Jeremy estaba feliz aquella mañana había pasado todo el día anterior metido en la cama con Eva y cuidando de sus hijos, todos sus miedos se habían esfumado, ahora sabía que estando bien con su esposa, nada más importaba.Eso no quería decir que no tuvieran la intención de callar a Alexander, pero sí que era cierto que cada vez le importaba menos lo que pudiera saberse o no, ¿Qué más daba un escándalo? Al fin y al cabo a la semana siguiente alguien la cagaría otra vez y se olvidaría lo suyo si es que se llegaba a saber.Cuando llegó a su despacho ya lo estaba esperando allí, Diddier con los contratos que le haría firmar a Alexander a cambio de su silencio, tan solo faltaba la suma de dinero que le pagaría, que eso sería un acuerdo al que llegarían los dos.— Buenos días Diddier. ¿Ya está todo preparado? — preguntó mientras caminaba hasta su sillón tras la mesa para luego enfocar la vista en su amigo y abogado.— Si por supuesto ya tengo todos los contratos que le haras firmar a ese suj
— Estoy dispuesto a pagar lo que usted quiera, pero una única vez, así que piense bien en la cifra y olvídese de esto luego.— ¿Olvidarme de que mató a Marie pidiéndole un hijo? Por supuesto que no lo haré, No lo dejaré en paz, ni permitiré que me aleje de mi sobrino.Alexander se levantó exasperado de su asiento, ese hombre estaba haciéndolo perder la paciencia.Eso no lo esperaba, sobre todo porque estaba más que seguro que aquel hombre no era familiar de Marie, más bien parecía que su exesposa pretendía esconderlo de él.Aquello hacía que sintiera ciertos celos y cierta desconfianza sobre el tipo de relación que ese hombre y la difunta Marie tendrían.— Alexander no tiene forma de demostrarme que es usted familia de mi hijo — explicó levantándose también y apoyando las manos sobre la mesa e inclinándose hacia él de forma amenazadora.— Dígame entonces qué es lo que quiere, porque he investigado y no hay nada que lo una a la madre de mi hijo.Alexander no se esperaba que Jeremy lo h
Si había algo que la señora Duncan madre quería y deseaba con todas sus fuerzas, era volver a ver a sus nietos, apenas habían pasado unos días y ya moría de ganas por volver a tenerlos en sus brazos. Eran unos bebés tan hermosos y adorables que no podía dejar de pensar en que quedaba demasiado tiempo para volver a verlos y que estaban demasiado lejos.Fue por eso que en cuanto su hijo le contó el problema que había tenido y a pesar de que aquella mujer no le caía demasiado bien del todo y habría preferido otra por nuera, supuso que si ella lo dejaba y más en un caso de infidelidad que ni siquiera los contratos prematrimoniales podrían hacer nada para impedir que ella se quedara con la custodia de los bebés, sobre todo siendo tan pequeños.Quizá si no hubiera niños de por medio Agnes no habría ayudado a su hijo, al fin y al cabo los hombres eran hombres, y el destino le acababa de demostrar que Jeremy en ese aspecto era igualito a su padre, pero esa familia debía seguir unida sobre tod
— ¿Entonces estás seguro de que Anahí me drogó? — preguntó Jeremy a su abogado completamente molesto por la situación al leer el email que Diddier le acababa de reenviar donde ponía exactamente las sustancias que se habían encontrado en su sangre.— A no ser que tomaras eso por ti mismo, cosa que dudó — le respondio Diddier con los brazos cruzados y molesto con la situación, tenía ganas de hacerle pagar por eso a aquella mujer y no entendía como su amigo no era capaz de ver la gravedad de lo sucedido— podemos demandarla si quieres.— Déjame que lo piense, no quiero que Eva se entere de esto. ¿Quién iba a creer que una mujer tan hermosa me drogó para…?— Abusar de ti, Jeremy, lo que hizo Anahí es una violación, debes entenderlo y aceptar que no accediste a ello, no has hecho nada malo ni que tengas que esconder.Diddier no entendía cómo es que a Jeremy le costaba tanto creer que había sido abusado, aunque claro, no importaba que fuera el siglo XXII aún era un tabú hablar sobre los caso
Anahí no tardó en colgar el teléfono y caminar hasta el bar donde había quedado con su amante.Era un lugar extraño y oscuro en el que no había estado nunca, el camarero la miró de arriba abajo y sonrío alzando levemente una comisura más que la otra, de un modo que a la ex niñera le resultó un tanto turbio y le dio escalofríos.—¿Te pongo algo preciosa?— dijo tras unos segundos de estar observándola.— Solo una copa de vino, gracias.Tras unos minutos Alexander entró en el lugar y ni siquiera se acercó a la barra donde ella esperaba, se sentó en una mesa y le hizo una señal para que se acercara, ella tomó su copa y caminó hasta la mesa sentándose con él.—Bien hablemos, ¿Dime exactamente qué harás con las fotos y cómo las utilizarás? ¿Y qué pasa si la bella Eva Duncan no deja aun así a su marido?Ni siquiera la saludó o la besó, él fue directo al grano al preguntarle lo que quería, se notaba que aquel hombre tenía las cosas muy claras al fin y al cabo las fotos eran suyas y si ella no
— Pero ¿Estás seguro de que te puedes permitir un lugar así? — preguntó emocionada por la forma en que él la miraba y trataba como si realmente le importara.—Por supuesto que puedo permitirme una habitación, así— le respondió él sin dejar de besarla.Escondiendo que su pregunta lo había logrado molestar, como si ella creyera que él no pudiera darse esa clase de lujos.Tu respuesta, por alguna razón se había quedado a vivir en casas de Jeremy y estaba muy molesto del momento en que él lo echó de la casa, pero no dijo nada, tal vez tenía una fortuna que escondía en algún lado, aunque Anahí lo dudaba, había conocido a muchos hombres como él o eso creía ella porque él era realmente peor que la mayoría de hombres que había conocido, solo que todavía no lo sabía.Pero tenía que ser paciente, muy paciente, tenía que lograr, no solo que le ayudara a vengarse de Jeremy Duncan, sino también a ganar dinero. Mucho dinero, llevó una de sus manos hasta el cuello de ella, llevando sus labios a los
Diddier no estaba muy conforme con el hecho de que su amigo no quisiera contarle nada de lo ocurrido a Eva, pero él no sería quien lo hiciera, jamás traicionaría a Jeremy bajo ninguna circunstancia.Aun así, sentía cierta culpabilidad por aquello, por guardarle el secreto, por tener que mirar a Eva a los ojos cada vez que iba a ver a su amiga Lupe, se moría de ganas de decirle que su esposo había sido abusado y que el muy imbécil se sentía culpable e infiel cuando no era, lo que había ocurrido fue contra su voluntad.Igualmente, debía dejar de pensar en ello, tomar distancia y dar su ayuda solo cuando se la pidieran, porque estaba seguro de que en algún instante aquello saltaría como una bomba y explotaría en la cara de Jeremy. La niñera había aceptado muy rápido el dinero que él le dio de indemnización por el despido, aunque era cierto que era una buena suma de dinero, no era suficiente para que una mujer como aquella se quedara callada con un as bajo en la manga como el que tenía.D
Cuando llegaron a su casa, Diddier salió del coche para caminar hasta el maletero y tomar el equipaje de la mujer, luego rodeó la puerta y la ayudó a salir llevando la muleta junto al equipaje y ofreciéndole el brazo, que en su opinión era mejor apoyo.— En mi casa no debe preocuparse por nada, puede quedarse el tiempo que quiera.Era extraño que el abogado hiciera eso, ni siquiera se llevaba a sus múltiples amantes a su casa, había alguna que otra a la que llevó, las que le duraban más de una semana que eran pocas, prefería pagar un hotel y ahorrarse problemas o simplemente ir a casa de ellas si se ofrecían. Era mucho más fácil largarse de casa ajena que de la propia.Lupe No supo qué contestarle de inmediato al abogado, ese hombre tenía la facilidad de hacer que ella enmudeciera sin proponérselo, se apoyó en su brazo y le sonrió, asintiendo para caminar con la seguridad de sentirse ayudada por él.Caminó con ella hasta el ascensor y apretó el último botón para subir juntos hasta el