Diddier se levantó temprano aquella mañana, le gustaba disfrutar de los desayunos que Lupe le preparaba como, pero sobre todo le gustaba observarla, cocinar, tan abstraída en lo que hacía sin darse cuenta de que la observaban.En ese momento, cuando la latina no era consciente de que la estaban mirando, su belleza era todavía más palpable y Diddier disfrutaba de cómo se mordía levemente el labio mientras pensaba a saber que.«Ojalá pudiera leer la mente en este instante»Se dijo esperando pegado en el marco de la puerta sin atreverse a avanzar para no romper ese instante, hasta que minutos más tarde fue imposible ya de ocultar su posición y ella lo recibió con esa enorme y bonita sonrisa que hacía sus días mejores.— Buenos días, Diddier, llegas justo para desayunar.Lupe solía darse cuenta de que el abogado gustaba de observarle, era entrar él a su rango y ella sentir su presencia; no obstante, siempre se quedaba en silencio, siempre le permitía hacerlo, solo hasta que ella sentía la
Amanda llevaba un par de semanas esperando a que Diddier le hablara, después del último viaje que hicieron juntos a París él ya no se había vuelto a comunicar con ella, pero sabía que así era él, se pasaba unas semanas desaparecido como entreteniéndose con cualquiera y luego volvía a llamarla, siempre había sido así llevaban tres años así como allí esperaba pacientemente a que él estuviera preparado para tener algo serio.— Seguramente solo seas una empleada, es lo único para lo que él se fijaría en alguien como tú — observo lo mucho que había cambiado aquel lugar como a ciertamente estaba reluciente, la asistenta debía ser muy eficiente, aunque Amanda esperaba que solo lo fuera para la casa y no también para su cama.No le pasó por alto que en la mesa había dos cubiertos ¿Qué empleada comía con su jefe?Así que la extraña no dudó en sentarse en una de las sillas y observar a aquella mujer con una sonrisa malvada.— Trae vino. ¿No te dijo Diddier que me invitó a almorzar?Lupe tenía u
Por fin, Eva empezaba a sentir que todo estaba volviendo a su cauce. Jeremy y ella se encontraban en el mejor momento, entre ellos las sombras de las dudas y las desconfianzas se habían disipado rápidamente al sincerarse y decirle la verdad de lo ocurrido con Anahí.Los días al lado del padre de sus hijos eran siempre brillantes, así en el exterior hubiera una gran tormenta, ahí en su casa todo era paz, alegría. Aun así, ella sentía que le hacía falta algo.—¿Eva, qué te pasa?—pregunto Jeremy a su esposa parando de pronto los mimos entre ellos —no me mientas, aunque me digas que no pasa nada, te conozco, puedo sentirlo.Eva se tensó creyendo que su esposo se enojaría, pero no fue así, todo lo contrario se acomodó en la cama y la atrajo hacia sus brazos.—Por favor dímelo mi amor ¿Qué es lo que te tiene tan abstraída?Eva se mordió los labios, jugó con sus dedos en el torso de su marido, enredando la punta de estos con los vellos que cubrían la parte central de su torso y que dibujaba
Alguien que odiaba a Jeremy y deseaba verlo caer, por tener todo lo que él hubiera deseado, sobre todo por robarle a la mujer que amaba y haberla dejado morir solo para que él pudiera ser feliz con la mujer que en ese momento se encontraba a su lado.Eva sintió un fuerte escalofrío al recorrer del brazo de Jeremy, el salón donde se estaba llevando la cena benéfica esa noche saludando a los invitados más importantes y los socios de Jeremy, era una maldita opresión en su pecho que no podía dejar de sentir, por lo que se disculpó con Jeremy para ir un momento al baño, necesitaba refrescar un poco su cabeza, y alejar de ella esa sensación de estar siendo observada.Jeremy estaba tan orgulloso de los logros de su esposa, llevaba tiempo queriendo aquello, todavía recordaba la época en que su madre invertía parte de los beneficios de su empresa en obras benéficas como la de Eva, pero jamás había formado una organización para esa causa.Y ahí estaba su esposa haciéndose cargo de eso, sabía qu
— Yo podría ayudarla con ese problema si es buena conmigo — El francés se moría por tocarla, por acariciar su cuerpo y dejarse llevar por sus deseos.Se moría por obligarla, podría hacerlo, hacerla suya a la fuerza y luego obligarla a callar con la información que tenía de ella, pero por alguna razón quería más que solo sexo de esa mujer, quería quitarle a Jeremy todo lo que tenía, incluida a su esposa.Ella no creía nada de lo que decía ¿Ayudarle? ¿Peligro? ¿De qué clase de peligro estaba hablando? El único peligro que percibía de ese hombre era él, su presencia le provocaba deseos de huir y de gritar, pero no lo haría.Estaba claro que ese hombre deseaba algo, y ella no debía olvidar que esa noche era importante no solo para ella, sino para todas las mujeres y niños que sufrían toda clase de intimidación y abuso, por lo que lo mejor era no demostrar miedo ante ese tipo de abusadores. Aunque tampoco era estúpida, debía de actuar con sentido común y no ponerse en peligro de manera gra
Ella estaba temblando por dentro, mientras seguía buscando en su mente escenas de novelas que alguna vez vio, imitando a esas mujeres que había visto en la pantalla para intentar defenderse.—¿Y qué le hace suponer que Jeremy le va a creer al tal Genaro?Alexander se contuvo de burlarse de ella. ¿De verdad consideraba que su mejor baza bajo la manga era el borracho de Genaro? Eso era solo un detalle que le allanaba un poco el camino, pero si no lo hubiera conocido podría seguir con su plan adelante sin ningún problema.— Solo necesita hacer escándalo público y pedir una prueba de paternidad para demostrar que ese hijo es suyo. Luego incluso podría luchar por su custodia. Por supuesto dejarías de ser esa esposa modelo que todos adoran, el cuento de la inmigrante salió de su miseria para encontrar a un hombre rico y tener la vida de sus sueños, pasaría a ser el de la zorra Latina que solo viene a este país a engañar a los hombres y él, el padre al que un hombre poderoso le quitó a su hi
El francés no podía ni siquiera creer lo que estaba escuchando, sabía que él tal Alexander era de la peor calaña, él como abogado se había encontrado con muchos tipos como ese y desde el principio pensó que lo mejor que podía hacer Jeremy era eliminarlo.Pero a pesar de ser un hombre muy rico, su mejor amigo, también era alguien a quien le gustaba ser siempre legal en todo y jamás salirse del buen camino, por mucho que Diddier le había intentado hacer entender más de una vez que tendría que hacer cosas que no le gustarían porque era un hombre poderoso, él se negaba y ahí estaba el resultado, el muy hijo de puta se atrevió a meterse con su mujer y amenazarla de la peor manera.— ¿Me estás diciendo que Alexander se atrevió, no solo a colarse sin ser invitado en este evento, sino a increparte en el baño?— preguntó Diddier muy molesto al escuchar todo lo que Eva estaba relatando.Eva asintió, aunque no estaba segura si el Alexander se había colado, parecía tener acceso al evento por la cr
Diddier era consciente de que en la fiesta varias chicas habían dado a entender que tuvieron una aventura con él, y que la interrupción de Amanda no fue algo que supiera controlar cómo debía.Lupe se encontraba en ese momento sobresaturada, por un lado, la preocupación que tenía por Genaro volviendo a aparecer, tratando de afectar a su amiga, casi su hermana Eva y lo que sentía por el abogado, por eso tras subirse al auto ella le había dicho.—Me mudaré, creo que es lo mejor para nosotros y para que recuperes la libertad de estar con tus novias— decir eso le había costado la mitad de su voluntad, por no decir que toda.Pero Lupe opinaba que debía hacerlo, solo eso le quedaba hacer. No podía permitir que sus sentimientos siguieran creciendo, no podía permitirse soñar con algo que no era para ella y aunque tenía un precedente en Eva de que esa clase de milagros existen.Ella no era su amiga y las excepciones de ese tipo de la vida no eran para ella.Ambos estuvieron todo el camino de vu