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POV DEMETRIUS —Creí que te habías ido a tu casa. ¿No pediste permiso para eso? —No fui a mi casa. —¿Entonces? —Fui a tu casa —¿Qué es lo que has dicho? —No me mires así, Demetrius. Sabes que yo no te temo —Pues deberías —señalo molesto—. ¿Qué has ido a hacer a mi casa? —Demetrius —Yo no te invité a tomar asiento —No seas cretino, Demetrius —¿A qué fuiste a mi casa? —A hablar con Noel, Demetrius —¿POR QUÉ HAS HECHO ESO? ¿ACASO YO TE LO PEDÍ? —NO, nadie me lo pidió —Entonces, ¿POR QUÉ CARAJOS HAS HECHO ALGO COMO ESO? —Demetrius, quiero que me mires a los ojos y respondas a una sola pregunta —No tengo tiempo para esas cosas, Maximun. Debo terminar con todo esto y, aparte, tengo una reunión de trabajo con la inversionista austriaca. —¿Bell Smirf? —Sí, ¿la conoces? —La conocí hace muchos años. —Su empresa es muy buena —Sí, ella es muy brillante, pero volviendo al tema…, mírame. Demetrius —No tengo tiempo para jugar, Maximun —Demetrius, tú… ¿amas a Noel? —pregunta sor
POV NOEL —Duerme, mi amor —sonrío al ver a mi hija muchísimo más tranquila—. Mamá está contigo, Valentina. Te amo demasiado, como no tienes idea y cada día, es más —suspiro—. Iré por un té, mi amor. Prometo no demorar mucho. Ya regreso. Me coloco mi bata y salgo de la habitación para ir rumbo a la cocina y preparar algo para relajarme. Llego la sala y me detengo de forma inconsciente para observar las escaleras que daban a su habitación. Me quedo pensando en él y recuerdo sus manos lastimadas. Cuando las vi, tuve el impulso de ser yo quien las curara, pero no podía. Él no me dejaría y yo… —Ya ni sé lo que debo o no debo hacer —musito al suspirar pesadamente—. Cierto, mi té —me recuerdo; y continúo hacia la cocina; sin embargo, un fuerte grito me detiene. Veo en dirección de las escaleras y escucho muchos más gritos y algo hacerse trizas. —Demetrius —susurro con preocupación y quiero ir hacia él. No obstante, freno mi paso al ver a una mujer correr por el pasillo y empezar a bajar
POV NOELNo debería estar haciendo esto, pero me fue necesario después de lo que acababa de suceder. Necesitaba, sentía la necesidad de saber qué guardaba con tanto recelo en este salón, aunque al parecer la respuesta era evidente, pero, aun así, quería cerciorarme de ello.No había nadie a mi alrededor y las luces ya habían sido apagadas.—Debe haber alguna llave por aquí —susurro al buscar debajo de los dos enormes floreros y por encima del marco de la puerta de dos piezas, pero no hay nada—. Su despacho —susurro temerosa y voy hacia él.Este, enhorabuena, estaba sin llave, así que ingreso y voy rápidamente a su escritorio. Cuando llego a aquel, veo una fotografía mía y de Valentina en este (lo cual me sorprende). La tomo con delicadeza y la observo fijamente.—¿Por qué tendría esta foto aquí? —susurro confundida.De pronto, veo otra foto más; era de él junto a sus hijos. Tomo aquella foto también y la miro fijamente. Cuando lo hago, me es imposible retener mis lágrimas. Eran apenas
POV Demetrius El dolor de cabeza es muy fuerte, ni siquiera puedo soportar abrir los ojos. —Mierda… Me voy quitando las sábanas de encima y empiezo a sentarme —¡Mierda! ¡Joder! El dolor de cabeza era muy intenso; sin embargo, tenía que levantarme e ir a arreglar unos asuntos pendientes, entre ellos, ver lo que haría con el hombre que tenía en los establos. Me miro y me doy cuenta de que estoy desnudo. —Pasé la noche con esa mujer —susurro decepcionado al recordar a la enfermera rubia que entró a mi habitación desnuda sin que yo la invitara. Luego, cierro los ojos y pienso en el sueño que tuve a la hora que sea que me haya quedado dormido. —Parecía tan real… —sonrío—. Me había… bañado —susurro; y llevo mis manos a mi cabeza. Cuando lo hago, me doy cuenta de que mis cabellos estaban húmedos. —Esto se pone peor —murmuro al darme cuenta de que, tal vez, todo había sido real, a excepción de Noel—. La enfermera… Me trato de poner de pie, pero trastabillo y caigo de rodillas. Me le
POV Demetrius Había pasado semanas y hoy Valentina cumplía 14 meses de nacida. Me levanto de mi cama, voy a la ducha y me cambio rápidamente para ir a la sala y verificar que todo esté listo para su sorpresa. No tenía mucho tiempo hoy, tenía varias reuniones pendientes (entre ellas, la de Bell Smirf, quien ya tenía mucho tiempo esperando por una cita). —¿Todo listo, Baker? —Todo listo, señor Demetrius. La mesa ya quedó lista. —¿Le avisaron a la señora Noel? —Sí, señor. Stella, su mucama, fue a verla. —Bien, entonces ya todos pueden retirarse. Quiero estar a solas con mi hija y su madre. —Sí, señor. Como usted ordene. Mi mayordomo se retira y ordena a todos que lo sigan. Después, solo me dedico a esperar a Noel y Valentina. Había pasado semanas desde nuestra última discusión. De hecho, después de aquella noche en la que me enteré que ella sí me había cuidado y bañado, no volvimos a discutir. Noel había estado muy tranquila, se estaba comportando muy bien y lo mejor de todo es qu
POV Noel Había cruzado el puente y ya llevaba mucho tiempo caminando; sin embargo, sabía que no había avanzado mucho; y no porque no haya podido hacerlo, sino porque… no quería. Seguía caminando, pero a paso muy lento…, demasiado lento. —No puedo…, no puedo hacer esto, no puedo Me recuesto sobre un árbol, cierro mis ojos y empiezo a llorar. —No puedo dejarlo así…, no puedo irme de esta manera. Él me salvó hace un año…, nos salvó —susurro al ver a mi bebé—. Te trajo de nuevo a mi lado…, me devolvió la vida. No puedo dejarlo así ahora. Él también necesita de ayuda y no sé si es la mía, pero, al menos, espero ayudar para que pueda encontrar la manera de salir de ese infierno en el que vive. Respiro profundamente —No sé lo que vaya a pasar cuando regrese, pero… estoy segura de que él no sería capaz de hacer algo contra ti. Estoy segura. Demetrius te ama y se supone que lo que importa ahora es el presente. Sé que te prometí empezar de nuevo y créeme que lo haremos, mi amor, pero antes
POV Demetrius —Me recuerdas mucho a Noel, aquel día en el que Mezzla te disparó y te trajeron al hospital. —Tengo miedo, Maximun —Noel estará bien, Demetrius. —Yo tengo la culpa de todo esto —Demetrius —La tengo, Maximun. Yo tuve a ese hombre en nuestra casa, muy cerca de ella y nuestra hija. ¿Cómo pude haber hecho eso? ¿Cómo no se me ocurrió que pudiese escapar? —Es mejor no pensar en eso ahora —Ella dijo que me amaba —¿Y tú no le creíste? —cuestiona; y yo volteo a verlo. —¿Cómo pude haber sido tan… tonto como para no creerle? —Estabas cegado por la venganza. —Ella sí me ama, Maximun. Me lo dijo y… lo sentí cuando nos besamos, después de habernos confesado todo. —¿Qué harás ahora? —Solo quiero que el médico salga, me diga que está bien y… —¿Y? ¿Qué harás? —La amo… —Y ella a ti —Pero no puedo estar a su lado. Le hago daño y ya no quiero hacer eso. —Demetrius —Cada vez que me mire o cada vez que tengamos un problema, podría ser probable que me reclame el haber tenido
POV Demetrius Son casi las seis de la mañana y yo no había podido dormir, debido a que tenía que estar al pendiente de la guerra que se había iniciado con los Renn y de la cual…, no sé si era bueno o malo, habíamos salido victoriosos. Enciendo la televisión para ver si había noticias sobre ello, pero lo único que veo es la imagen de Yadiel Varksov en ella. “El diplomático de Rusia, Yadiel Varksov, a las 3 de la mañana, fue detenido y llevado a una carceleta como primera medida, puesto que se presumía que intentaba escapar de nuestro país, lugar en el que había pedido asilo político, pero el cual le fue negado”, informa la periodista y yo subo volumen a la TV. “Hoy, a las 9 horas, sería trasladado a fiscalía; sin embargo, lo que nadie se imaginó fue que Yadiel Varksov sería encontrado muer to en el interior de la carceleta, y se presume que… se habría suici dado”, termino de escuchar las noticias y apago la televisión. Yadiel Varksov había… muerto…, se había… sui cidado. Fue tan cob