Jeremy no podía ser tierno, tampoco podía desatarla, no por el momento cuando lo que pretendía es que le quedara claro que no podía dejarlo, que jamás le iba a permitir abandonarlo.Ella gimió cuando sus cuerpos empezaron esa danza, no había delicadeza en Jeremy y realmente no la deseaba, lo único que quería ella era sentirlo de la manera más cruda que pudiera existir.— Y estoy seguro de que en el fondo te excita que no te deje tocarme — bajó a morder su pecho izquierdo y luego lamió hasta llegar al pezón, duro, deseoso de ser tocado, como si apuntará en dirección a su boca.— Que impida tu movimiento y lo frustre mientras despierto tu cuerpo.Jeremy le mordió el pezón apretando levemente sin llegar a herirla, aunque si provocando un poco de dolor y tiró de él hasta escucharla gemir de nuevo, quería escucharla eternamente.—Si, si maldita sea, no puedo dejar de humedecerme, ante mi deseo frustrado de tocarte— reconoció ella, apretando sus paredes internas.Eso hizo que su esposo gimie
Aquella mañana Anahí había vuelto a amanecer con marcas que no recordaba que Alexander le hubiera hecho ¿Había bebido aquella noche durante la cena? Intentaba recordar, pero estaba segura de que no había bebido lo suficiente, y además tenía toda su noche muy borrosa. ¿Cómo había llegado a la cama?Pero bueno, era mejor no pensar en ello, era feliz con él, al fin y al cabo aquel hombre si era cierto que se ponía agresivo de vez en cuando, pero le estaba demostrando lo mucho que la quería.O eso creía ella, quien no estaba muy acostumbrada a que los hombres se quedaran con ella después de utilizarla y allí estaba Alexander sin que ella tuviera nada que ofrecerle.¿O tal vez si lo tenía? Sonrió a su imagen en el espejo mientras observaba el test de embarazo que Alexander le trajo aquella mañana, después de los dos días que llevaba de retraso.Lo sacó del envoltorio y se sentó en el váter para hacer lo que tenía que hacer, estaba nerviosa aunque ya no quería casarse con Jeremy, su sueño a
Diddier se levantó temprano aquella mañana, le gustaba disfrutar de los desayunos que Lupe le preparaba como, pero sobre todo le gustaba observarla, cocinar, tan abstraída en lo que hacía sin darse cuenta de que la observaban.En ese momento, cuando la latina no era consciente de que la estaban mirando, su belleza era todavía más palpable y Diddier disfrutaba de cómo se mordía levemente el labio mientras pensaba a saber que.«Ojalá pudiera leer la mente en este instante»Se dijo esperando pegado en el marco de la puerta sin atreverse a avanzar para no romper ese instante, hasta que minutos más tarde fue imposible ya de ocultar su posición y ella lo recibió con esa enorme y bonita sonrisa que hacía sus días mejores.— Buenos días, Diddier, llegas justo para desayunar.Lupe solía darse cuenta de que el abogado gustaba de observarle, era entrar él a su rango y ella sentir su presencia; no obstante, siempre se quedaba en silencio, siempre le permitía hacerlo, solo hasta que ella sentía la
Amanda llevaba un par de semanas esperando a que Diddier le hablara, después del último viaje que hicieron juntos a París él ya no se había vuelto a comunicar con ella, pero sabía que así era él, se pasaba unas semanas desaparecido como entreteniéndose con cualquiera y luego volvía a llamarla, siempre había sido así llevaban tres años así como allí esperaba pacientemente a que él estuviera preparado para tener algo serio.— Seguramente solo seas una empleada, es lo único para lo que él se fijaría en alguien como tú — observo lo mucho que había cambiado aquel lugar como a ciertamente estaba reluciente, la asistenta debía ser muy eficiente, aunque Amanda esperaba que solo lo fuera para la casa y no también para su cama.No le pasó por alto que en la mesa había dos cubiertos ¿Qué empleada comía con su jefe?Así que la extraña no dudó en sentarse en una de las sillas y observar a aquella mujer con una sonrisa malvada.— Trae vino. ¿No te dijo Diddier que me invitó a almorzar?Lupe tenía u
Por fin, Eva empezaba a sentir que todo estaba volviendo a su cauce. Jeremy y ella se encontraban en el mejor momento, entre ellos las sombras de las dudas y las desconfianzas se habían disipado rápidamente al sincerarse y decirle la verdad de lo ocurrido con Anahí.Los días al lado del padre de sus hijos eran siempre brillantes, así en el exterior hubiera una gran tormenta, ahí en su casa todo era paz, alegría. Aun así, ella sentía que le hacía falta algo.—¿Eva, qué te pasa?—pregunto Jeremy a su esposa parando de pronto los mimos entre ellos —no me mientas, aunque me digas que no pasa nada, te conozco, puedo sentirlo.Eva se tensó creyendo que su esposo se enojaría, pero no fue así, todo lo contrario se acomodó en la cama y la atrajo hacia sus brazos.—Por favor dímelo mi amor ¿Qué es lo que te tiene tan abstraída?Eva se mordió los labios, jugó con sus dedos en el torso de su marido, enredando la punta de estos con los vellos que cubrían la parte central de su torso y que dibujaba
Alguien que odiaba a Jeremy y deseaba verlo caer, por tener todo lo que él hubiera deseado, sobre todo por robarle a la mujer que amaba y haberla dejado morir solo para que él pudiera ser feliz con la mujer que en ese momento se encontraba a su lado.Eva sintió un fuerte escalofrío al recorrer del brazo de Jeremy, el salón donde se estaba llevando la cena benéfica esa noche saludando a los invitados más importantes y los socios de Jeremy, era una maldita opresión en su pecho que no podía dejar de sentir, por lo que se disculpó con Jeremy para ir un momento al baño, necesitaba refrescar un poco su cabeza, y alejar de ella esa sensación de estar siendo observada.Jeremy estaba tan orgulloso de los logros de su esposa, llevaba tiempo queriendo aquello, todavía recordaba la época en que su madre invertía parte de los beneficios de su empresa en obras benéficas como la de Eva, pero jamás había formado una organización para esa causa.Y ahí estaba su esposa haciéndose cargo de eso, sabía qu
— Yo podría ayudarla con ese problema si es buena conmigo — El francés se moría por tocarla, por acariciar su cuerpo y dejarse llevar por sus deseos.Se moría por obligarla, podría hacerlo, hacerla suya a la fuerza y luego obligarla a callar con la información que tenía de ella, pero por alguna razón quería más que solo sexo de esa mujer, quería quitarle a Jeremy todo lo que tenía, incluida a su esposa.Ella no creía nada de lo que decía ¿Ayudarle? ¿Peligro? ¿De qué clase de peligro estaba hablando? El único peligro que percibía de ese hombre era él, su presencia le provocaba deseos de huir y de gritar, pero no lo haría.Estaba claro que ese hombre deseaba algo, y ella no debía olvidar que esa noche era importante no solo para ella, sino para todas las mujeres y niños que sufrían toda clase de intimidación y abuso, por lo que lo mejor era no demostrar miedo ante ese tipo de abusadores. Aunque tampoco era estúpida, debía de actuar con sentido común y no ponerse en peligro de manera gra
Ella estaba temblando por dentro, mientras seguía buscando en su mente escenas de novelas que alguna vez vio, imitando a esas mujeres que había visto en la pantalla para intentar defenderse.—¿Y qué le hace suponer que Jeremy le va a creer al tal Genaro?Alexander se contuvo de burlarse de ella. ¿De verdad consideraba que su mejor baza bajo la manga era el borracho de Genaro? Eso era solo un detalle que le allanaba un poco el camino, pero si no lo hubiera conocido podría seguir con su plan adelante sin ningún problema.— Solo necesita hacer escándalo público y pedir una prueba de paternidad para demostrar que ese hijo es suyo. Luego incluso podría luchar por su custodia. Por supuesto dejarías de ser esa esposa modelo que todos adoran, el cuento de la inmigrante salió de su miseria para encontrar a un hombre rico y tener la vida de sus sueños, pasaría a ser el de la zorra Latina que solo viene a este país a engañar a los hombres y él, el padre al que un hombre poderoso le quitó a su hi