Ya quedaba menos para recibir su título universitario, más que para ejercer, era por satisfacción personal, quería enseñar a sus hijos que los estudios era preponderante en la vida para conquistar la ignorancia. Se sentía feliz de ese pequeño logro en la vida, compartir estudios y criar una familia no era tan fácil, pero era tan gratificante para ella, se sentía orgullosa cuando le mostraba sus calificaciones a sus niños y ellos decían después:— Mira mamá, también tengo buenas calificaciones como tú. Así se animaban a seguir mejorando. El momento de recibir el título universitario, donde se demostraba que todo sacrificio vivido para llegar allí había valido el esfuerzo. Le gustaba hacer el máximo esfuerzo, dar lo mejor de ella y demostrar que si se podía cuando la motivación eras tú misma, se graduaba con honores, por eso fue escogida para expresar unas palabras de aliento a sus compañeros. Esa semana estuvo pensando en qué podría decir que los ayudará para el futuro laboral q
Hafid disfrutaba muchísimo de los viajes, mostrar a su esposa e hijos cada rincón del mundo era fascinante para él, pero esta vez era Sylvia la que quería visitar el lugar donde se desarrolló su infancia y adolescencia. Quería donar una buena cantidad de cosas útiles a los niños huérfanos, ropa, zapatos, juguetes, todo aquello con lo que se sueña cuando se es niño y no se posee nada material, lo único que se tiene son sueños. Estaría unos días fuera de casa, ésta vez su esposo no podría acompañarla, solo iría con sus niños. Hafid no se sentía cómodo quedándose en casa sin viajar con su familia, pero habían responsabilidades en sus negocios ineludibles. Ya Sylvia había indicado una fecha de viaje para ir hasta su antiguo hogar por muchos años, no tenía corazón para posponerlo, todos allí estaban esperando con ansias su llegada. Solo sería una semana y luego de vuelta a casa, salieron muy optimistas a realizar ésta faena maravillosa, al llegar a la ciudad donde se encontraba el orfa
— Hace un rato te llamé y no contestaste; ¿Dónde estabas?— preguntó Sylvia.— Dejé el celular en la sala— dijo Hafid— estaba contestando una llamada en el estudio, no vi tu llamada perdida, cielo. — ¿Estabas con alguien más? — preguntó ella. — ¿Con alguien más?— dijo extrañado Hafid. Sylvia apretó los dientes y pensó:"Me lo va a negar el condenado"De repente Hafid cayó en cuenta y dijo:— ¡Ah, ya sé lo que creo que pasó! — dijo él— ¿Adivina quién vino para acá, hecha un mar de lágrimas? Sylvia se hizo la desentendida y dijo:— ¿Quien? — ¡Nuestra querida prima Déborah! — dijo Hafid. Sylvia al escuchar el nombre nuevamente sintió el frío en su estómago, esperando la explicación de su esposo. — ¿En serio?— su voz sonó lo más natural que pudo— ¿Que buscaba? ——Según ella, estaba destrozada por una relación amorosa, rota por la traición— dijo él. — ¿Y qué hiciste?— preguntó ella con el estómago apretado. — ¡Al inicio no sabía qué hacer!— dijo él— se me lanzó llorando encima, le
— ¡Mmmmm, que divino despertar! — dijo ella. — Cuando hablamos no quise decirte que se había solucionado todo, esa fue la llamada que recibí— dijo Hafid— quise darte la sorpresa y venir a estar con ustedes acá. — Gracias, es un hermoso detalle de tu parte— dijo Sylvia— y con respecto a lo de la adopción; ¿ya lo pensaste? — No tengo nada que pensar mi cielo bello, solo está con que ustedes lo deseen y vamos y empecemos con todo el papeleo para que Melanie sea nuestra hija— dijo él. — ¡Eres tan maravilloso mi amor!, gracias, gracias, los niños estarán felices también de saber que tendrán una nueva hermana— dijo ella llena de emoción. — Traje desayuno para todos, así que vamos a levantar a los niños, para que nos sentemos a la mesa a desayunar— dijo él. Salieron con una gran sonrisa, también quería ver la cara de los niños, cuando lo vieran allí despertandolos en su habitación. La primera habitación era la de la niña, Hafid, solamente asomo su cabeza y la vio allí, durmiendo plá
Con lo de la adopción de Melanie, tuvieron que quedarse un tiempo más de lo previsto mientras salían los papeles legales de la adopción, una semana se convirtió en varias semanas. Estando allí Hafid recibió un sobre cerrado en unos de los días que estaban allí, lo abrió y vió que se trataba de la investigación sobre el nacimiento de su Sylvia. Después de leer la información, decidió compartirla con ella, allí había una muy buena recopilación de documentos acerca de donde estaba la familia de su esposa.— Amor, ¿puedes, venir un momento por favor? — dijo Hafid llamando al cuarto de labores de ella. — ¿Qué sucede?— preguntó ella intrigada. Hafid le mostró un sobre y dijo:— Acaba de llegar ésta correspondencia con información de interés para tí. — ¿De qué se trata?— preguntó con ansiedad. — El detective ha hecho un muy buen trabajo— dijo Hafid. Le entregó el sobre y ella con los dedos temblorosos empezó tomar cada documento que contenía, los leyó con grandes expectativas. — Está
— Eres mi hija con Daphne, me siento mal por conocerte en éstas circunstancias— dijo él— te ves muy sofisticada, no parece que hayas crecido en un orfanato. — Ryan, ya es tarde para lamentar lo que ya sucedió, ahora lo importante es que ya no estoy sola y tú tampoco lo estarás— dijo ella— me gustaría saber si los padres de mi madre aún viven. — La verdad solo sé que él padre de Daphne trabajaba en el ferrocarril, que su madre estaba siempre en casa, pero nunca le pregunté por los nombres— dijo él. — Es un avance— dijo Hafid— por allí podríamos averiguar. — Eran de un pueblo vecino, — dijo Ryan— pero tampoco sé exactamente cuál, solo sé que cada mañana Daphne Montgomery venía a vender flores. — Esa información es valiosa Ryan— dijo Sylvia— tenemos un punto por donde empezar a averiguar. — Lamento que te hayas criado en un orfanato— dijo él— perdí demasiado tiempo en empezar a buscar a tú madre. — A veces las cosas pasan y hay que aceptarlas— dijo Sylvia. Estuvieron hablando po
Sí, su bebé ya pronto estaría en casa, ella quería que llegara el momento por si sólo, su doctor le había informado que se estaba desarrollando perfecto. Tendría un varoncito, compañero de juego para Farid, ya quería escoger el nombre para él, esa tarde allí su madre, Abir, Ryan su padre reunidos con ella y los niños. — ¿Qué nombre te gustaría ponerle? — dijo Halima— ¿Quieres uno de origen británico o de las raíces del padre? — Realmente me gustaría hacer como un concurso y colocar en una funda varios nombres y escoger— dijo ella. — Esa idea es buena— dijo Abir— me gusta Omar. — Anoten los de su preferencia y los colocamos acá y luego escogemos— dijo Sylvia.Empezaron a sugerir varios nombres y cada uno lo colocó dentro de la funda, los niños vieron llegar a su padre, él al ver la reunión preguntó:— ¿Qué están haciendo? — ¡Escogiendo el nombre de nuestro hermano, — dijo Farid— faltas tú papá.— Sí, y la sugerencia del papá no puede faltar— dijo Halima. Hafid tomó un pedazo de
Sylvia se sentía a éstas alturas privilegiada al ser una persona que se había criado en un orfanato, comprendiendo que al morir su madre todo lo sucedido en su vida había tenido el propósito de vivir las experiencias más maravillosas jamás imaginadas. Tenía más de lo que había soñado, un esposo maravilloso a quien amaba, hijos, sabía quien era su padre y ahora lo tenía con ella aprovechando cada momento de esa maravillosa bendición. Además tenía abundancia financiera, algo que nunca pasó por sus pensamientos, pero allí estaba viviendo holgadamente, podía ayudar a muchos niños sin hogar a través de fundaciones sin fines de lucro. Se sentía muy útil, de alguna manera era un instrumento productivo para impulsar a otros a colaborar en éstas hermosas causas, también había averiguado sobre sus abuelos maternos. La tarea no había sido fácil, pero tenía información, tenía sus nombres, era un avance gigantesco para ella, solo faltaba la dirección exacta, pronto iría a Europa para conoc