Y estamos ya a un paso del final, agradezco a quiénes han llegado hasta aquí, la siguiente actualización será el día martes, no olviden leer mis demás libros, seguir mi perfil aquí en Buenovela.
Vanessa se aferró al cuerpo de su esposo, su calidez, y amor le brindaban paz, agradeció a Dios que la vida los juntara, pues sus historias eran similares, ambos eran hijos de madre soltera, y sus mamás habían sido las mejores. —Vamos a casa, cariño, debes descansar, recuerda que tienes un bebé que cuidar. Vanessa asintió, y rozó sus labios con los de él. —Tienes razón, además tengo mucha hambre, pero pasemos antes por un batido de avellana —solicitó apretando sus labios. Ryan la miró con ternura. —Claro, estoy presto a complacer todos tus antojos. —Ladeó una sonrisa, la tomó de la mano y salieron de la oficina. ****Varios minutos después la pareja llegó a su apartamento. Ryan se sorprendió de ver a Jordan sentado en la sala.—¡Amigo! —exclamó, se aproximó y cuando Jordan se puso de pie, se fundieron en un abrazo. —Ten cuidado, aún duele la herida. —Lo siento. —Se disculpó Ryan, sonrió, su amigo se convirtió en el hermano que jamás tuvo. —Me da gusto verte mejor —contestó Van
Majo arrugó la nariz, sintió ganas de abofetearlo, pero no iba a caer en sus provocaciones. —Mire doctor Arismendi, déjeme en paz, caso contrario voy a acusarlo de acoso —musitó con firmeza. Salvador sonrió, con esa expresión de ironía. —Para eso necesitaría pruebas, y hasta donde yo sé en el bar no la obligué a nada —murmuró triunfante—, pero no vine a revivir eso, sino a pedirte que destruyas a Ralph Knight —solicitó con firmeza, con la mirada oscura, y los labios apretados. —Ese es mi trabajo, no tienes que pedírmelo —contestó ella. —Con lo que tienes no lo vas a lograr, tiene un ejército de abogados corruptos. —¿Encabezados por ti? —indagó Majo, irguió la barbilla, lo miró con atención. La seriedad que él puso en su mirada, provocó que Majo se erizara, no le tenía miedo, pero en ocasiones Arismendi parecía poseído por el mal. —Yo jamás aceptaría un caso de esos, tendría las de perder, y Salvador Arismendi, jamás pierde, siempre consigue lo que se propone. —La recorrió con
Uno de los guardias agarró del brazo a Ryan, y los otros llevaron a Ralph a la celda, la pesadilla había terminado. —Ya tranquilo —le suplicó Vanessa, lo miró con ternura, con esos ojos color esmeralda que le provocaban tanta paz. Ryan soltó un resoplido, y recordó que ahora ya no estaba solo, que tenía una familia, y un bebé en camino a quién cuidar y proteger, entonces abrazó a su esposa. —Tienes razón amor, ya no vale la pena —contestó, y los tres salieron de la corte, afuera se encontraron con la abogada. —Muchas gracias, has hecho un excelente trabajo, nos gustaría seguir contando con tus servicios. Majo les brindó una cálida sonrisa. —No lo habría logrado, sin la ayuda del doctor Arismendi, y claro que me encantaría tener al consorcio Knight en la lista de mis clientes, voy a abrir mi propio bufete de abogados. —Te deseamos el mejor de los éxitos —expuso Vanessa con sinceridad. —Muchas gracias. —Majo sonrió—, la empresa en un par de días dejará de ser intervenida, lament
Vanessa, Ryan y las niñas volvieron al aeropuerto, se embarcaron en el jet privado de él, y partieron rumbo a España. Vanessa casi durmió todo el vuelo, era compresible por su embarazo, las niñas comieron, jugaron y cansadas también se durmieron. Aproximadamente a las 10:00 pm hora de Madrid el jet aterrizó en el aeropuerto. Vanessa, las niñas, y Ryan bajaron del avión, pasaron por los controles migratorios, y un chofer los esperaba afuera. Enseguida subieron al auto y empezaron a transitar por las calles de Madrid, las niñas iban mirando aquellas edificaciones modernas, mezcladas con aquel estilo barroco, Ryan les iba contando acerca de todos los cambios que había sufrido la ciudad en materia de arquitectura. Entonces llegaron a un gran edificio de estilo moderno, revestido de cristales. —Bienvenidas a su destino —dijo Ryan, las miró a las tres, complacido. Enseguida ayudó a su esposa a viajar del auto, y el chofer lo hizo con las niñas—. Este edificio yo lo diseñé —comentó orgull
Varios meses después. Música suave se escuchaba en las bocinas colocadas en el jardín principal de la nueva casa de la familia Knight Johnson. Varios globos rosas y azules en forma de arco se erguía encima de la mesa en donde se había colocado el gran pastel. En otra de las mesas había varias tablas con carnes frías y quesos, y en otra postres para los niños. Las mesas de los invitados estaban bajo una carpa blanca, y tenían varios adornos alusivos al acontecimiento. En la entrada principal, un taxi aparcó, una mujer bajó y agarró de la mano a su hijo, el adolescente le apretó con fuerza de la mano. —Tengo miedo, ¿crees que me reconozcan ahora que ya me veo diferente? —indagó inhalando profundo. La madre de Noah, lo miró con ternura. —Ahora te ves muy guapo, y estás saludable que es lo importante, estoy segura de que Hope va a quedar impresionada. —Sonrió. Las mejillas del adolescente se tiñeron de carmín, y luego junto a su madre ingresó al jardín, buscaron a Vanessa
Era el día del baby shower de Vanessa y Ryan, el despertador del móvil de Jordan había sonado en repetidas ocasiones, pero él todas las ignoró, se había desvelado la noche anterior, con una rubia de exuberantes curvas. Desde que su esposa lo traicionó vendiendo información importante a la competencia, él ya no volvió a confiar en ninguna mujer, sus aventuras duraban una noche, y al día siguiente todo era borrón y cuenta nueva. De nuevo el móvil sonó y esta vez no era la alarma del despertador, era una llamada. Jordan aún adormecido estiró su mano para buscar su teléfono en la mesa de noche, y en vez de agarrarlo lo hizo caer a la alfombra, y el repique no cesaba. —¡Mierd@! —resopló, se sentó en la cama, la cabeza le dolía producto de la resaca. Se inclinó frunciendo el ceño y agarró su móvil. —Te estamos esperando, solo faltas tú para empezar el baby shower —recriminó Ryan al otro lado de la línea—, te recuerdo que eres el padrino de mi hija o hijo —expuso. Jordan se llevó la man
Karol abrió los labios, jadeó sorprendida, bufó y negó con la cabeza. —No te confundas, qué podría ser al revés —expresó orgullosa altiva, venía de una familia de mujeres fuertes, y ella no era la excepción—, anda mueve tu traser0 y retira esa carcacha, que obstaculizas el paso de mi Lamborghini. —¿Carcacha? ¡Es un Ferrari! —musitó apretó los puños, su rostro mostró una expresión de seriedad, si algo le molestaba era que se metieran con su auto, era su más preciado bien. —Un auto barato —murmuró Karol con desdén—, te recuerdo que el fabricante de tu amado Ferrari le dijo a Ferruccio Lamborghini que siguiera fabricando tractores, y mira construyó un auto mejor que el tuyo. —Señaló con su mano a su vehículo. —Este auto tiene para mí no tiene valor, es invaluable, porque ha estado conmigo en las buenas y malas. —Miró a Karol—, hay cosas que el dinero no puede comprar —refutó. Karol bufó se hizo a un lado para dejarlo pasar y que por fin moviera su vehículo. Jordan subió encendió
Tiempo después, la casa de Fresno de Caroline la madre de Vanessa había sufrido algunas remodelaciones, ahora era una hermosa finca, con exhuberante vegetación alrededor, había una pérgola en donde las niñas, que ya prácticamente eran adolescentes, solían jugar y divertirse. Además, habían ampliado el vivero, en donde cultivaba las más hermosas rosas junto a su pareja Harrison. Luego de tres años de relación, por fin Caroline le dio el sí a su novio, y ese día se iba a celebrar su boda. Varias carpas blancas estaban acomodadas afuera cubriendo las mesas de los invitados que lucían hermosos manteles dorados, y fina vajilla, la mesa principal mostraba exquisitos bocaditos, postres, el pastel de los novios era de tres pisos. En una de las habitaciones Vanessa ayudaba a su madre a colocarse el vestido de novia, era blanco marfil, Caroline jamás pensó casarse y ahora que lo iba a hacer por primera vez quería una boda de ensueño. —Te ves preciosa mamá. —La voz de Vane se entrecortó—