La charla entre Rose y April fue interrumpida cuando el gran portón de madera se abrió, y Ryan sosteniendo a Hope en sus brazos ingresó. April se puso de pie, su corazón brincó, lo recorrió con los ojos, estaba más apuesto y varonil, que la última vez que se vieron cuando eran unos jovencitos. Rose frunció los labios con evidente molestia. —Ve a dejar a la niña en la alcoba y baja a saludar a nuestros invitados —ordenó. —Buenas noches —saludó Ryan con cortesía, casi ignorando la presencia de April, pues la mente del hombre se hallaba dispersa, sus pensamientos se centraban en el escenario que estarían viviendo Ava y Vanessa. «¿Pero desde cuando le interesaba la vida de dos desconocidas?» se cuestionó. Llegó a la alcoba de Hope, la depositó en la cama, la niña aún hipaba, había llorado gran parte del camino, pensando que Ava ya no la quería, hasta que el cansancio la hizo dormirse. Ryan besó la frente de su sobrina. —Descansa pequeña, mañana será un nuevo día. Salió de la alcob
Tres días después. Era sábado en la mañana, cuando una de las empleadas de la mansión Knight bajó con varias cajas desde la habitación de Hope. La abuela observó con atención, arrugó la frente. —¿A dónde llevas eso? —Señaló con su bastón hacia las cajas. —Son varios objetos de la niña Hope, el señor Ryan me pidió que los empacara, para llevarlo al camión de la mudanza. —¿¡Mudanza!? —cuestionó la anciana, el tono de su voz cambió. —¿En dónde está Ryan? —¿Qué te ocurre, abuela? —cuestionó bajando las escaleras de la mano de Hope. —¿Me puedes explicar a dónde están llevando las cosas de mi nieta? —indagó con severidad, apoyándose en el bastón. —A nuestro nuevo hogar —comunicó Ryan con simpleza. —¿Qué? —vociferó la abuela, se llevó la mano al lado izquierdo del pecho—, no puedes alejarme de Hope —habló con la voz entrecortada—, ella es lo único que me queda de Roger, siempre ha vivido en esta casa. —Sus palabras fueron pronunciadas en un tono lastimero. —¿Verdad mi niña, que no te
Ryan recordó que Vanessa rechazaba sus llamadas, y que le advirtió que no lo quería cerca de su hija, ni de ella. Resopló, y luego pensó que del número del apartamento quizás sí respondería. Enseguida marcó al móvil de Vanessa. Vanessa se hallaba en el comedor, sentada frente el computador. Minutos antes había realizado el postre con Ava, le había propuesto a la niña ver una película, pero se negó y se fue a encerrar en la alcoba. Vane buscaba empleo en varias páginas de colocaciones, y enviaba su hoja de vida a las que podía. De pronto su móvil vibró sobre la mesa, arrugó el ceño, era un número desconocido, pensó que se trataba de alguna entrevista, de inmediato respondió. —Hola —saludó. —Buenas tardes, Vanessa —dijo con voz gruesa Ryan. Ella apretó los puños, respiró agitada. —Le dije que no quiero saber nada de usted. —Elevó el tono de voz. —¡Lo sé! —contestó Ryan—, pero Hope, quiere hablar contigo. —Le pasó el auricular a su sobrina. —Hola Vanessa, soy Hope —avisó la peq
Ryan llegó con Hope de la escuela, en la mañana había entrevistado a varias personas para el cargo de gerente, pero nadie lo había convencido, justo cuando entraron al edificio el guardia se acercó.—Señor Knight, la niña está con la abuela, la madre no se encuentra —avisó.Ryan asintió, ladeó los labios, era la oportunidad que estaba esperando para hablar con Ava.—Gracias George. —Sacó un billete de cincuenta dólares y lo colocó en las manos.Enseguida subió con Hope a su apartamento, habían venido almorzando en un restaurante, al no tener a nadie que se quedara a cargo de su sobrina mientras él trabajaba, decidió hacerlo desde su hogar, para no descuidar a la pequeña.—Hope, voy a ir a charlar con Ava, cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme al móvil, tampoco le vayas a abrir la puerta a nadie. ¿Estarás bien?La mirada de Hope se iluminó al escucharlo.—Espero todo salga bien —mencionó y suspiró—. Tío Ryan ¿puedes inclinarte un poco?Ryan no comprendió para qué, pero lo h
El corazón de Ava se agitó por completo, se abrazó con fuerza a Ryan, empezó a llorar. —Yo no quiero que mi mamá se vaya a morir —gimoteó—, ya no deseo conocer a ese mal hombre, me portaré bien con mi madre. —Sollozó. Ryan la cobijó entre sus brazos. —Tranquila, Vanessa no se va a morir, pero necesita mucho tu cariño, tus cuidados, además también hay alguien que te extraña mucho y espera que vuelvas pronto a la escuela. Ava mordió su labio inferior, suspiró. —También extraño a Hope, mañana volveré al colegio, lo prometo. —Sonrió—, pero también me haces falta, me agrada tu compañía. Ryan ladeó los labios al escucharla, inhaló profundo. «¿Desde cuándo tenía ese imán con los niños?» se cuestionó. Quizás porque tenía en común con Ava, su pasado como hijo de una mujer admirable al igual que Vanessa, que lo sacó adelante sin necesitar ayuda de aquel mal hombre. Y con Hope se identificaba porque podía ver en los ojos de su sobrina el deseo de no ser manipulada por la abuela Rose, sino
Vanessa se hallaba en un estado de total conmoción, no lograba comprender que era lo que el señor Knight había hecho con Ava, pero el cambio de humor de la niña era evidente. Los ojos verdes de la niña se mantenían fijos en los de su madre, esperando su respuesta, entonces Vanessa se puso de pie. —Muchas gracias señor Knight —habló con sinceridad sintiendo su corazón agitado, y sin pensarlo dos veces lo abrazó. Hope y Ava se miraron entre ellas, ambas sonrieron. Ryan se quedó estupefacto ante esa demostración de agradecimiento de Vanessa, con la mano que tenía libre, la colocó sobre la espalda de la mujer. Vanessa percibió un corrientazo, que hacía mucho no sentía cuando la cálida mano de Ryan la tocó y la apretó con delicadeza, con esa cercanía, ella pudo inhalar el delicioso y varonil aroma de él, tan seductor, entonces abrió los ojos de golpe, y se separó. —Lo siento —se disculpó avergonzada. Ryan soltó un suspiro, la sensación de tener a Vanessa muy cerca de él, fue agradabl
—¿Ya no quieres conocer a tu papá? —investigó Hope a Ava, una vez que habían terminado las tareas, ambas se hallaban sentadas en una alfombra de felpa que adornaba la alcoba. —No, ya no quiero saber nada de él —habló con sinceridad la niña—, no estaba triste por ese señor, sino porque mi mamá se peleó con el tío Ryan, él me agrada, era por él que me sentía así, pensé que ya no lo volvería a ver ni a ti. —Abrazó a Hope. Hope correspondió el abrazo de Ava. —También me sentí triste, en el recreo me sentaba sola. —Apretó los labios para no llorar—, no vuelvas a separarte de mi lado, eres mi única amiga. Ava la abrazó con fuerza. —No lo volveré a hacer. —Se quedó pensativa. —¿Tu tío tiene alguna novia? Hope se llevó el dedo índice a los labios, se puso a pensar. —Que yo sepa no. Ava ladeó los labios, y tomó de las manos a Hope. —A mí me gustaría tener un papá como el tío Ryan. ¿Te agradaría que mi mamá se convirtiera en la tuya? —¡Por supuesto! —contestó Hope con la mirada brillan
Días después.Vanessa se hallaba en la oficina de la terapista de Ava, la doctora la llamó porque había sacado conclusiones importantes.—Ava confesó que no estaba triste por el tema del papá, sino porque ha generado un vínculo con un señor Ryan, simpatiza mucho con él. ¿Es algún familiar?Vanessa abrió sus ojos, con sorpresa, y luego inhaló profundo.—Es el tío de su mejor amiga, y sí ellos tienen buena relación. —Se quedó pensativa. —¿Todo el enojo y la depresión era por él?La doctora asintió.—Ve en él una figura paterna, se siente segura a su lado, no sé qué tipo de relación tengas tú con ese hombre, pero lo cierto es que a tu hija le hace bien su compañía.«¡No puede ser!» pensó Vane.—Solo somos amigos —respondió Vanessa, sacudió su cabeza—, lo vas a conocer, él quiere que trates a su sobrina, la niña tiene problemas para relacionarse con otros niños.—Estaré encantada de recibirlos —contestó la doctora—, con Ava volvemos a las terapias una vez por semana, ya no es necesario tr