Capítulo extenso... ¡Ya comenzó la cuenta regresiva! Me gustaría saber qué es lo que desean. La historia ya está marcada, pero quisiera leerlas y leerlos. Por otro lado, ¿creen que Noel se salvará? De ser así, ¿creen que aún pueda haber una oportunidad de amor entre ella y Demetiurs? Las leo. ¡Muchas gracias!
POV Demetrius —Me recuerdas mucho a Noel, aquel día en el que Mezzla te disparó y te trajeron al hospital. —Tengo miedo, Maximun —Noel estará bien, Demetrius. —Yo tengo la culpa de todo esto —Demetrius —La tengo, Maximun. Yo tuve a ese hombre en nuestra casa, muy cerca de ella y nuestra hija. ¿Cómo pude haber hecho eso? ¿Cómo no se me ocurrió que pudiese escapar? —Es mejor no pensar en eso ahora —Ella dijo que me amaba —¿Y tú no le creíste? —cuestiona; y yo volteo a verlo. —¿Cómo pude haber sido tan… tonto como para no creerle? —Estabas cegado por la venganza. —Ella sí me ama, Maximun. Me lo dijo y… lo sentí cuando nos besamos, después de habernos confesado todo. —¿Qué harás ahora? —Solo quiero que el médico salga, me diga que está bien y… —¿Y? ¿Qué harás? —La amo… —Y ella a ti —Pero no puedo estar a su lado. Le hago daño y ya no quiero hacer eso. —Demetrius —Cada vez que me mire o cada vez que tengamos un problema, podría ser probable que me reclame el haber tenido
POV Demetrius Son casi las seis de la mañana y yo no había podido dormir, debido a que tenía que estar al pendiente de la guerra que se había iniciado con los Renn y de la cual…, no sé si era bueno o malo, habíamos salido victoriosos. Enciendo la televisión para ver si había noticias sobre ello, pero lo único que veo es la imagen de Yadiel Varksov en ella. “El diplomático de Rusia, Yadiel Varksov, a las 3 de la mañana, fue detenido y llevado a una carceleta como primera medida, puesto que se presumía que intentaba escapar de nuestro país, lugar en el que había pedido asilo político, pero el cual le fue negado”, informa la periodista y yo subo volumen a la TV. “Hoy, a las 9 horas, sería trasladado a fiscalía; sin embargo, lo que nadie se imaginó fue que Yadiel Varksov sería encontrado muer to en el interior de la carceleta, y se presume que… se habría suici dado”, termino de escuchar las noticias y apago la televisión. Yadiel Varksov había… muerto…, se había… sui cidado. Fue tan cob
POV Demetrius Llego a mi oficina muy temprano, ya había pasado una semana desde que me separé de Noel y estaba siendo difícil volver a casa y no encontrar más que su ropa y la de nuestra hija en su armario. Ya no había nada…, solo recuerdos: buenos… y malos. —Señor… Entra una nueva secretaria que tenía, puesto que la anterior la había despedido, hace meses, al haberme enterado de que, aquel día en el que Noel fue secuestrada por su propio padre, la mujer no permitió que ella subiese a verme a mi oficina con nuestra hija. —Aquí le traigo su correspondencia de hoy… —Señorita… —pienso en su nombre y no lo recuerdo. —Houses —Señorita Houses, está despedida. —¿Qué? Pero… ¿por qué, señor? —Porque no me gusta que intenten seducirme. Si ayer no le dije nada por lo que hizo, fue porque tenía que resolver un asunto importante que se presentó. Sin embargo, ya todo está resuelto. Por favor, espero su carta de renuncia cuanto antes. —Señor, yo… lamento mucho lo de ayer. Si hubiese sabido
POV Demetrius Llego a mi casa y me voy al salón en el que guardaba todos los recuerdos de mis hijos y de Sophia. Ya tenía pensado lo que iba a hacer hoy, pero… después de la confesión de Varksov, en su carta, mis planes habían cambiado un poco. —Señor, las camionetas de donaciones, lo llevan esperando mucho tiempo. —Lamento el retraso, Baker. De ahora en adelante, yo me encargo. Usted ya sabe qué hacer. —Sí, señor. Ha sido un enorme placer haber trabajado a su lado por tantos años. —Gracias, Baker, y no se preocupe por su familia. Sus salarios seguirán siendo depositados por todo el tiempo que esté afuera. —Gracias, señor —Y pasa lo mismo con los demás trabajadores. —Se los comunicaré, señor. —Adiós, Baker. —Espero que sea un hasta pronto, señor. Luego de eso, mi mayordomo se va y yo termino de organizar todo. Pido a la encargada del registro de donaciones que se lleven todo lo que les sirva de la casa, menos lo que estaba en la habitación de Noel y Valentina, la mía y el sa
*****Varios meses después***** POV Demetrius —Muchas gracias, doctora. —Felicidades, Demetrius —estrechamos nuestras manos y nos sonreímos. —Entonces nos vemos la siguiente semana. —Sí y será la última —¿Perdón? —Al menos, en este consultorio. —No entiendo. —Ya estás mucho mejor, Demetrius. De ahora en adelante, considero oportuno que lo mejor es que solo sigas tratando con tu psicóloga. La medicación que te doy, se termina este mes. Ya no considero prolongarla. —¿Usted cree que yo…? —Está bien, Demetrius. De todas maneras, si algo sucede, sabe que puede encontrarme aquí. —Muchas gracias, doctora Shepard. Ha sido usted más que mi psiquiatra. —Igualmente, señor Hills. —Bueno…, me retiro y… muchas gracias otra vez. Sabe que cualquier cosa que se le ofrezca, puede llamarme. —Bien, Demetrius. —Saludos a toda su familia. —Muchas gracias. Me despido de mi psiquiatra y salgo a la calle para entrar a mi auto. Además de alcohólicos anónimos. Maximun me animó a visitar a una pa
*****Nueva Navidad***** POV Noel Habían pasado varios meses desde aquel encuentro con Demetrius en el súper mercado. No lo había vuelto a ver y… tampoco había tenido el valor de preguntarle a Catalina por él. Ansiaba hacerlo, pero, por alguna razón, me acobardaba. ¿Por qué? Porque tenía que confesar que sentía cierto miedo a su respuesta, sobre todo, a una en particular; como es el hecho de que él… estuviese saliendo con alguien más. Aunque supongo que eso sería parte de su intención al haber quemado su casa. Recuerdo bien lo que me había dicho Catalina. Él… “quería dejar todo su pasado atrás y, aunque no quisiera, eso nos incluía a Valentina y a mí. En esa casa, no solo se fueron los recuerdos de Sophia, sino también los nuestros. —No puedo creer que esta hermosa nena vaya a cumplir dos maravillosos años —señala Catalina al arreglar el cabello de mi hija. —Sí… ha crecido muy rápido. —Mi amor —entra Maximun—, dame a Valentina, vamos a ir a acomodar los regalos. —Maximun, pero…
POV Noel —Muchas gracias por haberse quedado, Catalina. —Es un placer, Noel. Además, Liam y Adrien quieren mucho a Valentina. ¿Quieres que te ayude en algo? —No, ya termino de decorar el pastel. —Se ve muy bueno. —Gracias —sonrío al terminar de escribir el nombre de mi hija en aquel. —Noel —¿Sí? —¿Quieres hablar de lo que pasó en la noche? —¿De lo que pasó en la noche? —Sí, Noel. Sobre lo de la noche. —¿Qué… pasó en la noche? —contesto al fingir desinterés. —Noel…, mírame —Catalina —Te afectó —afirma tajante; y yo la miro atenta. Luego, cierro los ojos y exhalo muy lentamente. —¿Quieres conversar sobre eso? —No…, no quiero —expreso sincera al volver a tornar toda mi atención al pastel de cumpleaños de mi hija. —Aún lo amas, ¿no es así? —Por favor, Catalina. No quiero hablar de eso; además, ya no tiene sentido. —¿Lo dices por lo que en la televisión? —Ya está haciendo su vida. —Noel, eso no es verdad —¿A qué te refieres? Fue claro lo que vi…, lo que vimos todos. A
POV Noel Me despierto y veo a Demetrius acostado a mi lado y con Valentina encima de él. Sonrío al ver aquella imagen y me lleno de absoluta felicidad. Después de haber estado en la sala, al ver que Valentina se había quedado dormida en sus brazos, él decidió llevarla a su habitación para acostarla y yo los acompañé. Al final, los tres nos quedamos dormidos en su cama, después de haber llorado de la emoción. —Demetrius —lo llamo al tiempo en que acaricio su rostro y le doy un beso en la punta de su nariz—, te amo —le repito cada que tengo oportunidad y me apego a su cuerpo lo más que puedo. Sentir su aroma varonil es lo mejor que me puede pasar en la vida, ya lo extrañaba demasiado. Extrañaba su calor, extrañaba sus abrazos y… extrañaba sus dulces labios, los cuales había vuelto a probar después de muchos meses. Me levanto un poquito y comienzo a delinear su rostro con la punta de mi nariz. Él se remueve un poco y yo sonrío sin dejar de hacerlo. —Mmm… —Despierta ya, Demetrius… —