Queridos lectores mil gracias por acompañarme en este proyecto, espero haya sido de su agrado. Han quedado dudas con respecto a Majo, su novio, el abogado, más de ellos lo tendrán en los próximos capítulos de: No sabía que tuvimos dos hijos, recuerden que María Joaquina es hermana del protagonista. También les informo que habrá epílogo y si Dios lo permite lo publicaré el día miércoles, mil gracias una vez más, no olviden sus reseñas y comentarios.
Varios meses después. Música suave se escuchaba en las bocinas colocadas en el jardín principal de la nueva casa de la familia Knight Johnson. Varios globos rosas y azules en forma de arco se erguía encima de la mesa en donde se había colocado el gran pastel. En otra de las mesas había varias tablas con carnes frías y quesos, y en otra postres para los niños. Las mesas de los invitados estaban bajo una carpa blanca, y tenían varios adornos alusivos al acontecimiento. En la entrada principal, un taxi aparcó, una mujer bajó y agarró de la mano a su hijo, el adolescente le apretó con fuerza de la mano. —Tengo miedo, ¿crees que me reconozcan ahora que ya me veo diferente? —indagó inhalando profundo. La madre de Noah, lo miró con ternura. —Ahora te ves muy guapo, y estás saludable que es lo importante, estoy segura de que Hope va a quedar impresionada. —Sonrió. Las mejillas del adolescente se tiñeron de carmín, y luego junto a su madre ingresó al jardín, buscaron a Vanessa
Era el día del baby shower de Vanessa y Ryan, el despertador del móvil de Jordan había sonado en repetidas ocasiones, pero él todas las ignoró, se había desvelado la noche anterior, con una rubia de exuberantes curvas. Desde que su esposa lo traicionó vendiendo información importante a la competencia, él ya no volvió a confiar en ninguna mujer, sus aventuras duraban una noche, y al día siguiente todo era borrón y cuenta nueva. De nuevo el móvil sonó y esta vez no era la alarma del despertador, era una llamada. Jordan aún adormecido estiró su mano para buscar su teléfono en la mesa de noche, y en vez de agarrarlo lo hizo caer a la alfombra, y el repique no cesaba. —¡Mierd@! —resopló, se sentó en la cama, la cabeza le dolía producto de la resaca. Se inclinó frunciendo el ceño y agarró su móvil. —Te estamos esperando, solo faltas tú para empezar el baby shower —recriminó Ryan al otro lado de la línea—, te recuerdo que eres el padrino de mi hija o hijo —expuso. Jordan se llevó la man
Karol abrió los labios, jadeó sorprendida, bufó y negó con la cabeza. —No te confundas, qué podría ser al revés —expresó orgullosa altiva, venía de una familia de mujeres fuertes, y ella no era la excepción—, anda mueve tu traser0 y retira esa carcacha, que obstaculizas el paso de mi Lamborghini. —¿Carcacha? ¡Es un Ferrari! —musitó apretó los puños, su rostro mostró una expresión de seriedad, si algo le molestaba era que se metieran con su auto, era su más preciado bien. —Un auto barato —murmuró Karol con desdén—, te recuerdo que el fabricante de tu amado Ferrari le dijo a Ferruccio Lamborghini que siguiera fabricando tractores, y mira construyó un auto mejor que el tuyo. —Señaló con su mano a su vehículo. —Este auto tiene para mí no tiene valor, es invaluable, porque ha estado conmigo en las buenas y malas. —Miró a Karol—, hay cosas que el dinero no puede comprar —refutó. Karol bufó se hizo a un lado para dejarlo pasar y que por fin moviera su vehículo. Jordan subió encendió
Tiempo después, la casa de Fresno de Caroline la madre de Vanessa había sufrido algunas remodelaciones, ahora era una hermosa finca, con exhuberante vegetación alrededor, había una pérgola en donde las niñas, que ya prácticamente eran adolescentes, solían jugar y divertirse. Además, habían ampliado el vivero, en donde cultivaba las más hermosas rosas junto a su pareja Harrison. Luego de tres años de relación, por fin Caroline le dio el sí a su novio, y ese día se iba a celebrar su boda. Varias carpas blancas estaban acomodadas afuera cubriendo las mesas de los invitados que lucían hermosos manteles dorados, y fina vajilla, la mesa principal mostraba exquisitos bocaditos, postres, el pastel de los novios era de tres pisos. En una de las habitaciones Vanessa ayudaba a su madre a colocarse el vestido de novia, era blanco marfil, Caroline jamás pensó casarse y ahora que lo iba a hacer por primera vez quería una boda de ensueño. —Te ves preciosa mamá. —La voz de Vane se entrecortó—
New York City, Usa. —¡Debes abortar! —ordenó el hombre con voz enérgica. Aquella frase retumbó en el corazón de la mujer. —¿Perdona? —Vanessa no podía creer lo que escuchaba. La chica había viajado durante casi cinco horas, desde el hospital de la universidad, donde se había ganado una beca para estudiar Administración de Empresas, hasta la oficina de su novio. De camino hacia allá, fue pensado dedicar más tiempo al cuidado de su bebé. Vanessa creía que su novio Raúl Bautista, que decía amarla, estaría encantado con la noticia, después de todo parecía tan enamorado de ella que la instó encarecidamente a no usar protección esa noche y ella aceptó vacilante, pensando que él sería responsable, ya que había jurado hacerlo. —¡Yo no me puedo hacer responsable de una criatura en este momento! —exclamó contrariado, y continuó—: Mira, Vanessa, eres demasiado joven, vas a truncar tus estudios. —Se llevó la mano a la frente—, además, estoy en el mejor momento de mi carrera, un bebé solo b
Once años después. San Francisco, California. —¿Ava Jonhson, quieres llegar tarde de nuevo a la escuela? —cuestionó Vanessa a su hija de diez años—, tardas horas en ponerte el uniforme —rebatió, mientras colocaba unos documentos en su portafolio—, date prisa niña, yo tengo una junta importante en la empresa. La pequeña salió de la alcoba, resopló. —No quiero ir a la escuela —dijo la niña, apareciendo en pijama—, lo que yo deseo es conocer a mi papá —reclamó—, mi mejor amiga: Hope Knight, tiene una familia, su padre siempre va por ella, y en las reuniones escolares están todos juntos —refutó y mordió sus labios. Vanessa volvió a sentir aquella punzada en su pecho, el corazón le sangraba cada vez que su hija reclamaba por su padre. «¿Cómo le digo que ese hombre no quiso que naciera? ¿Cómo le cuento que fui una ingenua que caí en las garras de un hombre casado?» se cuestionó y su pecho ardió. —Hemos hablado sobre esto Ava, tu papá tiene mucho trabajo, vive en Europa, no puede venir
Ryan la miró con atención, era físicamente idéntica a Paige, su ex novia, jamás le interesó conocer a su sobrina, pues era la viva imagen de la traición, pero ahora que la tenía frente a él, y cuando sus ojos se reflejaron en los de la pequeña, en esa mirada llena de desconcierto, de miedo, y desesperación, algo en él cambió. Rememoró como se sintió el día que murió su madre, y por muy extraño que pareciera se identificó con Hope, ambos habían quedado desprotegidos, siendo aún niños. Entonces por un extraño impulso, quizás el llamado de la sangre, extendió su mano a Hope, pero para la niña, su tío era un perfeto desconocido, minutos antes había visto frialdad en su mirada, tembló de miedo, se aferró a la abuela, escondió su cabeza en el pecho de la señora. «Ven pronto Ava» suplicaba en su mente, anhelaba escapar de ahí, no se sentía a gusto ante la presencia de ese desconocido. «Quiero irme contigo Ava, llévame con tu mamá» rogaba en su interior y no paraba de llorar. Ryan no quiso
—Hace algunos días que estás bajo mi mando y ahora eres tan lenta para hacer tareas básicas y tan sencillas. ¿Qué tipo de trabajo se le puede encomendar a alguien como tú? El hombre interrogó en un tono de voz provocativo, se reclinó en su sillón de cuero, en el puesto de jefe, cruzó las piernas, ladeó la cabeza y miró de arriba abajo a la atractiva mujer de vestido corto, que tenía delante. —Vengo por el reporte de ventas. La mujer que estaba frente a él, miró directo al hombre a los ojos, apretó los labios, intentando mantener la calma mientras pensaba como responder. No es que no le convenciera este nuevo jefe que había llegado en paracaídas, es que realmente: Caleb Bosch Jr. el sobrino del fundador de la empresa, no tenía mucha experiencia en el campo automotriz, hasta el punto de que sus compañeros hablaban de la inhabilidad de este nuevo CEO. —¿Me estás escuchando? —elevó el tono de voz—. No creas que porque lleves unos años de vicepresidente puedes pasar por encima de mí, ¡