Los días pasaban para Daniel como en un letargo, eran interminables. Por momentos tenía episodios de desesperación y arrojaba cosas contra la pared, enardecido porque Deanna lo había dejado y por momentos, se largaba a llorar como una criatura por el mismo motivo. Se iba a volver loco.Volvió a medio vivir en su oficina en la empresa, le costaba enfrentar las miradas acusadoras de sus hijos y la tristeza de Jonathan. El pequeño parecía un fantasma por la casa, daba vueltas sin rumbo o se encerraba en su habitación, ya ni siquiera usaba su reproductor para escuchar música. No podía verlo, no podía darles la cara porque aun él mismo no lograba salir de su estado de angustia.¿Qué apoyo podía darles a sus hijos si él mismo estaba hecho un desastre? Cuando su esposa había muerto, Daniel pasó casi tres meses intermitentes entre la oficina y la casa. Camila y Susan se hacían cargo de sus hijos cuando él se perdía dentro de su tristeza, pero de algún lugar sacó las fuerzas para seguir adelan
Pero por mucho que habían intentado resguardar a Daniel de las habladurías, no tardaron en llegar a su puerta. Y por supuesto, Beverly le había llevado las nuevas noticias.- Lamento hablarte de esto Daniel, pero ¿no crees que es hora de que empieces a pensar en el divorcio? –- No hablaré de eso contigo – Le dijo cortante.- Pues deberás hacerlo porque la situación se está yendo al desagüe y debes ponerle fin –- ¿Y si así fuera porque tengo que discutirlo contigo? Mi vida privada no te incumbe, ya te lo he dicho –- Tu vida privada se ha vuelto pública y aunque no quieras admitirlo está comenzando a afectar a todos –- No veo como –Beverly suspiró ¿debía decírselo?- Te lo comenté una vez y vuelvo a hacerlo: tienes una imagen que mantener, te guste o no. Esta compañía tiene una imagen que mantener y tú eres su cara. Lamento mucho lo que sucedió con tu esposa, pero no puedes pasarte la vida de esta manera. Necesitamos todos que regreses a ser el CEO de la compañía –- No me interesa
-Aceptaré tu propuesta, pero con una condición – Le dijo Deanna mientras caminaban por el parque.Leonard se emocionó.- ¡¿En serio?! –- Si… Pero no quiero tener un representante que corretee jóvenes… -- ¡Oh, Deanna! No me hagas eso… -- Es lo único que te pido, de lo contrario regresaré a terminar el semestre y buscaré un empleo –La relación entre ambos aun no era de padre e hija, pero se había estrechado con los días y con la insistencia de Leonard. Pocas semanas atrás no era más que un desconocido que la perseguía para acorralarla y ahora se había convertido en un soporte para ella. Sin Harry, sin sus amigos de la Universidad, estaba sola con Philippa y su abuela y aunque su madre iba constantemente a verla lo cierto era que se había quedado sin nada.- Si esto no funciona tendré que buscar trabajo… un lugar donde vivir, no puedo pasármela en el hotel… o deberé regresar a casa –- Funcionará, no te preocupes. Si este productor no sabe apreciar tu talento, Marcus va a hacer que t
Ethan estaba haciendo sus tareas de la escuela cuando su computadora comenzó a emitir un pitido constante. Era una video llamada. No podía identificar que donde provenía, pero respondió igual. La pantalla le devolvió la imagen de Deanna.- ¡Deanna! –- Hola Ethan ¿cómo estás? – Su sonrisa era apenas una mueca.- ¡Deanna! ¿Dónde estás? –- Lamento mucho lo que pasó… Lo siento… Me dijeron que querían verme –- ¡Si! ¡Si! ¡Espérame que voy por mis hermanos! ¡Espérame Deanna! –- Claro… -Ethan salió corriendo, pero no encontró a sus hermanos en sus habitaciones. Bajó las escaleras y los vio en el salón con Daniel y Camila.- ¡Naomi! ¡Jonathan! ¡Vengan rápido! ¡Es Deanna! –Jonathan se puso de pie de un salto, su carita llena de emoción.- ¡¿Dónde?! – Le preguntó Naomi.- ¡Arriba, en la computadora de mi habitación! ¡Vengan! –Naomi salió corriendo y el pequeño detrás de ella.- ¡¿A dónde van?! ¡Niños! – Los llamó Camila.Ninguno de los tres la oyó.- ¡Daniel has algo! ¡Esa mujer…! –Todo
Leonard fue esa mañana a hablar con Marcus, necesitaba un lugar para que Deanna pudiera entrenar un poco la voz antes de la audición. El profesor estaba enojadísimo con su amigo.- Eres un traidor, sabías que la quería aquí conmigo y ahora se la entregarás a Sacha… -- No seas así Marcus, sabes como yo que es una oportunidad en mil y si el tal Sacha no la aprecia, estoy seguro de que aceptará quedarse contigo –- Al fin le pusiste las manos encima, maldito –- No es eso… -- Y te esforzaste mucho esta vez, supongo que estarás eufórico –- Te digo que no es eso… -- ¿Qué no es qué? No me digas que haces todo esto por amor al arte porque no voy a creerte, te conozco –Leonard dudó un momento.-Te diré la verdad, pero guárdatela o te mataré –- ¿Qué verdad? –- Es mi hija… -- ¿Quién? –- Deanna –- ¿Qué Deanna? –Leonard lo miró como si tuviera dos cabezas y entonces Marcus reaccionó a lo que él le decía.- ¡¿Es tu hija?! ¡¿Deanna?! ¡¿La esposa de Crusher?! ¡Deja de decir estupideces!..
El Teatro Ambassador estaba rebosante de gente. La audición era cerrada, pero había convocado a muchas aspirantes de la zona y de ciudades vecinas. Deanna había arribado con Leonard, pero cuando llegó el momento tuvieron que separarse y él fue a sentarse a las filas superiores, como cuando la espiaba antes de saber la verdad.Sacha Feni, el productor, estaba sentado justo en medio de la platea y Marcus iba a venía a cada pedido que le hacía. El tipo tenía fama de ser un quisquilloso, pero ya tenía varias estrellas triunfantes en su haber. Cuando las audiciones comenzaron, el Profesor buscó a su amigo y se sentó a su lado.- Bien… ¿Qué va a cantar? – Le preguntó.- Un bel dí vedremo – Le contestó Leonard.- ¡Mierda! No lo ensayamos nunca –- No hizo falta, lo va a dejar con la boca abierta de todas maneras –Deanna había elegido esta aria apropósito. Con ella marcaría el final de su historia con Daniel.Madame Butterfly, de Puccini, era una historia con la que podía identificarse. Muy
Sacha Feni no solo había quedado con la boca abierta, sino que estaba alucinado. La llamada a Deanna no tardó demasiado, al otro día ya le estaba informando que su audición había sido un éxito que quería comenzar a trabajar con ella lo antes posible.- No puedo creerlo… - Estaba tan sorprendida.- ¡Te lo dije! ¡Te lo dije! ¡Esto es genial, Deanna! – Leonard estaba eufórico.- Pero… -- ¡Pero nada! ¡Lo hiciste!... Tendré que ponerme en contacto con el tipo y ver como continuamos… Prepárate, nena, porque te espera el mundo a partir de ahora –- Tengo que llamar a mamá –En el pequeño restaurante sonaron gritos de alegría y llantos. Su pequeña niña había dado un paso gigantesco hacía adelante, Philippa estaba desbordada. Los esfuerzos que hicieron juntas para darle a Deanna la oportunidad de hacer lo que más le gustaba dieron sus frutos. Tenía por delante un futuro brillante.Para ella todos los rumbos que se habían entrecruzado delante suyo, que le habían dado tristezas, desamor, angust
Pero los papeles quedaron abandonados en un rincón de su escritorio, ni siquiera los miró. Su firma estaba en ellos y no quería verla, si lo hacía la realidad le pegaría de frente: “ya no te quiere”.Harry se había convertido en la oveja negra de la familia. Susan estaba lívida con él y no perdía oportunidad en echarle en cara lo que había hecho. Daniel directamente fingía que no existía y Charles, a veces, se lo quedaba observando con desconfianza. Él seguía dándole vueltas al tema en su cabeza, había bajado al sector de seguridad a comprobar si era cierto; y era cierto, su credencial había visto y hecho copia del video.Lo que más le molestaba era verla con Leonard. Estaba más que confirmado por todos que Deanna había dejado a Daniel por él; que se paseaban por la ciudad, y ahora se decía que el tipo la había instalado en un departamento en el centro. No podía creerlo, esa no era la Dean que conocía.Hizo algunas averiguaciones con sus viejos compañeros de Universidad, sabía por los