Después que Ahmed salió de la casa de Hafid, ellos se quedaron pensando unos instantes y él dijo:— Escuchando en esta semana hablar a mis amigos, me di cuenta que se muy poco de tu adolescencia. —¿ Qué deseas saber?— digo ella. — Todo lo interesante, que pueda haber sido esa época de tu vida— dijo Hafid— ya de mi sabes, que siempre fui intenso a la hora de enamorarme. ¿Y tú Sylvia?— Yo fui una niña muy solitaria, desde que tengo uso de razón, estuve en el orfanato,— dijo ella— cuando tenía como nueve años me di cuenta, que era una niña diferente a las demás. — Diferente, ¿en qué sentido?—dijo él. — El color de mi cabello muy llamativo, eso me hacía sobresalir ante todos y por eso se metían conmigo en todo momento, eso me hizo ser un poco tímida los primeros años de mi vida— dijo Sylvia. — ¿En qué momento, te volviste tan arrojada, sin temor de hablar?— preguntó él. — Hafid cuando cumplí nueve años, me di cuenta que tenía que aprender a sobresalir, no por mí color de cabello, s
— Excelente concepto de tu esposo— dijo la terapeuta. Hafid me estuvo explicando la relación de ustedes— dijo la psicólogo— sé que es un contrato lo que hay entre ustedes cómo esposos, pero me gustaría conocer, acerca de lo que piensas, de éste tipo de relación que estás viviendo. Sylvia, se quedó pensando por unos instantes, y suspiró al decir. —No voy a negarle, que cuando se me presentó la opción, fue un choque para mí, solo tenía diecinueve años, nunca había vivido en una familia y tenía mucho miedo— dijo Sylvia— aparte, que la actitud que tenía Hafid cuando me conoció, era intimidante. Él se movió un tanto incómodo en su asiento, la doctora dijo:— No me puedo imaginar ese momento, ya han pasado cuatro años; ¿qué piensas ahora?— preguntó la psicóloga. — Rememorando aquel instante, pienso que es lo mejor que me ha pasado en la vida, tengo una familia maravillosa, dos hijos a los que adoro, un buen amigo, un nombre y un apellido, no me puedo quejar, doctora— dijo Sylvia. —
El rostro de Sylvia se iluminó por la emoción y le sonrió llena de hermosas expectativas, él también sonrió y le indicó con la mirada que continuara leyendo la nota. "Mi amor, no se si a estas alturas tengo esperanzas de conquistar tu amor o debo conformarme con amarte solo, pero te prometo amarte por el resto de mi vida"Ella alzó su mirada y sus ojos se iluminaron llenos de amor por él, abrió el estuche que también le habían entregado y vió un hermoso anillo de compromiso, Sylvia se sentía conmovida ante lo que Hafid había preparado para ella. — Mi amor, cuando nos casamos aunque fue legal, no tuve la oportunidad de regalarte un anillo de compromiso— dijo él— acepta éste, como símbolo de un nuevo comienzo en nuestra unión, que será para siempre. Ella extendió su pequeña mano derecha y dijo con los ojos húmedos por la emoción que sentía. — ¡Sí y mil veces si mi amo, acepto! — la voz de Sylvia estaba quebrada por la emoción. Él le colocó la hermosa alianza en su dedo anular, ell
Los días para Sylvia y Hafid iban pasando como para cualquier mortal, la diferencia era que ellos buscaban aprovechar cualquier momento para demostrar que todo iba bien. Una semana más tarde llegó el día de compartir en casa de Tina, iban acompañados de Ahmed, sería una magnífica oportunidad de reunirse desde hacía mucho tiempo. Estuvieron recordando viejos tiempos, disfrutando, divirtiéndose, fue una maravillosa velada. — En unas semanas tendré una celebración en casa y deseo tenerlos allí, compartir mi alegría con ustedes mis amigos de toda la vida— expresó Hafid emocionado. — ¡Cuenta con nosotros!— dijeron Ahmed y Tina al mismo tiempo. Llegó el día de la celebración de votos, Sylvia se veía hermosa con el vestido blanco, también su esposo estaba increíblemente guapo. Ella estaba en la habitación terminando de arreglarse, en ese momento entró su esposo, vestido elegantemente y dijo:—¿Cómo está la reina de mi corazón? La mujer de mi vida, a la que amo con locura. — ¡Super f
Ya quedaba menos para recibir su título universitario, más que para ejercer, era por satisfacción personal, quería enseñar a sus hijos que los estudios era preponderante en la vida para conquistar la ignorancia. Se sentía feliz de ese pequeño logro en la vida, compartir estudios y criar una familia no era tan fácil, pero era tan gratificante para ella, se sentía orgullosa cuando le mostraba sus calificaciones a sus niños y ellos decían después:— Mira mamá, también tengo buenas calificaciones como tú. Así se animaban a seguir mejorando. El momento de recibir el título universitario, donde se demostraba que todo sacrificio vivido para llegar allí había valido el esfuerzo. Le gustaba hacer el máximo esfuerzo, dar lo mejor de ella y demostrar que si se podía cuando la motivación eras tú misma, se graduaba con honores, por eso fue escogida para expresar unas palabras de aliento a sus compañeros. Esa semana estuvo pensando en qué podría decir que los ayudará para el futuro laboral q
Hafid disfrutaba muchísimo de los viajes, mostrar a su esposa e hijos cada rincón del mundo era fascinante para él, pero esta vez era Sylvia la que quería visitar el lugar donde se desarrolló su infancia y adolescencia. Quería donar una buena cantidad de cosas útiles a los niños huérfanos, ropa, zapatos, juguetes, todo aquello con lo que se sueña cuando se es niño y no se posee nada material, lo único que se tiene son sueños. Estaría unos días fuera de casa, ésta vez su esposo no podría acompañarla, solo iría con sus niños. Hafid no se sentía cómodo quedándose en casa sin viajar con su familia, pero habían responsabilidades en sus negocios ineludibles. Ya Sylvia había indicado una fecha de viaje para ir hasta su antiguo hogar por muchos años, no tenía corazón para posponerlo, todos allí estaban esperando con ansias su llegada. Solo sería una semana y luego de vuelta a casa, salieron muy optimistas a realizar ésta faena maravillosa, al llegar a la ciudad donde se encontraba el orfa
— Hace un rato te llamé y no contestaste; ¿Dónde estabas?— preguntó Sylvia.— Dejé el celular en la sala— dijo Hafid— estaba contestando una llamada en el estudio, no vi tu llamada perdida, cielo. — ¿Estabas con alguien más? — preguntó ella. — ¿Con alguien más?— dijo extrañado Hafid. Sylvia apretó los dientes y pensó:"Me lo va a negar el condenado"De repente Hafid cayó en cuenta y dijo:— ¡Ah, ya sé lo que creo que pasó! — dijo él— ¿Adivina quién vino para acá, hecha un mar de lágrimas? Sylvia se hizo la desentendida y dijo:— ¿Quien? — ¡Nuestra querida prima Déborah! — dijo Hafid. Sylvia al escuchar el nombre nuevamente sintió el frío en su estómago, esperando la explicación de su esposo. — ¿En serio?— su voz sonó lo más natural que pudo— ¿Que buscaba? ——Según ella, estaba destrozada por una relación amorosa, rota por la traición— dijo él. — ¿Y qué hiciste?— preguntó ella con el estómago apretado. — ¡Al inicio no sabía qué hacer!— dijo él— se me lanzó llorando encima, le
— ¡Mmmmm, que divino despertar! — dijo ella. — Cuando hablamos no quise decirte que se había solucionado todo, esa fue la llamada que recibí— dijo Hafid— quise darte la sorpresa y venir a estar con ustedes acá. — Gracias, es un hermoso detalle de tu parte— dijo Sylvia— y con respecto a lo de la adopción; ¿ya lo pensaste? — No tengo nada que pensar mi cielo bello, solo está con que ustedes lo deseen y vamos y empecemos con todo el papeleo para que Melanie sea nuestra hija— dijo él. — ¡Eres tan maravilloso mi amor!, gracias, gracias, los niños estarán felices también de saber que tendrán una nueva hermana— dijo ella llena de emoción. — Traje desayuno para todos, así que vamos a levantar a los niños, para que nos sentemos a la mesa a desayunar— dijo él. Salieron con una gran sonrisa, también quería ver la cara de los niños, cuando lo vieran allí despertandolos en su habitación. La primera habitación era la de la niña, Hafid, solamente asomo su cabeza y la vio allí, durmiendo plá