Curthwulf era consciente que su plan no era del todo correcto, porque estaba arriesgándose a perder a su manada y familia y era una mala decisión, pero, para él quedarse a esperar, era peor. Por lo que, después de ducharse, se sentó en la cama y con las manos en su cabeza, se quedó pensando en una solución que pudiera ayudarlo sin sacrificar tanto. Pero, cada idea requería de un sacrificio.— Parece que estoy en un camino donde no puedo retroceder o avanzar, ¿Cómo fue que me metí en algo así? — se pregunta una y otra vez, sin encontrar una respuesta.Una llamada telefónica, que no quería contestar, es lo que, debido a su insistencia, responde teniendo la respuesta a sus preocupaciones, más tranquilo, se viste y camina hacia la mansión, pero, cuando esta por abrir la puerta de la habitación de Charlotte, escucha las quejas de Charlotte.— No me importara si muere, él escogió ello. Así que, que él asuma las consecuencias de sus actos. Yo no voy a seguir aferrándome a alguien que cuando
Narra CharlottePor más que intentaba calmarme, no podía hacerlo. Aunque había dicho que no iba a preocuparme por él y que no me importaba, con cada minuto que pasaba, la preocupación aumentaba, al igual que el arrepentimiento por cómo había terminado la noche.Uno a uno, fui sirviendo a los hombres lobos y los niños, cuando el tiempo pasó y vi que eran las diez de la mañana y Curthwulf no regresaba, decidí dejar mi orgullo y servirle el mismo, después de haber confirmado que los niños ya habían desayunado.— Vamos, Charlotte. Eres mejor que esto — digo en un susurro mientras observo el plato de comida perfectamente tapado.— Atención, han llegado lobos y no sabemos si son aliados o enemigos. Así que, corran a la habitación de pánico. Allí, podrán estar protegidos mientras confirmamos que todo esté bien — dice Retmus y todos comienzas a moverse.— Vamos niños, vayan a la habitación, yo iré por mi hermana.— Pero, mamá… no es seguro que te quedes más tiempo aquí — dice Lowell preocupad
Me parecía inaudito que en medio de una guerra tan grande como la que vivimos ayer, Curthwulf este abrazándose con una mujer tan emocionado. Realmente no puedo entender como conmigo siempre es vete o fuera y con esa mujer, todo es sonrisas.Eso y que habían prometido casarse antes de conocerte. Recuerda que dijo que había venido a cumplir la promesa, porque aún no está casado Curthwulf — me dice mi mente y ello me da enojo. Coraje.Molesta, camino hacia el interior de la casa y con frustración, me voy hasta la habitación donde me muerdo del enojo por todo lo que está sucediendo y lo que más me molesta, es que no aparece Curthwulf por ningún lado.— Desgraciado. Seguramente está muy emocionado de verse con su Brittany. Soy virgen, eres la primera mujer y única que amaré… tonterías — digo molesta y cuando recuerdo que ellos tienen muy buen oído, guardó silencio.Sabiendo que no puedo quedarme solo en la habitación durante todo el día, salgo de la misma y veo como todos los lobos comienz
Aunque estaba más que enojada por la cercanía entre Curthwulf y esa tal Brittany. Pero, estando segura de que no merecen mi enojo, respiro profundo y sonrió al recordar que gané una mucha contra alguien demasiado terco y sobreprotector en algunos aspectos.— Lamento si esperabas que Curthwulf viniera y no yo — dice Adams, causando que yo lo observe confundida.— ¿Disculpa?— Te veo haciendo gestos molestos y eso me hace pensar que no querías que yo viniera.— No es eso. Estaba pensando demasiado.— Seguramente es sobre la cercanía entre Curthwulf y Brittany, pero, no necesitas preocuparte, Curthwulf la ve como una hermana.— No pensaba en eso. Es solo que invente lo de ir de paseo y no tengo traje de baño o algo parecido.— Puedes usar tu ropa interior. — dice Adams y yo me ruborizo.Si supiera que toda mi ropa interior son solo pequeñas tiras que se unen en diminutos triángulos, no me diera eso como opción. — digo mentalmente— Buscaré que puedo colocarme. Mientras, si no es mucho pe
Narrador omnipresenteEl enojo invadía por completo a Brittany. En el pasado, Curthwulf la consentía en todo y lo que deseaba, se lo daba. Pero, ahora no solo estaba ignorándola, si no que, la causante era una humana, seres que ella detestaba y veía como lo más inferior del mundo.¿Cómo puede una desgraciada humana robarse a mi hombre? — se pregunta Brittany aun en la puerta del armario que seguía sin ceder.Charlotte gimotea al sentir el calor del cuerpo de Curthwulf y deseando alejarse del peligro, intenta apartarlo, pero eso solo logra que varios accesorios caigan al suelo, llamando la atención de Brittany.No puede estar pasando esto. Se supone que él debería estar feliz por volverme a ver después de tantos años. Así que, ¿Por qué demonios me ha dejado a un lado y ha olvidado la partida a la batalla por una inmunda humana? —pregunta Brittany renuente a marcharse.— Debes irte, Curthwulf. — dice Charlotte intentando calmar el enojo de Curthwulf.— ¿Por qué estas tan desesperado por
Regresando a su pasado, recordó a la chica que regresaba a su casa llorando por el desprecio que “las amigas” de su novio le daban y como él no la defendía y esa niña del pasado, se sintió orgullosa por esta vez no soportarlo.Había madurado en ese aspecto. Y aunque le había costado tanto enfrentar la situación, se sentía feliz por dejar salir lo que sentía sin tantos rodeos. Por ello, aun sintiéndose mal por lo que sucedía, sonrió cuando pasó al lado de Curthwulf, quien de inmediato la tomo del brazo.— Lo siento, no lo había visto de esa forma. Pero, te prometo que colocaré límites con Brittany y si algo más te molesta, puedes decirme lo que no debo hacer — dice Curthwulf, causando que Brittany retroceda herida.¿Por qué demonios el gran alfa era tan sumiso y cariñoso con alguien que no soy yo? — pregunta Brittany mentalmente molesta.— No me pidas que entienda algo que ni tú mismo comprendes. No me digas tampoco que te coloque limites, porque yo no soy una profesora enseñando a esc
Curthwulf no tenía intención de negociar y deseando olvidar todo lo que lo atormentaba y las propias decisiones que había tomado, la besó con tanta intensidad que no hubo una sola parte de su cuerpo que no estuviera excitado.— No puedes hacer esto. Estoy enojada aun contigo por lo de esa mujer.— Ya te he pedido disculpas, señora mía.— Aunque acepte tus disculpas, no podemos tener sexo. Sigo molesta.— ¿Me perdonas entonces?— Sí, pero no voy a tener sexo contigo.— Papá siempre decía que el sexo de reconciliación es el mejor. Así que, si estas molesta conmigo o inconforme, puedes liberar tu enojo entrando en mí con la misma fuerza con la que estas enojada conmigo.— ¿Eso no te excitaría más? — Sí. Eso ni siquiera puedo negarlo — dice Curthwulf sonriendo para después romper el vestido de Charlotte y su sostén.— Oye, no me rompas la ropa — se queja Charlotte.— Te compraré más, no te preocupes.¿Por qué no me dice eso a mí? ¿A mí es quien debe consolar y darle sexo de reconciliació
El deseo que tenían, era evidente. Por ello, las dos horas que Curthwulf había prometido soportar, fue poco para el tiempo que duraron siendo uno solo. Porque, aun un solo orgasmo, seguía sin ser suficiente.La acción que había resultado después de retos, disputas y juegos, en un armario, había terminado en la ducha, donde después de haber pasado por la cama, el pequeño juego de sala en la habitación de Charlotte, la mesa de ese juego de sala y, por último, la ducha.—No creo que pueda más — dice Charlotte de espaldas a Curthwulf, con su cabeza sobre el pecho de Curthwulf, mientras su cuerpo tiembla por el orgasmo que había tenido recientemente.—Eso dijiste hace dos orgasmos atrás. — murmuro Curthwulf sonriente.—Por favor…—Dije que no podrías ponerte en pie y aun puedes. Así que, aun me falta para cumplir la promesa que te hice.—Curthwulf, debemos detenernos. Los niños desean que vayamos a playa.—Ellos ya están en el mar. Rolf y Retmus están pendientes de ellos. Así