Sabía que había pensado mucho en esto, desde el momento que él me explicó lo de la marca y había dejado claro porque hacer real el vínculo no era buena idea cuando no lo quería, pero debido a las circunstancias, no podía negarme.

Si seguía dándole importancia, como lo he hecho hasta ahora cuando él no me ha ido a ver o ha estado pendiente de mí, podría estar en graves problemas. Así que, lo mejor es ir al punto, saciar lo que sea que me haga sentirme ansiosa cuando él no va a verme y terminar todo.

No era la mejor de las soluciones que se me había ocurrido en mi vida, pero por lo menos, evitaría muchas peleas innecesarias que solo pondrían en riesgo la vida de todos, especialmente, la de los niños que no merecen ver algo así.

— ¿Viniste hasta aquí para jugar conmigo? — pregunta el señor Holftmann después de cerrar sus ojos rojos y peinar su cabello, p ara volverme a ver con su mirada azul.

— ¿eso es todo lo que piensa de mi propuesta? — pregunto indignada.

— No me malentiendas, Charlo