo. —Pasé la noche con esa mujer —susurro decepcionado al recordar a la enfermera rubia que entró a mi habitación desnuda sin que yo la invitara. Luego, cierro los ojos y pienso en el sueño que tuve a la hora que sea que me haya quedado dormido. —Parecía tan real… —sonrío—. Me había… bañado —susurro; y llevo mis manos a mi cabeza. Cuando lo hago, me doy cuenta de que mis cabellos estaban húmedos. —Esto se pone peor —murmuro al darme cuenta de que, tal vez, todo había sido real, a excepción de Noel—. La enfermera… Me trato de poner de pie, pero trastabillo y caigo de rodillas. Me le
POV Demetrius Había pasado semanas y hoy Valentina cumplía 14 meses de nacida. Me levanto de mi cama, voy a la ducha y me cambio rápidamente para ir a la sala y verificar que todo esté listo para su sorpresa. No tenía mucho tiempo hoy, tenía varias reuniones pendientes (entre ellas, la de Bell Smirf, quien ya tenía mucho tiempo esperando por una cita). —¿Todo listo, Baker? —Todo listo, señor Demetrius. La mesa ya quedó lista. —¿Le avisaron a la señora Noel? —Sí, señor. Stella, su mucama, fue a verla. —Bien, entonces ya todos pueden retirarse. Quiero estar a solas con mi hija y su madre. —Sí, señor. Como usted ordene. Mi mayordomo se retira y ordena a todos que lo sigan. Después, solo me dedico a esperar a Noel y Valentina. Había pasado semanas desde nuestra última discusión. De hecho, después de aquella noche en la que me enteré que ella sí me había cuidado y bañado, no volvimos a discutir. Noel había estado muy tranquila, se estaba comportando muy bien y lo mejor de todo es qu
POV Noel Había cruzado el puente y ya llevaba mucho tiempo caminando; sin embargo, sabía que no había avanzado mucho; y no porque no haya podido hacerlo, sino porque… no quería. Seguía caminando, pero a paso muy lento…, demasiado lento. —No puedo…, no puedo hacer esto, no puedo Me recuesto sobre un árbol, cierro mis ojos y empiezo a llorar. —No puedo dejarlo así…, no puedo irme de esta manera. Él me salvó hace un año…, nos salvó —susurro al ver a mi bebé—. Te trajo de nuevo a mi lado…, me devolvió la vida. No puedo dejarlo así ahora. Él también necesita de ayuda y no sé si es la mía, pero, al menos, espero ayudar para que pueda encontrar la manera de salir de ese infierno en el que vive. Respiro profundamente —No sé lo que vaya a pasar cuando regrese, pero… estoy segura de que él no sería capaz de hacer algo contra ti. Estoy segura. Demetrius te ama y se supone que lo que importa ahora es el presente. Sé que te prometí empezar de nuevo y créeme que lo haremos, mi amor, pero antes