¿Cómo le irá a Vane en su nuevo empleo? ¿Logrará Ryan poder ver a solas a Ava? ¿Querrá recibirlo?
Ryan llegó con Hope de la escuela, en la mañana había entrevistado a varias personas para el cargo de gerente, pero nadie lo había convencido, justo cuando entraron al edificio el guardia se acercó.—Señor Knight, la niña está con la abuela, la madre no se encuentra —avisó.Ryan asintió, ladeó los labios, era la oportunidad que estaba esperando para hablar con Ava.—Gracias George. —Sacó un billete de cincuenta dólares y lo colocó en las manos.Enseguida subió con Hope a su apartamento, habían venido almorzando en un restaurante, al no tener a nadie que se quedara a cargo de su sobrina mientras él trabajaba, decidió hacerlo desde su hogar, para no descuidar a la pequeña.—Hope, voy a ir a charlar con Ava, cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme al móvil, tampoco le vayas a abrir la puerta a nadie. ¿Estarás bien?La mirada de Hope se iluminó al escucharlo.—Espero todo salga bien —mencionó y suspiró—. Tío Ryan ¿puedes inclinarte un poco?Ryan no comprendió para qué, pero lo h
El corazón de Ava se agitó por completo, se abrazó con fuerza a Ryan, empezó a llorar. —Yo no quiero que mi mamá se vaya a morir —gimoteó—, ya no deseo conocer a ese mal hombre, me portaré bien con mi madre. —Sollozó. Ryan la cobijó entre sus brazos. —Tranquila, Vanessa no se va a morir, pero necesita mucho tu cariño, tus cuidados, además también hay alguien que te extraña mucho y espera que vuelvas pronto a la escuela. Ava mordió su labio inferior, suspiró. —También extraño a Hope, mañana volveré al colegio, lo prometo. —Sonrió—, pero también me haces falta, me agrada tu compañía. Ryan ladeó los labios al escucharla, inhaló profundo. «¿Desde cuándo tenía ese imán con los niños?» se cuestionó. Quizás porque tenía en común con Ava, su pasado como hijo de una mujer admirable al igual que Vanessa, que lo sacó adelante sin necesitar ayuda de aquel mal hombre. Y con Hope se identificaba porque podía ver en los ojos de su sobrina el deseo de no ser manipulada por la abuela Rose, sino
Vanessa se hallaba en un estado de total conmoción, no lograba comprender que era lo que el señor Knight había hecho con Ava, pero el cambio de humor de la niña era evidente. Los ojos verdes de la niña se mantenían fijos en los de su madre, esperando su respuesta, entonces Vanessa se puso de pie. —Muchas gracias señor Knight —habló con sinceridad sintiendo su corazón agitado, y sin pensarlo dos veces lo abrazó. Hope y Ava se miraron entre ellas, ambas sonrieron. Ryan se quedó estupefacto ante esa demostración de agradecimiento de Vanessa, con la mano que tenía libre, la colocó sobre la espalda de la mujer. Vanessa percibió un corrientazo, que hacía mucho no sentía cuando la cálida mano de Ryan la tocó y la apretó con delicadeza, con esa cercanía, ella pudo inhalar el delicioso y varonil aroma de él, tan seductor, entonces abrió los ojos de golpe, y se separó. —Lo siento —se disculpó avergonzada. Ryan soltó un suspiro, la sensación de tener a Vanessa muy cerca de él, fue agradabl
—¿Ya no quieres conocer a tu papá? —investigó Hope a Ava, una vez que habían terminado las tareas, ambas se hallaban sentadas en una alfombra de felpa que adornaba la alcoba. —No, ya no quiero saber nada de él —habló con sinceridad la niña—, no estaba triste por ese señor, sino porque mi mamá se peleó con el tío Ryan, él me agrada, era por él que me sentía así, pensé que ya no lo volvería a ver ni a ti. —Abrazó a Hope. Hope correspondió el abrazo de Ava. —También me sentí triste, en el recreo me sentaba sola. —Apretó los labios para no llorar—, no vuelvas a separarte de mi lado, eres mi única amiga. Ava la abrazó con fuerza. —No lo volveré a hacer. —Se quedó pensativa. —¿Tu tío tiene alguna novia? Hope se llevó el dedo índice a los labios, se puso a pensar. —Que yo sepa no. Ava ladeó los labios, y tomó de las manos a Hope. —A mí me gustaría tener un papá como el tío Ryan. ¿Te agradaría que mi mamá se convirtiera en la tuya? —¡Por supuesto! —contestó Hope con la mirada brillan
Días después.Vanessa se hallaba en la oficina de la terapista de Ava, la doctora la llamó porque había sacado conclusiones importantes.—Ava confesó que no estaba triste por el tema del papá, sino porque ha generado un vínculo con un señor Ryan, simpatiza mucho con él. ¿Es algún familiar?Vanessa abrió sus ojos, con sorpresa, y luego inhaló profundo.—Es el tío de su mejor amiga, y sí ellos tienen buena relación. —Se quedó pensativa. —¿Todo el enojo y la depresión era por él?La doctora asintió.—Ve en él una figura paterna, se siente segura a su lado, no sé qué tipo de relación tengas tú con ese hombre, pero lo cierto es que a tu hija le hace bien su compañía.«¡No puede ser!» pensó Vane.—Solo somos amigos —respondió Vanessa, sacudió su cabeza—, lo vas a conocer, él quiere que trates a su sobrina, la niña tiene problemas para relacionarse con otros niños.—Estaré encantada de recibirlos —contestó la doctora—, con Ava volvemos a las terapias una vez por semana, ya no es necesario tr
Luego de aquel bochornoso incidente, Vanessa tomó el tren, se sentó en un asiento vacío y empezó a mirar los anuncios de empleo en el periódico. Había uno que decía asistente de gerencia en una compañía de seguros, así que marcó un círculo. «Necesito encontrar empleo con urgencia, ha pasado ya más de un mes desde que me botaron de Bosch, y requiero pagar mis deudas» pensó sintiendo preocupación, entonces recordó un episodio de su vida años atrás. “Ava era apenas una bebé de un año, estaba aprendiendo a caminar cuando se enfermó gravemente del estómago, Vanessa desesperada la llevó al hospital, la atendieron de la mejor manera, pero ella tuvo que faltar varios días a su empleo en aquel almacén de ropa, y cuando volvió, había sido sustituida por una muchacha sin hijos” “—Pero yo necesito trabajar, tengo una hija pequeña —suplicó al gerente de recursos humanos” Pero aquel hombre de corazón implacable no se apiadó de ella. Le entregó su liquidación, y eso le alcanzó para sobrevivir
—Son Ava y Hope —susurró conmovida. —¡Qué hermoso! —Se llevó la mano al pecho, mirando como las dos aparecían sentadas en unos columpios llenos de flores. —Me alegra que te guste. —Ryan sonrió complacido. —¡Es hermoso! —exclamó con la voz entrecortada sin dejar de ver el cuadro—, las has plasmado tan real, se ven tan felices ambas. —El corazón se le encogió. Ryan deglutió la saliva con dificultad, inhaló profundo. —Son dos ángeles —susurró. Vanessa elevó su rostro, lo observó a los ojos, se reflejó en ellos. —Así es, desde el día que supe que Ava venía en camino, se convirtió en mi motor, ella me dio las fuerzas para levantarme a pesar de que había días que sentía que las fuerzas me abandonaban, ver el tierno rostro de mi niña, me devolvía las esperanzas —confesó. Ryan parpadeó, su mirada se cubrió de una fina capa de melancolía. A su mente antiguos recuerdos de la maravillosa mujer que era su madre se le vino a la memoria. —Mi mamá decía algo similar. —La voz se le quebr
Vanessa había conseguido el empleo de asistente de presidencia en una compañía de seguros; sin embargo, el ambiente laboral en aquella compañía era tenso. Cuando pedía ayuda, o que le informaran sobre algo que no sabía, nadie la apoyaba, y se sentía perdida. Un golpe secó la sacó de sus cavilaciones. Notó que una de sus compañeras colocó encima de su escritorio varios folders. —Pasa estas pólizas al sistema de la empresa, el jefe lo requiere ya —ordenó. —Pero aún no me han capacitado con respecto al sistema —expuso Vanne—, apenas llevaba dos días y no le habían dado la respectiva inducción. —Ese no es mi problema, debiste pedir que te entrenaran apenas llegaste —mencionó resoplando, la miró con desprecio—, yo no sé por qué el jefe te dio el cargo, eres una inepta, seguramente te estás acostando con él. Vanessa se puso de pie de un solo golpe, enfocó su vista en la mujer, y la apuntó con el dedo. —A mí me respetas, yo no soy ninguna inepta —vociferó hablando fuerte—, tampoco