—Es un audio. — El mira a Leonor curioso.—Sube el volumen para que podamos escuchar. — Ella se acomoda en la silla.—Es Edward, es su voz.—¿El feo? — Pregunta admirado.—Escucha, dice que me odia y que me aborrece. — Ella se ha quedado en silencio.—Si, y está hablando con una mujer, ¿quién creas que sea? — Le sube más el volumen.—No sé oye como su madre o alguien que conozca. — Intenta poner toda su atención.—¿Y qué piensas después de escucharlo hablando así de ti? — Le pregunta a la expectativa.—Quizás ya lo esperaba, que él pensara así de mí, solo que nunca imaginé escucharlo de su boca. — Lo mira entristecida.—¿Y qué piensas hacer, ¿o como te sientes? — Le pregunta con suavidad.—Me siento triste sabes, amaba a ese hombre, me enamoré de él, de su forma de ser, de cómo es, pero de nada sirvió porque al final él solo me odia y quiere que me muera. — Se le encoge el corazón.—¿Y si solo es un malentendido?, que tal que por lo que enviaste cuando apenas te trajeron aquí, por el
Más tarde ese día.Ella habla por teléfono.—Maldito horrible, aún está enamorado de esa mujer, tengo que matarla, ella no puede estar viva, solo está arruinando mis planes, debo acabarla. — Su ira se ha desbordado, tiembla ante el teléfono.—Cálmate Sheyli, ¿qué te pasa?—Los planes están saliendo muy mal, como voy a dejar en la quiebra al horripilante de Edward Fuller si no está loco por mí, no está enamorado. — Le habla con rabia.—Ese era tu trabajo Sheyli, solo tenías que hacer que se enamore de ti, nada más eso, ¿qué paso? — Pregunta con voz profunda y misteriosa.—No lo sé, he hecho de todo para que piense que lo amo y que estoy loca por él, he sido dulce y comprensiva hasta el punto de darme asco a mí misma y nada ha funcionado, él nunca va a soltar a esa mujer, debemos eliminarla pronto. — Furiosa.No quiero que aparezca por aquí, necesito acabarla ya mismo.—Sí, tienes razón, pero me extraña que no hayas podido realizar el trabajo que se te dio, se supone que iba a ser muy f
—Entonces hijo dime, ¿te casarás con Sheyli? — Pregunta confiada.Él se queda en silencio por unos minutos mirando por la ventana pensativo gira y mira a Betty con seriedad en sus ojos.—No mamá. — Le responde crudamente.—Pero porque hijo, ella te ama. — Se inquieta.—No, no voy a volver a cometer el mismo error dos veces, no me voy a casar con una mujer que no amo, eso no saldrá bien y lo sabes. — Ruge él.—Pero hijo, ella está enferma y te adora, se ve que es sincera, seguro te quiere más de lo que crees. — Intenta convencerlo.—Por favor madre entiende, no voy a casarme con ella, yo hago lo que sea por ti, pero no voy a cometer ese error dos veces, eso no, no voy a volver a arruinar mi vida por una mujer que no consideró como para tener esa responsabilidad tan grande de casarme y verla todos los días. — Sentencia el decidido.—Hijo yo sé que las cosas no salieron bien con Helena, pero sé que está vez es diferente, hable con ella y de verdad está más que enamorada de ti.Dale una o
—Es Leonor. — Le dice suavemente.—¿Qué pasa con ella?, ¿al fin murió? — Pregunta con una sonrisita sin dientes.—No, no digas esas cosas tan horribles, es tu hermana. — Le dice desconcertada.—Entonces dime, deja el misterio mamá. — Responde de forma desinteresada.—Ella acaba de llegar, está en el comedor esperando por las dos.—¿Y por qué vino?, ¿Qué quiere? — Pregunta molesta.—Dice que quiere hablar contigo y conmigo, bueno vamos, no dejemos que siga esperando. — Le dice conmovida.—Está bien, me intriga saber por qué regreso, seguro no tiene adónde vivir y quiere venir a meterse acá, por cierto ella no tienen cabida aquí mamá, ni por error vamos a dejar que se quede. — Niega con su cabeza.—Pero hija, es tu hermana. — Se entristece.—Mejor vamos a ver qué quiere, espero se vaya pronto. — Hace gestos de desagrado.Bajan las escaleras y Leonor las espera de pie a lado del comedor.—Hola Helena, te extrañé hermana. — Ella se estira a abrazarla, pero no es correspondida.—No puedo d
—Si Edward, soy yo. — Responde Leonor temblorosa.—Estoy realmente impactado de verte, además no entiendo qué haces aquí en mi oficina. — El corazón de Edward va a mil por hora, ella le ha dado una tremenda sorpresa con su presencia.—Sé que resulta incómodo que yo esté aquí, pero tenía que venir, quiero saber la verdad sobre tus sentimientos. — Le dice temerosa de su respuesta.—¿Por qué mis sentimientos?, si tú fuiste la que se alejó de mi lado, la que me dejó por otro hombre, acaso lo olvidaste. — Reclama dolido.—Esa no es la verdad Edward. — Lo mira nerviosa.—Ahora me dirás que te obligaron a mentir. — Se queda pensativo.—Si, nunca me fui con nadie, me llevaron a la fuerza, intentaron matarme. — Le habla ella con clara ansiedad y la cara de él cambia abruptamente.—No te creo nada, te mirabas muy convencida de estar enamorada de ese hombre con el que te fuiste. — Él insiste.—Sé que es difícil de creer, pero te estoy diciendo la verdad, Nicholas sabe todo por lo que pase, es mi
Silencio incómodo.—Buenas noches, Betty. — Saluda Leonor dulcemente.—No comprendo que haces aquí, después de todo el daño que le has hecho a mi hijo, y tu Edward acaso estás mal de la cabeza, ¿por qué la has traído? — Ella aprieta los labios y niega.—Madre es una historia muy larga, debemos sentarnos y platicar. — Edward le habla pasivamente.—Esto es en serio hijo, platicar, no lo puede creer, después de todo lo que ha pasado solo te presentas aquí con esta mujer, es increíble, qué desfachatez. — Sentencia con malestar.—Sé que es difícil de entender, pero cuando nos escuches sabrás la verdad y comprenderás por qué estamos aquí. — Él intenta calmar la situación, sonríe levemente.—No quiero entender nada, adónde dejas a Sheyli en todo esto, ella si es una buena mujer, no como está, mejor no digo lo que pienso porque sonaría horrible. — Le responde con agresividad mirando de mala manera a Leonor.—Madre ya habíamos hablado sobre Sheyli, pensé que había quedado claro que no estoy in
—Hija cálmate un poco. — Betty consuela a la pobrecita Sheyli.—No puedo Betty, mira lo que acaba de suceder, esa mujer ha regresado y Edward ha caído derretido a sus pies como si nada, es injusto conmigo. — Zapatea fuerte y su rostro se sonroja de enojo.—Lo sé hija, pero si te exaltas así no vamos a lograr nada.Tenemos que ser más inteligentes que ella, mi hijo tiene que recapacitar y darse cuenta de que esa no es la mujer que el ama sino tú. — Se nota pensativa.—¿Y como haremos para que él cambie de opinión y la olvide? — Pregunta Arrugando el ceño.—No lo sé, pero debemos pensar en algo pronto, antes de que él decida casarse con ella. — Le dice con dureza en sus ojos. — Mi hijo me ha decepcionado.—No, eso no, él no puede casarse con aquella mujer.— Da un grito desesperado.—Ya Sheyli, no te alteres que eso no va a suceder, no dejaré que mi hijo cometa ese error tan grave de casarse con esa mujerzuela traidora. — Le habla endurecida.—Gracias Betty por apoyarme, no sabes el amor
Dos horas después en algún lugar del país.—¿Por qué tarda tanto?— Dice ella impaciente.—Debe estar escogiendo el anillo más bonito para ti, de verdad que ese hombre resulta verse muy enamorado. — Le dice pensativo.—Te lo dije cojoncio, Edward es bueno, es caballeroso, noble, es el hombre perfecto. — Le habla maravillada.—Tienes razón, pero no exageres, para verse perfecto debería ser guapo físicamente. — Le dice con seriedad.—Eso no es importante, es lo de menos, hay mucha gente linda superficialmente, pero por dentro son malos y eso no es lindo. — Se molesta.Prefiero mil veces a mi Edwuar.—Si tú lo dices, dicen que el amor es ciego y veo que sí. — Le habla seco tomando un sorbo de café.—Más que ciego, creo que se trata de descubrir que más ahí en el fondo de cada persona, el amor no es un simple físico, son sentimientos, respeto, amor, cariño, aunque lo dudes.— Le da una reflexión.—Te creo, tú eres muy linda Leonor, y tu corazón es más grande que toda está mansión, eres únic