Bastet.
Me despierto con los rayos del sol, me siento en la cornisa y estiró mi cuerpo, me doy cuenta de que me han dejado sola y por fin veo la oportunidad de poder escapar de aquí me preparo para saltar pero mi leona me pide que me quede me detiene a pesar de lo que he visto ayer, ella sigue deseando estar al lado de Anubis, doy un suspiro con frustración y me siento de nuevo en la cornisa miro al sol que surca el cielo, hay dioses denme una señal qué debo de hacer, cierro los ojos y recargo mi cabeza en el marco de la ventana no sé si bajar y de ambular ya que no conozco el lugar pero no tengo deseos de toparme con Anubis, escucho un sonido a mis espaldas volteó rápidamente y veo Asim lanzando una cuerda a una viga que está a un lado de mí, pero que está intentando hacer lo miro con curiosidad después de que lo logra ata un pequeño saco de color café y comienza a subirlo, me da una cálida sonrisa.
-Buenos días Bastet, el alfa Anubis desea que tengas esto no vino el personalmente a entregártelo ya que piensa que estás molesta con él.
No respondo nada solo volteo rostro ya que esta en lo cierto, estoy molesta con Anubis pero no solo molestias estoy dolida, no sé porqué pero creo que son celos aunque no sé porque tengo celos Anubis no es nada mío pero mi curiosidad es más grande que mi orgullo así que estiró la mano y tomo el pequeño saco y dentro de él hay pan recién horneado, pescado seco y un ramo de flores de Jazmín tienen un delicioso y embriagante aroma, me parece un lindo detalle lo pongo a mi lado y al voltear hacia abajo me doy cuenta que Asim ya no está supongo que tiene mejores cosas que hacer, comienzo a desayunar mientras miro el hermoso ramo las puertas del salón son abiertas y veo entrar Asim acompañado de dos hombres qué son exactamente iguales solo que uno es un poco más bajo son castaño con los ojos color ámbar, ambos hombres me miran con curiosidad y voltean a ver Asim en busca de respuestas, el les da una sonrisa fingida.
-Es la luna de la manada solo que le gustan las alturas esperen aquí iré personalmente por el alfa Anubis.
Ambos hombre asiente y Asim sale de la habitación dirijo mi canción a los dos caballeros que quedan en la habitación ya que ciento sus miradas sobre mí, se acercan un poco más y el más alto de los dos se presenta.
-Buenos días señorita soy el alfa Calen y él es mi hermano Amón somos miembros de la manada del Sur, es un gusto conocer a la luna de esta manada.
Me extraña el término con el que se dirije a mi, Luna qué significado tendrá para ellos, a de ser alguna forma en la que le dicen a los extranjeros pero mi madre y mi padre me educaron bien, bajo de un saltó para presentándome.
-Es un gusto conocerlo Caleb y Amón soy Bastet líder de la manada de leones azulejo.
-Usted es el líder de una manada de leones hacía mucho tiempo que no escuchaba hablar de ustedes.
-Sabemos escondernos bastante bien entre las dunas del desierto señor.
-Me da gusto que se hayan presentado me ahorran un poco de tiempo.
Escuchó la voz de Anubis que entra al salón a paso firme y muy seguro de sí mismo, llega a mi nariz su delicioso aroma y un cosquilleo baja desde mi nuca hasta mi entrepierna, no puedo creer que mi cuerpo reacciona así ante el, maldigo mis malditos instintos en este instante, Anubis se acerca hasta nosotros y ase una reverencia inclinando la cabeza que los otros dos hombres contestan igual.
-Es un gusto volver a ver los amigos míos a qué debo este honorable día.
-Quería entregarte este pergamino que es una invitación a mi futura unión con mi luna, la he encontrado hace un par de días y ya hemos planeado la unión pero me siento un poco ofendido que yo no he recibido la invitación a la tuya y déjeme decirle que su luna es realmente hermosa.
-Nos acabamos de conocer hace 2 días.
Me sorprende lo que acabo de escuchar, creo que mi cerebro se acaba de descomponer un poco y por fin entiendo por qué se refería a mí como luna, este hombre también asumen que soy la pareja, la alma gemela de Anubis me irita un poco pero me molesta más que Anubis haya mentido ya tengo casi una semana aquí, decido alejarme de los hombres no deseo seguir escuchando su plática decido probar mi suerte y retar al destino me acerco al trono de Anubis y lo admiro durante unos minutos, es de mármol negro pulido tiene algunos detalles en piedras preciosas y oro, me doy la vuelta y me doy cuenta de que Anubis y Caleb estan discutiendo sobre un tema que no me interesa pero Amón me está mirando, le doy una sonrisa para después proseguir a sentarme en el trono y cruzarme de piernas, Amón abre los ojos con gran sorpresa y hace un gesto con la cabeza Anubis, el cual voltea y veo como claramente uno de sus ojos tiemblan y aprieta los puños, al parecer e logrado mi cometido molestarlo, Caleb se aclara la garganta para llamar la atención de Anubis el cual voltea.
-Nos retiraremos en este instante debo de entregar otras dos invitaciones antes de que caiga el sol, fue un gusto verlo Anubis y fue un placer en conocerla señorita Bastet.
-El placer fue mío señores.
Veo como ambos hombres se retiran y tengo la desfachatez y el descaro de recargarme más cómodamente en el trono recargón mi brazo y recargo mi cabeza en mi mano, Anubis se acerca a mí y no se mira muy contento que digamos al estar frente a mi toma una gran inalacion pone sus manos detrás de su espalda y se arrodilla, se inclinan ante mí esto me desconcierta a más no poder pensé que lo había molestado, Anubis alza la cabeza y me da una sonrisa.
-Te miras muy hermosa esta mañana y mucho más sentada en mi lugar.
-Gracias.
-Espero que te haya gustado el desayuno que te mande fue algo sencillo pero no podía ofrecerte un mejor menú estando allá arriba y quisiera pedirle un favor, quisiera que me acompañaras a recorrer el templo a dar unas cosas a mi manada y cómo esta en mi tronó es su deber como líder de la manada aceptar una petición que se ha hecho de modo tan formal.
Anubis se levanta y sale del salón dejándome sola y confundida, me ha desconcertado su actitud pensé que me gritaria y me echaría del templo que era mi misión en realidad pero actuó con mucha tranquilidad y amabilidad, mi leona se siente muy complacida al igual que mi orgullo creo que ese es el motivo por el cual acepto y no lo mandé el inframundo, Anubis regresa con una caja de madera y salgo de mis pensamientos y me abre la otra puerta del salón para dejarme pasar, Anubis me guía por el templó y me doy cuenta que es un lugar muy bonito, en las paredes hay hermosas pinturas, todos los pilares son blancos, lo único que no me gusta es el muro de piedra alrededor del lugar pero creo que es para cubrir a las casa y a las personas de las tormentas de arenas, Anubis me lleva a un patio tracero donde puedo mirar los cultivos muchas mujeres y hombres trabajando la hay niños jugando cerca de ellos cuidados por mujeres jóvenes, todos al ver Anubis se asercan a saludarlo.
-Alfa que gusto verlo está mañana.
-El gusto es mío señores, espero que ya hallan desayunado todos.
-Así es alfa y gracias por darnos más raciones de comida a todos.
-Ustedes deben de alimentarse mejor que nadien ya que son los que mantienen los cultivos y le e traído esto para que lo utilicen.
Anubis les da la caja de madera que traía en las manos y me doy cuenta que es ropa y otras cosas, me sorprende que Anubis sea piadoso con los de su manada pensé que sería un tirano por su actitud pero tal vez solo e visto un lado de el, un niño se aserca a mi y me ve con curiosidad.
-Hola señorita por qué vuele diferente, que no es un lobo al igual que yo.
Me arrodilló para verlo a la cara y le doy una dulce sonrisa, más pequeños se asercan a mi.
-Es por qué soy una leona.
-Una leona. Yo nunca avía visto una. También se puede transformar. Que puedes hacer nosotros tenemos mucha fuerza.
-Claro que si me puedo transformar y no soy tan fuerte como ustedes pero soy muy rápida y ajil.
Me enternecen la reaccion de los niños a mi respuesta ya que se sorprenden mucho.
-Vengan niños es hora de sus lecciones.
Los niños son llamados por una mujer y se van muy contentos.
-Nos vamos.
Anubis llama mi atención y me extiende su mano para que la tome, no si tomarla pero mi leona desea poder tocarlo y le doy gusto, al tomar su mano una agradable sensación se instala en mi corazón, Anubis me da un recorrido por todo el templó, nos detenemos a lo orilla del río donde puedo admirar las aguas tranquilas y las plantas que crecen en las orillas está vista me calma y me relaja tanto, siento un ligero toque en mi brazo que llama mi atención.
-Te gusta mi hogar.
-Sí es un lindo lugar.
-Me gusta eso ya que todo esto también te pertenece, me sorprendió mucho que fueras un lider al igual que yo y creo que debo de tratarte como uno por qué no me lo dijistes.
-Por qué tú lo preguntastes solo hacés lo que te place sin importarte nada.
No queria sonar molesta pero no lo pude evitar ya que muy en el fondo sigo molesta con él, Anubis mira el río y se ríe un poco.
-La verdad es que estoy acostumbrado a obtener todo lo que quiero desde pequeño pero también me enseñaron a luchar por lo que quiero.
Anubis se aserca tanto a mi que puedo sentir su respiración en mi cara, mi leona se emociona por su sercania pero yo la contengo.
-Y lo que más deseo es a ti Bastet.
No se responder a las palabras de Anubis tal vez solo sea una táctica para que baje la guardia de nuevo así que mejor me separó de el pero Anubis me toma de la cintura y me pega a su cuerpo pongo mis manos en su pecho para intentar poner un poco de distancia pero me encanta que me tomé de está forma tan fuerte, Anubis aserca su rostro asl vio y me doy cuenta de que está mirando mis labios, creo que me va a besar pero al último minuto se separa de mi y me suelta.
-Ven deseo que veas algo que hice para ti.
Anubis entra de nuevo por los pasillos y lo sigo en ves de escapar por el rio, me lleva por el pasillo que llega a su recámara pero abre una que está enfrente de está, es más grande que la suya y es muy bonita recortó el lugar.
-Esta será tu recámara de ahora en adelante, te e mandado a comprar cosas que tal vez acupes y espero que te gusten.
No le respondo a Anubis y entro al cuarto de baño donde ya hay vasijas con agua, no me vendría mal un baño me desvisto y me comienzo asiar.
Bastet.Mientras me baño pienso en si debo de salir de este territorio y buscar a mis hermanas o quedarme aquí en la compañía de Anubis mi leona me pide que me quedé pero deseo estar en la compañía de los míos, mi mente se siente dividida entre dos cosas y eso me asé sentir un poco extresada, terminó de ducharme y me envuelvo en una tela blanca de lino para salir e ir a los aposentos a descansar un poco pero Anubis está sentado en ellos mirando el suelo al percatarse de mi presencia se levanta y me muestra un recipiente de mármol blanco adornado de piedras azules.-Que es eso.-Es una de las mejores cremas para el cuidado de la piel.Tomo el recipiente y lo abro su aruma es suave, tomo un poco de su contenido y lo aprico por mi brazo, se siente ligera y deja mi piel igual de suave como cuando estaba en mi manada.-Le pido mi reina que me dé el honor de apricarla sobre su espalda.Mi leona desea con desesperación su contacto que es difícil luchar en contar de ella así que le doy el gus
Bastet. Me encantó todo lo que me hizo Anubis me recuesta a su lado, mi leona se siente complacida por su contactó y me pide quedarme a su lado y la verdad no deseo separarme de él, así que me quedo a disfrutar su tacto en mi espalda que es una de las cosas que más me gustan pero mi paz no dura mucho escucho un grito que proviene de la parte tracera del templó, es la voz de una mujer que no me agrada es Osiris y se escuchar con grita con molestia. -¡Maldito niño estúpido como te atreves a tocar mis ropas finas con tus manos llenas de tierra y mugre te daré un lección que jamás olvidarás! Aguarda dijo niño, escucho un grito de un niño me levanto deprisa y miro por la ventana Osiris está en el patio asotando a una mujer que intenta cubrir a un pequeño niño, me enfurece que esta m*****a víbora venenosa golpeó a la mujer de esa forma, me trasformo y brinco por la ventaba corro para interponer me entre la mujer y Osiris pero resibo un asote en mi pata delantera, Osiris al verme me mira c
Bastet.Estamos en silencio hasta que Anubis rompe el silencio con su voz gruesa que resuena en el salón principal.-Te pido disculpas por lo que presenciastes asé algunos minutos atrás, es que ya no se que aser con mi hermana Osiris cada día está más irritable e insoportable.-Por qué, que no le enseñaron su lugar en la manada o no está contenta con ello.-Siempre a querido mi puesto en la manada pero al ser una hembra no se puede.Valla pero que sorpresa una manada llena de machistas pienso eso con sacarmo ya que era algo que sospechaba por el comportamiento de Anubis, deberían de pensar más como una manada de leonés somos más civilizados.-Por qué me sentí tan bien cuando empezaste a ronronear.La pregunta de Anubis me saca de mi mente y le prestó más atención y lo veo ya tiene los ojos abiertos y me mira con detenimiento.-Es un don que nos dio la diosa Bastet nuestro ronroneo puede calmar a las bestias salvajes y se unen más de dos leonas pueden incluso curar heridas.-Pasare por
Bastet.El viaje en balsa es tranquilo y agradable me agrada tanta tranquilidad ya avía olvidado la paz que puede producir el agua, llegamos a una parte del río lleno de lirios de agua y a mi mente llega un amargo recuerdo que me aruina el paseo el día en que perdí a mi hermana Jazper y a mi madre, esa mañana nos escapamos Jazper y yo de las clases para ir al estanque y darle una sorpresa a mi madre recolectando flores, estábamos tan exsortas juntando las bellas flores que no nos dimos cuenta que mi madre caminaba cerca de allí estaba cuidando a mi hermana más pequeña Nala que apenas tenía 2 años, jamás vimos al cocodrilo que se asercaba de forma lenta y cilensiosa por el agua todo paso en cuestión de un abrir y cerrar de ojos solo pude gritar con pánico y horror al ver cómo el cocodrilo tomaba a Jazper del brazo y desaparecía en el agua, mis gritos atralleron la atención de mi madre que se transformó y entra al agua, fueron los minutos más largos de mi existencia pude volver a respir
Anubis.El sol sale y con el me levantó sin despertar a Bastet que solo se acomoda mejor entre las sábanas, me doy una ducha rapida y salgo de la recámara ya arreglado para hablar con los padres del hoy cadáver, llamo para que vengan a limpiar mi recámara pero les digo que no despierten a Bastet si sigue dormida y que si ya está despierta le traigan comida fresca y la ayuden a ducharse, llegó al gran salón y ya están los padres del hoy occiso.-Buenos días, como ya les habla dicho Asim el percance que tuvimos ayer, no sé si ustedes estaban al tanto de lo que planeaba su hijo pero debo decirles que estoy realmente molesto y estoy pensando seriamente en castigarlos a ustedes por criar a dos hijos tan deciles y tan poco leales, uno no supo cómo defenderse y el otro tuvo el valor no el descaro de atacar a mi pareja, que tienen que decir en su defensa.Ya en este punto estoy sentado en mi tronó mirando de forma amenazante a los padres que ya están temblando de miedo, estoy apunto de gritar
Bastet. Apresar de que Anubis me dió una recamara para mí sola no e dormido ni un día sola ya que todas las noches Anubis entra a mi recamara y me complace no solo por qué me pide permiso para entrar en mis aposentos si no que me complace de otra forma, es un hombre en toda la extensión de la palabra tiene mal carácter para algunas cosas pero está teniendo cada vez más paciencia, calma, tolerancia y más tratándose de mi, hemos planeado nuestro viaje para ir en busca de mis hermanas ya tenemos todo provisiones, los caballos y camellos, quienes nos acompañará y Anubis ya le dejo todo las instrucciones a Asim para que cuide de su manada en su ausencia, le dije a Anubis que puedo ir sola pero ya me dejó en claro que eso no va a pasar, hoy es el gran día que viajaremos por el desierto, estoy ansiosa pero me siento en calma ya que Anubis vendra conmigo está despidiéndose de Asim y de su hermana que por primera vez le veo una sonrisa, Anubis se aserca a mi y me da una sonrisa burlona. -Qué
Anubis. Siento un calor en mi espalda y escucho un fuerte ronroneo que me ase sintir calmado y muy tranquilo, puedo persivir el aroma de Bastet mezclado con aroma a caballo, mi lobo me pide que abra los ojos que tengo algo muy importante que aser y que mi pareja esta en peligro así que los abro de golpe y lo primero que veo es a Bastet que me da una sonrisa. -Que bueno que decidiste quedarte con los vivos. -Bastet, mi bella flor del desierto jamás te dejaría. -Hay que lindo. Escucho la voz de Asim y me doy cuenta que estoy cerca de los establos y rodiado de las hermanas de Bastet. -Alfa me preocupastes mucho y mas cuando regresaron dos guardias heridos que nos informaron que los emboscaron en el desierto y habías perdido la vida pero eso lo vi muy difícil de creer eres más duro que la carne de camello. Me dan gracia las palabras de Asim pero en mi mente ronda algo mucho más importante por que esos guardias se revelaron y nos atacaron si son parte de mi mamada se que soy un poco
Bastet. En cuanto Anubis sale de la recamara mis hermanas me atacan con preguntás de una forma muy energética. -De dónde lo conoces. -Cuando tiempo tienes con el. -Desde cuándo tienes pareja. -Cómo lo conocistes. Also las manos para que me den tregua y se detengan, parecen niñas pequeñas la verdad extrañaba esto sus rostros, sus voces y la forma de actuar de cada una. -Tranquilas hay que bañarnos y allí les cuento. Entramos al baño y mis hermanas al ver el estanque artificial de Anubis dicen lo mismo que yo cuando me bañé aquí la primera vez, nos desvestimos y entramos, me estoy lavando el cabello y siento la mirada de mis hermanas sombre mi volteó y me miran con una sonrisa. -Qué. -Ya cuéntanos de dónde sacastes a ese hombre tan grande, músculo y moreno que has estado cuidando y siendo tan cariñosa. -Les daré un resúmen. Le cuánto todo lo que me a pasado con Anubis a mis hermanas, dos de ellas se emocionan y les da gusto que allá encontrado una pareja pero las gemelas dice