Parece que Ryan y Vane empiezan a ser amigos. ¿Qué opinan ustedes?
—¿Ya no quieres conocer a tu papá? —investigó Hope a Ava, una vez que habían terminado las tareas, ambas se hallaban sentadas en una alfombra de felpa que adornaba la alcoba. —No, ya no quiero saber nada de él —habló con sinceridad la niña—, no estaba triste por ese señor, sino porque mi mamá se peleó con el tío Ryan, él me agrada, era por él que me sentía así, pensé que ya no lo volvería a ver ni a ti. —Abrazó a Hope. Hope correspondió el abrazo de Ava. —También me sentí triste, en el recreo me sentaba sola. —Apretó los labios para no llorar—, no vuelvas a separarte de mi lado, eres mi única amiga. Ava la abrazó con fuerza. —No lo volveré a hacer. —Se quedó pensativa. —¿Tu tío tiene alguna novia? Hope se llevó el dedo índice a los labios, se puso a pensar. —Que yo sepa no. Ava ladeó los labios, y tomó de las manos a Hope. —A mí me gustaría tener un papá como el tío Ryan. ¿Te agradaría que mi mamá se convirtiera en la tuya? —¡Por supuesto! —contestó Hope con la mirada brillan
Días después.Vanessa se hallaba en la oficina de la terapista de Ava, la doctora la llamó porque había sacado conclusiones importantes.—Ava confesó que no estaba triste por el tema del papá, sino porque ha generado un vínculo con un señor Ryan, simpatiza mucho con él. ¿Es algún familiar?Vanessa abrió sus ojos, con sorpresa, y luego inhaló profundo.—Es el tío de su mejor amiga, y sí ellos tienen buena relación. —Se quedó pensativa. —¿Todo el enojo y la depresión era por él?La doctora asintió.—Ve en él una figura paterna, se siente segura a su lado, no sé qué tipo de relación tengas tú con ese hombre, pero lo cierto es que a tu hija le hace bien su compañía.«¡No puede ser!» pensó Vane.—Solo somos amigos —respondió Vanessa, sacudió su cabeza—, lo vas a conocer, él quiere que trates a su sobrina, la niña tiene problemas para relacionarse con otros niños.—Estaré encantada de recibirlos —contestó la doctora—, con Ava volvemos a las terapias una vez por semana, ya no es necesario tr
Luego de aquel bochornoso incidente, Vanessa tomó el tren, se sentó en un asiento vacío y empezó a mirar los anuncios de empleo en el periódico. Había uno que decía asistente de gerencia en una compañía de seguros, así que marcó un círculo. «Necesito encontrar empleo con urgencia, ha pasado ya más de un mes desde que me botaron de Bosch, y requiero pagar mis deudas» pensó sintiendo preocupación, entonces recordó un episodio de su vida años atrás. “Ava era apenas una bebé de un año, estaba aprendiendo a caminar cuando se enfermó gravemente del estómago, Vanessa desesperada la llevó al hospital, la atendieron de la mejor manera, pero ella tuvo que faltar varios días a su empleo en aquel almacén de ropa, y cuando volvió, había sido sustituida por una muchacha sin hijos” “—Pero yo necesito trabajar, tengo una hija pequeña —suplicó al gerente de recursos humanos” Pero aquel hombre de corazón implacable no se apiadó de ella. Le entregó su liquidación, y eso le alcanzó para sobrevivir
—Son Ava y Hope —susurró conmovida. —¡Qué hermoso! —Se llevó la mano al pecho, mirando como las dos aparecían sentadas en unos columpios llenos de flores. —Me alegra que te guste. —Ryan sonrió complacido. —¡Es hermoso! —exclamó con la voz entrecortada sin dejar de ver el cuadro—, las has plasmado tan real, se ven tan felices ambas. —El corazón se le encogió. Ryan deglutió la saliva con dificultad, inhaló profundo. —Son dos ángeles —susurró. Vanessa elevó su rostro, lo observó a los ojos, se reflejó en ellos. —Así es, desde el día que supe que Ava venía en camino, se convirtió en mi motor, ella me dio las fuerzas para levantarme a pesar de que había días que sentía que las fuerzas me abandonaban, ver el tierno rostro de mi niña, me devolvía las esperanzas —confesó. Ryan parpadeó, su mirada se cubrió de una fina capa de melancolía. A su mente antiguos recuerdos de la maravillosa mujer que era su madre se le vino a la memoria. —Mi mamá decía algo similar. —La voz se le quebr
Vanessa había conseguido el empleo de asistente de presidencia en una compañía de seguros; sin embargo, el ambiente laboral en aquella compañía era tenso. Cuando pedía ayuda, o que le informaran sobre algo que no sabía, nadie la apoyaba, y se sentía perdida. Un golpe secó la sacó de sus cavilaciones. Notó que una de sus compañeras colocó encima de su escritorio varios folders. —Pasa estas pólizas al sistema de la empresa, el jefe lo requiere ya —ordenó. —Pero aún no me han capacitado con respecto al sistema —expuso Vanne—, apenas llevaba dos días y no le habían dado la respectiva inducción. —Ese no es mi problema, debiste pedir que te entrenaran apenas llegaste —mencionó resoplando, la miró con desprecio—, yo no sé por qué el jefe te dio el cargo, eres una inepta, seguramente te estás acostando con él. Vanessa se puso de pie de un solo golpe, enfocó su vista en la mujer, y la apuntó con el dedo. —A mí me respetas, yo no soy ninguna inepta —vociferó hablando fuerte—, tampoco
Vanessa se quedó estática al escucharlo, y luego sintió que la ira reverberaba en sus venas, rememoró la manera injusta que fue echada de Bosch, entonces giró y plantó su verdosa mirada en los ojos de Ryan. —¿No lo sabes? ¿Acaso no estás enterado de las trampas que usa la compañía de tu familia, para vender autos? —vociferó respirando agitada. Ryan juntó sus cejas, confundido, él no tenía la menor idea de lo que ocurría en Elliot Knight, jamás le interesó ser parte de la empresa familiar. —¿Qué dices? ¿De qué estás hablando? ¿Qué tiene que ver mi familia en tu despido? —indagó. Vanessa bufó con incomodidad. —¡No lo puedo creer! —exclamó y apretó los puños. —¿Es en serio? ¿Jamás te ha importado el negocio familiar?Ryan resopló, y se aclaró la voz. —Tuve un conflicto con mi hermano, y decidí alejarme de la familia, por siempre, jamás imaginé que tendría que volver, y hacerme cargo de la empresa y de Hope —explicó—, en estos días asumiré la presidencia, muy a mi pesar, y necesito
Aquella pregunta retumbó en la mente de Vanessa. «¡Por supuesto que deseaba limpiar su nombre!»—Claro, es lo que más anhelo —expuso, lo miró con seriedad. —Bien, entonces te tengo una propuesta —comentó y también plantó su vista en ella. —¿Qué propuesta? —cuestionó Vanne, elevando una de sus cejas. Ryan se acercó a ella, y se aclaró la voz. —Yo no tengo idea de ese negocio, me siento perdido, necesito alguien con tu experiencia que me asesore, así que te propongo convertirte en la nueva vicepresidenta comercial de Eliot Knight Cars —enfatizó—, no me respondas de inmediato, pero piensa que tendrás a Robert bajo tu mando, que le haremos confesar a ese tipo su trampa, y lo más importante saldrás de tus apuros económicos. «¿Trabajar juntos?» pensó Vanessa. La idea no era descabellada, ansiaba desenmascarar a Robert, pero aún más a Caleb Bosch y demostrar su inocencia; sin embargo, estar cerca de Ryan era un peligro, ahora no conforme con verse a diario por las tardes, tendrían qu
«Yo no me sacrifiqué cuidando de mi hija, y estudiando a la vez para que me humillen de esta forma, sé que todo trabajo es honrado, y no me pesaría trabajar haciendo la limpieza, pero no voy a permitir una vejación más» —¿Qué esperas? ¿No escuchaste lo que ordenó el señor Anderson? —gritó Madeleine. Se acercó a ella con el carro de los útiles de limpieza, y lo empujó. Vanessa reaccionó a la brevedad, y lo detuvo con el pie. —Ningún trabajo es deshonra, mientras sea honesto —enfatizó irguiendo la barbilla—, pero no me sacrifiqué tanto para venir a lavar baños, prefiero renunciar —enfatizó—, a mí no me humillan. —Empujó el carro hacia Madeleine y salió de aquella compañía. La mujer se quedó con la boca abierta, sorprendida de la reacción de Vanessa, al igual que su jefe. **** Ryan rascaba su barbilla, pensativo, mientras ordenaba al auditor hacer un examen financiero a la empresa de la familia. —Requiero sabe en qué estado está la compañía antes de hacerme cargo —enfatizó Ryan