Más tarde en la oficina.—¿Cómo van las cosas Edward, ya solucionaste todo lo relacionado con lo de tu matrimonio con esa mujer? — Pregunta Stan.—Stan, mi amigo, lo intenté, pero no sé si esta noticia debería alegrarme o hacerme sentir mal, por todo lo que tú descubriste. —Responde pensativo.—¿Qué pasa?—Ella está embarazada, dice estar esperando un hijo mío. — Le dice en tono de suspenso.—Edward, no te tomes esto tan a la ligera, no sé si ese hijo sea tuyo, pero lo que debemos hacer es seguir con la investigación, hacer una prueba de ADN apenas, ¿cuántos meses de embarazo dices que tiene? — Expone él.—Apenas son algunas semanas. — Añade con desdén.—Entonces debemos esperar a que ella tenga los meses adecuados y procederás a salir de dudas, ¿pero tú qué supones respecto a ese embarazo?—No lo sé, ella es mala, es terrible, no sabes sus comportamientos me sacan de quicio, es como tener a tu enemigo viviendo en tu propia casa, quizás esto suene duro, pero no quisiera que ella fuera
—Así es, Edward me ha invitado a la cena, espero no les incomode.— Responde él.—Es un placer conocerte Stan, no sabía que Edward tenía amigos como tú, tan atractivos, supuse que todos eran como él, feos y estúpidos. — Habla en tono de burla.—Increíble Helena, eres insoportable, como puedes seguirte expresándote así de tu esposo, el supuesto padre de tu hijo y aún mas delante de los demás, no tienes un poquito de vergüenza cierto.Jamás debimos hacerte entrar aqui y mucho menos casarte con mi hijo. — Arruga el ceño en señal de enojo.—Ay ya por favor Betty pareces una máquina repetidora, solo dices lo mismo y lo mismo, ya estoy aquí, soy la esposa, madre y futura dueña de todo lo que nos rodea, creo que con saber que estoy esperando a tu nieto debería bastar para dejarme en paz no. — Pone los ojos en blanco.—Siento mucho que tengas que presenciar estás escenas tan bajas Stan, discúlpanos. — Su rostro enrojece visiblemente.—No te inquietes por mi Betty, Edward ya me había comentado
Al otro día. —Mamá no te parece que las cosas se están saliendo de control en la mansión Fuller, ahora todos odian a Helena, yo siento pudor de volver allá. — Le dice inquieta. —Ya Leonor, tampoco es para tanto, al fin todo está mejor, al menos ellos ya saben cómo es Helena, lo que ella quiere y que no van a poder contra ella. — Habla relajada, maquillando su rostro. —Pero madre, qué sentimiento tan feo vivir en un lugar donde nadie te quiere, eso debe ser demasiado desagradable. — Declara ella. —Hija, tú únicamente debes pensar que de todo esto va a salir algo increíblemente bueno y ya, seguramente tu hermana sabrá cómo sobrellevar la situación, ella es lo bastante fuerte como para que el drama o los reclamos la hagan sentir mal, ya la conoces. — Sonríe ligeramente. —Es verdad, sé cómo es Helena, y ella es demasiado sagaz pero… —Pero nada, hay que pensar en positivo, tu hermana logró lo que nadie más, es muy astuta, esa hija mía es grandiosa, ahora sí seremos otra vez mult
Mansión Fuller.—Buenos días, familia, ¿durmieron bien?— Pregunta sonriente.—Buenos… serán cuando te vayas de esta mansión y nos des el placer de quitar tu presencia de nuestras vidas. — Confiesa Betty.—Betty, yo creo que debes cambiar esa actitud tan tajante que tienes hacia mí, déjame decirte que una mujer refinada como tú le queda muy mal esos comportamientos tan bajos. — Confirma con tono de seguridad.—Yo te hablo como a mi se me de la gana, actuaré acorde a mí despreció hacia ti, nada de lo que me digas me hará cambiar mi forma de pensar y actuar. — Contesta enojada.—Deberías cambiar Betty y no solo lo digo por mí, sino también por mi bebé, tu nieto, acaso no sientes pena de hacerlo sentir mal, leí que todo lo que le ocurre a la madre, le afecta al nene. — Reclama Helena.—Buenos días, madre.—Buenos días, hijo, ¿ya te vas?—Sí, no quiero tener que estar aquí delante de la presencia de esta mujer. — Le dice apurado.—¿Pero por qué no desayunas Edwuard?, ¿acaso me tienes miedo
—¿Qué te pasa Leonor?, ¿por qué vienes así toda roja y apurada? —Señora Betty, tengo que hablar con usted, hay algo muy grave de lo que tengo que hablarle. —Sea lo que sea que quieras decirme tendrá que esperar Leonor, estamos resolviendo un inconveniente que acaba de suceder. —¿Qué está pasando? —Leonor tenemos que irnos, tú no dirás nada, ¿me escuchas? — Kristel acaba de entrar a la mansión Fuller con prisa. —No mamá, no voy a irme sin antes decir la verdad. —Ya viene el doctor. —¿Qué sucede?, ¿Acaso le pasó algo malo a mi hija?, ¿Se puso mal? —Si, Kristel, Helena está arriba, ayúdame por favor a qué se controle hasta que llegue el doctor. —No puede ser, ¿qué le hicieron a mi hija? —¡¡Helena!!, ¡¡Helena!! — Ella sube las escaleras gritando con fuerza el nombre de su hija. —¿Qué le pasa a mi hermana señora Betty? —Hija tu hermana se cayó en la ducha y está culpando a Maty de todo. —¿¡Que!? —Así es señorita Leonor, pero eso no es verdad, le juro por lo más s
—¿Seguro preguntaron por mí?, ¿y sus nombres?, ¿cómo se llaman estos dos apuestos hombres? —Si, señora, el más guapo dice que se llama Nicholas, dijeron que están buscando a Betty de Fuller. —Bueno, si saben mi nombre debe ser que me conocen, déjalos pasar. —Como ordené señora. —Es muy extraño, no comprendo quien podrán ser. —Seguramente los conoce de alguna parte señora Betty. —Supongo que si Leonor. Veremos. —Buenas tardes, Betty. —Buenas tardes, ¿quiénes son ustedes y de dónde me conocen? —Podemos hablar en privado, es un tema delicado. —No, pueden hablar aquí, Leonor es de la familia, ¿qué quieren decirme? —Señora, no queremos molestarla, pero hay algo que usted tiene que saber, es algo delicado. —¿De qué se trata?, ¿qué está pasando?, le pasó algo a mi hijo Edward?, ¿Ustedes quienes son? —Señora es mejor que tome asiento, está noticia es demasiado fuerte de digerir. —¿No entiendo?, ¿de qué se trata?— Betty toma asiento y respira profundo. —¿Que es lo
—No creo que sea adecuado que usted coquetee conmigo. — Se sonroja de vergüenza.—Disculpa Leonor, no fue mi intención molestarte, no sabía que estabas comprometida. — Responde él mirándola fijamente.—No lo estoy. — Le dice sin mirarlo.—¿Entonces porque no puedo cortejar a una mujer bella y soltera como tú? — Pregunta honestamente.—Por qué…— El silencio paraliza la habitación, ella sabe que no puede decir la verdad respecto a lo que siente por el esposo de su hermana.—Entonces, solo te quedarás callada. — Exclama con seriedad.—Es solo que no… — La interrumpen.—¿Quién es este hombre tan apuesto? — Pregunta Helena bajando las últimas escaleras sonriendo apresurada.—Sí, es demasiado guapo, mucho gusto yo soy Kristel. — Lo mira de arriba abajo sin disimulo.—¿Hola, un placer, soy Helena y tú? — Ella abre sus ojos grandemente mientras sonríe.—Mucho gusto, señoritas, mi nombre es Nicholas Madison. — Responde agradable.—Qué muñeco tan interesante, ¿y de dónde saliste?, ¿acaso te esc
—¿Por qué te quedas en silencio?—Dices muchas cosas, pero no me conoces realmente. — Se sonroja.—Dime entonces, quiero conocerte, quiero saber quién es la mujer que me encanta. — Los interrumpen.—Señorita Leonor el almuerzo está listo, —¿Deseas pasar almorzar Edward?—Si es contigo, por supuesto.—Está bien, vamos, avisa a Helena a mi madre y al señor Thomas que vamos a almorzar por favor, gracias Lu.—Con gusto señorita.—Adelante hermosa.— No cabe duda de que Nicholas es un caballero con Leonor, al parecer le ha flechado su corazón, que pasará ahora, si ella solo ve por los ojos de Edward.—Gracias eres muy amable.—Tú lo mereces.—¿Pero qué este almuerzo tan poco sofisticado y pobre?, pastas insípidas de pollo con salsa de champiñones. — Helena ha soltado su veneno.—Si señora, es lo que la señora Betty pidió para el almuerzo, no sabíamos que venían visitas y … — No la deja terminar la oración.—No lo puedo creer, es una verdadera vergüenza este almuerzo, lo siento mucho Thomas