Cariñitos!! lamento no haber subido la semana pasada, me había quedado sin portatil y no tenía como acceder al libro, pero ya estoy de vuelta!!! Faltan pocos capítulos para el final!! Ya esty preparando una nueva historia para ustedes. jejeje Besoooooos
El grito de Sofía partió el aire en dos y despertó en ella un subidón de energía como nunca antes había sentido jamás. Con una velocidad sorprendente, Sofía se interpuso entre el lobo y Milena. Su daga brilló con una luz tenue, reflejando la ferocidad de sus ojos. La fuerza misteriosa que la había envuelto antes pareció resurgir, dándole una confianza renovada.El lobo enemigo gruñó, desafiante. Sofía, enfrentando al depredador con determinación, no retrocedió. Cada uno evaluaba al otro, midiendo la fuerza y la debilidad.—No te atrevas a tocar a mis amigos.El lobo, aparentemente indiferente a sus palabras, se lanzó hacia ella con velocidad asombrosa. La daga se movió en un arco preciso, encontrando su objetivo. El sonido de acero contra piel resonó en la noche y sabía que había más de un par de ojos asombrados con lo que estaba haciendo.Sin embargo, no tenía tiempo en esos momentos para ponerse a pensar de dónde estaba saliendo todo ese poder, aunque si que tenía una leve sospech
Gabriel no podía alejar los ojos del hombre enfrente suyo. Lo cierto es que hasta ese momento no había tenido conocimiento de que Lucyus hubiese tenido un hijo y estaba seguro de que si no lo estuviera viendo con sus propios ojos, no lo hubiese creído.A su lado el cuerpo de Azaleia estaba tenso y a la defensiva, lo que le hacía pensar que la bruja estaba tan sorprendida como él con la noticia y es que habían demasiados interrogantes alrededor de esta información. Para empezar, ¿Dónde estuvo durante la guerra? ¿Quién es la madre? Y lo más importante ¿Es él el responsable de toda la mierda que estaba pasando?Sus ojos escrutaron al lobo enfrente suyo, debían tener aproximadamente la misma edad y aunque le estaba sonriendo con socarronería, podía notar el toque de nerviosismo que cubría por momentos su mirada. Estaba más que claro que no esperaba verlo ahí.—Su hijo, dices— Habló finalmente, empleando un tono de voz despreocupado que distaba mucho de cómo se sentía en realidad—Me parece
Gabriel estaba desesperado. Las palabras de Rowan no dejaban de repetirse en su mente y el hecho de no tener cobertura para poder llamar a sus lobos y saber de la situación en la cabaña lo empeoraba todo.Lo único bueno era que Azaleia había conseguido concluir el hechizo, lo que significaba que el hijo de puta de Lucyus se iba a quedar en el maldito infierno donde pertenece.—Alfa, puede ir adelante en su forma de lobo y yo me quedo con el auto—la voz de Azaleia lo hizo girar el rostro al asiento del copiloto donde la bruja se encontraba.Lo cierto era que él había pensando en hacer eso mismo nada más salir de esa maldita mansión, sin embargo no sabía si Sofía iba a estar herida cuando llegara y de ser así la presencia de la bruja era indispensable. No podía arriesgarse.—No, si algo ha pasado lo mejor es que llegues conmigo, solo tú puedes tratar a mi luna, lo sabes.Casi dos horas después consiguió finalmente que su celular tuviera cobertura, en el momento en que Blake le contestó
Dolor, lo único que Sofía podía sentir era un dolor tan agudo que eliminaba cualquier otro tipo de pensamiento. Era como si le estuvieran desgarrando las entrañas de dentro hacia afuera y sabía que se trataba de su bebé, lo que la angustiaba mucho más, pero por más que quería no conseguía reaccionar. Entonces sintió como todo su cuerpo comenzó a vibrar y aún en medio de la inconsciencia en la que sabía que estaba, supo que Gabriel estaba ahí. Era como si todas sus terminaciones nerviosas pudieran reconocerlo y tal vez fue eso lo que le dio la fuerza necesaria para finalmente abrir los ojos. Fue ahí cuándo el verdadero suplicio empezó. —Ahhhhhh! — gritó eso fue lo primero que salió de ella, antes de encontrarse con esa mirada gris plomo viéndola entre aliviado y aterrado. —Nena, oh por la luna, nena, pensé que no despertarías—me dice, pero no puedo concentrarme en sus palabras porque una ola de dolor me hace doblarme sobre mi propio cuerpo. —¡¡No puedo!! Gabriel… la bebé… ¡Por fav
El sol se asomaba en el horizonte cuando la pequeña familia caminó hacia la mansión de los Lycan. La paz había regresado a sus vidas, y aunque las cicatrices del pasado aún se dejaban sentir, el amor que los unía era más fuerte que nunca. La manada los recibió con alegría y alivio. Sofía podía ver los rostros aliviados de todos y también la curiosidad antes la bebé que Gabrielllevaba en brazos y menos ni hablar de sus ojos fijos en sus manos enlazadas. Un grupo de lobos se arremolinaron alrededor de su alfa, pero este agotado y sonriente negó con la cabeza antes de decir: —Muy pronto se darán todas las respuestas, pero mientras tanto deben saber que la paz ha vuelto y la manada ya tiene a su luna. Los jadeos slo incrementaron ante las palabras de Gabriel, pero este impasible y dominante agarro mejor la mano de Sofía y se encaminó hacia la mansión. Una vez dentro, miró a Blake su segundo, antes de decir: —Busca a mi madre y traela a mi oficina. Entonces llevó sus ojos hacia ella y
HillStone no era para nada como Sofía se esperaba. El lugar parecía sacado de una revista de los pueblos más bellos del mundo, lo que dejaba en total discordancia la razón por la que estaba ahí.Desde hace 3 años había estado moviéndose de un lado a otro, huyendo de todo lo que la vinculaba con su familia y siguiendo un impulso que ni ella misma comprendía.Y fue justamente eso, y la propuesta de trabajo que le llegó, lo que la llevó hasta donde estaba, debido a una serie de asesinatos que tenían consternados a todos los habitantes y no era para menos.Sus ojos evaluaban la gravedad de las heridas de los cadáveres, sus manos metidas en guantes de latex quirurgico revisan la profundidad de los cortes y por extraño que sea su primer pensamiento fue que no parecía haber sido hecho por un humano: Los cuellos estaban desgarrados, pero las marcas de las uñas no podrían corresponder ni al humano más grande. Lo que podría haber sido obra de un animal, de no ser por el hecho de que los ojos h
Una semana, una maldita semana entera fue el tiempo que le tomó a los oficiales de este pueblo conseguir una orden de interrogatorio para el enigmático Gabriel Nightshade, aún cuando todas las víctimas habían sido encontradas en la frontera que daba con su territorio.Sin embargo, el día finalmente había llegado y por alguna razón se sentía nerviosa y ansiosa, pero quería achacar eso al hecho de que finalmente podría encontrar al responsable de los asesinatos.Tomando un respiro caminó directo hacia la salita de interrogatorios en donde el detective Collin ya se encontraba, seguramente muerto de los nervios, y tomó un respiro antes de abrir. Sin embargo, nada la preparó para lo que estaba a punto de ver pues las fotografías no le hicieron ni pizca de justicia al hombre sentado frente a ella. Era imposible no notar lo atractivo que era, a pesar de su apariencia amenazante. Su mirada intensa y su cabello oscuro agregaban un aire de misterio que la hizo sentir una atracción instantánea.
Gabriel no podía alejar la mirada de la mujer enfrente de él, nunca antes se había sentido tan atraído por una humana y ahora simplemente no podía sacarla de su mente, razón por la cuál la había seguido hasta ahí. Pero es que debía admitir que la mujer con su cabello castaño, su piel de porcelana y esos ojos oscuros y profundos lo tenía cautivado.Sin embargo, eso no era lo que lo tenía paralizado en estos momentos, no, lo que lo tenía alucinando era que él había intentado utilizar su poder de hipnosis con ella para hacer que se largara del pueblo y dejara de meterse en su camino, pero su sorpresa fue absoluta cuando nada pasó.Ella era totalmente inmune a él y eso era algo que en sus más de ciento cincuenta años nunca antes le había pasado.Joder, él era no solo el Alfa más poderoso de todos los tiempos, sino que además era el Rey de los alfas, lider de todas las especies, entonces ¿Cómo demonios esto era posible? La voz suave y sedosa de la humana llenó sus oídos haciendo que sus o