Bastet.
Estoy harta de estar encerrada en esta m*****a torre, me irrita todos los días que ese maldito de Anubis venga con limosnas de comida y agua para intentar que baje la guardia, está muy idiota si cree que bajarle la guarda por tan poca cosa aunque debo de admitir que es mucho guapo pero no lo suficientemente tentador para doblegarme hacia el, por fin logro quitarme los malditos grilletes de las manos y he visto la forma en la que voy a escapar de aquí en la parte de arriba hay una ventana bastante alta con barrotes de madera lo bueno que puedo brincar hasta 3 metros en el aire, me transformó y fácilmente salto me sugeto del marco y con mis garras rompo la madera, salgo por el pequeño cuadro con dificultad y me agarró con mis garras del marco y veo unas vigas de madera debajo, espero que sean lo suficientemente resistentes para que resistan mi peso, salto a una pero para mí desgracia se quebra como la paja bajo mi peso, caigo en una habitación llena de personas y bailarinas creo que arruine la fiesta de alguien, todos gritan y corren para alejarse de mi, Anubis le dice a sus guardias que se larguen, cree que va a poder conmigo si supiera que le puedo degollar en este instante pero mi leona desea acercarse a él pero mi orgullo me impide hacerlo, al estar solos Anubis se transforma y se acerca lentamente a mí y se detiene cuando le hago saber que mantenga su distancia, al estar lo suficientemente cerca mi nariz detecta su delicioso aroma a miel de abeja, es extraño que un hombre huela tan dulce y para mi desgracia me encanta la miel de abeja, bajo ligeramente la guardia y dejo que se acerque más para poder olerlo más de cerca, está a escasos 1 m de mí casi puedo saborear la miel bajo un poco más la guardia, se acerca más a mí estira su nariz y casi la puedo sentir en la mía pero escucho como la puerta se abre y veo un guardia entrar con una lanza, maldición Bastet que ases es el enemigo, reacciono rápidamente y tiró un zarpazo que muy apenas esquiva Anubis hace que se aparte y aprovecho la oportunidad para salir corriendo hacia el guardia que solo se asé a un lado y me deja pasar, corro por los pasillos del templo escuchando gritos y derribando gente hasta que salgo al patio principal donde llegue la última vez, corro lo más rápido que puedo a lo que creo que es la salida pero para mí desgracia escuchó la voz de Anubis.
-Mataré al imbécil que la deje ir.
Veo con desesperación como se cierra la puerta y más guardia se pone enfrente de está para impedirme el paso, tomo impulso y brinco la barda junto con la puerta para después brincar a las doradas dunas del desierto, sé que puede ser peligroso y puedo perder la vida en el desierto pero prefiero morir a bajar la cabeza ante un imbécil que se dice ser mi dueño, apenas comenze a correr cuando siento como soy golpeada con una gran fuerza, se que es una persona rodamos por la arena y no me ver quién es ya que puedo oler la miel del cuerpo de Anubis, cuando dejamos de rodar por la arena quedó en una posición muy vergonzosa y desventajoso para mí, tengo la cara metida en la arena y Anubis está sobre mí por la impresión me transforme en humana y por lo tanto estoy desnuda, me intento levantar pero Anubis es bastante pesado sin contar que toma mis manos y las estiran para que no las puedo apoyar en arena, siento su cara en mi cuello y el muy desgraciado comienzo oler mi cabello un gruñido salen de su pecho, lo intento golpear con mis hombros pero no puedo, se levantó un poco y me da vuelta, siento que las mejillas me arden por la rabia y la inpotencia que siento al quedar totalmente expuesta a él, Anubis me miras de una forma lujuriosa.
-Porque es capaz de mi lindura, qué no te he tratado lo suficientemente bien.
Me irritan sus malditas palabras, intento morderme la cara pero lanza el rostro.
-Tratarme bien, me encerraste en una m*****a torre ni siquiera tuviste la decencia de quitarme los grilletes.
Anubis me mira detenidamente para después levantarse tomarme de las manos y de las piernas y me pone sobre sus hombros como si fuera alguna presa que ha capturado me muevo ferozmente e intento alejarme de él pero debo admitir que es mucho más fuerte que yo, fácilmente ha tomado mis dos muñecas con unas de sus manos, Dioces solo deseo estar con mis hermanas y no con este bruto, Anubis me lleva por los pasillos y creo que reconozco a dónde me lleva de nuevo a su habitación, maldición esta vez no creo poder pelear contra el ya que tengo días que no como bien y en verdad me siento un poco débil tampoco he dormido por estar cuidando de que nadie entrara a la torre pero me sorprende que pasamos sus aposentos y entramos a otra habitación bastante grande y veo un estanque artificial en medio de la habitación, se me hace demasiado extraño pero me impresionó y me sorprendo cuando Anubis me avienta hacia el estanque y caigo de espalda, rápidamente salgo hacia arriba no es muy profundo ya qué el agua me llega a la cadera y me doy cuenta que es algún tipo de habitación de baño, Anubis entra despacio y no puedo despegar mi vista de el, tiene un cuerpo bastante trabajado hombros anchos, brazos marcados que parecen brillar por su tona de piel pero desvío la mirada al llegar a su entrepierna ya que nunca había visto a un hombre desnudo, me sumerjo en el agua y me alejo de él intento cubrir mi cuerpo con mis brazos, siento como me eché más agua a la cabeza volteo le doy una mirada de molesta.
-No te enojes conmigo, solo te quiero dar un baño tienes arena en el cabello y estuviste días encerrada en esa torre además no me presentado contigo soy Anubis y tú eres.
Le doy la espalda no deseo contestarle tomo con mis manos y veo mi reflejo para luego lavar mi rostro, siento como vierte algo en mi cabello volteo y lo fulminó con la mirada.
-Tranquila es solo algo para limpiar tu cabello y no me dirás tu nombres.
Bastet.
Me empezó a tallar el cabello y se siente muy agradable el intenta ayudarme a lavarme el cabello pero yo solo me apartó de el, sigo haciendo mi cuerpo de vez en cuando lo veo y el en ningún momento deja de verme.
-Y dime qué hacía una bailarina encadenada en un barco.
-Quién dice que soy una bailarina no por traer ropa de bailarina significa que sea una también estaba entre esclavos pero créeme que no soy una esclava.
-Discúlpeme mi ignorancia cambiaré mi pregunta qué hacía una bella flor del desierto como tú encadenada junto a unos esclavos.
No pensaba contestarle pero su mirada con esos verdes ojos me recuerdan a las plantas de lirios que crecen en los estanques, desvío la mirada y le contesto sin verlo a los ojos.
-El maldito infeliz que me encadeno me secuestro de mi manada y como lo intenté matar decidido encadenarme por su propia seguridad.
-Entonces eres alguien agresiva y difícil de tratar.
-Si y si tienes algún inconveniente.
Volteo a verlo y le doy una sonrisa burlona Anubis se acerca hacia mi y siento como mi leona desea su sercania.
-Claro que no al contrario me encantan los retos.
Doy un pujido y miro de nuevo el agua en la que estoy, me impresiona que desperdicie tanta agua siendo un líquido tan preciado aquí supongo que es el beneficio de vivir a un lado del río pero me sigue pareciendo un desperdicio inecesario.
-No sé como un líder como tú o alfa les dicen ustedes.
Anubis asiento con una sonrisa y se recarga en el borde del estanque artificial.
-Como un alfa puede despreciar un líquido tan precioso en un baño que podrías hacerlo con un cuarto de esta agua.
-Solo s veces tomo estos baños y el agua no se desperdicia ya que después de asiarme el agua es pasada por retazos de lino y el agua resultante se usa para para regar los cultivos, este tipo de baño solo lo hago en días especiales y hoy es uno de ellos.
-Porque algún día festivo.
-No porque hoy tuve el privilegio de ver tu delicioso cuerpo.
Me sumerjo más en el agua para evitar que lo vea durante más tiempo.
-Qué es ese símbolo que tienes en el brazo derecho.
Miro el símbolo que me hicieron cuándo mi padre me nombro como su heredera y próximo líder de la manada, me dolió pero fue un día muy feliz para mí fue cuando 25 ciclos lunares, es un ritual que se asé en mi manada y no tengo porqué decirle nada de esto, él no es nadie porque debería de decirle algo de mi, le doy una sonrisa burlona.
-Es algo que no te incumbe a ti y te pediré que me dejes ir no tengo ni el deseo ni las ganas de estar cerca de ti, tú sola presencia me incomoda.
Todo lo que le digo son puras mentiras ya que mi leona lo desea pero no deseo bajar la guardia ante nadien pero al parecer mis palabras le molestan ya que me acorrala contra el borde del estanque y un rostro fruncido adorno su cara, se acerca tanto al mío qué casi puedo tocar sus labios retrocedo para evitar que se toquen apesar de que me encantaría, intento dejar ese pensamiento vergonzoso de mi mente.
-Estoy intentando ser amable contigo y solo me das contestaciones groseras de tu parte coopera qué te parece.
Mi leona me pide que lo toque y ya no puedo resistirme, le doy una sonrisa y colocó mis manos en sus fuertes y bien formados pectorales me acerco lo suficiente a su rostro para poder sentir su respiración, miro como su rostro cambio totalmente a uno más relajado, es interesante que al parecer mi tanto lo relaja.
-Si no te gusta mi actitud déjame ir.
-Eso jamás va a pasar.
-Bueno acostúmbrate.
Me separo de él y salgo del estanque tomo una tela blanca que está a un lado para envolver mi cuerpo, colocó mi cabello de lado e intento quitar el exceso de agua y lo miro sobre mi hombro para después salir por la puerta, me doy cuenta de que estoy otra vez en su recámara es bastante grande sus aposentos para descansar son bastantes grandes y cómodos, sigo mirando el lugar con curiosidad y miro algo que llama mucho mi atención en un mueble que tiene muchos collares de diferente tamaño y colores con piedras preciosas y de oro, mi curiosidad me gana y no puedo evitar tomar uno de ellos entre mis manos e imaginarme cómo se miraría en mi cuello me lo colocó y me miro en un platón de plata lustrada, luce tan hermoso me gustaría poder quedarmelo.
-No toques lo que no te pertenece.
Escucho la voz molesta de Anubis y volteo a verlo está parado en la puerta del baño desnuda, qué los hombres de esta manada no conocen lo que es el pudor aunque no me molesta verlo.
-Si no piensas ser amable conmigo no tendrás los privilegios que van al ser mi pareja.
Me quitó el collar con desagrado y lo dejó donde la encontré.
-Quién te dice que quiero usar tus cosas.
Lo miro con molesto y desprecio si fuera mas amable tal vez dejaría que se acercara a mí pero es tan grosero aunque yo también lo soy, mi leona me pide que lo acepte.
Anubis.Me encanta cuando Bastet me toca el pecho un escalofrío recorre mi cuerpo y la temperatura de este comenzó a subir rápidamente pero me molestan sus palabras, la veo descaradamente cuando sale del agua y me doy cuenta de algo que no me había percatado antes tienen un hermoso y redondo trasero, me daría mucho gusto golpearla con mis manos o con mi entrepierna, la veo salir del baño y la sigo ya que tengo miedo de que salga de mi habitación y que alguien más tomé lo que me pertenece no quiero que nadie más toque ese cuerpo tan delicado, cuando salgo del baño la encuentro probándose uno de mis collares desearía dárselo pero no debo premiar su actitud arrogante y molestas asia mí, le digo que lo dejé y al parecer eso la molesta aunque hasta ahorita no me he visto de otra manera, lo deja ahí y me contesta que no quiere nada mío.-Dices que no quieres nada mío verdad pues te tengo una mala noticia esto me pertenece.Tomo la tela blanca que la envuelve y de un jalón la despojo de est
Anubis.Veo dormir a Bastet a mi lado y no puedo creer que tenga una pareja tan hermosa y jóven, miro con detenimiento el símbolo en su hombro derecho parece un báculo con alas, me preguntó que significa y creo que debo de averiguar más sobre las leonas avía escuchado de su existencia pero siempre pensé que eran un mito o un invento de los humanos pero tal vez solo se saben esconder mejor que nosotros, le preguntaré cosas a Bastet cuando despierte deseo conocerla más, cieroilos ojos para descansar la vista un poco hasta que siento como Bastet se comienza a mover y se levanta de mis aposentos, obro los ojos con rápidez y veo que ya tiene puesta una falda de lino blanca y está atando otra a su pecho, me levantó y la abrazo pero ella solo se separa de mí con molestia lo cual me irrita.-Qué, acaso ya no quieres mi compañía.-Sí así es como lo supistes.Bastet me responde con una sonrisa un poco falsa en el rostro y eso me desconcierta ya que hacé algunas horas acabamos de tener sexo.-Pe
Anubis.Me molestan las palabras de Bastet, se que no le iba a gustar sentarse en el suelo a mi lado pero lo que más me molestó fue que me dijo que no es mi pareja, sigue con ese pensamiento absurdo de que no me pertenece pero se equivoca y decido dejárselo en claro, me levanto con mucha molestia y me dirijo a ella, Bastet alsa el rostro y se pone firme ante mí.-Mira Bastet te lo diré solamente una vez la marca que tienes en el cuello le dice a todos los de esta manada que me perteneces, le dice a todas las manadas del territorio que tienes una pareja y lo confirmamos tú y yo anoche no me vengas a decir que solo te divertistes conmigo.-Entonces yo también te dejare las cosas claras Anubis yo nunca te voy a decir las palabras si mi amor lo que usted ordene señor estas realmente enfermo si crees que te voy a decir alguna de esas palabras yo no soy sumisa, no soy esclava ni me sentaré a tu lado a esperar a que me des órdenes métete esto en la cabeza.Las palabras de Bastet me iritan ta
Bastet.Me irrita que Anubis me mande vijilancia aunque está en lo cierto escaparía si me dejara sola y como se atrevió a quererme tomar a la fuerza, al estar sola en su recámara me recuesto un rato en sus aposentos y caigo dormida me despierto ya cuando el sol está callendo y me doy cuánta que hay comida al lado de la cama supongo que me mandó alimentos tomo unas uvas y mientras me las como veo por una de las ventanas y vuelvo a pensar en mis hermanas como estarán en el desierto espero que hallan sobrevevivido todas, me terminó las uvas y decido tomar una ducha en la habitación de baño hay jarrones con agua fría que uso para darme una ducha, escucho voces en el recámara es Anubis con alguien más terminó y me coloco una túnica blanca que está en el baño y al salir me llevo la sorpresa de mi vida está Anubis sentado en los aposentos con un mujer semi desnuda frente a el, un escalofrío recorre mi cuerpo y no se por que me molestó tanto que aprieto los puños y un gruñido sale de mi pecho
Bastet. Me despierto con los rayos del sol, me siento en la cornisa y estiró mi cuerpo, me doy cuenta de que me han dejado sola y por fin veo la oportunidad de poder escapar de aquí me preparo para saltar pero mi leona me pide que me quede me detiene a pesar de lo que he visto ayer, ella sigue deseando estar al lado de Anubis, doy un suspiro con frustración y me siento de nuevo en la cornisa miro al sol que surca el cielo, hay dioses denme una señal qué debo de hacer, cierro los ojos y recargo mi cabeza en el marco de la ventana no sé si bajar y de ambular ya que no conozco el lugar pero no tengo deseos de toparme con Anubis, escucho un sonido a mis espaldas volteó rápidamente y veo Asim lanzando una cuerda a una viga que está a un lado de mí, pero que está intentando hacer lo miro con curiosidad después de que lo logra ata un pequeño saco de color café y comienza a subirlo, me da una cálida sonrisa. -Buenos días Bastet, el alfa Anubis desea que tengas esto no vino el personalmente
Bastet.Mientras me baño pienso en si debo de salir de este territorio y buscar a mis hermanas o quedarme aquí en la compañía de Anubis mi leona me pide que me quedé pero deseo estar en la compañía de los míos, mi mente se siente dividida entre dos cosas y eso me asé sentir un poco extresada, terminó de ducharme y me envuelvo en una tela blanca de lino para salir e ir a los aposentos a descansar un poco pero Anubis está sentado en ellos mirando el suelo al percatarse de mi presencia se levanta y me muestra un recipiente de mármol blanco adornado de piedras azules.-Que es eso.-Es una de las mejores cremas para el cuidado de la piel.Tomo el recipiente y lo abro su aruma es suave, tomo un poco de su contenido y lo aprico por mi brazo, se siente ligera y deja mi piel igual de suave como cuando estaba en mi manada.-Le pido mi reina que me dé el honor de apricarla sobre su espalda.Mi leona desea con desesperación su contacto que es difícil luchar en contar de ella así que le doy el gus
Bastet. Me encantó todo lo que me hizo Anubis me recuesta a su lado, mi leona se siente complacida por su contactó y me pide quedarme a su lado y la verdad no deseo separarme de él, así que me quedo a disfrutar su tacto en mi espalda que es una de las cosas que más me gustan pero mi paz no dura mucho escucho un grito que proviene de la parte tracera del templó, es la voz de una mujer que no me agrada es Osiris y se escuchar con grita con molestia. -¡Maldito niño estúpido como te atreves a tocar mis ropas finas con tus manos llenas de tierra y mugre te daré un lección que jamás olvidarás! Aguarda dijo niño, escucho un grito de un niño me levanto deprisa y miro por la ventana Osiris está en el patio asotando a una mujer que intenta cubrir a un pequeño niño, me enfurece que esta m*****a víbora venenosa golpeó a la mujer de esa forma, me trasformo y brinco por la ventaba corro para interponer me entre la mujer y Osiris pero resibo un asote en mi pata delantera, Osiris al verme me mira c
Bastet.Estamos en silencio hasta que Anubis rompe el silencio con su voz gruesa que resuena en el salón principal.-Te pido disculpas por lo que presenciastes asé algunos minutos atrás, es que ya no se que aser con mi hermana Osiris cada día está más irritable e insoportable.-Por qué, que no le enseñaron su lugar en la manada o no está contenta con ello.-Siempre a querido mi puesto en la manada pero al ser una hembra no se puede.Valla pero que sorpresa una manada llena de machistas pienso eso con sacarmo ya que era algo que sospechaba por el comportamiento de Anubis, deberían de pensar más como una manada de leonés somos más civilizados.-Por qué me sentí tan bien cuando empezaste a ronronear.La pregunta de Anubis me saca de mi mente y le prestó más atención y lo veo ya tiene los ojos abiertos y me mira con detenimiento.-Es un don que nos dio la diosa Bastet nuestro ronroneo puede calmar a las bestias salvajes y se unen más de dos leonas pueden incluso curar heridas.-Pasare por