Hacía ya un rato que Didier había recibido la respuesta del forense diciéndole que ya llegaba y ellos lo esperaban fumando un cigarrillo fuera de la cabaña para relajarse, Genaro llevaba un rato inconsciente y en cuanto su cómplice llegara debería revisarlo para que rieran asegurarse de que seguía vivo todavía un tiempo. Porque si algo tenían más que claro, era que no dejarían que ese desgraciado se muriera todavía.— Mira, ya está aquí— dijo Diddier viendo llegar un coche que obviamente no podía ser otro que el del hombre que contrataron para que les resolviera el problema.Jeremy tiró el cigarrillo que estaba fumando y lo pisó para apagarlo mientras veía a aquel hombre salir del vehículo y acercarse a ellos, algo oscuro y frío lo rodeaba, de hecho se podía sentir literalmente el frío que desprendía a medida que se acercaba a ellos.— Encantado, Jeremy Duncan — se presentó extendiendo la mano para estrechársela al hombre que acababa de llegar, el cual no parecía realmente muy sociabl
— Vamos mujer con más ganas — exigió Alexander apretando la cabeza de Anahí contra su entrepierna, él estaba demasiado frustrado como para disfrutar de lo que esa mujer le hacía, y eso que su boca era algo que Alexander solía disfrutar bastante, pero aquel día estaba pendiente de la llamada del inútil de Genaro para confirmarle que todo había salido bien y tenía a Eva.Había algo que le molestaba de todo aquello, pensar en que ese borracho volvería a tener a su alcance a la mujer de Jeremy, que era algo que él quería, maldita sea cómo deseaba que fuera ella quien en ese instante le estuviera haciendo lo que hacía Anahí, seguro que lo disfrutaría mucho más, sus labios eran algo más gruesos y a él le encantaría ahogarla para que dejara de ser insolente, maldita mujer.Si, sin duda, le molestaba que Genaro pudiera estar disfrutando de aquello y sobre todo que tardara tanto de recibir noticias suyas, ¿Y si la cosa se había complicado?Algo hizo Clic en la cabeza de Alexander y estiró la m
Eva se encontraba inquieta y no era por el dolor en su rostro, su inquietud iba más allá del dolor físico. Era como si temiera por Jeremy, a pesar de haber visto que le sonreía algo, no estuviera bien.Lupe observó a Eva moverse inquieta en su cama, ella tampoco podía dormir, No podía hacerlo, se encontraba nerviosa, ansiosa, como si temiera por el abogado.—¿Eva estás bien?— le pregunto Lupe al no ser capaz de hacer la vista gorda, ni con lo que sentía, ni con lo que parecía pasarle a su amiga.—No— fue la respuesta de Eva, quien en ese momento volteaba a ver a su amiga.—¿Te duele algo?—No, no me duele nada, al menos no de una manera que no pueda soportarlo.—¿Entonces qué es lo que te tiene así?—Jeremy, temo que esto que me ha pasado lo cambie de algún modo.—Te entiendo, también temo que pase lo mismo con Diddier, no sé cómo decirlo, pero fue verlo marchar y ver como una sombra negra se iba con él.Ambas amigas se quedaron en silencio, tras Lupe decir esas palabras. Mañana sería
Por fin Anahí se había marchado y Jeremy estaba muy molesto, pero lo que más le molestaba era observar a su esposa en el estado en el que la había dejado Anahí.— Eva, me enteré ayer…— dijo Jeremy acercándose a su esposa sin saber muy bien si debía o no abrazarla mientras ella observaba la fotografía — no es que quisiera ocultarlo, es que no tuve tiempo para decírtelo.— Es cierto — Respondió Diddier — yo estaba allí ayer por la mañana cuando ella llegó, esa mujer vino con su prueba de embarazo y su examen de sangre y Jeremy casi no podía ni hablar, y yo como su abogado le dije que se le pagaría a todas las pruebas médicas y parte de su manutención hasta que ese niño saliera y pudiéramos hacerle un test de paternidad.Eva dejó de observar los ecos y los estudios para voltear a ver al abogado de su esposo y al mismo Jeremy. Ella no estaba enojada con él, ni siquiera podía culparlo, no era su culpa que esa mujer lo hubiera drogado, pero le era difícil hablar, el nudo en su garganta se h
Miller se encontraba tratando de hablar con Genaro, al que le habían encargado cuidar.— ¿Realmente no conoces cómo encontrar al hombre que te han mostrado los otros dos hombres?Genaro negó, su aspecto era pálido y cenizo, sobrevivió de puro milagro por los medicamentos y que le hicieran una transfusión de sangre en ese momento.—Por favor mátame, ya no dejes que sigan abusando de mí.Miller solo le palmeó el hombro, por supuesto que él con gusto lo mataría, si él le diera la forma de contactar a ese otro hombre.No podía creer en su suerte, tantos años buscando, creyendo que jamás podría encontrarlo.— Verás, ese hombre se llevó algo que me pertenece, quizá lo único que me importa en esta vida.Miller todavía recordaba a su pequeña prima de tres años, siendo raptada por aquel hombre mientras él agonizaba bañado por la sangre de sus tutores legales y tíos biológicos.Eso era lo único que lo mantenía con vida, el recuerdo de esa niña y la obsesión por encontrarla, cualquier cosa había
— ¿Se encuentra mejor? — Dijo Morgan dejando a ese hombre en uno de los asientos.Poco le importaba a como se encontraba ese hombre, sobre todo porque al tocarlo le dio un extraño escalofrío, como si ya lo conociera de antes. Pero no esa sensación que uno describe cuando encuentra a un buen amigo o incluso un amor que es tan compatible que pareciera que fueron compañeros de viaje en otra vida.No, era la sensación de que debía alejarse de ese hombre.Por supuesto que Alexander se sentia mejor, mucho mejor ahora que lo había encontrado y que tenía la forma de conseguir dinero.Dinero, si él tuviera lo que le correspondería por ser el primogénito del padre de Jeremy, no estaría en esa situación, ni en ese bar en busca de un jovencito.Pero la vida no siempre es justa, como su bendita madre se lo hizo saber muchas veces mientras vivía y lo obligaba a conseguir que comer de la forma que fuera, primero fue robando, estafabdo, negociando con su cuerpo, después con el de los demás.Pese a qu
Jeremy y Eva llegaban a su casa, un incómodo silencio los había acompañado durante todo el viaje, Jeremy se sentía tan culpable que no sabía ni qué decir. Eva no debería estar preocupándose por él, no debería sufrir nada de eso, ya tenía suficiente con todo lo que había pasado.Eva no sabía qué decir, por primera vez permaneció en silencio, tenía tantas cosas en la cabeza y al mismo tiempo tenía mucho odio.Si, por primera vez, Eva sentía que odiaba con todo el corazón a dos personas. Cosa que la hacía sentir mal, ella no era alguien que odiara. Ella era de las personas que siempre le ven el lado bueno a las cosas, a las personas, a las circunstancias, que a pesar de lo duro que quiera ponérselo a la vida, siempre ve el vaso medio lleno y jamás medio vacío.Pero no, en este momento trataba de evitar decir la frase «Ojalá esas dos personas se mueran» aunque era lo que pensaba de todo corazón.Cuando el chófer les abrió la puerta del asiento trasero, Jeremy salió primero y luego le tend
— Anahí… ¿Recuerdan la antigua niñera?— Jeremy tomó la mano de su esposa y Agnes se extrañó mucho de ese gesto, ya que la razón de que ellos estuvieran allí era darle una excusa a su hijo para que pudiera despedirla después de una infidelidad. Eva lo sabía y lo había perdonado pero había algo que a ella se le escapaba.— Bueno hijo, no hablemos de esa desagradable mujer — Dijo Agnes intentando hacerle entender a su hijo que no era el momento de herir más a su esposa.— Sí, debemos hacerlo porque hay algo que tiene que ver con ella y deben saber — siguió hablando Jeremy —esa mujer… yo no tuve una aventura con ella, ella me drogó y se aprovechó de mi estado.Eva apretó la mano de su esposo, sabía lo difícil que era para una mujer hablar de esas cosas. Por lo que era aún peor aceptar algo así para un hombre. Así que entendía que él se sintiera incómodo, pero no importaba, ella estaba ahí, para apoyarlo de la misma manera que él lo hacía. Con amor.Agnes tuvo que contener la risa como su