—Dime hija, ¿qué es lo que sucede entre tú y Edward? — Pregunta pensativa.—Nada realmente, es solo que, señora Betty, seré sincera con usted porque lo merece. — Tiembla un poco al hablar.—¿Qué pasa Sheily?—Señora Betty, lo diré sin anestesia, estoy enamorada de Edwuard. — Se confiesa.—¿Qué?, ¿y desde cuándo?, ¿él lo sabe?, niña me has impactado. — Abre sus ojos grande.—Yo sé que solo soy la niñera, pero no pude evitar sentir tantas cosas por él, él es demasiado bueno y caballeroso, es imposible no enamorarse, hace más o menos un mes he venido sintiéndome más cómoda de lo normal con él, y él no lo sabe, solo me gusta acercarme y ayudarlo en lo que él necesita. — Lo ha dicho todo.—Ay mi niña, el que seas niñera no es ningún problema, lo que me preocupa es que mi hijo no te corresponda y que aún siga enamorado de ella. — Se muestra ansiosa.—¿Y si hago que se enamore de mí?, usted me apoyaría señora Betty.— Pregunta sonriendo con gentileza.—No lo sé, primero debemos saber si él ya
—¿Cómo te sientes Helena? — Pregunta kristel un poco incómoda de ver el rostro de malestar de Helena.—Bien, supongo, ya que por fin me sacaron a esa niña, ahora por fin me puedo sentir yo misma otra vez, aunque me molesta un poco que no he podido descinchar mi estómago por completo, esto es una tragedia. — Respira profundo.—Hija ya bajará, espera unos días más y lo verás. — La consuela.—Esperaré, pero si no sucede tendré que tomar cartas en el asunto, no sé, me haré una liposucción, no voy a andar de gorda, eso jamás. — Le dice preocupada.—Ya no te inquietes por eso, todo estará bien, siempre debe pasar más o menos dos meses o tres para que regreses a la normalidad.—No, no puedo esperar tanto, me volveré loca con esta barriga. — Se mira su vientre con molestia.—Pero si está superchiquita, no es nada hija, no hagas berrinches por eso tan insignificante. — Mueve su cabeza en negación.—¿Nada mamá?, esto no es una barriguita, es una montaña de grasa.Es más, ahora mismo iré para qu
—¡¡Este no es mi hijo!!, es un bebé horrible, ¡Es imposible!, esto es una aberración que sobrepasa mis límites, ¿acaso me has engañado Betty?, es inverosímil que este adefesio sea sangre de mi sangre.— Repetía el señor Henry Fuller enojado e irritado, su cara pasaba de rosa a roja en un instante, y con razón ese bebé no se parecía en nada a él. —Pero es tuyo Henry, jamás te engañaría, por quien me tomas, toda la vida te he sido leal, jamás he mirado a otro hombre que no seas tú, ni con la esquinita de mi ojo.— Exclama la señora Betty de Fuller, triste y acongojada al escuchar las acusaciones de su esposo, ella solo agacha su cabeza y respira profundo, parece que quisiera explotar de desolación. —¡No!, no lo es.— Refunfuña gritando por toda la habitación, no puede evitar sentirse airado. Si este, no sé ni como llamarlo, si esto fuera mi hijo seria demasiado guapo, pero es el bebé más feo que mis ojos han mirado, es que la palabra feo le queda corta, es monstruoso, no quiero verlo, ¡¡
Cómo un hombre puede despreciar tanto a su hijo solo porque no es guapo como sus otros dos hijos, y ese es el señor Henry, un hombre de carácter autoritario, nada modesto, un multimillonario que se había hecho a el mismo, a pesar de llevar una buena relación con casi todo el mundo a su manera, el hecho de que su hijo no es atractivo lo ha destruido y vuelto frío e intolerante.Toda su fortuna la ha adquirido el mismo, él sabe que cuando un hombre se ve bien y es atractivo también puede lograr llegar a la cima más rápido y su miedo era ese, el que su hijo mayor no lo iba a poder lograr, y le iba a tocar más arduo, se sentía impotente.Él siempre quería que todo se haga a su antojo, ahora sufría porque Edward por ser el mayor debería administrar toda su riqueza hasta que sus otros dos hijos crezcan, le preocupaba que con esa cara nadie se lo quisiera tomar en serio. Sobre todo en los negocios, todos eran unos tiburones, capaces de devorar todo a su paso.Quizás seria una burla para tod
—Claro que lo harás, te casarás con Edward Fuller, tú nos vas a sacar de esta situación de quiebra, ellos inyectaran lo que haga falta para salir de este mal pase en las empresas. —Pero papá…—Pero nada, aquí se hace lo que yo diga, no quiero lamentaciones en los pasillos, mucho menos negativas de tu parte Helena, eres la hermana mayor y debes cumplir con tu labor. Casarte y tener una buena vida con ese hombre, mientras salimos de este mal momento. —¿Tu mamá?… has que mi padre entre en razón, como le vas a dar a tu hija en matrimonio a un hombre tan feo, solo me harás la mujer más infeliz del planeta, yo no lo amo, ni siquiera me gusta, entiende. —No importa lo que quieras o lo que te guste, si eres feliz o no, aquí lo que es realmente relevante, es el futuro de la familia, nada más que eso, espero lo comprendas porque no lo volveré a repetir. —Ya escuchaste a tu padre, y no será diferente, así hagas berrinches, de esos que estás acostumbrada todo el tiempo, o lo que sea. Te casar
Al día siguiente.—Madre, estás muy hermosa hoy, resplandeciente.Tu sonrisa está más bonita que en otros días.—Ya basta, hijo, que vas a hacer que me sonroje.—Pero es la verdad, te pones cada día más linda.—Gracias, todo fue desde la última vez que me iba a ir contigo y tus hermanos, cuando me dijiste que hablara con Henry, sobre nuestro matrimonio y todo se arregló desde ese momento, él cambió mucho.Hasta contigo.—Bueno, no del todo madre, pero sí, me ha aceptado un poco más, gracias por cuidarme siempre, por no abandonarme, tu amor me ha hecho más fuerte, he tenido que lidiar con gente superficial y variable, que piensan que por qué como me veo así pueden pasar por encima de mí.—Lo sé hijo, sé que has pasado por momentos complejos, sobre todo aquí con tu padre, que eso nunca debió ser así, él tiene que protegerte y solo te ha humillado…—Sí madre, pero es mejor que olvidemos todo eso, y pensemos en ese matrimonio que mi padre ha impuesto, madre, no quiero casarme con ninguna
—Exactamente, hermana, vas a conseguir todo lo que siempre has deseado.—Lo sé, pero a qué costo, además no quiero perder a mi gran amor.—¿Quién?—Russell.—Ese mantenido, abre los ojos Helena, ese hombre solo te está usando, no te quiere.—Ya cállate Leonor, yo sé que él me ama, eres una envidiosa, claro como a ti nadie te quiere, al menos yo tengo a Russell y ahora voy a casarme con este adefesio que afortunadamente es millonario y tú… ¿Qué has conseguido?, nada cierto.—Estás muy equivocada, jamás te tendría envidia, eres mi hermana, te quiero mucho, y solo quiero que abras los ojos, y que veas que ese hombre…—No más, no me interesa escucharte, hablar mal de Russell, él me ama, me lo ha demostrado de mil maneras.Me regaló este collar y este anillo, sin duda son bellos.—Son baratijas hermana y lo sabes, nada de lo que estás acostumbrada en esta familia, él solo juega contigo o dime, si realmente estuviera interesado hubiera venido aquí a pedir tu mano a mis padres como tú lo mer
—Cálmate Betty, no hice nada malo, pero no puedes decirle a Edward que es precioso, se oye ridículo, porque no es verdad y lo sabes.—Para mí lo es, y lo es por todo lo que trae en su interior y en su corazón, él es un hombre de admirar, merece todo el respeto del mundo.—Disculpe la interrupción, señora Betty, acaban de llegar los invitados.—Háganlos pasar y traigan a los mellizos, gracias.Betty acomoda la corbata de Edward y mira a su esposo enojada y con sus mejillas coloradas de la ira.—Buenas noches, Henry.—Buenas noches, Abraham.—Se saludan los cerebros de la familia Fuller y Wonderwall, y las señoras también.—Miren Betty, Henri y Edward les presento a mis hijas, ella es Leonor.—Mi princesa, ella es la menor.— Hace mención Abraham.—Y ella es la única y bella Helena, tu futura esposa Edward.—Mucho gusto Helena.—El desagrado no lo puede ocultar, por más que ella lo intenta, su actuación no funciona, apenas lo mira, lo aborrece, mientras Leonor le pasó su mano mostrando una