El Teatro Ambassador estaba rebosante de gente. La audición era cerrada, pero había convocado a muchas aspirantes de la zona y de ciudades vecinas. Deanna había arribado con Leonard, pero cuando llegó el momento tuvieron que separarse y él fue a sentarse a las filas superiores, como cuando la espiaba antes de saber la verdad.Sacha Feni, el productor, estaba sentado justo en medio de la platea y Marcus iba a venía a cada pedido que le hacía. El tipo tenía fama de ser un quisquilloso, pero ya tenía varias estrellas triunfantes en su haber. Cuando las audiciones comenzaron, el Profesor buscó a su amigo y se sentó a su lado.- Bien… ¿Qué va a cantar? – Le preguntó.- Un bel dí vedremo – Le contestó Leonard.- ¡Mierda! No lo ensayamos nunca –- No hizo falta, lo va a dejar con la boca abierta de todas maneras –Deanna había elegido esta aria apropósito. Con ella marcaría el final de su historia con Daniel.Madame Butterfly, de Puccini, era una historia con la que podía identificarse. Muy
Sacha Feni no solo había quedado con la boca abierta, sino que estaba alucinado. La llamada a Deanna no tardó demasiado, al otro día ya le estaba informando que su audición había sido un éxito que quería comenzar a trabajar con ella lo antes posible.- No puedo creerlo… - Estaba tan sorprendida.- ¡Te lo dije! ¡Te lo dije! ¡Esto es genial, Deanna! – Leonard estaba eufórico.- Pero… -- ¡Pero nada! ¡Lo hiciste!... Tendré que ponerme en contacto con el tipo y ver como continuamos… Prepárate, nena, porque te espera el mundo a partir de ahora –- Tengo que llamar a mamá –En el pequeño restaurante sonaron gritos de alegría y llantos. Su pequeña niña había dado un paso gigantesco hacía adelante, Philippa estaba desbordada. Los esfuerzos que hicieron juntas para darle a Deanna la oportunidad de hacer lo que más le gustaba dieron sus frutos. Tenía por delante un futuro brillante.Para ella todos los rumbos que se habían entrecruzado delante suyo, que le habían dado tristezas, desamor, angust
Pero los papeles quedaron abandonados en un rincón de su escritorio, ni siquiera los miró. Su firma estaba en ellos y no quería verla, si lo hacía la realidad le pegaría de frente: “ya no te quiere”.Harry se había convertido en la oveja negra de la familia. Susan estaba lívida con él y no perdía oportunidad en echarle en cara lo que había hecho. Daniel directamente fingía que no existía y Charles, a veces, se lo quedaba observando con desconfianza. Él seguía dándole vueltas al tema en su cabeza, había bajado al sector de seguridad a comprobar si era cierto; y era cierto, su credencial había visto y hecho copia del video.Lo que más le molestaba era verla con Leonard. Estaba más que confirmado por todos que Deanna había dejado a Daniel por él; que se paseaban por la ciudad, y ahora se decía que el tipo la había instalado en un departamento en el centro. No podía creerlo, esa no era la Dean que conocía.Hizo algunas averiguaciones con sus viejos compañeros de Universidad, sabía por los
Lo que Daniel necesitaba para terminar de aceptar que Deanna ya no regresaría le había llegado en forma de noticia en el periódico local.Ese domingo se había despertado y bajado a desayunar como siempre. Sus hijos irían a casa de sus abuelos a visitar a Emma y pasar el día con ellos y por algún motivo, alrededor de las 11 Beverly ya estaba en la casa. A él le daba lo mismo, sabía que estaba pululando a su alrededor tratando de encontrar un hueco por el cual colarse en su vida. Podía hacer lo que quisiera, si quería seguir soportando toda su indiferencia era su prerrogativa.Se metió en su oficina tratando de evadirla, pero otra vez, allí estaba ella con su laptop y muchos documentos. Ni siquiera sabía porque no la echaba, estaba tan apático que le daba lo mismo. Se había sentado en su sillón a leer el periódico cuando se encontró con la noticia:“La nueva discípula del famosísimo productor Sacha Feni: Una estrella en ascenso”Una foto de Deanna, ensayando; la nota detallando como hab
- ¡Déjanos ver el vestuario completo! – Le pidió Naomi emocionada.Deanna se puso de pie y caminó usos pasos hacia atrás. Llevaba un vestido de corte imperial, de cintura alta, color borgoña y con detalles en dorado. El cabello recogido en un peinado de época y un tocado que parecía una pequeña diadema.Habían pasado seis meses desde que había comenzado a trabajar con Sacha Feni y esa noche era su debut. Estaba en Roma esperando que se levante el telón. El Teatro de la Ópera había sido el elegido para presentarle al mundo a la nueva joya de la corona lírica; estaba lleno, todas las localidades agotadas. Leonard no había escatimado en gastos para promocionarla y sumado al nombre de Feni, las expectativas estaban altas.- ¡Estas hermosa, Deanna! –- Gracias, Ethan… ¡Estoy tan nerviosa! –Jonathan estaba enamorado, su carita se iluminaba cada vez que la veía, pero esta vez parecía incandescente.- ¿Te gusta, saltamontes? –Le dijo que si con la cabeza con mucho entusiasmo y le sacó una s
- No puedo creer que haya pasado un año ya… ¡Feliz cumpleaños Ethan! –- Gracias Deanna –- ¿Tus hermanos? –- Fueron con la abuela de compras… Aburrido –- Imagino que ya no te interesa pasear con los pequeños –- No, este año comenzaré a tomar clases de manejo. Si consigo la licencia, papá me dejará conducir su auto –- Como has crecido… -- ¿Dónde estás? –- En Sídney… Llegamos anoche… Todavía no me acostumbro a los cambios de horarios –- ¿La Bohème? –- Si, esa misma… Dos presentaciones por semana –- La tía Susan te envió saludos –- Gracias –- ¿Sabes Deanna? Esa mujer Beverly se la pasa aquí todo el tiempo… No sé si papá ha comenzado a salir con ella o no… No entiendo qué relación tienen, pero no me gusta ella –- Pues debes preguntarle a Daniel, Ethan, si tienes dudas. Quizá si intentas conocerla llegue a agradarte… -- Lo haré –Los rumores decían que Daniel y Beverly al fin estaban en una relación. Solo se basaban en la constancia con la que ella se le pegaba en cada ocasió
- Me invitó a una fiesta, pero papá no va a dejarme ir… -- ¿Louis? ¡Eso es genial, Naomi! –- ¡Si! Pero si me da permiso tendré que ir con Ethan… -- Bueno, pero podrás verlo al menos –- No sabes cómo se ha puesto el bobo de mi hermano. Ya casi no me deja hacer nada y papá siempre le da la razón… Me voy a morir soltera –- ¡Jajaja! No, nena… Es un poco pronto para que pienses así, dale tiempo a Ethan. Cuando le guste alguna chica no pensará más en cuidar a su pequeña hermanita –- Esperaba que llegara el vestido que me enviaste para usarlo en la fiesta, pero aún no llega –- ¿Cómo que aún no? Pero hace dos días recibí el aviso de que había sido entregado… que extraño… ¿Lo habrán dejado en otra dirección? - El vestido si había sido entregado en la dirección correcta, pero lo había recibido Beverly y tirado a la basura. Buscaba todas las formas posibles para hacer que sus rastros desaparecieran. En lo único que no había podido intervenir fue en las llamadas que tenía Deanna con los n
-Qué bonito dibujo, pequeño saltamontes. Cada día haces dibujos más hermosos ¿será que te convertirás en un artista? –Jonathan sonreía de oreja a oreja, siempre que hablaba con él el niño le mostraba todas sus “obras maestras”.- ¿Sabes? Tengo que ensayar un poco… ¿me acompañas? Siempre hablábamos de que un día serías mi compañero de prácticas, pero hasta el día de hoy continuas sin aceptar mi propuesta ¿mmm? –Nada lo emocionaba más que oírla cantar, ella les enviaba cada presentación que daba y él las esperaba con tantas ansias. Se comunicaban con la música, siempre habían compartido el lenguaje táctico de las emociones que las notas y las composiciones provocan en el cuerpo. Y cuando ella le cantaba solo a él, el pequeño sentía la conexión que los unía.-Esta aria es muy bella, pertenece a una ópera que se llama “La flauta mágica”. Espero que me salga bien… -Deanna comenzó a cantar y Jonathan se tomó del escritorio con sus pequeñas manos, cuando ella lo llamaba usaba la computado